Embarazo por accidente por Arteemisse

Me puse de rodillas y tomé sus manos, dándole un beso en los nudillos.

--¿Querrías ser mi novio? —

Estaba ahí, esperando a que el pequeño rubio me respondiera.

--Y-yo…--

--Sé que no nos conocemos mucho, y que tal vez la situación que nos unió no sea muy favorecedora para esto; pero solo te pido una oportunidad, solo una oportunidad es suficiente… Por favor—y ahí estaba, tirando el resto de mi orgullo a la basura (Ya había echado la mitad al compartir cama con mi hermano).

--S-si…--

--¿Qué? —

--D-dije que s-si… a-acepto salir contigo—vi sus mejillas sonrojadas, mientras evitaba mi mirada con un puchero.

--¡Me alegra mucho que me digas eso! —lo abrace rápidamente, sintiendo el cuerpo de Naru tensarse entre mis brazos—No te preocupes, yo nunca te hare daño—

Tome su rostro entre mis manos, logrando ver sus bellos ojos color cielo; acaricie su mejilla y me acerque lentamente a su rostro.
Tenía ganas de disfrutar del sabor de sus labios, de descubrir el sabor que ocultaba detrás de ellos.

--¡¡LLEGAMOS FAMILIA!!--¡ARGHHHH! ¿¡QUIEN COJONES INTERRUMPE ESTE MOMENTO TAN IMPORTANTE!?

--Qué bueno que llegaste, Itachi Uchiha—estaba molesto, obviamente, quería encajarle algo al cuello en cuanto llegara al comedor; pero Naruto se preocupó al ver a Deidara entre sus brazos.

--¡¡Dei-nii!! ¿¡Te sientes bien!?—el rubito se veía muy preocupado, se acercó tomando su mano, podía ver que estaba a punto de llorar.

--No te preocupes, Naru-chan; estoy bien…--Deidara acaricio cariñosamente el cabello de Naruto, tranquilizándolo un poco.

--¿Seguro que te sientes bien? —

--Sí, sí; muy seguro…--

--¿Entonces porque Ita-nii te está cargando? –

--Amm… b-bueno y-yo… n-nosotros…--vi como el rostro de Deidara y mi hermano se coloreaban de un color rojizo… Ya comprendí…

--Bueno, eso no me interesa—dije, mirándolos con una sonrisa burlona—Y qué bueno que llegaron antes, hermanito, Deidara; tengo una noticia que darles—Tome a Naruto por la cintura, y lo coloque frente a mí, recargando mi cabeza en su hombro derecho--¡Naruto y yo somos novios! —

--¿¡¡¡QUE!!!?—Deidara pego un grito al cielo, tratando de zafarse de las garras de mi hermano--¡ALEJATE DE EL, UCHIHA! —

--No te muevas mucho, Dei-chan; te vas a caer—mi hermano trato de controlar la situación, aunque se veía demasiado feliz y tranquilo; jejeje, ahora sí sería mi turno.

--¡¡TE LAS VERAS CONMIGO, CEREBRO DE PAJARO!! ¡¡YA VERAS CUANDO TE PONGA…!!—y se calló… Auch…--¡¡ARGHHH!! ¡ME DUELE! —

--Te dije que te caerías si seguías así, sabes que debes moverte poco hasta que te recuperes--¡¡Lo sabía!!

--¡Ya cierra la boca y cárgame! Imbécil—

--Felicidades, hermanito—dije, con superioridad; atrayendo las miradas de los demás.

--¿Qué? —

--Felicidades por perder tu virginidad—

Todos quedaron en silencio, anonados por lo que acababa de decir.

--¿Así que era mentira el que tenías experiencia? —vi el enojo brotando por los poros de Deidara; venganza, dulce venganza--¡¡¡ES POR ESO QUE DOLIO DEMASIADO!!! ¡¡ERES UN IMBECIL!!—

--L-lo siento, amor; es solo que pensaba que si te decía la verdad me dejarías y te irías—

--¡¡¡CLARO QUE TE HUBIERA DEJADO!!! ¡¡LE ENTREGUE MI VIRGINIDAD A UN ESTUPIDO MENTIROSO!!—

--P-pero querido…--

--Alto…--ambos dejaron sus peleas al lado, mirando al pequeño dueño de esa dulce vocecilla--¿Dei-nii e Ita-nii son novios? —

--B-bueno, yo… digo… ¡¡Ay no se!! ¡Itachi! ¡Ayúdame! —

--Mira pequeño, cuando dos personas se aman…--

--¡¡ESO NO, IMBECIL!!—

Mientras mi ahora cuñado regañaba a mi hermano, al igual que trataban de explicarle su situación a Naruto; yo me senté cerca de ellos, disfrutando de mi dulce venganza.

--La venganza es dulce, y más cuando se está acompañado—bese a Naru en la mejilla, mientras me veía raro por lo que acababa de decir.

--¿Ehh? —

--Nada, nada…--

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Dos meses después…

--Ya bebe, ya… tranquilízate…--mi novio acariciaba suavemente mi espalda, mientras yo sacaba todo el contenido de mi estómago en el baño.

--Si, como tú no sufres de esto cada mañana—

--No, yo tengo que sufrir cosas peores…--

--¿Peores? ¿Enserio? ¡¡¡DIME SOLO UNA!!!—

--¡¡¡ME DUELEN LOS PIES Y ME SIENTO HINCHADO!!!—

--¿¡¡A SI!!? ¡¡¡PUES YO TENGO ANTOJOS EXTRAÑOS!!! ¿¡¡RAMEN CON TOMATE!!? ¡¡A QUIEN SE LE OCURRIO ESA ATROCIDAD!!—

--¡¡HEY!! ¡¡NO OFENDAS A MI BEBE ASI!!—

--¡¡PUES ESA ES LA VERDAD!!—

--¡¡POR LO MENOS YO NO ESTOY SENSIBLE TODO EL TIEMPO!! ¡¡NIÑITO LLORON!!—

--¿¡NIÑITO LLORON!? ¡¡YO POR LO MENOS NO ME MOLESTO CON CADA COSA QUE SE MUEVE!!—

--¡¡TU NO SABES LO QUE ES ESTAR ASI TODO EL TIEMPO!!—

--¿¡A SÍ? ¿¡¡¡ASI COMO!!!?—

--¡¡CARGANDO A DOS NIÑOS DENTRO DE TU VIENTRE!!—Naruto se veía enojado, muy molesto; tanto que salió hecho furia de la habitación.

--¡Ay no! Toca dormir en el patio de nuevo…--

Poco después de ser novio de Naruto, descubrí cosas que me sorprendieron un mucho.

Si era una persona dulce… pero solo cuando le convenía…

No me había dado cuenta de que su tierna imagen solo era una faceta del embarazo; aunque no puedo decir que su fuerte carácter no me atraiga…
Creo que hasta lo hace ver más lindo.

--¡Oye tú! —vi a mi molesto hermano entrar por la puerta de mi habitación solo con una toalla en la cintura… Él si se divirtió anoche…

--¿Qué quieres, Itachi? —

--¿Podrías sacar a tu novio de mi habitación? Tengo un juicio en 30 minutos, y no estoy vestido para ello…--y tampoco listo para ello.

--Ahhh… iré a verlo…--

--¿Volviste a pelear con él? Ya te he dicho que no le digas “gordo” en la mañana—

--No le dije que estaba gordo… solo peleamos un poco sobre sus síntomas del embarazo y los feos antojos y…--

--¿Y llamaste horrible al ramen? —

--Si…--

--Ahhh…--

--Ya sé, ya se; iré a verlo…--salí de la habitación aun con mi pijama puesto, murmurando cosas en contra de todos los que se atravesaban en mi camino al cuarto de Deidara--¿¡PORQUE DEMONIOS TENEMOS UNA CASA TAN GRANDE!?—juro que comprare algo más cómodo y pequeño cuando me case con Naruto… ¿¡¡¡QUE PIENSAS!!!? ¡¡¡RESUELVE TUS PROBLEMAS PRIMERO!!!

Llegue a la puerta del rubio demonio, digo, Deidara, y toque suavemente.

--N-Naruto, ¿estás ahí? —

--Por supuesto que está aquí…--recibí un puñetazo en el estómago, mientras veía la gran sonrisa que tenía ese demonio en el rostro—I-DIO-TA—

--B-buenos días a ti también, Deidara…--

--Naruto está tomando un baño, arréglalo—salió de ahí dando saltitos, llevando en sus brazos ropa para Itachi.

--No superare esto pronto…--me arregle el cabello y pase directo cerrando la puerta.

Ya no escuchaba el sonido del agua, por lo que Naruto debía estar a punto de salir.

--¿Naruto? —no escuchaba nada…--¿Podemos hablar? —decidí recargarme un poco cerca de la puerta del baño, tenía que hablar con él cueste lo que cueste—Lo siento, ¿sí? Sé que no debí gritarte ni ofenderte…--seguía sin responder… ahhh…--Sé que un embarazo no es sencillo de llevar, y menos por lo que te paso—me rindo--Te llevare a comer ramen si sales de ahí…--

La puerta se abrió lentamente, y Naruto se abalanzo sobre mi tirándome al suelo.

--Te quiero…--

--Yo también…--

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--¡¡Atrápalo, Kurama!!—vi como Naruto arrojaba un frisbee anaranjado al zorro demonio, digo, al tierno zorrito; se veía demasiado activo… demasiado para estar embarazado de 4 meses.

--¡Naruto! ¡Es hora de ir a la consulta! —

--¡Ya voy! —

Mi tierno y bipolar rubio se me acerco rápidamente, cargando con la pequeña cosa peluda; que me miraba como si me quisiera morder o alejar de su dueño.

--¿Podemos llevar a Kuu-chan? —

--No podemos meter animales a un hospital, Naruto; esas son las reglas—

--Pero siempre que vamos a consulta veo a personas que llevan perros dentro…--frunció el ceño haciendo un adorable puchero… No me ganaras ahora, Naruto.

--Naruto, esas personas necesitan esos perros para poder guiarse por el hospital; Kurama no sirve para eso…--

--¡Pero Kuu-chan quiere ir! ¿Puede ir, aunque sea una sola vez? —Ay no… ojos de cachorro…

Resiste Sasuke… resiste… r-resiste… ¡¡RESISTE!!

--¡Bien! ¡Tú ganas! --¿Qué? Soy débil a los ojos de cachorro abandonado—Pero llévalo con correa, no quiero que ocurra un accidente o algo…--

--¡¡¡¡SI!!!!—mi rubio saltaba de la felicidad, elevando al animalito en sus brazos--Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero…--

--Yo también te…--

--¡¡Te quiero mucho, Kuu-chan!!—

Ahh… se lo decía a él…

No sé si los zorros puedan sonreír, pero yo pude ver una sonrisita de satisfacción en esa bola de pelos.
Ya veremos quién gana, peludo…

--Colócate bien el cinturón de seguridad, y por favor aleja a Kurama de mi lado—

--¡Que malo! Kuu-chan no es malo, solo es incomprendido…--vi como Naruto le hacía cariñitos al pequeño zorrito, y este le respondía con ciertos soniditos y lengüetazos.

--No importa, solo no lo acerques mucho…--

--Bien…--

Bueno, supongo que Kurama era sobreprotector porque había estado con Naru desde que era pequeño… siendo el pequeño de la familia supongo que fue con el que más se encariño…

--Oye Naruto…--

--Dime…--

--¿Cuántos años dices que tiene Kurama? —ese era mi enigma…

--Mmm… no lo sé… solo recuerdo que Kuu-chan fue un regalo de mi abuela… ella dijo que Kurama fue su mejor amigo durante su niñez…--

--¿Eh? —

--Pero ahora es mi mejor amigo… ¡Verdad que si, Kuu-chan! —mi chico acaricio el estómago y las orejas del demonio anaranjado, haciendo que agitara un poco la cola de felicidad.

Nota mental, al parecer Kurama es inmortal…

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--Bien querido, puedes pasar a la sala 2; ahí esta Gaara esperándote—Oba-chan me dio una sonrisa, ayudándome a levantar de estas raras sillas de hospital.

--Gracias, Oba-chan—

--No te diré nada solo porque eres tú… corre antes de que te haga algo—se veía malvadamente sonriente; así que salí corriendo de ahí.

--¡Buenos días! Naru-chan, Kura-chan—mi pelirrojo amigo me dio una sonrisa muy grande, mientras yo hacía lo mismo.

--¡Hola, Gaa-chan! —le di un beso en la mejilla y el me pellizco las mejillas--¿Cómo te ha ido en el trabajo? --
Ya después de cuatro meses de conocernos se había convertido en un buen amigo.

--¡Excelente! EL día de hoy no ha venido mucha gente, por lo que no he tenido mucho trabajo…--

--Me alegro por ti… aunque… ¿Qué tu trabajo no consiste en atender personas? —

--Sí, pero de vez en cuando está bien un descanso, ¿no crees? —

--Bueno eso es cierto…--

--Ya, ya; dejemos la cháchara—dijo, poniéndose unos guantes de látex y golpeando varias veces la camilla de observación—Deja a Kura-chan ahí y sube; vamos a ver cómo están mis lindos niños el día de hoy—

--Jaja, lo dices como si fueran tus hijos—me senté sobre la cama, mientras Gaara me recostaba suavemente.

--Desearía que fueran mis hijos—vi un semblante un poco triste en su cara, por lo que tome su mano dándole apoyo.

--Ya pronto tendrás los tuyos, solo ten fe—

--Si… gracias, Naruto…--limpie sus lágrimas con mis dedos, comprendiendo cada una.

Gaara era un doncel muy dulce y fuerte para mí, aunque tenía ya ocho años de matrimonio, aún no había podido tener un bebe; lo que le dolía demasiado dentro de su alma.

­--No llores, Gaa-chan; algún día Sai-chan te podrá hacer un bonito bebe—

--Eso espero, si no lo voy a mandar a la luna y sin boleto de vuelta—

Ambos reímos un poco, liberando cualquier malo pensamiento que corriera por nuestras mentes.

El cheque fue normal, reviso mi peso, mi presión y me dio una lista de alimentos que podía y no podía comer.

--Ahora levantare un poquito tu camisa, voy a colocar el gel conductor, así que quédate quieto—saco una botellita extraña del estante, y vacío un poco de su contenido sobre mi vientre.

--¡¡Esta frío!!—

--Tranquilízate Naruto, ya pasara…--dijo, revolviéndome mi cabello—Ahora quédate quieto…--

Paso la cosa extraña sobre mi vientre, mientras yo miraba emocionado la pantalla de ese raro televisor.

--¿Soy yo o eso parece estática? –recibí un zape por parte de mi pelirrojo amigo, causándome un quejido de dolor.

--“Eso” son tus hijos, Naruto—

-Sí, sí; ya entendí…--

--Ahhh… ya veré que hacer contigo…--eso no me dio muchas esperanzas—Pero primero...—acaricio un poco mi vientre, dándome una sonrisa—Veremos cómo se encuentran los pequeños… ¿Quieres saber qué serán? —

--¡Claro que sí! Ya quiero pensar en el nombre de mis bebitos—me emocionaba la idea de averiguar que serían mis pequeños bebes; tenía mucho que pensar, mucho que hacer y mucho que decorar…

--Ya, ya; espera solo un momento y lo sabrás—vi como Gaara miraba esa pantalla llena de garabatos, no podía ver nada ni siquiera intentándolo; creo que el no ser experto me lo dificulta.

De pronto, el semblante de Gaara se oscureció, asustándome un mucho.

--¿S-sucede algo? —

--Espera aquí, Naruto; no te muevas—mi pelirrojo amigo salió corriendo de la habitación, dejándome en un shock total.

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Una taza de café recién hecho, mi cómoda silla y mi pequeño escritorio… un gran momento de relajación…

O eso sería si una tabla de planchar no estuviera encima de él.

--¿Podrías dejarme en paz, Sakura? —esa tipa sí que me estresaba; o sea, digo, yo sé que las faldas de enfermera eran cortas, pero no lo suficiente para dejar ver desgracias.

--¡Aww! ¡Pero yo quiero darte algo de diversión! Yo sé que ese doncelito rubio no te la da—movió sus inexistentes pechos frente a mi cara, queriéndome seducir con ello.

--No insultes a Naruto, Sakura; el por lo menos no es un lanzado como tú—

--¡¡Eso no es verdad!!—vi sus ojos llenos de furia, mientras se colocaba encima de mí; tratándome de besar.

--¡Hazte a un lado! —trate de quitarla, pero irónicamente parecía tener más fuerza que yo.

--No lo hare, mi lindo Sasuke--¡¡¡ESTA TIPA ESTA LOCA!!!

Estaba a punto de besarme, cuando vi que una bola naranja se arrojaba sobre ella.

--¡¡¡¡KYAAA!!!! ¡¡¡QUITENMELO!!!—

--¿Kurama? --¿Qué hacía aquí? --¿¡KURAMA!?—

Trate de quitar al zorro demonio de encima de ella, pero se aferraba cada vez más a ella.

--¡¡Suéltala, suéltala, SUELTALA DIJE!!—a esa bola de pelos le importo poco, y aferro más sus mordidas al cabello de Sakura.

--¡¡¡QUITENMELO!!!—

--¡¡SASUKE-SAN!!—Gaara abrió la puerta de la oficina, y se quedó anonado con lo que veía.

Todos nos quedamos estáticos, y aproveche a quitarle a Sakura al pequeño zorrito; el cual tenía varios mechones de cabello rosado en el hocico.

--Amm… bueno… nosotros… mmHg… Que necesitas, Gaara—cargaba con Kurama en mis brazos, sabía que era una escena rara.

--Bueno… ¿Qué era? —

--Ahhh… si no es nada te puedes retirar, aún tengo trabajo y…--

--No se vaya a alarmar, pero Naruto…--

--¿¡NARUTO!?—zorro y yo nos pusimos en alerta, y salí corriendo con él en brazos; dirigiéndome rápidamente a la habitación donde estaba mi rubio.

¿Qué tiene Naruto?