RANCHO
CASA DE THOR
Steve observaba a su ahora esposo, aunque el doncel dejo muy en claro que el papel que los declaraba como esposos se lo podía meter por donde el sol no le tocaba, cabe decir que él como los otros hombres se quedaron con la boca abierta, por la expresión del señorito, que al darse cuenta sus mejillas se ruborizaron de un tenue rosa, pero la mirada castaña, solo lo vio irritado para entregarle los documentos de su matrimonio, un documento legal que aun cuando lo deseara quemar, de nada servía porque ambos jueces debían poseer una copia de respaldo. Pero Rogers no entendía lo que le pasaba, debería estar feliz de que Anthony haya aceptado desde un inicio finalizar su corto matrimonio, ya que él no pensaba casarse nuevamente, pero Stark al escuchar eso negocio con él, dispuesto a tomar el cargo de niñera, todo por un pequeño salario, pero principalmente un techo donde vivir, de ahí él se encargaba de algo estaba seguro ese doncel era un misterio pero quizás su molestia era que su orgullo había sido pisoteado por el menor que ahora estaba con sus hijos alistándose para partir a su hogar.
Stark sentía la mirada de Steve sobre su cuerpo, y solo lograba tensarlo, no entendía a ese tipo, le dio lo que deseaba su libertad, ya que él sabía que era sentirse enjaulado por algo que no quieres, y no iba a obligar a Rogers a un matrimonio que no deseaba, pero no por eso se iba a quedar desprotegido, con el poco dinero que tenia no le alcanzaría para vivir en otro pueblo, ni mucho menos rentar algo como comer, por eso pensó lo más rápido que podía su mente y le dio como resultado quedarse con el puesto de niñera como era originalmente el plan de ese necio hombre. Solo sería un corto plazo que estaría junto a ese hombre y él seria libre de ser cortejado por otro varón que de verdad lo quisiera como esposo entonces porque lo miraba como su enemigo, logrando que algo en su pecho doliera pero desecho esa idea, los únicos que podían herirlo de esa forma no estaban junto a él… Peggy, Pepper, Bruce, Jarvis y Rhodey estaban demasiado lejos de él y solo podía rogar que estuvieran bien, cada uno de ellos merecían cosas buenas en sus vidas, y él bueno, tendría la frente bien levantada, y nadie y nada lo haría desistir de sus planes.
Ahora tenía una oportunidad de encontrar a esa persona especial que lo complementaria como lo vio con sus amados padres, y si tenía que trabajar por un periodo corto en el rancho de Steve, como una niñera y no como esposo lo haría, porque un Stark ante todo el orgullo debe ser la prioridad. Pero grabaría como fuego en su mente que no podía, por nada del mundo sentir nada por su jefe porque eso era Steve, su patrón y él u empleado, no debía entregar su corazón tan fácilmente, y era máxima prioridad grabárselo en su corazón, porque cuando vio por primera vez a su esposo, sintió algo, como si en su estomago se hubiera ido a vivir un motón de mariposas pero todo se derrumbo cuando ese rubio idiota tuvo que habla pues jugaría con sus reglas, le convenía hacerlo si deseaba casarse por amor y no por un mal entendido como estaba su caso.
Loki estaba cerca de Anthony viendo como el esposo de Rogers, congenio rápidamente con los menores que miraban asombrados a su ahora niñera, aunque el doncel conocía esa mirada en su sobrino mayor, era la misma que poseía Steve cuando se proponía algo, y lo más seguro era que deseara que Stark perteneciera a su vida para siempre, no como una niñera sino como una figura materno, que solo Dios sabia que lo necesitaban, pero era mejor ser sutiles antes que su padre se enfureciera con Anthony y lo alejara de su vida, sin que ellos hubieran luchado para ser una familia. Loki estaba de acuerdo con ellos, ese doncel tenía algo que complementaria la vida de su cuñado, lástima que este era a veces un tonto en no darse cuenta del valioso regalo que le estaba dando la vida con ese castaño.
—Rogers a veces es un tonto, pero es una buena persona, creo que sí, tú lo deseas puedes llegar a enamorarlo —hablo el pelinegro viendo como Stark lo miraba fijamente para girar los ojos y centrarse en ver el horizonte.
—Loki, te perdono tu engaño, porque créeme me ayudaste a salir de un buen problema, pero como lo indico Rogers nuestro matrimonio es una falsa, y ni loco me voy a esforzar a enamorar a un hombre que está atado al pasado, en especial sigue enamorado de su esposo que en paz descanse, y desgraciadamente por lo que me contaste que se pudra en el infierno por eso t —respondió Tony para girar su vista a la casona donde Thor, Bucky estaban charlando amenamente con Rogers —Solo esperare que se termine el plazo que tenemos, ser libre y presentarme en sociedad para casarme, estoy en edad casamentera y dentro de un año apropiadamente libre para buscar alguien ya sea en este pueblo o en otro —dejo en claro para acomodar su sombrero, pero al sentir como le abraza el menor de los hijos de Steve, solo acaricio esa cabecita, para regalarle una sonrisa.
DENTRO DE LA CASA
—Vamos hermano, deberías darle una oportunidad al muchacho, se mira que es un joven con buen corazón —dijo Thor viendo en dirección a Stark sonriendo a sus sobrinos, su hermano solo bufo para acomodarse mejor en la silla viendo a su primo James, husmeando en la cocina, buscando especialmente algún trozo de pastel que hizo Anthony, pero al parecer su cuñado fue más listo que él porque había escondido muy bien el resto de ese exquisito pastel.
—No va a durar mucho, se mira que es un doncel de ciudad, lógicamente solo vino en busca de aventuras, y cuando vea lo difícil que es la vida en un pueblo, me rogara para que anulemos el divorcio como sea, y se irá —hablo muy seguro Steve, y no es que le deseara el mal al doncel, pero solo le basto verlo un segundo, esa piel era demasiado delicada, probamente jamás había trabajo duramente de sol a sol, esa era otro motivo no deseaba que sus hijos se encariñaran mucho con él, que con esa mirada era lógico que solo terminaría el plazo se iría a saber donde, dejando a sus hijos desolados.
—No juzgues a un libro por su portada, Rogers —hablo Bucky viendo en dirección a sus familiares y caer en el doncel que se fue junto con Loki a la tienda lo más probable a comprar la despensa para llenar las alacenas —Quien sabe, si Anthony sea el que te ponga en cintura, pero vuelvo a decirte eres un hombre con suerte, en este lugar no se encuentra esas gemas extrañas como lo es Stark, algo me lo indica —informo James para suspirar de júbilo al encontrar una rebanada de ese pastel pero fue cuestión de segundos que se arrepintió de dar ese suspiro porque el gigantón de Thor tomo el plato para agarrar el pedazo de pastel y llevárselo a su boca.
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Anthony solo acomodo mejor a los niños que se durmieron en su regazo, seguro cansados de estar viajando en esa carreta dirigida por Rogers que estaba concentrado viendo el camino, Tony solo suspiro para seguir viendo el paisaje desértico, tratando de no perder mucho la línea de tiempo, sería como unas cuatro horas en que se despidieron del matrimonio, un alegra Thor lo abrazo y le deseo suerte y Loki bueno esa diva solo le palmeo la espalda, haciendo que Stark solo rogara que no se haya metido en la boca de una familia loca, pero trato de no ruborizarse cuando el rubio cabeza congelada de su supuesto esposo, lo alzara de su cintura para ayudarlo a subir la carroza, seguido de los niños que estaban deseos de estar en su casa.
Ver las estrellas en el cielo, le daba una cierta nostalgia, recordar las veces en que sus padres se sentaban en el pasillo de su rancho, que su madre con una bandeja de chocolate, para que su padre, y él tomaran viendo el cielo estrellado, creo que nunca mas vería el cielo de esa forma, porque en la ciudad, más exactamente por los quehaceres que le daban sus tíos, llegaba a su cuarto con un extremo cansancio que solo deseaba dormir, y rogar por un día mas que pudiera vivir con ese trato malo, pensar en las veces que trato de oponerse a esos tratos injustos, recordar las veces que su espalda recibió latigazos, de la sangre derramada por los golpes de su “querido” tío, solo le daban la fuerza de seguir adelante, pero ahora estaba en un lugar desconocido con personas igual de desconocida.
—Bruce, te necesito —susurro al aire, esperando que nadie escuchara ese llamado a su hermano de ciencias, pero se sobresalto al sentir como por un momento Rogers perdió la rienda de los caballos para detener la carroza y verlo fijamente, haciendo que el ambiente se pusiera extraño, iba a preguntar pero al parecer Steve, decidió que era hora de retomar el camino. Tony solo se estiro un poco, sintiendo como el sueño le estaba ganando, había sido un día lleno de emociones y pronto amanecería.
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—Llegamos —grito emocionado Alexander haciendo que Tony abriera sus ojos, no sabía en qué punto se durmió al parecer el viaje del pueblo al rancho de Steven era de unas cinco horas, pero su vista se opaco, y sintió una fuerte opresión en su pecho al ver el rancho de Rogers, era una casa bellísima, con unos acabados elegantes, un porche y la entrada estaba un jardín, completamente descuidado pero si se daba el cuido que merecía era de seguro que le daría un toque hogareño al lugar, cada detalle le recordaba su antiguo hogar, al único lugar que pudo decir que era suyo, que nadie le podía tachar de pordiosero. Steve estaba acomodando unas bolsas de víveres cuando vio esa mirada y dedujo que era tal vez de arrepentimiento, quizás de desilusión de ver su humilde casa pero él trato de darle lo mejor a su amado difunto esposo, pero no tenia los recursos de darle los lujosos que estaba acostumbrado su amado, tal vez Anthony se imagino un castillo y no un mísero rancho que estaba empezando a crecer.
—Se que no es muy grande pero papá lo ha construido con amor—dijo tímidamente Alexander viendo el suelo, su pie se movía en círculos demostrando su estado de nerviosismo, Rogers iba a hablarle para no espero ver como Anthony se agachaba para estar a su altura.
—Es bellísima pequeño, no quise hacerte sentir mal, es solo que me hizo recordar algo muy valioso para mí. Se nota que tu padre hizo un gran esfuerzo para darles un bonito hogar —hablo Stark para levantarse y estirar su mano indicando a los pequeños que lo guiaran dentro de la casa, Rogers se quito el sombrero y solo se rasco su cabellera pero se sobresalto al escuchar un grito dentro de su casa, sin pesarlo mucho entro corriendo viendo que Anthony tenía varios tics en su rostro para mirarlo con deseos de asesinarlos.
Tony, por el tiempo que vivió con sus tíos, aprendió a tener todo limpio, creando que fuera un poco obsesionado en esa área, y no era de esperar que pegara semejante grito cuando solo puso un pie en esa casa, olía a suciedad, un desorden que daban ganas de ahorcar alguien, pero lo que hizo que le diera un punto de infarto fue la cocina ¿acaso hubo un remolino que atacó y él no sabía nada de eso?
—A, Papá no le da tiempo de tener la casa limpia —susurro un avergonzado Alexander siendo apoyado por su hermanito que solo asentía la cabecita para abrazar las piernas de su hermano mayor que solo sonreía nerviosamente…
CONTINUARA….