Cap 6: Histeria
Le vio detenidamente mientras acariciaba su mejilla, estaba en shock, sonrío más ampliamente acercándose a aquello labios dispuesto a probar de nuevo de ellos aquello que le volvía loco.
Tony pareció salir de su estado pues retrocedió un poco cuando él se acercó a besarle, bufo molesto a aquella acción y le tomo de la cintura acercándole de nuevo, buscando necesitado aquellos labios, le recibió la mejilla del castaño quien había apartado el rostro al adivinar lo que quería.
-que…
Le observo detenidamente al escuchar aquello, al parecer quería decir algo y no se atrevía, río fríamente al adivinar que era, el castaño pareció no gustarle su actitud pues se apartó de él como pudo apoyando su espalda contra la puerta del baño viéndole de una manera que estaba empezando a molestarle.
-que le hiciste a Pepper?
Se acercó dispuesto a tomar de nuevo a Tony entre sus brazos, pero este le empujo, al parecer molesto.
-no te acerques!
Le vio salir del baño azotando la puerta tras de sí, se siguió los pasos sintiendo un claro ardor desde la boca del estómago hasta terminar en un dolor de cabeza, estaba molesto, muy molesto y ya no podía disimular.
Le dio alcance en el pasillo que conectaba varias habitaciones dentro del mismo cuarto y le tomo de la muñeca, forcejearon mientras escuchaba los improperios del castaño.
Le golpeo, pudo escuchar como el otro perdida claramente el aire al recibir un puñetazo de su parte en el estómago. Le levanto en vilo mientras trataba de recuperarse y se adentró en aquel lugar donde estaba la cama tirándolo sobre ella.
Le vio despectivamente queriendo trasmitir todo el fastidio y enojo que le había provocado, el otro se incorporó levemente en la cama devolviendo como podía aquella mirada.
Desafiante, sonrío ladino lanzándolo de nuevo, esta vez, con él sobre su cuerpo, escucho de nuevo los gritos de desafío del otro, le cerro la boca con un beso, beso que no duro mucho.
Se separó con un gemido de dolor y molestia, ¡le había mordido!, le dio otro golpe, esta vez en el rostro y le escucho reír ante su acto, frunció el ceño.
-no eres nada
Aquel comentario le molesto más aun, golpeo sus costillas y escucho el rechinar de los dientes, estaba conteniendo un gemido de dolor, sabía que esa parte del cuerpo del castaño aún no se recuperaba.
Se incorporó y le vio hacerse ovillo por el dolor, suspiro llevando su mano a sus cabellos mojados, peinándoles hacia tras y se quitó la bata.
Él otro parecía concentrado en solo no gemir de dolor, se lanzó de nuevo sobre el castaño retirando a la fuerza la bata del otro, colocándole boca arriba tomando sus muñecas sobre su cabeza.
Le observo detenidamente, una mezcla de dolor, humillación y odio fue lo que pudo percibir en aquellos ojos chocolate. Se inclinó besando la comisura de aquellos labios heridos, paso su lengua sobre ellos saboreando la sangre que había brotado de donde se había mordido los labios, Anthony estaba por romperse, y no romperse de cualquier manera, aquella detestable mujer era el único componente que mantenía su cordura, era la tabla de salvación de la que Tony Stark se había sujetado hace muchos años, eso él lo sabía mejor que aquella mujer, incluso mucho mejor de lo que Tony podría llegar a admitir.
Sintió el temblor del cuerpo bajo sí y le observo sin moverse de aquella posición, Tony había dejado de moverse y solo le observaba, esperaba, esperaba a perder toda la cordura con lo que intuía que él podría decirle.
Le sonrió destructivo y llevo su mano libre a aquella mejilla, la más dañada de ambas.
-está viva
Escucho el gemido entre lastimero y aliviado del castaño seguido de lágrimas que no supo cómo descifrar, le sonrió besando su frente, el otro tembló al contacto.
-eres un maldito
Sonrió más a aquella frase con voz quebrada y le tomo de la barbilla robando otro beso demandante y hambriento mientras se acomodaba entre las piernas de Tony.
Este comenzó a forcejear de nuevo, al parecer había descubierto sus intenciones, que eran más que obvias pero al parecer el castaño había viajado a otro mundo al pensar que aquella mujer había muerto.
Forcejearon de nuevo, no quería lastimarlo más, pero al parecer el otro amaba el dolor, golpeo de nuevo a sus costillas y esta vez el otro gimió de dolor entre el beso.
Separo sus piernas y se posicionó entre ellas mientras la mano que momentos antes golpeo aquellas costillas, viajaba a la entrada del castaño tentándola mientras se separaba un poco del rostro contrarío para admirar sus expresiones.
Dolor y odio, frunció el ceño y metió un dedo en aquella entrada nunca tocada, sonrío al ver una chispa nueva en los ojos chocolate, le dolía, de eso estaba seguro, él había controlado todos los pasos de Tony asegurándose que aquel lugar nunca perteneciera a nadie más que a él.
Coloco un segundo dedo escuchando un sonido de molestia que moría en la garganta del otro.
-te amo
Soltó aquello que siempre le quiso decir, aquello que sentía desde hace mucho y nunca pudo atreverse a decir, escucho la risa burlona del otro y se quedó quieto observándole.
-yo no te amo
Calor, sintió calor, algo caliente subió por su cuerpo mientras el dolor de cabeza y el sonido ensordecedor se hacía presente.
Levanto las piernas de Tony a sus hombros y le penetro, el sonio de aquel grito se escuchó por todo el recinto, mientras se inclinaba sobre él mordiendo su cuello, sangrando no solo su entrada, dejando marcas de pertenencia mientras comenzaba a penetrarle.
Ni los ruegos de que parara ni los rascuños dados a su espalda y brazos le detuvieron.
Se movió a plena voluntad en aquel interior que le apretaba placenteramente, disfruto de aquellas lágrimas y aquellos gestos en ese rostro que jamás había podido contemplar.
Sintió la humedad envolver su miembro, el líquido escurriendo de su espalda y brazos junto al escozor y las inentendibles palabras junto a los gemidos de aquel que estaba sometiendo, se corrió.
Se dejó caer sobre él soltando sus piernas, escuchando los lastimeros sonidos provenientes del otro que se negaba a caer en la inconciencia, seguramente por el podo orgullo que le quedaba.
Se incorporó besando castamente aquellos labios y se miraron mutuamente.
-me odias?
Aquella pregunta era estúpida, pero necesitaba saber la verdadera respuesta de aquel que en ese sentado no mentiría a cualquier cosa que le preguntase.
Pero no recibió respuesta a lo que preguntaba.
-quiero hablar con Steve
Sonrío ladino a aquel comentario e inclino su cabeza interesado
-estoy aquí
Vio que él otro salía un poco del trance de dolor mirándole directamente a los ojos, aquello le produjo cierto placer.
-no… quiero hablar con Steve
Río con verdadera gana y dio leves golpecitos juguetones en la mejilla del otro sonriendo con crueldad.
-así que lo sabias?
Vio que el castaño ni siquiera dudaba a lo que él estaba diciendo, se incorporó en la cama y cargo al otro llevándolo hacia la tina, de nuevo, necesitaban un baño y el otro no parecía estar propiamente consiente de su cuerpo.
-Steve
Aquellos ojos chocolate levantaron su vista hacia él, prestando atención a lo que diría, ¿Qué más daba? El otro parecía saberlo desde hace mucho.
-Steve está dañado
Llego al cuarto de baño, bajo la tapa del retrete sentando a Stark sobre el, le observo, tendría que sanarle esas heridas cuanto antes.
Se dio la vuelta y preparo la tina en total silencio, al otro no pareció gustarle aquello.
-dañado?
Sonrío, se dio la vuelta y le encaro, ¿eso que veía era curiosidad?
-digamos que nací gracias a ti
Rio de buena gana tomándole de los cabellos besando a aquel confundido rostro.