Del libro de Layla
De una espera continua.
- Esto es estúpido Layla, sabes que puedo hacerlo, no te va ese papel de sobreprotectora, no se cuantas veces te lo he dicho, ya perdí la cuenta.
- En dos siglos 89000654322 veces mi amado, pero eres varón y además eres menor y por lo tanto no estoy obligada a escucharte.
- Layla vamos, sabes que no lo voy a dejar más idiota de lo que ya está cierto?
- Samael!
- Sabes que si está idiota....- Dijo mi pequeño hermano en voz baja.
- Basta Samael, no es esa la cuestión.
- Entonces ?
- No vamos a arriesgar la mente de Steph de nuevo, mira nada más, sabrá el diablo quien le dio tal idea de cerrar su mente.
- Si me dejas entrar a su mente te puedo decir quién fue!
- No tienes cosas que hacer Samael?
- No!- Dijo esté buscando una pelea.
- Bien entonces que te parece si tú vas a endemoniar a otra parte y yo cumplo con mi trabajo aquí en Blackmoon.
-Mhhh... Triste es que vayas atrasada- Susurró aquel demonio y se retiró en un segundo, como si intentase sorprenderme con ese truco.
No quería dar oportunidad a mis pensamientos de ser libres, sabía que si no me ocupaba en algo acabaría cediendo, yo era la más determinada en dejar a Stephan en paz, sabía que podía terminar como Theobald si seguía en nuestra compañía, y me negaba a eso.
Aunque podía aceptar bien que me moría de ganas de volver a su lado bajo cualquier excusa pero le había dicho a su madre que me habían mandado a estudiar a Estados Unidos por un tiempo y me disculpe con ella por tener que dejarla sola en esta pena, más aún así Cathy era una mujer sensata y me deseo éxito de una manera tan maternal y sincera que me dolió el corazón inexistente dentro de mi pecho. Había luchado contra mis mejores juicios y mis más intensas pasiones de espectro hasta el punto de que creía que me volvería loca sabiendo que el humano que más deseaba estaba vulnerable a unos kilómetros de distancia, yo deseaba a Stephan de manera descomunal, le amaba con intensidad y lo quería para mi pero el no me pertenecía, y además había jurado cuidarlo incluso de mi misma, así que me dediqué por completo a la empresa, salí de Londres un tiempo rumbo a las Highlands y me refugie de la pena que me avisaba con su dorado mechón de cabello el cual siempre llevaba en un guarda pelo de plata con mi inscripción.
Por las tardes repasaba esas palabras que le dije la noche que me fui a despedir de el... Estaba en su cama recostado, sus cabellos dorados recogidos por un listón azul en una coleta, la pijama verde de franela, había perdido toda la voluntad, estaba literalmente atrapado en su mente.
- Hola Steph....
Sus ojos negros no miraban hacia ninguna parte, estaban perdidos junto con sus pensamientos.
- Vengo a hacer algo de lo más difícil, quizás lo más difícil que me he obligado a hacer, vengo a despedirme.
Tome su mano y la bese.
- Steph, por favor, pelea y sal de ahí, pelea...Sabes algo? Me gustaría ser humama, haber nacido en este tiempo, me hubiera casado contigo quisieras o no, hubiéramos hecho un hogar cerca de tu mamá pues yo sé cuánto la quieres y la necesitas, hubiéramos sembrado un árbol en nuestra boda y lo hubiéramos visto crecer aunque seguro tú no sabes mucho de jardinería pero su sombra conforme hubiera ido creciendo el árbol nos hubiera reconfortado tanto, nuestros hijos treparían en el para ver el mundo, tú les hubieras construido un columpio o quizás después de muchos intentos una casa en el árbol, si, hubiesen sido muchos intentos.... Hubiéramos construido todo desde los cimientos como las parejas de antes y hubiéramos hecho que dure... Hubiéramos sido tan felices que no importaría que tan fuerte soplara el viento yo me aferraría tan fuerte a ti como tú a mí... Demonios!
No hubo ninguna reacción y entonces me acerque a su rostro roce sus labios con los míos, su nariz con la mía y comencé a besarle apasionadamente, sus labios suaves, sujete con mi mano su nuca y le bese, le bese para transmitirle todo aquello que deseaba decirle, no pensé en nada ni nadie más que en el y en mi, mis manos se movieron inquietas por su cuerpo; querían tocarlo, querían hacerlo suyo, pero sus labios no me respondieron, ni sus labios ni su cuerpo se movieron.
Un vacío en mi pecho me hizo apartarme de el, bese su frente, era tiempo de marcharme.
- Te amo, ahora es tiempo de dejarte... Hasta que todo esto desaparezca de tu mente Steph.
Me retire muy a tiempo antes de que mis instintos carnales me traicionaran.
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Del libro de Kuri.
Vino de frutas
- Pero ni Layla ni Elliot han aprobado lo contrario Kuri.
- Vamos Yuri no me digas que piensas que Samael no puede hacerlo?
Samael miro a Yuri y este me miro a mi con reproche.
- No es eso, claro que se que puedes hacerlo es solo que .... No crees que eso te puede traer problemas en la asamblea.
- Da igual Yuri, está asamblea fue creada por Elliot para no seguir el prototipo de las demás, se supone que aquí somos libres y nos estamos comportando como los demás imbéciles.
- Yo estoy contigo Samael, yo ya no soporto estar lejos de Steph, además ya ha pasado más de un año desde que nos alejamos de el y nada de noticias de Ephy o de Sid, creo justo que hagamos un sorteo y así decidamos quien se queda con Steph.
- Eso no era lo que quería expresar Kuri- Dijo Samael con un poco de decepción.
- Da igual, yo lo quiero, lo ambiciono y no quiero seguir esperando, y tu Yuri?
Yuri siempre me cerraba su mente, pero de alguna manera podía sentir su ira.
- Yo también lo ambiciono, pero eso del sorteo no me parece una buena idea.
Me cruce de brazos, por que sería Yuri tan chocante y poco comprensivo conmigo?
- Bien dicho Yuri, nadie se quedará con el humano idiota ya que es de Sid.
- Bah! Yo no lo decía por eso- Dijo mi gemelo malvado- Lo decía por que Kuri es muy mal perdedor y si pierde a Steph seguro hará una rabieta que acabará con medio Londres, luego no tendremos asamblea.... Hay que pensar en una forma más coherente de repartir a Steph....Quizas por partes iguales, un brazo, una pierna...
- Que yo que?!
Ese Yuri! Qué se creía? Samael puso una cara de poco amigos y dijo.
-Me marcho, son ustedes no solo imbéciles sino unos buitres codiciosos.
- Gracias por el cumplido Samael!- Respondimos al unísono Yuri y yo.
Este desapareció en la negra noche.
Había pasado como dije más de un año que habíamos celebrado aquel concilio donde habíamos decidido alejarnos de Steph más entre más lejos lo tenía, más lo deseaba, lo codiciaba con todo mi ser demoníaco, ni yo ni mi hermano habíamos tenido la fuerza para ir a despedirnos de el, yo quería creer que pronto llegaría la noticia feliz de que Ephy había triunfado pero sabía que esas cosas tardaban, para los espectros el tiempo nos es tan poco relevante que en algo tan sencillo como inventar una excusa, podemos gastar años.
- Kuri?
Dijo Yuri interrumpiendome con su abrazo.
- Lo se, lo siento también y es por eso que debemos apoyar a Samael, cualquiera que sea nuestro destino, estoy seguro de que ambos queremos ver a Steph una vez más...
- Quizás más que eso hermano.
- Yuri....
El me beso la mejilla y dijo.
- En tanto, no podemos hacer más que sacar fósiles hasta que el verano despierte no es así?
- Ah? Dorset dices?
Este asintió con una enorme sonrisa en los labios.
- Está bien vayamos a desenterrar algunos huesos de dinosaurio!
- Magnífico, haremos grandes recuerdos y tú llevarás el vestido de flores y yo un lindo sombrero de copa con listones azules y verdes.
- Por que yo el vestido de flores?
- Por que me amas y si me amas harás eso por mi...
Yuri sabía que yo le amaba y era ese el motivo para que abusara como lo hacía. Teníamos una mansión en la costa de Dorset; en Poole que habíamos comprado anticipándonos a Sid con el firme propósito de hacerle rabiar, era algo simplemente ostentoso en lujo en todos los sentidos, y nos gustaba recrearnos ahí por temporadas, hacíamos todo tipo de cosas, desde desenterrar fósiles hasta enterrar tesoros y hacer mapas y cartografía para luego soltarlas entre los humanos y poder perseguirlos. A su vez estos iban tras los tesoros que nosotros sembrábamos. Era muy divertido, Yuri siempre acataba cada uno de mis locos planes, realmente la pasábamos maravillosamente!
Marchamos para Poole a finales de Marzo, era la mejor época, más ingenuos humanos con los cuales divertirse aunque algo no se sentía del todo correcto.
- Yuri? Sucede algo?
- No Kuri.
- Entonces por que estás ahí sentado meciéndote con una manta en las piernas?
- Hay una razón por la que no deba?
- Muchas, es de noche y hay cientos de humanos afuera esperando por nosotros. Qué otra razón quieres?
- Ninguna Kuri pero esta noche no voy a salír, quiero quedarme aquí y mirar el cielo.
- Ah?- Mi expresión desconcertada debió parecerle fascinante.
- Ven aquí Kuri, mira el cielo nocturno de Poole conmigo!
- Estas de broma? Por?
- No, y no hay un por qué, solo es por que si.
Fui a su lado y me le plante en frente.
- Que pasa? Dímelo ahora.
- No seas poco educado hermano.
- Basta con esos ademanes, pareces un inglés ridículo.
El sonrió de esa manera que decía " Jamás sabrás que sucede"
- Y esa sonrisa?
- Hay alguna razón para no sonreír? Estamos aquí en la fresca noche en Poole juntos tu y yo y el mundo es nuestro.
- Si bueno...
- Anda Yuri dame un gusto aunque sea pequeño, ven a sentarte a mi lado y quizás me anime a salir a molestar humanos.
Yo obedecí y me metí con el en el columpio del porche, bajo la manta. Se estaba realmente bien ahí, recargue mi cabeza en su hombro y sabía que el estaba sonriendo, Yuri tienes razón pensé esto es simplemente maravilloso!
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Del libro de Elliot.
De una liebre humana y una tortuga del infierno.
Había pasado más de un año y medio que habíamos acordado dejar en paz a Stephan pero cuando Samael vino a mi, yo sabía que algo había cambiado.
Terminaba yo de poseer a mi pequeño Kanon y este se había quedado dormido, desde hacía un tiempo mi Kanon dormía muchísimo más de lo usual, intentaba no preocuparme pues la enfermedad o la muerte no podía tocarle pero me parecía sospechoso, cuando Samael anunció su presencia, dejé a mi pequeño sumido en sus sueños y fui al encuentro de Samael.
- Elliot, por todos los diablos deberías usar algo de ropa!
Este tomó asiento algo fastidiado.
- Vamos Samael no seas envidioso, bien sabes que aunque todo esto pertenece a Kanon el te puede compartir un poco.
- Niño tonto!
- No soy un niño!- Dije molesto- Además a que has venido?
- He venido a dos cosas, la primera seguramente la sabes.
- Es con respecto a la próxima semana cierto?
- Exactamente, bien sabes desde que te comunique mi decisión sobre el futuro de Theobald, que fije la fecha para la próxima semana.
Tome asiento en un diván de terciopelo el cual era uno de mis favoritos para poseer a Kanon.
- Se que es muy difícil para ti, Samael, lo que estás a punto de hacer es algo que requiere de mucho coraje.
Samael agacho la mirada, aún en el interior de su ser malvado, Belcebú había perdido su corazón y eso bastaba para poner a cualquier espectro de rodillas y más si tú debilidad era un humano débil o enfermo.
- Vienes a pedirme aplazar tu decisión sobre Theobald?
- No!
- Entonces?
- La próxima semana tal cual te lo hice saber me meteré en la mente de Theobald y borraré todos sus recuerdos y experiencias desde los dos años hasta la fecha, eso además de la terapia electro convulsiva de cuatro sesiones por semana durante seis semanas para que su memoria quedé en blanco.
Samael puso un gesto de verdadero dolor ya que sabía que en pocas palabras iba a dejar el cerebro de su amado humano frito, el iba literalmente a convertir a Theobald en un niño de nueva cuenta, y eso no se quedaba ahí sino que iba más allá de todo pues como Theobald mentalmente volvería a tener dos años Samael le tendría que cuidar de por vida como un padre a un hijo y perdería la relación de amante que llevaba con Theobald. Un espectro debiera estar muy seguro del amor que siente hacia uno de sus contratistas y saber que en efecto este tiene su corazón por completo pues cargar de esa forma con una vida humana solo nos volvía más vulnerables. Si tu corazón estaba sin protección cualquier podría aplastarlo.
- Y bien?
- Después de el periodo de recuperación deseo que cuiden tu y Kanon a Theobald por mi solo unos días.
Su respuesta me sorprendió y me causo gran curiosidad.
- A que se debe esa petición tan determinada?
- Eso es el segundo punto de mi visita.
Samael me miro con firmeza, nuestras miradas eran violentas por naturaleza pero aún así intentamos ser lo más educados y discretos en dejar escapar por nuestros ojos algún rastro de pasión.
- Y bien?
- Voy a entrar a la mente de Stephan y sacar a ese idiota del lío en que se metió.
- Que cosas dices?
- Sabes que puedo hacerlo además he venido a decirte que ya he practicado.
- Como que ya has practicado?
Su mente estaba hermética ante mi y yo le puse protección demás a la mía ya que sabía que el poder de Samael era demasiado.
- Ya he entrado a la mente de Stephan, llevo un par de meses intentando.
- Samael esas loco? Sabes que daño le puedes causar.
- Si, ninguno, soy un profesional y te puedo decir que Stephan ha cerrado su mente con más candados de los que puedan imaginar.
- Por eso mismo es peligroso además...
- Espera Elliot escúchame una sola cosa mas.
Me cruce de brazos para denotar con mi lenguaje corporal que estaba en desacuerdo pero aún así escuche.
- Stephan está no metido sino atrapado ahí adentro tras de todos esos candados, lo cual para cualquier espectro sería un lío muy gordo pero hay alguien que ha logrado aparte de mi adentrarse en su mente y llegar de una manera muy leve a el, alguien que está protegiendo a Stephan contra el mismo.
Yo abrí los ojos como platos, nadie más que Samael era entre nosotros un ladrón de mentes por lo cual yo estaba anonadado al saber que alguien estaba logrando entrar en la mente de Stephan.
-Dime algo Elliot, acaso sabes a quién me refiero?
Negué con la cabeza y el dijo.
- Kanon está dentro de la mente de Stephan, su voz lo protege.
- Que?
- Kanon de alguna manera se logro colar por las grietas que este dejó y le brinda protección mediante su voz, sabes bien que puedo hacerlo, puedo entrar por el torpe y desenmarañar la telaraña que ha tejido para sacarlo de ahí.
- Se que puedes pero...Aunque Stephan despertase, no encontraría lo que él quiere, solo una realidad sin Sid.
- Eso es verdad pero piensa, tiene más de un año así, además yo que he estado frente a su presencia te puedo decir que las cosas no mejoraron con nuestra salida de su vida, sino muy por el contrario empeoraron, Stephan ha entrado en un estado parecido a la catalepsia, si sigue así sus miembros se pondrán rígidos, y aunque después podamos hacer algo por su mente, su cuerpo quedará paralizado o peor, dañado de por vida, ahora mismo ya Stephan tiene muchos problemas, llagas, mala circulación y mal funcionamiento de articulaciones, es indispensable actuar ahora.
- Que sabes que yo no sepa Samael?
- Stephan ya no se mueve para nada, su madre ahora hace todo por el, lo baña, lo viste, le da de comer por una sonda, incluso lo sienta o lo mueve de posición si es necesario, Stephan no se mueve para nada quizás lo único que hace por reflejo es parpadear y respirar... Y si eso sigue así quizás ya no haga ninguno.
Lo que Samael me había dicho me era sumamente preocupante, no podíamos dejar que Stephan empeorara, pero la noticia de Ephy aún no llegaba, así que era una decisión que tenía que meditarse bien ya que estábamos poniendo a Stephan entre la espada y la pared, era arriesgar su salud mental de una forma muy osada contra su salud física.
- Consultaré a Layla y a Kanon sobre este aspecto y si es verdad que la salud física de Stephan corre tanto peligro como su salud mental con una intromisión como la que deseas hacer, entonces ya mismo tendrás el poder de hacer lo que sabes.
- Cuanto?
- No se , quizás seis u ocho meses.
- Imposible, es demasiado.
- Comprende que no es una decisión fácil.
- Lo entiendo Elliot pero no esperaré tanto, ese idiota se está dejando morir atrapado en su cabeza sin saber cómo salir, lo haré a lo mucho en tres o cuatro meses.
- Samael, a que has venido?
- A decirte lo que haré, con la asamblea o sin ella.
- Que esperabas obtener de mi entonces; si claramente no era una aceptación?
- Quizás su apoyo pero de la misma forma con él o sin el lo haré.
- Estás consciente de que sucedería si fallas no?
- Si, seré citado en la santa sede para un castigo.
- Sabes que dejaras desamparado a Theobald?
- Si.
- Y aún así piensas hacerlo?
- Si.
- Puedo saber la razón? Por que quieres con tanta insistencia ayudar a Stephan?
Samael se levantó y fue directo a la ventana, hecho un largo vistazo hacía la obscuridad de Londres. Luego de esto regreso pasivamente a su lugar y su mirada se había tornado serena.
- Por que pienso en Theobald y en mi, había detestado tanto a Glenn Allen, cuando sucedió todo eso, demonios! Como lo odie, el había terminado con la paz de Sid y no solo con eso sino con la paz de la asamblea, no entendía por qué Sid se aferraba a él, por que le protegía o amaba, pero...Yo estaba equivocado, ahora lo vivo con mi propia versión de Glenn Allen, y aunque me cueste aceptarlo ese imbécil de Stephan es un buen imbécil. Él sabe todo acerca de Sid y aún así no le importa, es tan idiota que ama de forma masoquista a Sid, el en definitiva no es muy inteligente pero sabes Elliot, no tiene ninguna pretensión sobre la asamblea o Sid que no sea que este le ame como el lo hace. Stephan no quiere ser un espectro, ni aunque nosotros pudiéramos convertir a los humanos en espectros como lo hacen los vampiros en la ciencia ficción, no desea poder económico o de cualquier otro tipo-Samael soltó una risita- Es más ni siquiera desea trabajo, digno nieto de Kanon! Stephan es natural, sobrio, ingenuo, afable e inocente muchas veces más de lo permitido. Es el humano más ordinario que puedes encontrar y eso lo hace sumamente valioso, por eso más allá de la sangre corrompida de Allen de la que el desciende, Stephan es el objeto de la adoración de Sid, es ser tan ordinario, tan común que eso lo hace simplemente extraordinario. Cuanto humanos conoces así? Cuantos humanos conoces que no quieran ser especiales ni únicos, ni diferentes, que lleven una vida sencilla con alegrías sencillas? Los humanos son una raza detestable pues todos quieren ser especiales, únicos, todos quieren destacar y se entorpecen unos a otros para lograrlo, dinero, fama y poder es su meta pero dime qué acaso no has sentido la felicidad de Stephan cuando come un plato de cereal, cuando peleaba con Sid o incluso cuando algo no le salía bien, para el era algo natural no destacar y se sentía contento con eso, muchos humanos pensarían que es un fracasado, que es conformismo pero el simplemente entiende ese concepto de la felicidad mejor que los demás humanos, para Stephan la felicidad esta dadas en cortos periodos de tiempo, en pedazos si así le quieres llamar, él no desea alargarla o que dure por siempre pues en los momentos en que no era feliz, tenía paz y eso le hacía una criatura plena, incluso cuando sufría pensando en que Sid aún amaba a Glen y no a el, Stephan era feliz o estaba en paz pues él no se rendiría, el conseguiría estar con Sid una vez más y eso le hacía feliz.
- Que estás diciendo?
- Estoy diciendo que Stephan jamás se va a enloquecer de la manera misma en que lo hizo Glenn Allen con codicia o de la manera en la que Theobald por odio. Stephan solo quiere saber que Sid está bien para poder marcharse en paz. No tiene una pretensión más allá de eso, no tenemos más estados que felicidad y paz en periodos intermitentes unos con otros y es por eso que lo voy a ayudar...Por que el es...
- Un humano no peligroso....- Susurré.
Era cierto lo que Samael decía, Stephan era común al punto de destacar por ser común, no tenía pretensiones o nociones mayores y además de todo, las cosas más simples lo hacían muy feliz. Stephan era único en su especie, era como regresar al principio de los tiempos y encontrar a un hombre que no deseaba más que amor.
- Así que entonces sería verdad lo que él dijo todo el tiempo?
- Si, no le interesa ni un solo penique de la fortuna de Sid, no le interesa ser contratista o si quiera le interesó el puesto de asistente, Stephan no desea nada de esas cosas.
- Que desilusión no lo crees?
- Quizás, quien podría decirlo, el más magnífico Leviatán príncipe de los mares, un espectro casi demonio de un linaje de primera, enamorado de la cosa mas simple del mundo, bueno ni una piedra es tan ordinaria como Stephan.
Su comentario me causo gracia, pero era cierto, Sid había caído ante la criatura mas simple y boba, y no solo el, todos teníamos motivos para amar a Stephan y era esa misma simplicidad, el único humano al que no podíamos tentar con nada. Tan peculiar era la situación que ni con afecto podríamos tentarle; Steph era en definitiva comúnmente raro.
- Haz lo que te venga en gana Samael, que yo haré lo mío y descuida a pesar de que no te puedo dar una bendición en la empresa que estás por emprender con Stephan, te deseo lo mejor.
- Gracias Elliot no esperaba menos de ti.
Samael se levantó con sumo cuidado, como si temiera caerse y en un guiño desapareció.
El mejor lugar para ocultar algo era definitivamente a la vista de todos y definitivamente esa parte de Stephan siempre estuvo a la vista aunque yo había hecho la omisión más grande de mi vida.
Regresé a la habitación de mi amado y me senté a su lado, este ni se inmutó; seguía sumido en sus sueños.
- Así que por eso duermes todo el día eh?- Dije en un susurro apenas audible- Duermes para poder protegerle... Qué listo de tu parte Kanon, que listo de tu parte.
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Theobald.
- No....Samael, no por favor!
Mi amo me beso la frente con delicadeza, un beso casto, un beso puro, un beso de despedida, Samael iba a entrar en mi mente, y eso me puso histérico.
- Por favor, amo, por favor!- Temblaba como una gelatina.
- Theobald, mi amado Theobald , nunca, nunca olvides que te amo, tu tienes mi corazón.
Mi amo pego su frente fría y dura como el mármol a la mía, sabía que en sus palabras había un contexto oculto, pero no sabía leer entre líneas cuando se trataba de mi amo.
- Amo....
Un shock me sacudió, Samael estaba en mi, mi cuerpo, mi cerebro, Samael era todo lo que podía ver, oír y sentir, me dio pena encontrarme frente a él en un lugar así como mi persona, como mi asquerosa persona, como... Como mi.... Mi persona..... Amo parece feo por dentro, pero está limpio pasa!
Samael me arrancaba el cerebro por partes, vino a mi un dolor terrible y con el la odiosa cara de ese rubio idiota pero cual era su nombre? Otro agudo dolor vino con el elegir mis estudios, otro más con las personas tontas de la preparatoria, pero quienes eran? Intentaba aferrarme a ellos pero el seguía arrancándome los pedazos, uno tras otros, había unidome a mi amo por un contrato el cual era la única cosa que amaba, había llegado al fin a Londres, me había desecho de ellos; de mis padres y hermanos, era tiempo de partir con mi amo, era tiempo de rendirme tendría que suicidarme, era tiempo de retarlo, ese infeliz alcohólico vicioso! Esa mujer, esa mujer, mi madre, que desconocía todo, por que no hacía nada por salvarme? Por que solo miraba al piso mientras ese infeliz me daba de palos?....Por que sentía tanto odio por ella, pero quién era? De quién eran esos ojos verdes? Qué sentía yo? Dónde estaba mi hogar, por que todo era así? Ese ángel había vendo a mi techo a salvarme, elije decía, que la despidan o no? Lo que elijas será tu responsabilidad....El ángel vino y se fue, yo trepe hasta lo más alto para alcanzarlo, el ángel pidió el dinero de la iglesia y supe que el era mío, ese ángel...Ese.... por que no haces algo? Quiero salir de aquí? Quiero desaparecer.....Quiero, quiero .....Quiero que se termine y se vuelva polvo.... Te quiero amo.
Quien soy?
Quien....
Se siente bien, se siente cálido...Me gusta estar en los brazos de este hombre, este sitio es como mi casa, entonces el debe ser... Ser mi padre?
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Del libro de Layla.
De Reuniones.
- Samael está loco Elliot! No podemos permitírselo!
- No me interpondré Layla.
- Que?! Pero como es posible?
- Que sabes de Stephan últimamente?
- Pues nada, he recibido correos de Cathy diciéndome que todo sigue igual, muy breves nada extensos.
- Los gemelos siguen en Poole verdad?
- Si, por?
- Layla es indispensable que vayas a casa de Stephan, quiero que me informes que lo que su mamá te dice es cierto.
- Ah?
- Si vas y todo está bien yo mismo detendré a Samael, de otra manera convoca a una asamblea extraordinaria.
- Pero por que?
El pequeño había cerrado su mente de tal forma que se me antojo como un muro de Titanio.
- Layla, si Samael tiene razón, le defenderé hasta de ti.
Aquellos ojos escarlata se había vuelto feroces, que estaba ocurriendo en la asamblea de Londres? Que sucedía en casa de Stephan, nada más se retiró Elliot, la piel muerta de mis omoplatos se rasgo para dejar salir mis alas, aún un poco chamuscadas por aquel rayo que me habían tirado a matar los hijos de la luz... Las agite un par de veces y emprendí el vuelo calmado y quieto rumbo a Londres.
Tuve que esperar hasta el atardecer siguiente ya que había salido de madrugada de mi refugio en las Highlands y era una grosería importunar a una familia tan noche.
La tarde siguiente nada más con estar frente a su puerta me di cuenta de ese sentimiento que rondaba por su lugar... Desesperanza me dije a mi misma.
Toque el timbre pero nadie respondía, toque un par de veces más, cuando escuche la voz de su madre, la voz que una vez había sido alegre y jovial se escuchaba apagada.
- Un momento....
Nada más con abrir la puerta y al primer segundo, su rostro era una pintura de la desesperanza, de la tristeza y de la pena que le invadan.
- Cathy?
- Oh por Dios! Layla, hija!
Su desesperanza salió líquida a través de su ojos... Samael había estado aquí, el lo sabía y había jugado muy bien sus cartas.
Amor Yaoi
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