Del libro de Samael.
Breves notas de como lidiar con estúpidos.
-Samael.... Tú eres Samael no es así?
- No, me llamo Miguel y soy un arcángel mayor.
- Ah?! En serio? Eres idéntico a Samael!
- Pues si que eres idiota niño, claro que soy yo!
- Ah?
- Bobo!
- Samael que haces aquí?
- Vine a ayudarte a salir de este laberinto que creaste.
- Pero no es un laberinto, yo estaba dormido con Sid, estaba en las profundidades del mar con el cuando...
- No digas tonterías niño- Le interrumpí- No estabas dormido con Sid ni con nadie me escuchaste? Lo único que estás, es atrapado en tu cabeza de piedra.
- Ah....Pero el pez...
- Es una imagen de tu cabeza, todo es una imagen de tu cabeza, en realidad tu estás en una cama de hospital internado en el área de psiquiatría.
- Ah?
Su rostro se quedó sorprendido ante mis palabras.
- No...No es cierto, yo fui con Sid a las profundidades del mar.
- Como podría un humano débil soportar esas presiones, eh? Dime!
- No! Yo lo vi, yo lo sentí.
- Si bueno, nadie niega que tus alucinaciones sean muy vividas pero.... No sucedió.
- Pero...Pero entonces Sid, el no estuvo todo este tiempo a mi lado? Entonces el...El ya no existe verdad?
- No, Sid no estuvo más que en tu mente Stephan, pero no todo esa perdido.
- Como puedes decir eso!
El chico se sujeto la larga cabellera y pego la frente al piso. Su postura reflejaba claramente su desesperación, el dolor apenas comenzaba.
- Stephan controlarte.
- No, vete! Déjame aquí, no quiero saber nada más, solo quiero que el duerma a mi lado de nuevo.
- Pero entiende! No era real, nada de lo que crees lo era.
- Nunca lo fue, Samael.
- Que tonterías dices?
- Sid no me amó, aunque yo pretendiera que podría lograrlo, no era real, el que él me protegiera, eso era absurdo e irreal, todo aquello que yo pensé, incluso el salvarlo de todo el desastre que cause tratando de completar mi propia alma pero tampoco era real, nada lo era; así que te lo pido, déjame en paz! Déjame y vete por que esto es lo único real que conozco.
- Stephan...
Podía comenzar a sentir su dolor creciendo como una mancha oscura en su cuerpo, la verdadera dificultad de la misión comenzaba ya mismo.
- Stephan escúchame.
- No! Sid, me duele!-Se quejó- Yo me di cuenta de que me hace mucho daño el que no estés, de que el tiempo sin ti pase así de lento, Sid, estoy perdido entre nada y no logro buscarme ni encontrarme .
- Stephan, vamos escúchame.
Este se enderezó y unas lágrimas espesas y negras escurrían de sus ojos negros, dolor.
- Vamos escucha.
- No! Ya no quiero volver a sentir este dolor, Samael, lentamente todo se ha ido estropeando , todo se me ha quitado de las manos y yo que jamás pelee por nada, por que creía que estaba bien no desear nada ni pedirle nada a los demás siempre me conforme con lo mas simple, pero quizás eso es lo que mas me duele, yo se lo di todo, yo quería todo de él y mira no me he quedado con nada.
- Vaya....No podía ser de ningún modo sencillo eh?
- No quiero volver a ser yo. Mejor vete - Dijo intentando serenarse.
- Bien Steph pero debes aprender a discernir sobre lo que te causa dolor y lo que necesitas, lo que te hace falta de verdad y lo que has tu deseado, un deseo verdadero y no superficial.
- Solo quiero que el esté aquí, que me deje amarlo, ya solo quiero que el no me deje nunca! Es eso superficial acaso?
Este volvió a encorvarse mientras yo solo veía como su cuerpo se tornaba negro.
- Sid vuelve, Sid...Quiero oír tu voz, Sid todo te di, no me reservado nada para mí.
Los humanos eran más frágiles por dentro que por fuera, yo mismo lo había comprobado con mi pequeño castaño, yo mismo me había quedado como este tonto...Que remedio, tenía que confiar un poco en el.
- No respiro, no puedo respirar, Sid ...
Su pecho se agitaba violentamente intentando jalar aire.
- Vamos tranquilízate no puedes colapsar. Maldición! Espero Layla y Yuri le pongan un ventilador.
- No... Respiro!
Toque el piso y me arrodillé a ver qué tan mal estaba la situación, aun no era mala pero tampoco tan buena, el dolor le hacía difícil respirar, su cerebro no me estaba ayudando en nada! Maldito cerebro de porquería que tenia!
- Vamos Steph cálmate.
Sus ojos negros me miraron y tuve que recurrir a frotar su espalda y darle ánimos como a mi Theobald.
- Vamos! Vamos, se un chico fuerte, todos cuentan contigo. Respira vamos!
- Samael ....- Decía jalando bocanadas de aire- Yo no estoy tranquilo, necesito a Sid pero yo...Yo hice algo horrible! Sin el todo se me acaba.
- Vamos respira, y tranquilízate.
De nuevo unas lágrimas negras brotaron de sus ojos. Aunque poco a poco la situación fue mejorando.
-Ya tranquilo.
No supe cuento tiempo tuve que consolarle pero este no soporto mucho y se quedó inconsciente, maldición! Lo habían sedado!
Salí de mi subconsciente con facilidad y Layla que sostenía la mano del chico y Yuri me miraron con genuina preocupación. Yo en tanto eche un vistazo a este; tal cual como había pensado le habían puesto oxígeno para que pudiera sobrevivir, esto estaba marchando mal pero se supone que así debiera ser no?
- Samael, que sucedió?
- Pude esquivar todos los candado de entrada y llegar a el pero ... Nada más!
- Pero por que Stephan dejo de respirar? Sufrió mucho? Dime!
- Estoy cansado mañana vendré más temprano.
- Samael.
- Que?!
Ella me miro de ese modo tan típico de su imitación humana e incómodo que me encendí de inmediato.
- Que quieres saber? Maldita sea Layla, no es fácil lo que hago! Dime; crees que es muy divertido tener esta adorable pistola cargada todo el tiempo sobre mi cabeza? Si fallo, será mi maldita culpa y mi Theobald quedara solo en el mundo!
- Yo...
- Samael- Interfirió el - No es culpa de Layla tampoco, quizás de nadie o de todos!
- Ya lo sé! Maldición ! Estoy cansado me voy.
Di media vuelta y me marché de inmediato.Pase el resto de la noche memorizado las entradas de los candados, las cerraduras y los pasajes de su mente, como siempre y en los peores casos estaba todo hecho un desastre.
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Del libro de Layla.
Del amor y de otras cosas.
Se miraba realmente nerviosa y llena de pena.
- Con cuidado.
Su rostro, no era la misma mujer alegre que hacía unos años me había invitado a pasar a su casa o a sus vidas. Que me había dado un trato tan cálido, no esa ya no era ella. Ahora estaba con sumida por la pena y el dolor de tener que ver como los paramédicos bajaban a su hijo en una camilla hacía lo que sería su nueva vida en el hospital, me había costado trabajo el convencerla y vaya que si me costó, tuve que ser un tanto ruda.
- Sabes que es lo mejor Cathy, si Steph sigue así no quiero ni imaginar que sucedería... No quiero ni pensarlo!
- No puedo Layla, no puedo abandonarlo en un psiquiátrico, no puedo, con Steven me dolió, pero lo hice para proteger a lo que más amaba, tuve que hacerlo, pero con mi bebé, eso que yo siempre quise proteger, no puedo. Lo siento.
- Cathy?
La mujer se secó las lágrimas y me miro con ese gesto de madre que te deja hecho pedazos.
- Cuando el papa de Steph desapareció tu estabas sola verdad?
- Ah! No, bueno ya tenía a Steph, el era un bebé.
- Me refiero a que solo eran ustedes dos cierto?
- Ah? Si, bueno es que desde que me casé con Steven mis padres no estuvieron muy de acuerdo luego el lazo con mi familia que tú has visto es apenas con mi hermana Henrietta, cuando Steven murió otro de mis hermanos volvió a hablarme, pero mi hermana Henrietta, ella me ayudó mucho. Cuando Steven estuvo internado no tuve mucha ayuda, de hecho nadie quiso ayudarme, supongo que todos veían eso como el castigo que merecía por mi desobediencia, pero yo nunca lo vi así, aunque di gracias al señor por la muerte de Steven más que nada por el mismo aunque también por la salud de Steph; pues con gusto yo lo hubiera cuidado hasta el final pero como ya te había dicho mi bebe es muy frágil en sus sentimientos y emociones. Se que Stephan no hubiera podido soportar ver a su padre así....
- Entonces estabas sola cierto, tú sola con un pequeño.
Ella asintió y miro sus manos, temblaban frágilmente, Cathy era muy parecida a Steph.
- Entonces no comprendo...
- Ah?! - Ella me miro con esos ojos inundados y sin entender nada de lo que decía.
- Lo que digo es que ya no estás sola Cathy, ya no eres solo tú y tu bebé, ahora estamos todos aquí, está tu hermana y tus sobrinos, y bueno por supuesto toda mi familia, yo amo a Steph y sabes lo ame desde que lo conocí en aquel bar. Desde ese momento hasta ahora han pasado muchas cosas que me han hecho afianzar mis sentimientos por el y no le dejaría ahora mismo, es por eso que te pido que confíes en todos nosotros Cathy, ustedes no están solos, nunca más. Ni tú ni Steph... Se que no nos conocemos desde hace mucho tiempo pero créeme cuando te digo que todos en mi familia aman a Stephan tanto como yo, y también se que es difícil para ti considerar la idea de internarlo, pero te juro por mi misma que el ni un minuto estará solo, yo viviré ahí día y noche, además mis primos son doctores creo ya los conoces, son gemelos.
Ella asintió e intento esbozar una sonrisa pero fue fallida.
- Te parecería gracioso pero muchas veces he pensado en que las casualidades no existen, y eso me hizo pensar....- Module el tono de mi voz para imprimirle el sello de orden - En que Stephan fue hecho para que nosotros lo conociéramos y lo amaramos, me gusta pensar que es parte de nuestra familia desde siempre, desde antiguas generaciones y obvio tu también; aunque tú no conozcas a toda mi familia eso no importa por que todos lo amamos, así que por favor, por favor Cathy- Volví a modular mi tono de voz está vez más bajo y suplicante- Por favor déjenos ayudarlos.
- Layla...Yo...
Se cubrió el rostro con ambas manos y pude escuchar como su ritmo cardíaco aumentaba, no pudo contener su llanto, si en definitiva Stephan era muy parecido a Cathy. Una mujer llorando era algo enternecedor, yo no recordaba ya como era llorar pero ojalá hubiese podido pues me hubiera gustado tomarla entre mis brazos y llorar con ella, pero solo me dediqué a ser una espectadora más.
Dos días después acepto llevar a Stephan al hospital.
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Del libro de Samal.
Breves notas sobre el dolor humano.
- No quieres saber entonces como es que están las cosas en si, chico?
Este movió la cabeza en señal negativa. Me había logrado memorizar la entrada pero aún no descubría la salida y sabía el tiempo se agotaba, yo conocía que una rasgadura que había hecho en su cerebro era la que le permitía escuchar mi voz, ver lo que yo quería que viera, yo sabía demasiada medicina humana y más cómo para saber en qué parte rasgar sin afectar o dañar pero era muy riesgoso aún así y su salud era algo bastante inestable.
- Stephan acaso no te importa ya nada?
Se había negado a hablarme y eso era desesperante.
- Estás en el hospital, tu madre viene diario a verte y Layla te cuida 24 por 7 en el día arriesgándose a si misma de que la toque el sol, Kanon te cuida de noche y todos te visitan diario, vamos muéstrame que te importa en algo, muéstrame que puedes salir.
- Vete por favor.
- No quiero , y si no dejas esa postura infantil te juro que comenzaré a gritar en tu cabeza y te ocasionare daño auditivo.
- Has lo que quieras.
- Aww de todos los humanos estúpidos me tuvo que tocar el más tonto y necio!
Este asintió con la cabeza y a riesgo de que su mente se estropeara me hice desaparecer y comencé a mironear alrededor, tenía que encontrar algo para ayudarme.
El abismo que había creado con pilas y pilas de sus recuerdos se me presento enfrente.
- Con que si eh? Vamos rubio idiota, dame algo, que tu mente está impaciente... Recite mi conjuro para entrar.
-
Una vez adentro me deje llevar por todas esas imágenes que corrían por todas partes, los recuerdos almacenados en la mente humana eran como afiches de enormes dimensiones, algunos otros eran como colores que si los tocabas podías sentir los sentimientos de esa persona en el preciso momento, unos más eran como manchones blancos que te dejaban escuchar aquello que había almacenado en su memoria auditiva, en la mente de Steph había recuerdos de su infancia, la imagen de su padre ya estaba muy difuminada pero lo poco que podía verse era un tío detestable y muy parecido a Allen! Con razón.... Toque uno de esos colores y era sus emociones cuando su mamá lo abrazaba, acaso eso sentían los humanos, carajo...Que intenso! Otra imagen divagó y era la de su abuela materna, toque otro manchón y este me habló.
"-Stephan bueno es que tú....Tu me gustas mucho desde octavo y yo...Quiero saber si... Si querías salir conmigo el sábado....
- Perdón Rachel pero los sábados son los días que me levanto tarde y la verdad es que ... No quiero levantarme temprano solo para salir contigo pero , que te parece si un día vamos a comer a la cafetería juntos además ahí la comida es más barata.
- Idiota!"
Vaya si que era un pelmazo eh? Jajaja no pude evitar reír, toque un manchón oscuro y sentí el miedo que le tenía Stephan a su padre, era algo terrible esa sensación de miedo, pero a pesar de que me descontroló un poco me gustó mucho sentirla.
Una imagen nueva vino a mi. Era el funeral de su padre, Steph y su madre eran los únicos presentes a la vista pero algo en las sombras estaba espiando...Era el...Ephy!
Decidí tomar el riesgo y toque la imagen, estaba viendo a través de los ojos del chico.
Todo el funeral llovió en exceso y cuando termino su madre aún permaneció un buen rato en aquel lugar, Steph comenzó a dar de saltos y jugar por el lugar siempre muy cerca de su madre cuando su mirada localizo a Ephy que lucía un traje negro como si el mismo hubiera sido el muerto; esto asusto a Steph y tropezó pero Ephy en un segundo le tomo en brazos y no permitió que este tocará el suelo, aun asi el chico se había incluso mojado el pantalón del susto, no se que pronunció Steph pero Ephy le hizo una señal de silencio y lo dejo de pie en el césped. Acto seguido desapareció.
De inmediato el rubio se puso a llorar logrando la atención de su mamá.
Hasta ahí termino aquello, me sentí raro de ver a Ephy, de ver su imagen, no era tristeza humana, ni añoranza pues los espectros no sentimos eso, era algo mas confuso, que me debatía entre que yo sabía que era solo un recuerdo de Stephan y el que mi psique supiera que no era ni mío ni real.
Los recuerdos se pasaban uno a uno, vi el primer día de trabajo en el centro telefónico de Stephan y me causo gracia que no hubiera matado con café a algunos cuantos humanos, otros más eran de su adolescencia, quién diría que tuvo una novia? Que mujer estrada tan desesperada? Luego toque un recuerdo de color morado, el sabía que todas las chicas que se le declaraban era por su físico aunque en realidad ellas pensaran que era un tonto.Pude sentir su soledad y por un momento sentí pena por el... Pero como con todos los recuerdos malos, lo dejé ir y seguí mi búsqueda hasta que al fin vi uno del que podía sacar provecho.
Él estába sentado en la parte de atrás de uno de los carros de Sid y comía dulces y comida nada nutritiva y adelante Sid conducía, su cabellera negra cual noche se movía con el viento contra el cual el carro chocaba testarudamente mientras avanzaba a grandes velocidades, un solo instante que Steph miro a este, era Sid, era el.
Tome ese recuerdo con mi mente, lo guardé en mi mente, cada cosa, cada mínimo detalle, era odioso tener que hacerlo; pero yo era el mejor ladrón de mentes así que era mi deber y seguí rumbo a otro.
Toque manchones de sonidos. La televisión, la respiración de Stephan cuando tuvo su primera relación sexual y Eureka! El sonido de la voz de Sid que le decía:
"- Por?
- Que no ves acaso que su luz de día? Te vas a achicharrar por completo" Dijo el rubio molesto, luego se escuchó la risa natural de Sid, no podía imaginar a Sid riendo así; pero caray lo estaba escuchando, cuando esté le interrumpió continuo diciendo.
"- Que es tan gracioso?
-Es muy hermosa la luz del sol no crees?" El tono de Sid había cambiado a un tono más nostálgico.
"-Se puede distinguir partícula por partícula, es como ver el universo."
Esto es justo lo que necesito! Lo guardé de inmediato en mi mente y comencé a buscar en los colores de sus emociones, ya que yo conocía bien el patrón. Rojo era la del amor, y sorprendentemente las de Stephan eran de un tono carmín tan hermoso que sentí la necesidad de tocarlas de inmediato.
Desde el primer instante sentí esa intensidad, pero aquel recuerdo no tenía clara la figura de Sid, era una especie de miedo y amor, a qué tipo de recuerdo emocional pertenecería aquel tono? Un pensamiento intenso tras otro, pero lo mejor de todo es que no solo era un recuerdo, era una cadena completa, el humano había logrado hilar todos los recuerdos sentimentales que tenía de Sid.
Trataba de encontrarle fin a esos sentimientos tan intensos pero me era imposible, ese humano creyó que podía jugar el juego de Sid también, pero lo cierto es que ni siquiera pudo acercarse a este y entre más trataba de salir más atrapado estaba en esas emociones que el mismo había hilado, se repetía que pronto encontraría esa paz y esa fuerza que necesitaba, que pronto vendría a él todas esas cualidades con las cuales no tendría que depender de nadie más pero solo caía mas profundo, lo que significaba que Stephan estaba absoluta y jodidamente enamorado del espectro.
Me pareció gracioso así que robe un poco de esa emoción infinita y salí de aquel vacío en el cual estaba atrapada su corta vida. Había llegado muy tarde, Stephan ya no estaba consciente de nuevo.
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Del libro de Layla.
De Cathy.
Una habitación de las mejores y más privadas que tenía el hospital en el área de psiquiatría, y colindante con el pasillo que iba a dar a la oficina del director, ahí fue llevado Steph, contaba con la más alta tecnología y la cama era especial para evitar que hubiera muchos puntos de presión sobre su ya lastimada piel. Un equipo de mínimo seis enfermeras por turno estaban a su completa disposición las 24 horas del día a excepción de cuando alguien de la asamblea estaba ahí.
- Layla esto seguramente es carísimo, no se cómo voy a pagarlo.
- No tienes que pagarlo Cathy.
- Pero....
Yuri caracterizado como el anciano doctor que era el director del hospital y Kuri en su traje más preppy, hicieron una espontánea pero bien planeada por nosotros aparición.
- Mira Cathy te voy a presentar a mi tío y creo que ya conoces a uno de sus hijos....
Cathy miro al joven y al anciano y en su mente no vi ni pista de sospechas así que proseguí con el plan.
Las cosas se dieron de maravilla y Cathy quedó convencida del amor que todos nosotros sentíamos por su hijo y aliviada al saber que todo eso no sería ninguna deuda para ella, además Kuri se ganó su corazón, le parecía un joven muy apuesto y simpático, incluso pensó por un momento que el y su " bebé" harían una gran pareja...Lo cual me causo irritación y al ruso una sonrisa de oreja a oreja.
Arreglar los horarios fue sencillo, Cathy vendría por las mañanas un par de horas y se quedaría los finés de semana con Steph, el que ella aceptara ese horario fue una lucha intensa ya que no quería separase de su hijo pero al fin y al cabo cedió y ganamos ese encuentro.
- Como esta hoy mi bebé Layla?
- Mejor Cathy, muchas de las laceraciones de su piel han mejorado bastante, y dijo mi tío que ha ganado peso.
Cathy se sentó a su lado en la cama y acarició sus cabellos, se inclinó y depósito un beso en su frente.
- Ya llegó mamá bebé.
Sonreí, me pareció gracioso que a pesar de sus 27 años, Cathy le seguía hablando y mimando como a un bebé. Quizás para ella Stephan nunca crecería o quizás de verdad Stephan nunca crecería, se me antojaba más la segunda .
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Del libro de Samael.
De cuando se acaba todo.
Tenía que ser ahora o no sería nunca.
-Ey Stephan!
Este seguía ahí tirado sin hacer o decir algo, parecía que se había rendido por completo.
- Me parece bien que te rindas, creo que ya lo entiendo.
Apenas si levantó la mirada .
- Vete Samael.
- Bien solo quiero saber que haré con esto?
- Ah!
- Si esto es basura y no significa nada más puesto que te has rendido entonces....Lo quemo o lo....Desaparezco.
Hice énfasis en la última palabra.
-Ah?!
Le deje ver la imagen que estaba en su mente de Sid, aquella que había robado.
Sus ojos se hicieron enormes y comenzaron a lagrimear por montón. Pude ver las huellas de Sid en su cuerpo encenderse, eso es!
- De donde sacaste eso?
- Que importa, no es importante por que ya nada importa verdad?
- Sid....Liberarme...Sid liberarme .
El dolor comenzaba a crecer y crecer en el, yo podía percibirlo perfectamente, necesitaba provocarle mas.
- Si que lastima, no es un buen recuerdo, lo mejor de Sid eran sus ojos no? Que eran ? Plata? Esmeralda?
- Lilas!
Estaba erguido ya .
- Lástima! Lilas!
Este comenzó a sudar; más ya no solo sus ojos chorreaban sino también su cuerpo, cada parte de este estaba mojado.
- En fin, lo destruiré junto con este.
Dejé salir el recuerdo de su voz y Stephan profirió un alarido de dolor tan agudo que me pareció horrible.
- Sid ayúdame! Lo prometiste! Ayúdame...
Se estaba quemando en vida, esperaba que por afuera Layla hubiera tomado sus precauciones.
- Que cursi, jamás escuché a Sid siendo tan cursi me causa repudio.
- Año nuevo...La fiesta de San silvestre... Sid y yo... Fuimos a patinar... Tomamos te... Yo tomé una foto de Sid con mi teléfono - Sonrió por un momento- El no estaba mirando y entonces a escondidas le tome la foto, está ahí en mi teléfono...Mi teléfono.
- Que mal, seguro se perdió en todos tus arrebatos de locura. Bueno no importa se han perdido tantas otras cosas...
- Sid ven aquí, sálvame de este infierno.
El calor en su cuerpo apenas si era soportable.
- En fin también me desharé de esto.
Solté los sentimientos de Stephan y este fue sobrecogido por ellos con una intensidad que yo mismo pude ver cómo se estaba quemando desde el interior.
- Sid!!!- Grito.
Me dediqué a mirar por unos cuantos segundos, sabía que el dolor en ese punto era inimaginable pero necesitaba afianzar su necesidad de ser salvado.
- Es una lástima Steph, en fin. Por allá hay mas chatarra ridícula de este tipo, así que vamos a deshacernos de todo esto.
- Sid termina con esto, por favor!
Este se revolcaba del dolor y las llamas de su cuerpo no disminuían.
- Sid no esta, solo yo y ya te dije que te ayudaría a destruir todo esto, aunque Sid se pondrá muy triste cuando te vea.
- Sid?- Un alarido más y yo asentí con excesiva confianza.
- Si.
- Sid murió.
- Osh que lata, nosotros no morimos. Estúpido! Pero si me escuchas podrás entender y acabar con todo de una manera menos dolorosa.
Stephan estaba sufriendo un dolor enorme para los humanos, estaba recordando y eso era suficiente así que estábamos parados en un punto crucial.
- Te escucho - Dijo contorsionándose, soportando el dolor e intentando mantener la respiración.
Venía La parte más difícil, abrirle mi mente a un humano, cerré los ojos y me concentré.
El pequeño canal de comunicación que establecí con el se transformó en una seríe de convulsiones dolorosas, en este le deje saber que Sid había logrado el perdón y que si quería salvarlo y llegar a obtener lo que quería tenía que aceptar el dolor y la tristeza que conllevaba estar al lado de un espectro, una serie de imágenes de lo que había sucedido fueron transmitidas a su mente, sin decirle sobre sus orígenes verdaderos o el sacrificio de Ephy, solo lo que necesitaba saber de Sid y de el. Antes de cerrar el canal le mostré la preocupación de su madre y la de los miembros de la asamblea y finalmente su penoso estado .
Cuando cerré el canal de comunicación su cuerpo ya destruido por las convulsiones y el fuego se quedó quieto al fin; aunque aún había un dolor terrible en el.
- Samael...- Dijo en un suspiro.
- Dime, niño?
- Vamos por Sid-Lanzo en otro débil suspiro.
- Entendido niño.
La voz de Kanon comenzó a colarse por las paredes agrietadas del laberinto de Stephan en un coro de aullidos, gritos y lamentaciones, estallando en gritos .
- Samael?
- Que?
- Que es eso?
- La voz de Kanon.
- Es hermosa. Se siente bien.
- Escúchala bien, te sanará.
El rubio cerro los ojos y ambos nos pusimos a escuchar .
" Me absorbe, este universo me absorbe, me libera, todos los universos me liberan solo se que creo... Y en ti esta creer. Vuelve." Rezaba Belfegor.
Amor Yaoi
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