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Había una vez... por Milkin_Black

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Notas del capitulo:

Y aquí estamos de nuevo...

Como les decía en el capítulo anterior, gracias a sus comentarios me doy cuenta de muchas cosas, y entre ellas estaba el preocupante hecho de que Dita podría llegar a verse como un pedófilo, así que no podía dejar fuera de esta actualización, una explicación  sobre la condición de Shaka, quien recuerden, tiene 17 años...

En fin, ya entenderan...Mil gracias a los que han llegado hasta aquí. Espero de corazón que sea de su agrado.

Este capítulo va dedicado a las lindas personas que han comentado, y en especial a acuariuscorpio y a TiFa.

 

-¡¿Por qué dijiste eso?!...-gritó Afrodita  alterado.

Degel suspiró –Su majestad, puede que no lo comprenda, pero esa creatura hablaba de amor...y usted no puede amar a nadie más que al joven Milo, ya que ustedes tienen un compromiso.

-¡¿Eh?!...¡¡Yo no  tengo nada que ver con ese compromiso, y no pienso casarme con Milo!!

Degel abrió sus ojos sorprendido –Señor, debe hacerlo…por sus padres, por su reino.

-¡El reino no tiene nada que ver con un matrimonio forzado!…¡¡Yo no amo a Milo y no pienso casarme con él!!-dijo levantándose para ir a buscar a Shaka, pero fue detenido por el peliverde.

-¿Entonces piensa corresponder a los sentimientos se esa creatura salvaje?...¡Piénselo por favor, no cometa una locura!

-¡¡Suéltame!!-ordenó el menor soltándose bruscamente, para luego internarse en el bosque.

Durante horas Afrodita corrió sin rumbo fijo, seguido de cerca por Degel quien cada que podía trataba de hacerlo entrar en razón.

-¡¡Shaka!!...¡¡Shaka!!- gritó el bello príncipe desesperado, mirando hacia todas direcciones con la esperanza de que en algún momento el lindo rubio apareciera.

-Su majestad, por favor, trate de calmarse.

-¡¡Shaka!!...¡¡Shaka!!

De repente el sonido de fuertes pisadas hizo a ambos voltear.

-Pero miren que tenemos aquí-dijo un hombre enorme con un rostro horrible, y la cabeza completamente rapada, de nombre Org.

-Mmmmm, pero que deliciosa sorpresa –agregó otro ser muy parecido al primero pero con una larga cabellera negra, quien respondía al nombre Ang.

-Hace mucho que no veíamos algo tan bonito…así que vamos a divertirnos juntos, ¿verdad princesas?- exclamó con burla el tercero, Garg, quien a diferencia de los demás tenía un solo ojo, y llevaba en la cabeza un mohicano.

Degel de inmediato sacó su brillante espada colocándose frente a Afrodita –Mi señor, ahora mismo debe alejarse lo más rápido posible –dijo para sorpresa del príncipe quien nunca lo había visto de ese modo, tan tenso y visiblemente preocupado.

Y no era para menos, bastaba ver el descomunal tamaño de aquellos, para saber que se trataba de crohuls (N/A:el primer nombre que me vino a la mente), creaturas que alguna vez fueron humanas pero que al perderse en los bosques y estar en contacto con la energía oscura sufrían horrorosas transformaciones, pero a cambio adquirían un gran poder. Y si vencer a uno era una tarea sumamente difícil, enfrentarse a 3 era prácticamente suicidio.

-Por favor mi señor, ¡váyase ahora!- gritó angustiado Degel sintiéndose inútil e incapaz de protegerlo.

- Jajajaja…eres tan tierno, mira que pensar que puedes detenernos con eso –se burló Ang señalando la espada del guardia real.

-Bah…a mi no me importa lo que hagan con ese, yo me quedo con la muñeca peliceleste –indicó Org avanzando pesadamente hacia Afrodita.

-¡¡Señor Afrodita!!...-gritó el peliverde poco antes de ser lanzado al suelo por un golpe de Garg.

Afrodita permaneció en su lugar y sacó su filosa daga, pues sin importar lo que pasara, no dejaría solo a Degel.

-Vaya, vaya, así que la muñequita quiere jugar…Entonces veamos qué te parece esto –y al instante soltó un terrible golpe que Afrodita no solo logró esquivar, sino que aprovecho para rasgar la piel de aquella monstruosa mano.

-Jajaja, eres un inútil Org, mira que dejarte herir por esa lindura –exclamó Garg al tiempo que soltaba un golpe tras otro hacia Degel, quien apenas si lograba detenerlos gracias a su espada.

Molesto por las burlas, Org lanzó una patada hacia Afrodita quien la esquivó saltando, pero justo en el aire fue sorprendido por la mano del horrible hombre quien asestándole un duro golpe lo lanzó hacia el suelo.

-¡¡Señor!!- gritó Degel tratando de correr hacia él, pero Ang le cerró el paso.

Aprovechando que el menor tenía la guardia baja, el horrible Org tomó bruscamente al príncipe de su larga cabellera, colocándolo boca arriba.

-Ahora veras muñequita…te daré una lección que no vas a olvidar –dijo amenazante poniendo el pie sobre su cuello mientras sacaba un filoso puñal.

-¡Su majestad!-gritó Degel con impotencia, sin poder librarse de los otros dos hombres.

Org colocó el filoso metal sobre el hermoso rostro del peliceleste –Veamos qué te parece esto preciosa…

Afrodita se mordió los labios, tratando de contener el miedo.

-¡¡¡No lo toques!!!- gritó Shaka corriendo velozmente hacia Org, saltando hacia la rapada  cabeza que comenzó a arañar con fuerza.

Detrás de él llegó Kardia, quien con su fuerza sobrehumana empezó a destrozar sin piedad a los dos crohuls que luchaban contra su Degel.

-¡¡Malditos!!-gritó Org, cogiendo al rubio bruscamente por el cuello  lanzándolo con fuerza al suelo, donde aprovechó para patearlo un par de veces.

-¡¡Shaka!!-gritó Afrodita lanzándose contra aquel horrible hombre.

Pero Org enfurecido y con su horrible rostro sangrado por las garras del rubio, lo tomó del cuello, apretándolo con fuerza –Muere maldita escoria…

Afrodita luchó en vano por soltarse, desesperado por no poder respirar.

-¿Qué pasa muñequita?...¿Te duele?- se burló el crohul mostrando sus asquerosos dientes.

Sin verlo venir, un furioso Shaka con sus bellos ojos pintados de carmesí, se lanzó sobre el grotesco crohul mordiendo ferozmente su cuello…

-¡¡¡¡Ahhhhhhhh!!!!- gritó Org, dejando caer a Afrodita, sintiendo como el pequeño rubio desgarraba con fuerza su cuello, su cabeza, su cara.

-Shaka…-musitó Afrodita asustado, tratando de acercarse al pequeño que como poseído despedazaba con sus manos y dientes a Org, quien vencido, apenas si reaccionaba tirado en el suelo.

Pero no dio ni un paso cuando fue jalado por Kadia –Es mejor que no te acerques –indicó con completa seriedad, colocándose frente a Degel y el peliceleste, dispuesto a contener a Shaka de ser necesario.

Unos minutos después cuando al fin aquel malvado ser dejó de existir, Shaka se detuvo por completo. Con la respiración agitada se levantó torpemente, y totalmente bañado de sangre caminó hacia los otros que lo miraban impactados. Lentamente sus lindos ojos fueron recuperando su color habitual…-Afrodita…-musitó dejando un par de lagrimas bajar lentamente por sus mejillas.

-¡Shaka!...-gritó el peliceleste corriendo hacia él, capturándolo entre sus brazos.

-Afrodita…¿estás bien? – musitó el menor sin atreverse a tocarlo, no con esas manos llenas de sangre. No alcanzó a escuchar su respuesta, pues aunque vio que el príncipe decía algo no logró escucharlo…luego lentamente todo se fue poniendo borroso.

-¡¿Shaka?!...-exclamó angustiado el príncipe capturándolo antes de que cayera al suelo…-¡Shaka!...¡Shaka!

-AAASSSHHHH…-exclamó Kardia tapando sus picudas orejas –Eres molesto y ruidoso…Shaka solo se desmayó. Dormirá un rato y luego estará bien –aseguró quitándoselo de los brazos –Ahora debemos buscar un lugar para que descanse.

 

 

Comenzaba a oscurecer cuando Afrodita decidió ir a ver cómo seguía Shaka.

-No puede ser –dijo alarmado percatándose de que el lindo rostro del rubio estaba totalmente rojo y sudado, y de su pequeña boca salían continuamente suaves gemidos de dolor -¡¡Kardia!!...¡¡Kardia!!- llamó terriblemente angustiado, al mismo tiempo que corría por el pedazo de corteza con agua que había llevado el rubio mayor. Cortó un pedazo de su camisa y la mojó para ponerla de inmediato sobre la frente de Shaka que se seguía quejando.

-¿Qué ocurre?- entró el aludido con un gesto cansado luego de otra de sus tantas discusiones con Degel, pero en cuanto vio a su hermano su rostro se puso serio –Al parecer ya comenzó –musitó para sí mismo al tiempo que lo descubría por completo para cargarlo.

-¡¿Qué crees que haces?!...¡¿A dónde lo llevas?!- cuestionó Afrodita asustado tratando inútilmente de frenar su avance.

Kardia continuó caminando hacia el bosque, pero casi al entrar se cruzó con Degel, quien lo miró extrañado.

-¿Qué ocurre?- cuestionó el peliverde notando a simple vista que el pequeño rubio se encontraba muy mal.

-Solo quítame al niño bonito de encima, y no se muevan de aquí –contestó con un tono hasta ahora desconocido por Degel, uno bastante frío y serio, por lo que el guardia de inmediato sujeto a Afrodita, quien no dejaba de gritarle a Kardia que se detuviera.

-¡Suéltame Degel!...¡Shaka está muy mal, debemos evitar que se lo lleve!

-Lo siento su majestad, pero será mejor hacerle caso...-dijo poniendo toda su fuerza para impedir que el menor saliera corriendo.

Casi una hora después Kardia regresó pero venía solo. De inmediato Afrodita corrió hacia el molesto y asustado…

-¡¿Dónde está Shaka?!...¡¿qué le hiciste?!- preguntó furioso golpeándolo en el pecho.

Kardia solo rodó los ojos –Cariño –dijo refiriéndose a Degel –O me quitas a este chiquillo de encima o no respondo por mis acciones.

De inmediato el peliverde se levantó alarmado jalando al joven príncipe -¡¿Qué rayos ocurre contigo?!- increpó sosteniendo la feroz mirada del rubio –¡Si te atreves a tocarlo yo…

-¡Ahhhhhhhhhhhhh!- los interrumpió un horrible grito de dolor que provenía de la misma dirección por donde Kardia se había llevado a su hermano.

-¡Shaka!- gritó por  instinto Afrodita corriendo hacia el bosque, pero fue interceptado por Kardia quien bruscamente lo lanzó hacia el suelo, recibiendo casi al instante un duro golpe de Degel.

-¡Maldición!...¿Hasta cuando piensas seguirme golpeando en la cara?- gruñó sobándose la mejilla.

-Te lo advertí –musitó el peliverde -¿Su majestad está bien?

Afrodita no contestó, solo se puso de pie y trato de correr nuevamente hacia el bosque.

Kardia quien ya se estaba cansando de todo eso, lo tomó del cuello de la camisa cargándolo con rudeza –Mira niñito, te vas quedar tranquilo de una vez, o vas a obligarme a atarte, ¿eso es lo qué quieres?

-¡¡No me importa lo que digas!!...¡¡Así que suéltame y déjame ir!!

Entonces se oyó un nuevo grito mucho más lastimero que el anterior.

-Shaka…-musitó el peliceleste con lagrimas en los ojos -¿Acaso no lo escuchas?...¡Está sufriendo!...Por favor, déjame ir…-suplicó con la voz entrecortada y las manos temblando por la preocupación, imaginando que el pequeño rubio estaba pasando por algo terrible.

Ver esa mirada celeste realmente afligida, logró conmover a Kardia quien bajándolo, lo obligó a sentarse –Muy bien, creo que no tendré más remedio que contarte todo…

-¿Qué?...¡No hay tiempo para eso!...-gritó el peliceleste dispuesto a levantarse una vez más, pero fue jalado bruscamente por Kardia.

-O te tranquilizas y te callas de una vez, o no solo te ataré, sino que jamás sabrás lo que ocurre, y no te dejaré volver a ver a mi hermano- indicó amenazante apretando la blanca mano del príncipe, el cual si bien no respondió, dejó de moverse.

Un nuevo grito llenó el ambiente.

-Bien, quiero que me escuches atentamente porque no pienso repetirlo…Hace mucho tiempo mis antepasados vivían en las ciudades junto a los humanos. Todo era normal, a pesar de ser diferentes, trabajaban lado a lado, se divertían, convivían sin marcar diferencias. Sin embargo un día llegó una hermosa hechicera al pueblo, una mujer realmente impresionante y poderosa. De inmediato muchos quedaron prendados de ella, pero la hechicera solo tenía ojos para un apuesto joven de mi raza. El problema, es que él estaba perdidamente enamorado de una campesina, por lo que sin importar los esfuerzos de la hechicera, ésta no pudo conseguir su amor. Sintiéndose humillada lazó una terrible maldición sobre todos nosotros, según la cual ningún niño podría madurar hasta haber matado y comido la carne de un humano.

De golpe Afrodita comprendió todo, la insistencia de Kardia y su familia, e incluso la renuencia de Shaka a obedecer, y el verdadero motivo de su huida.

-Al principio todos creyeron que se trataba de una simple mentira dicha por despecho, pero en algún punto los niños dejaron de crecer, lo que llenó a mi raza de terror, haciéndolos comenzar a cazar, por lo que fueron echados de las ciudades a las profundidades del bosque.

-Pero…¿él estará bien, verdad?

Kardia bajo la mirada algo sombrío…-Eso espero…Aun cuando es difícil encontrar presas en este lugar, la mayoría de los chicos ya han cazado a su primera víctima antes de los 12, por lo que realmente crecen sin problema. Pero Shaka, ese tonto testarudo desde el inicio se negó a alimentarse como los demás. Y te juró que ha sido un dolor de cabeza para todos, porque nadie había durado tanto con la maldición. Es por eso que ahora su cuerpo está sufriendo, porque trata de ajustar de golpe las transformaciones que debería haber tenido durante todos estos años…Así que no, no sé si va a estar bien, pero confío en que será lo bastante fuerte para aguantarlo. Por eso ni tú, ni nadie, puede estar cerca, porque es muy peligroso tanto para él como para ti…¿comprendes?...Ahora vete y trata de distraerte en algo, porque parece que la noche será larga –indicó Kardia levantándose para ir a sentarse debajo de un árbol, donde montaría guardia hasta el amanecer.

Afrodita se abrazó a sí mismo, llorando en silencio mientras escuchaba aterrado los desesperados gritos del lindo rubio …”Shaka…resiste, por favor”…

 

El pequeño príncipe se frotó los ojos ante los traviesos rayos de sol que se empeñaban por colarse por sus pestañas. No recordaba haberse quedado dormido, pero podía notar la superficie irregular del suelo bajo su espalda. Sintiéndose muy cansado abrió los ojos, notando que estaba solo…”Shaka”…pensó buscando al lindo rubio con la mirada.

De golpe lo recordó todo, la pelea, la fiebre del rubio, sus gritos…-Shaka- musitó nervioso poniéndose de pie lo más rápido que pudo. Miro a su alrededor en busca de Degel o Kardia, pero ninguno estaba. Súbitamente un terrible miedo lo invadió, imaginando que lo que tanto temía había pasado –Shaka…-susurró de nuevo internándose en el bosque mientras las lagrimas bañaban sus mejillas. Corrió desesperado sin saber muy bien la dirección, tropezando, cayendo una y otra vez, mientras seguía susurrando su nombre…-Shaka…-llamó llorando sentado en el suelo, solo y con ese horrible dolor en el pecho.

Fue entonces que escuchó el sonido de una rama romperse detrás de sí.

-¿Afrodita?...-llamó una suave y tranquila voz que a pesar de resultarle desconocida lo hizo estremecerse. Lentamente giró la cabeza, encontrándose con algo que frenó de golpe su mundo, e hizo a algo explotar dentro de su pecho. Y es que frente a él estaba el más hermoso chico que jamás había visto, un poco más alto que él, con un cuerpo delgado pero varonil en el que los músculos parecían finamente delineados, con esa larga cabellera rubia que bien conocía, coronada por el par de curiosas orejas doradas tan sensibles a las caricias, y al final, resaltando por su infinita belleza estaba ese par de ojos cielos que lo observaban con ternura… era Shaka…su lindo y tierno Shaka…

-¿Shaka?...-musitó Afrodita poniéndose torpemente de pie, invadido por un sinfín de nuevas y extrañas sensaciones, entre las que sobresalían el alivio y las ganas de abrazarlo. En lugar de eso, volvió a llorar –Sh-Shaka…tú…tú estás bien…Me alegra tanto –dijo con voz temblorosa sin poner detener su llanto.

Estaba por decir algo más cuando unos fuertes y cálidos brazos lo rodearon –Ya…tranquilo…lamento haberte preocupado…-musitó el rubio con calma acariciando la hermosa cabellera celeste-Todo está bien ahora…

Afrodita se encontraba pasmado, sintiendo a su corazón latir enloquecido, pero a diferencia de las otras veces en que había abrazado al rubio, ahora también se sentía muy nervioso, pequeño, vulnerable, y se estremecía de solo pensar en tocar aquel firme torso desnudo. Pero su deseo de estrecharlo fue más grande, por lo que lo rodeo con sus brazos.

-Shaka…por un momento pensé que tú…

-Lo sé…de hecho, yo también llegué a pensar que no lo lograría, pero al final todo salió bien…Además –exclamó con un dejo de sensualidad levantando ligeramente el rostro de Afrodita quien aun no se acostumbraba a la idea de tener que mirarlo hacia arriba –…creo que valió la pena, o, ¿acaso no opinas lo mismo?- murmuró en un tono grave y sexy, hablando a tan solo centímetros de su boca, la cual se estremecía con el simple roce de su cálido aliento –Mmmm…Así que no dices nada…¿acaso ya no te gusto?- continuó con su sexy voz pero ahora poniendo un gesto algo triste mientras bajaba sus lindas orejitas.

-No…yo…lo que pasa…es que…yo…-tartamudeo Afrodita sin lograr ordenar sus ideas con coherencia, pensando que después de todo ese ya no seguía siendo por completo su lindo y dulce Shaka.

Shaka sonrió pensando que el peliceleste era sin duda muy tierno, además de que debía admitir que le agradaba estar del otro lado, y ser él quien causaba esas reacciones en el bello príncipe.

-Shhh…no tienes que decirlo...lo entiendo perfectamente –dijo totalmente seguro de sí mismo tomando la blanca mano de Afrodita –Ahora volvamos, porque de seguro Degel te está buscando.

Afrodita simplemente se dejó llevar, sin saber cómo ocultar el rubor de sus mejillas.

 

 

 

Cuando llegaron a su zona temporal de descanso, Degel y Kardia ya los estaban esperando.

En cuanto el rubio mayor los vio, sus expresivos ojos azules se abrieron emocionados-Wow…¡¡Lo lograste campeón!!...¡¡Ahora si eres todo un hombre Shaka!!...-dijo Kardia, quien al parecer era el más feliz por el cambio de su hermano, a quien recibió con un fuerte abrazo –Y bueno, ahora que ya eres todo un adulto, ¿qué te parece si vamos por algo rico para la comida?- cuestionó relamiéndose los labios, pues ahora que Shaka era al fin un chico normal, ya no tendría que preocuparse por esa absurda dieta de raíces, frutas y semillas.

-De acuerdo- respondió el hermoso Shaka retirándose a buscar algo.

-¿Qué haces enano? No pensaras llevar un cuchillo, ¿o si?...No lo necesitamos, para eso son tus garras –explicó orgulloso luciendo en especial su afilada garra carmesí.

-¿De qué hablas? ¿Para que necesitaría garras?- cuestionó con su habitual templanza el rubio tomando un pequeño saco de tela–No vamos a matar a nadie, solo iremos por un par de frutas y nada más.

-¡¿Eh?!...¡¿De qué rayos hablas?!...¡¡No puedes decirlo en serio, se supone que ya eres un hombre!!

-Exacto…y por lo mismo ya se rompió la maldición, lo que significa que nunca más tendré que probar algo tan horrible…Ahora, vámonos que pronto será hora de comer.

Y así ese nuevo Shaka comenzó a caminar hacia los arboles, demostrando que pese a su cambio físico, continuaba siendo el mismo.

Notas finales:

Y ese fue...

Ojalá les haya gustado.

La verdad es que me hacía mucha ilusión publicar este capítulo, porque bueno, creo que es hora de que Afrodita sienta en carne propia los nervios de ser abrazado, y estrujado, y acariciado, y ese sin fin de cosas que le hacía al lindo rubio, quien ahora además es un sexy rubio.

Una disculpa a todas las personas que quizá querían que Shaka se quedará peque y tierno, pero aunque para mi ambos son sukes y no tengo problema en que ocupen cualquier rol (pasivo o activo), en este fic quería ver a Shaka como seme. Así que, de verdad lo siento si el cambio no fue de su agrado, pero así debía ser.

Y bueno, aquí termina la actualización de hoy. Espero de corazón que les hayan gustado los capítulos.

Antes de irme, solo resta algo...

Datos curiosos...

-No se si lo mencioné vagamente, pero Kardia y Shaka van desnudos del torso (ya saben, para lucir su escultural y bien trabajada anatomía), y en la aparte de abajo llevan solo un pantalón (tal como lo escucharon, no usan ropa interior) negro super ajustado y a la cadera, por lo que sus piernas, y ciertas partes lindas de su anatomía quedan perfectamente resaltadas.

-Sobre el buen Alde y su canción de amor, más adelante tendremos la resolución de la historia.

-Creo que Afrodita realmente sentía desde el inicio una fuerte conexión con shaka, pero obviamente al verlo tan lindo, tierno y pequeño le era difícil verlo como "algo más", así que ahora que él rubio es un sexy y bello joven más alto que él ya no tendrá excusas.

-Si se han dado cuenta Degel y Kardia se pierden bastante los dos solos, así que el siguiente capítulo (que espero publicar esta semana, o a mas tardar al inicio de la siguiente) será un capítulo especial dedicado a ellos dos.

-La maldición de Shaka se pudo romper con la sangre y carne del crohul (ya sé, suena a ghoul) porque recuerden que ellos eran al inicio humanos. Sin embargo, aun resta una parte de la maldición...pero eso lo veremos mucho mucho después.

En fin, me despido agradeciendo infinitamente su paciencia y lectura.

Les envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos.

Cuídense mucho, los quiero

Besos

Bye Bye


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