Estaba realmente molesto, muy molesto a tal punto que su cara lo expresaba y se podía sentir emanar un aura asesina proveniente de él. Esperaba por más de 30 minutos, aislado en una celda reforzada para que no pudiera escapar ni cortar con sus alas de metal, aunque del otro lado del vidrio había alguien quién podía controlar sus alas.
Erik veía a Charles mientras tomaba café, era temprano en la mañana para la re integración del joven Warren a la escuela, no le tenía confianza, nada en absoluto pero su compañero sentía lo contrario, siempre era así.
-No creo que sea conveniente Charles- por enésima vez el oji azul lo miro con reproche.
-Vamos, las clases empezaran pronto, han pasado un par de semanas después de su recuperación y de que la nueva escuela ha abierto sus puertas de nuevo y tiene que reintegrarse después de lo que le sucedió. Solo es un niño perdido, como todos los fuimos una vez, no está solo pero su cabeza y sus experiencias en su corta vida le dictan lo contrario. Debemos ayudarlo- Erik inhalo largo y retuvo el aire por unos segundos.
-Bien, vamos- los dos caminaron pero Charles lo detuvo
-Gracias, por regresar cuando te llame, necesitamos guiar por el camino correcto a nuestros “niños”- lo tomo el brazo y lo beso, Erik sonrió.
-Pero esto no es gratis, profesor, debe de pagarme. Si algo sale mal lo dejare en tus manos- el otro asintió.
-No tienes derecho de quejarte u objetar después de que tú parecías un crío rebelde hace un par de semanas- Erik desvió la mirada.
-Charles, mataron a mi familia…estaba cegado por el odio y el dolor, soy muy temperamental y fácil de controlar cuando de dolor infligido en mí se trata- Charle sintió su corazón encogerse pero lo volvió a besar.
-Le prometo que le pagaré señor Lensher y con muchas creces su ayuda- los dos se separaron y entraron al cuarto aislado y vieron a Warren cruzado de brazos y jugando con la silla, haciéndose para atrás hasta quedar en dos patas.
-Siéntate bien muchacho- Warren puso los ojos en blanco e hizo lo que se indicó.
-Hola, Warren, ya sabes quién soy quiero agradecerte la ayuda que nos brindaste acerca de lo que sabías de Apocalypse y que tus intenciones no eran destruir el mundo en sí, si no hacer un lugar mejor donde los dioses fueran venerados y no nos vieran con ojos de animales- Warren exhalo- ya has tenido una terapia conmigo, tus alas han sanado, es hora que te integres con los estudiantes. Así con la ayuda de McCoy veremos la forma de regresar a tus alas normales y…-el rubio interrumpió.
-¡No! Quiero conservar mis alas, así están bien, no quiero esas malditas alas blancas que le hacen creer a la gente que soy un enviado de Dios-
-Quieres que te respeten y te teman. Eso no es correcto- le dijo Charles
-Me importa un carajo lo que es correcto y no, todo mundo tenemos diferentes definiciones- se puso de pie y golpeo la mesa con ambos puños, abriendo sus alas de par en par. Erik se puso a la defensiva.
-Warren no queremos que seas un ave en una jaula de oro, queremos que salgas y vueles con tus alas, necesitas rehabilitación en tu espalda y en ellas, no quiero verme en la necesidad de tomar medidas drásticas- volvió a golpear la mesa y lanzó una pluma contra Charles pero Erik la detuvo.
-¡VES! TODOS SON IGUALES, Rindviech!- gritó.
La garganta de Warren se secó cuando vio como Eril la detenía frente a la cara de Charles y la mirada de este se tornaba oscura y seria. Se escuchó el metal de sus alas crujir y sintió como a poco Erik lo obligaba a sentarse.
-¿Q-qué…?- estaba desorientado.
-Erik, basta, puedes abrir sus heridas, basta- de un sentón Warren cayó a la silla
-Te lo dije Charles, no puedes confiar en un joven alcohólico y enojado con la vida, te puede atacar en cualquier momento, como ahora. Niño idiota, soy alemán como tú. Sie vorsichtig sein, was Sie sagen- el judío se dio la media vuelta y salió de la habitación.
-Me refería a drásticas a como tener que decirle a Erik que te traiga con su poder o ponerte una cadena para que puedas volar, es poco inhumano y no soy de ese tipo de persona. Warren es por tu bien, te dejaremos volar pero habrá un campo que te limitará y cualquier intento de huir me veré en la obligación de poner mano dura sobre el asunto ¿entiendes? Puedo leer tu mente, puedo leer tus pensamientos, eres un libro abierto. Sé que has sufrido demasiado pero no eres el único aquí y el único que perdió algo o alguien, que se sintió repudiado por sus padres. Te entendemos y queremos ayudarte hasta donde se nos sea posible ¿amigos?-le tendió la mano y el rubio dudo pero luego sello el trato- bien, ahora ve a tu cuarto, Ororo te guiará y una vez listo iras a clases, tu horario y numero de salón está sobre tu escritorio- la puerta se abrió con la mente de Erik quien aún cuidaba a Charles desde el otro lado del cuarto.
-Amare el día que te diga: te lo dije- Charles sonrió
-Tengo fe- dijo con algo de duda.
Storm lo esperaba afuera, era algo incómodo, cuando salió de ahí el ambiente se tornó pesado, ahora parecían dos ex novios cuando se reencuentran después de vario tiempo.
-No pareces la misma desde que éramos un equipo- dando énfasis en equipo.
-Las pláticas con Charles me han ayudado algo, no tengo que seguir robando para vivir, solamente hacer a cambio unas tareas- dijo tartamudeando.
-¿Platicas? O te refieres a la terapia y al lavado de cerebro- se cruzó de brazos y la miro retador con su chaqueta de cuero, camisa blanca y jeans negros con agujeros en todos lados y sus botines negros- ¿a unas tareas? Oh, ahora eres su sirvienta, que vergüenza, ser un mutante y desgastar tus poderes en ser la guía de la escuela- escupió y Ororo solamente si limito a sacar un papel y lanzarse para salir furiosa de ahí.
-Púdrete, Angel- le grito a mitad del pasillo. Warren recogió el papel y vio que era un pequeño mapa.
Camino por todo el lugar, asomando sus narices por aquí y por allá, no planeaba ir a clases, ni ir a encerrarse a su habitación. Por suerte había conseguido unos pares de cigarrillos que tenía guardados en su chaqueta, salió al jardín y busco un lugar para poder prenderlos.
Cuando encontró un claro y le dio varios toques a uno, pudo escuchar un acento rasposo y conocido, claro era alemán. Tiro la colilla y la piso, camino lento y pudo ver a la persona que menos quería ver en su camino: Kurt. Estaba emocionado con un grupo de chicos leyéndoles en alemán y ayudándoles con el idioma; se había ofrecido como maestro de dicho idioma y tenía una clase de unas cinco personas.
-Bien, ha terminado la clase, cualquier cosas mi cuarto está en el tercer piso, de lado derecho hasta el final- todos se despidieron y le dejaron la tarea. Cuando todos se fueron guardo las hojas y lo puso todo en su folder, se puso de pie y de un golpe le fue arrebatado el folder.
-Veamos, ¿qué es esto?-desorientado y sin saber que pasaba se teletransportó hacia el árbol que estaba detrás de él y ahí vio a Warren que hojeaba el folder
-Engel- susurró el azulado y su entrecejo se arrugo- ¿qué haces?-
-Husmeando en tus asuntos, destructor de alas- le respondió hasta que llegó a una parte privada
-NO- grito y con su cola le arrebato el legajo
-Uh, decía poemas…vaya, vaya, nuestro amigo es sensible después de todo, tiene corazón-
-Claro que sí, lo de la jaula fue por sobrevivencia y no me escuchaste, no quería morir ahí, ich schwöre-
-Pero después cuando nos tocó pelear parecía que lo tomabas como personal, vía de decisión y determinación en tus ojos, cuando me dejaste dentro de esa jaula y luego dejaron estrellar la nave conmigo dentro-
-No, no hay lógica, no te puedes hacer la víctima en esto…estábamos en una guerra-
- ¿Cómo te llamas demonio?-
-Kurt Wagner…- le dijo titubeando-…y no soy ningún demonio, yo, soy un mutante como tú, no por el tener alas quiere decir que eres un ángel de verdad. Querías acabar con el mundo-
-Un jinete del apocalipsis, un arcángel con el permiso de Dios para acabar con el mundo ¿no serán esos ángeles supremos? ¿No lo fui? ¿No lo soy?-
-No eres uno de ellos- Warren extendió sus alas- ya no más, ángel artificial- eso puso iracundo al rubio y le lanzó varias plumas, por suerte Kurt logró evadirlas.
-Tu cuarto, imagina tu cuarto- repitió en su mente y se llevó hasta él, donde puso su folder a salvo.
-Maldición, maldición- gritó Warren, recordó done dijo que estaba su cuarto y voló hasta ahí y con un golpe atravesó la ventana, Kurt cayó de espalda a la cama por el peso de Warren quién lo tomó del cuello y comenzó a ahorcarlo, sus alas los encerraron para no dejar entrar el aire
-Warren...es tut mir leid- lo comenzó a golpear con sus puños pero la rabia era más fuerte, la sed de venganza era más poderosa. Levanto su cola y lo tomó del cuello por igual- No…no…puedo….ahhhh…respir…- Kurt ponía los ojos en blanco cuando de pronto la puerta se abrió de golpe y Angel fue empotrado contra la pared, mientras Erik entraba y lo sostenía , detrás de él entró McCoy y luego Charles
-¿Qué demonios te pasa, niño imbécil?- le gritó Erik.
-McCoy, atiende a Kurt, llévalo a la enfermería y Warren, lo siento pero tendremos que hablar seriamente, Erik llévalo a la celda, necesito hablar con él de mutante a mutante- Erik así lo hizo, cuando salió Charles negó varias veces- cuanto odio…- Scott entró a ver qué pasaba junto con Jean.
-Profesor…-
-Gracias por avisarme, Scott, no me hubiera dado cuenta que Warren no había asistido a clases y Kurt llegaba tarde a la clase de historia, cuando lo localice en mi mente me asusté mucho al ver como Kurt quedaba inconsciente y como Worthington trataba de matarlo con todo el odio del mudo, sé que perdió sus alas por la pelea clandestina, Reaven me lo contó pero él está cegado y más porque Kurt fue a rescatarme y luego…Warren, esto será largo- los dos alumnos se miraron.
McCoy logró estabilizar a Kurt, quien descansaba en la enfermería, Charles entró a verlo.
-¿Cómo sigue?- McCoy asintió.
-Bien, está respirando solo que Angel, me preocupa…es un peligro para todos y más para Nigth…-
-Lo sé pero si lo dejamos solo será peor, todo lo que dice será verdad y será un peligro con todo ese odio acumulado contra otros mutantes y las personas normales. Lo único que queda por hacer es vigilarlos y llegar al fondo de esto.