Licenciado por trastornos mentales me habían confinado a mi casa medicado constantemente.
Mi madre había retirado los espejos y las cerraduras por orden de mi médico tratante, que no era otro más que el mismo Yuri. No sabía que había sucedido con Ephy y no quería saber tenía miedo de él y de mi mismo, tenía miedo de los espejos de agua desde donde el podía verme, tenía miedo de no recordar las cosas que ya no podía ni recordar, de hacer las cosas que había hecho y de escuchar las cosas que sabía de memoria por repetición. Dios ayúdame!
Layla había sido la primera que había acudido al hospital a verme , aún no se despuntaba el atardecer y ella se había logrado colar en mi habitación cerrando las cortinas para protegerse de un sol que medio dejaba ver su cara pálida.
Ella me había dejado dormir sobre su hombro, había avisado a mi madre y me había alimentado con una compota de frutillas cuando mi madre llego a verme.
Qué tanto podía yo destruir a las personas que cuando vi a mi mamá su rostro había cambiado, se miraba tan cansada y entrada en edad, parecía que estaba enferma y su sonrisa era una especie de mueca sin forma, se me arrojo al regazo a llorar, me cubrió con besos y me abrazo .
- Stephan, hijo! No te vuelvas a ir nunca! Nunca! Tú eres mi todo entiendes?
Asentí sin sentir sus emociones al cien por ciento, solo lo hice por hacerlo. Ella y Layla me cuidaron hasta que llegó un Yuri en su disfraz de médico anciano, yo me di cuenta de que era el al cabo de unos minutos y sonreí, Santinni también era un anciano pensé; Yuri pidió que todos salieran y con ayuda de dos enfermeras me revisaron.
Desnutrición severa, parasitosis intestinal, dermatitis negligente y otras más enfermedades, anuncio Yuri a mi madre más los trastornos mentales que pudiera tener. Ella volteo a verme con esa piedad maternal y solo seco un par de lágrimas que salieron de sus ojos.
- Yo te ayudaré a cuidarle Cathy.
Ella solo asintió y tomo entre sus manos la de Layla.
Layla se ofreció a cuidarme por las noches durante los meses que estuve en el hospital, mi tía Henrietta lo hacía por las mañanas y mi mamá por las tardes.
Kanon me visitaba a diario, cuando estaban el y Layla era el único momento en que era liberado de las correas.
Kanon me sentaba en sus piernas como si yo fuese un niño pequeño y me arrullaba hasta que me dormía y es que yo estaba completamente arruinado, mis patrones de sueño y emociones se habían venido abajo, un torbellino de imágenes se mezclaban en mi cabeza, simplemente nada estaba en su sitio.
Elliot a veces venía con el pero este solo se dedicaba a mirarme, me acariciaba las mejillas y se marchaba al cabo de unos minutos. Los gemelos decía Layla venían a verme juntos cuando yo dormía y por eso no los había podido ver pero yo sabía que el único que venia era Yuri siempre bajo su disfraz de médico; Kuri no se atrevía amostrarme la cara. El otoño llego a Londres y la cuidad se vistió de colores marrón y un frío intenso, si así siempre había sido en Londres pero yo no vi más que lo poco que me dejó ver el regreso a casa, que fue la última vez que pude observar el exterior, ya que desde entonces me encuentro aquí en casa recluido en mi habitación, la cual no tengo idea de por qué pero esta muy diferente, tiene un nuevo papel tapiz color blanco y mis cosas ya no están, nada de mis cosas. La cama que tenía antes tampoco está, ni mi armario ni mi....Mi pez?! Dónde está mi pez?! Mi pez de felpa? Dónde está?
- Steph, hijo es hora de cenar.
- Necesito mi pez, mi pez, mi pez, mi pez, mi pez dámelo! Mi pez, mi pez!
- Steph tranquilo!
-Mi pez! Mi pez! Mi pez!.....
Me senté en el suelo hecho un ovillo, me cubrí los oídos y seguí buscando a mi pez con la mente.
- Bebé, por favor no de nuevo! No se dónde está tu pez, ven necesitas comer algo.
- Mi pez! Dame mi pez! Dile que venga!
- A quien bebé?! Dime a quién?
- Dile que venga! Dile a mi pez que venga! - Esa desesperación me carcomía, podía sentir como mi pecho se envolvía en llamas y me dificultaba el respirar- Mamá quizás todo esto sea mi culpa, dile que lo es! Díselo!
- A quien amor? Steph dime a quién?
- No! No puedo arreglar las cosas verdad? Mamá no puedo , no puedo arreglar las cosas! Por Dios dime!
- Bebé que quieres que haga? Dime qué necesitas por que no te estoy entendiendo!
Yo me tire en el suelo y me cubrí con el antebrazo, como decirle a mi mamá aquello.
- Bebé? Dime lo que quieres, sabes quién siempre estaré aquí para ayudarte...
- Mamá lo que quiero me hace sentir triste, quiero .....
- Bebé....
- Ay mamá, quiero dejar todo esto atrás, todo! Mamá si está fuera nuestra última conversación...
- No digas tonterías Stephan! Ven!
Ella me levanto del piso haciendo acopio de todas sus fuerzas y me llevo a la cama .
- Escúchame bien Steph , no voy a dejar que te rindas! Entendiste? Aún no sé bien que sucedió pero quiero que te grabes algo, no debes perder la esperanza Stephan! No dejes ir todo por la borda por que debes saber que tus acciones tienen consecuencia no solo en tu persona ya que si algo te pone triste no solo te pone triste a ti, también a mi , a tus tías y a tus tíos, a Layla y a tus amigos!
Yo la mire con detenimiento, sus ojos estaban enmarcados por unas ojeras profundas seguro no dormía bien por cuidar de mi, me quedé sin aliento , la respiración me faltaba me sentía exhausto de cuerpo y mente, me recosté en la cama y ella comenzó a darme palmaditas en la espalda y a arrullarme, la voz de mi mamá era uno de los mejores sonidos del mundo. Soñé con el, con que el me estaba arrullando.
- Stephan ... Qué sucede?
- Sid! Yo...
- Steph- El acerco su rostro hasta el mío- Estás buscándome?
- Sid, yo... Por Dios Sid dónde estás? Te veré de nuevo? Vendrás a mi? Te sientes solo? Tienes miedo? Por que te fuiste? Ahora estoy solo! Estoy tan solo!
- Tu nunca, nunca estás solo Stephan- Su cabello me cubrió y su aliento y el mío casi eran uno- Debes ser fuerte, debes resistir!
- Yo soy tonto Sid no puedes pedirme eso!
Me aferre a su cuello.
- Escúchame bien Steph, quizás estemos separados pero siempre estaremos juntos, siempre!
- Sid, no! Por favor , date cuenta no he dormido desde la última vez que estuvimos juntos?
El acarició mis cabellos .
- Que clase de vida es esta Sid, tengo todo el amor por ti guardado aquí adentro y no se que hacer con el ahora!
- Stephan....
- Sid vuelve ! Vuelve! Yo he estado mal, había estado bebiendo y esperando a que volvieras y eso es todo lo que hice desde que te fuiste!
- Cálmate Steph...
- Tu sabes que te amo por favor no te vayas se que pude dar mas pero soy un estúpido! - Me aferre a el con las uñas.
Este me apretó entre sus brazos mientras besaba mi cuello, yo me prendí de inmediato.
- Stephan ....- El bajo su mano a mi entrepierna y la metió ágilmente por mi ropa interior, de inmediato comenzó a jugar con mi sexo, yo me puse duro en el instante.
-Sid yo no quería causarte problemas yo...
Él me callo con un beso apasionado y con su mano deslizó mi ropa interior hacia abajo y separó mis piernas. En tanto yo le pase ambos brazos por el cuello y me deje llevar, le necesitaba dentro, estaba tan feliz que no me detuve a pensar en nada.
Sid jugo con mi sexo hasta que me puse muy firme, luego el me levanto y me sentó en sus piernas viéndonos frente a frente, yo pedí su boca desesperadamente y el no se hizo del rogar, sus besos! Esos que yo recordaba tan bien, sus manos en mi trasero, en mi entrada , metiéndose profundamente en mi interior.
Yo no tarde en estar listo y este me penetro tan profundo que tuve aferrarme a el, debido a eso este mordisqueo mi lóbulo y un poco los hombros .
Sentía ese cosquilleo interior, sentía ese placer, sentía como su sexo tocaba mi próstata una y otra vez , yo no quería quemarme pero ya estaba ardiendo.
- Stephan yo no vine a hacerte daño pero mírame....No lo puedo evitar.
- Sid no! Por favor continua! Es un alivio tenerte dentro! Te amo! Te amo demasiado...
Sus besos se apoderaron de mi boca y este me retenía con más intensidad, yo estaba tan excitado que incluso me sentía pegajoso de tan lubricado que estaba mas aún así me aferre más y más a el.
- Sid no te vayas de nuevo o me moriré! Promételo!
- Steph no lo haces fácil ....
- Promételo!- Exigí mientras movía mi cadera en forma de ochos .
- Steph se que tú encontrarás a otro que sea humano como tú. Que jamás te deje solo y que no te cause tanto daño como yo!
- No! No quiero otro, eres tonto o que ? Al que amo es a ti! A ti!
Pegue mi frente a la suya, no sabía si era sudor o lágrimas las que resbalaban por mi rostro .
- Yo te amo!
- Steph yo.... Yo quiero decirte que no hubo nadie mas, que nadie pudo haberme amado mejor pero ...
- No! No Sid no te atrevas!
- Steph... Yo te quiero lo suficiente como para dejarte libre....
Mis ojos no pudieron impedir el desbordamiento de tantas y tantas lágrimas .
- Stephan tienes que superarlo, quiero que lo superes entendiste?
- No! Yo te amo! No me importa! Yo te amo Sid!
El besó mi frente y sentí como su beso quemaba mi piel; tanto que proferí un alarido de dolor..... Y eso me obligó a despertar.
- Steph estas bien?!
- Layla?! Dónde está Sid?
Ella me miro confundida y yo comencé a buscarle con la mirada llena de desesperación por la habitación.Me mire la entrepierna, aún estaba excitado, completamente lubricado y húmedo pero poco me importo.
- Tranquilo Steph fue un sueño.
- No! Él estaba aquí!
- Relájate por favor, déjame cambiarte esa ropa húmeda.
- No, Layla dile que venga ! Dile ! Sé que el estuvo aquí! Lo sé!
- Stephan voy por un poco de agua para que estés mejor.
- Layla por que me hace esto el? Por que ....Dile que lo sé todo ahora ....Dile regresé que yo era tan feliz ....Pero que ahora tengo el corazón roto.
Me deje caer en la cama, ella me cambio la ropa interior y la pijama que estaban húmedas. No quería saber en qué tipo de persona me había convertido ahora ,cuando ella termino me ayudó a incorporarme y comenzó a peinar mi enredada cabellera.
- Que le pasó a mis cosas?
- Ah?
- Que le sucedió a mi cama, a mi ropero, a mi ropa, a mi pez? Dónde está mi pez Layla ?
- Tu pez?
- Si! Dónde está mi pez?!- Dije elevando la voz de manera exagerada, tanto que me asuste con mi propia voz y baje el tono de nueva cuenta - El pez de felpa que me dio Sid?
- Acaso no lo recuerdas?
- Que cosa?-Dije molesto , llevaba siglos buscando ese pez.
Ella siguió peinando mis cabellos y los recogió en una coleta.
- Layla que cosa?!
- No es importante.
Sabía que mentía, como no iba a ser importante saber que había sucedido con mis cosas. Puse mala cara mientras ella me anudaba un listón al cabello.
- Que pasa?- Dijo ella una vez que termino y vio mi molestia .
- Nada!
- Vamos Steph no me digas que no es nada!
- Es que....Es que ....-Mi barbilla comenzó a temblar, las emociones se me venían tan de repente - Es que nadie me quiere dar mi pez, ni mis cosas, incluso se llevaron mi cama y mi ropa, además yo no quiero estar aquí encerrado Layla, yo quiero ir con Sid.
- Pero eso es imposible cariño.
- Layla llévame con el- Dije haciéndome un ovillo tratando de ocultar mis evidentes lágrimas- Llévame con el.
Ella me rodeo con sus brazos y depósito un beso en mi cabeza.
- Ya Steph, debes estar calmado.
- Lo dices por que no estás tú aquí encerrada todo el día.
Sentí entonces la necesidad de encontrar ese sonido.
- Lo has escuchado Layla? Lo escuchaste?
Comencé a rascar la parte izquierda de mi pecho, desde que regresé y aún en el hospital cada que tenía oportunidad me rascaba con insistencia, tanto así que me había irritado la piel y me había provocado sangrado, pero es que ese sonido, yo simplemente quería pararlo, ese sonido provenía dentro de algún lugar de mi cuerpo.
- No cariño, no comiences con eso quieres?
Ella me tomo de las manos y me obligó con esa fuerza descomunal que poseía a recostarme de nueva cuenta .
- No! No Layla no lo hagas, que estás sorda acaso mujer? Ese sonido viene de adentro.
- Te vas a lastimar Steph.
- No, suéltame .
Intenté inútilmente forcejear con ella, siempre el resultado era el mismo, su fuerza descomunal me sobrepasaba y terminaba rindiéndome en sus brazos.
- Debes dormir un poco.
- No, no quiero.
- Vamos duerme .
- Layla busca mi pez.
- Lo buscaré si duermes un poco.
- Pero....Lo harás? Me lo juras?
- Duerme.
Ella nunca me decía la verdad pero no tenía de otra. Sentí su abrazo y cerré los ojos, era mejor ceder un poco e intentar dormir por mi cuenta a ser drogado.
Soñé con mi pez, yo lo había visto en algún lugar del mar, tenía ese recuerdo de una serpiente marina enorme, sus escamas traslucidas se pintaban de diferentes colores, era como un dragón enrollado a mi cuerpo, el pegaba su cabeza a mi; en esta se coronaban dos enormes cuernos de color plateado y una gema del mismo color de sus lilas....Se supone que debiera tener miedo? Pero no lo tenia, y no tenía miedo de el , por el contrario tenía miedo de separarme de mi pez.
- Sid no tengo miedo de ti!
La serpiente me envolvió más y más en su cuerpo largo y yo respire su aliento. Era todo lo que me quedaba ya que el era mi vida y ahora mi propia vida ya no estaba aquí, así que cerré los ojos para dormir a su lado.
Una ciudad en llamas? No! No era una cuidad era mi propia casa, ahí estaban mis cosas ardiendo, pero que monstro pudo haber hecho eso a mi casa? A mis cosas? Tome mi pez y en un grito clame el nombre de mi madre pero nadie contesto, corrí a su habitación pero nadie estaba adentro, que curioso? Me mire al espejo, mi cabello? Qué había pasado con mi cabello? Me mire bien y caí en cuenta de la verdad, había sido yo mismo el que había prendido fuego a mi casa! Horrorizado baje las escaleras y tropecé cayendo de sentón, me dolía el trasero más aún así me levante y me encontré conmigo mismo en la sala, tenía mi pez entre mis brazos pero no estaba solo, Kanon estaba frente a mi.
Yo había matado a Kanon! El sol y yo habíamos sido los culpables!
El espectro salió disparado conmigo en brazos.....No! Kanon detente! Te quemarás!
Vague siguiendo la línea de la costa, atravesando ciudades que no sabía ni como se llamaban ni como había parado ahí, solo el instinto del llamado del mar era lo que me guiaba, y por mero instinto hacia las cosas, por instinto comía, por instinto dormía, por instinto huía del peligro y por instinto jamás me metía a provocarle.
Se me había olvidado como hablar con otras personas, estaba solo pero no lo estaba sí estaba junto al mar, vague tanto hasta que ....Ese hombre. Parecido ? No! Bueno quizás si, un poco, se parecía a mí pez si mi pez fuese humano y no un pez, cabello negro, la estatura, alto, pero en sus ojos vivía el mar más no eran los ojos del mar. Como había conocido a ese hombre? Sabía su nombre pero decirlo me daba miedo, decir mi propio nombre me daba miedo así que había usado uno de escudo.
Me quedé dormido en la playa, cerré los ojos al atardecer y me quedé dormido....Vagaba de nueva cuenta, había dañado a ese hombre por qué razón? Una fotografía de ese hombre en la playa de Cornwall, a su espalda una residencia que yo conocía bien.
Había dejado de comer, de dormir, de soñar, de vivir por seguir su rastro en las olas, en la arena y en las estrellas. Tenía miedo de no despertar pero desperté de todos y cada uno de mis sueños, desperté para encontrarme perdido en Londres, el me había guiado de nueva cuenta a Londres y a ese hombre!
Desperté y seguí despertando hasta encontrarme de nueva cuenta abrazado al lado de mi serpiente marina.
- Es un sueño? Yo hice todas esas cosas espantosas?
Esta me acunó más con su cuerpo y supe que debía quedarme ahí, no podía soportar tanto, no quería ocasionar más tempestades, ni a mi madre ni a Layla ni a mi mismo, me quedaría por siempre dormido al lado de mi pez.
" Te amo" pensé y este solo me dedico una mirada fija, un segundo después me abrace a él y me quedé dormido, dentro del mar.
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