HORIZONTE
DIAS DESPUES
— ¿Alguna noticia? —pregunto Peggy quitándose el gorro de color beige, para sacudir un poco su falda del polvo al haber salido con su madre, lo primero que hizo luego de dar la vuelta, era cuestionar a sus amigos, Jarvis especialmente se había alguna respuesta del señor Rogers a la carta de Tony, necesitaba saber la contestación del viudo para poder mover sus cartas, el tiempo no se iba a quedar quieto y él único que perdía era su pequeño. Al ver la negativa de Jarvis se estaba poniendo nerviosa.
—Señorita debe calmarse, debemos tener confianza de que todo se solucionará, Peggy debemos tener confianza —hablo conciliadoramente Jarvis viendo como la joven solo asentía para servirse un vaso de agua, mirando al horizonte, sabiendo que las palabras de Jarvis eran ciertas, no había manera de perder la cabeza cuando solo quedaba esperar lástima que ella no era muy paciente, necesitaba las respuesta lo antes posible, y luego venia el terror de saber cómo sería el tipo ¿Seria un buen esposo? ¿Daría una buena vida Anthony? Eran tantas dudas, pensar en diferentes hipótesis, causando que casi a ella le diera un infarto pero debía ser fuerte, lo debía ser por sus amigos, por Tony por él, no se derrumbaría no hasta poder salvarlo.
—Jarvis iré nuevamente a la ciudad, en especial en la oficina postal, tal vez haya suerte y alguno nos haya contestado aunque Bruce, Pepper y los demás están en un área difícil acceso para el correo —menciono Carter, soltando un largo suspiro, al recordar ese pequeño detalle porque de algo estaba segura y era que si Bruce supiera la situación de Tony, no habría océano, montaña, ni nada que le impidiera salvar a Stark ¡Cuánta falta les hacia su grupo de amigos! Pero no era momento de ser pesimista se dirigió a su destino.
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Tony estaba arreglando las rosas de la mansión Carter, uno de sus pasatiempos que pocos sabían de él, solo aquellos que consideraba parte de su grupo especial y es que su madre, era una fanática a la jardinería, todavía podía recordar a su madre con su vestido azul marino, su pañuelo cubriendo su cabello negro como la noche, inclinada en la tierra arreglando sus rosas pero al alzar la mirada lo viera con todo el amor que una madre puede tener con sus hijos, con una leve inclinación de su cabeza le indicaba que viniera a su lado y el pequeño Tony, corría todo lo que sus piernas podían hacerlo a sus cuatro años para estar a su lado y que los dos se pusieran a cultivar y cuidar el jardín.
Podían pasar horas pero para él, no importaba si estaba al lado de su madre, y cuando el sol estaba a punto de esconderse, escuchar la voz de su padre cuando regresaba del campo a su rancho, era esos recuerdos que apreciaba con su vida el doncel, porque soñaba con eso, soñaba con tener una relación como la tuvieron sus padres, llena de amor, compresión y aun cuando tenían sus altas y bajas en su relación era más fuerte su amor. ¿Entonces porque se iba a casar con un desconocido? Solo para resguardar su honor y como todo buen doncel debía callar aun cuando su corazón estuviera llorando lágrimas de sangre porque de algo estaba seguro si el señor Rogers no respondía cuanto antes a su carta, su destino iba a ser horrible al lado del hombre que deseaba comprarlo como si fuera un objeto.
— ¡TONY! —grito Peggy con la respiración agitada, y mirando a todos lados causando la preocupación de Stark pero no pudo hablar cuando su prima, casi hermana lo tomaba del brazo para que ambos corrieran a la habitación de Jarvis evitando a todo costa que alguien de la familia se diera cuenta de lo que estaban haciendo. Entraron al lugar para que Carter sentaran a Tony en la cama, asustando a Jarvis que estaba recostado en ella —RESPONDIO, Tony lo hizo ¿sabes lo que significa? —cuestiono Carter, viendo a los dos hombres, que estaban asimilando la noticia, Stark solo embozo una risa amarga, al darse cuenta de que se iba a casar sin amor y con un completo desconocido pero ya no había vuelta, no veria eso como un mal juego de la vida, esos pequeños necesitaban el calor materno, como él lo tuvo de su madre, y por memoria ella y a su padre, querría a esos pequeños como suyos.
—Gracias Peggy, Jarvis ahora dame el sobre —respondió Anthony para tomar el sobre blanco en donde estaba su destino, mordiéndose el labio inferior empezó a leer la carta porque claro que estaba agradecido con el señor Rogers, de todas las cartas que recibió y era de seguro que eran una cantidad considerable, él lo escogió, sin darse cuenta lo salvo de algo horrible por esa parte no podía estar más que agradecido pero eso no quitaba que le doliera, porque estaba dejando enterrar uno de sus más grandes sueños.
Anthony
Me alegra saber de su entusiasmo de aceptar mi propuesta de matrimonio y estoy de acuerdo que me pida ese plazo y espero que pueda confiar en que mi pedido no es nada malo, sino al ser viudo solo deseo darles a mis hijos la calidez de un papi.
Con respeto
Steve Rogers
—Ese tipo es mas frio que un iceberg —susurro Peggy, al escuchar la voz de su osito leer esa carta, causando la risa de los dos que estaban en esa habitación —No, lo sé, solo lo siento de esa forma pero al menos nos contesto y estas a salvo Tony —hablo para abrazar con fuerza a su primo, como si de esa forma podría protegerlo de todo. Al separarse Anthony tomo papel y pluma para mandar la carta de respuesta al señor Rogers.
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TIEMPO DESPUES
—Loki, amor, no es que quiera cuestionar tu maravilloso plan —hablo como pudo Thor limpiándose con su pañuelo rojo el sudor de su cuello, viendo directamente a su esposo que solo tenía enarcada una de sus cejas y él sabía que si, no hablaba con cuidado con su ahora hormonal esposo, era de seguro que debería compartir habitación con el perro de la casa y no le apetecía tentar su suerte en esa área, pero también era consciente que debía preguntar precisamente “esa” pregunta antes que llegara el día de que todos supieran el maravilloso plan de Loki contra su hermano, solo rogaba al cielo que su muerte fuera la más rápida posible.
— ¿Dime Thor? —pregunto Loki acomodándose mejor en la silla, ordenado las cartas que debía ser enviadas a los diferentes destinos que tenían en el blanco sobre, Thor solo trago nerviosamente, armándose de valor porque no era tonto, al enterarse del embazo de su esposo, fue a investigar con las ancianas del pueblo como las que ya eran madres, y todas ellas estuvieron de acuerdo…a una mujer embarazada o hombre no se le cuestiona nada, todo lo que digan es ley, sino quieres quedarte sin sexo por una larga temporada…—¿Thor? —
—Loki, ya pensaste en que le dirás al pobre muchacho cuando venga a ver a su “marido”, Anthony se va a molestar y puede que los únicos afectados serán nuestros sobrinos…—dijo al fin Thor, callándose inmediatamente cuando se dio cuenta que lo hablo sin medir muy bien lo que estaba diciendo y sabía que era hombre muerto cuando su lindo pelinegro dejo la carta que tenía en la mano en la mesa para limpiarse la falda como si esta estuviera llena de polvo para caminar a paso lento donde estaba él —Loki, amor, dame una ventaja por lo menos —hablo con resignación a su pronta muerte en manos de su esposo e hijo.
—Amor, tienes cinco segundos para salir corriendo…—hablo tétricamente Loki, riendo cuando su rubio esposo salió como si el diablo viniera por él para soltar un largo suspiro. Claro que había pensando en ese detalle y robaba a cualquier santo le hiciera el milagro que su idiota cuñado se enamorara de Anthony, y viceversa con el tiempo en que estaba escribiendo al doncel y este a él se dio cuenta que era el tipo de persona que Steve necesitaba, algo en su interior le indicaba eso, pero el problema era cuando se enteran de la verdad pero ya era demasiado tarde para dar un paso atrás y más cuando el acta de matrimonio como la firma de Rogers estaba en esos momentos rumbo a la dirección de Tony —Bebé solo esperemos que esto no se arme una tormenta. Por qué no estamos preparados para ese desastre —índico el pelinegro para tomar su sombrero acomodar su vestido verde y perseguir a su esposo ante la atenta mirada de las personas que estaba haciendo fila para dejar sus cartas al correo.
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Anthony se aferraba su puños en el escote de su vestido, sintiendo como su corazón palpitaba lleno de expectación y temor al darse cuenta que el tiempo había pasado, dos meses y días que no sintió y que por medio de cartas había medio conocido a su futuro esposo. Ahora junto a su prima tenia la solución de sus problemas, huir a una nueva vida, pero también estaba el temor a lo desconocido a lo jamás recorrido pero Peggy le aseguro que debía ser fuerte, que ella estaba orgullosa del joven adulto que se estaba convirtiendo y con una sonrisa acaricio su mano en donde estaba la carta de Rogers junto al acta de matrimonio, esa misma tarde antes que su madre volviera de hablar con una de sus tantas amigas de sociedad, los dos jóvenes junto a Jarvis fueron con el juez de turno para legalizar mas el matrimonio del castaño, Peggy trató de mostrar un gesto de felicidad pero siendo solamente ellos tres en esa boda de correspondencia solo pudo rogar por el futuro de su primo en manos del señor Rogers, que el tipo valorara la hermosa joya que le estaba entregando.
—En unos días bastardo, te irás con tu nuevo dueño, espero que te sepas cuidar mocoso, porque no dejare que arruines nuestro ilustre apellido —hablo con superioridad la señora Carter para ver como Anthony salió de sus pensamientos para bajar la mirada se retiro a su habitación donde una pequeña maleta estaba escondida debajo de la cama, con sumo cuidado las yemas de sus dedos recorrieron el lugar, despidiéndose silenciosamente de lo que fue su cuarto, su refugio cuando sus tíos lo insultaba, su cuarto se había trasformado en su fortaleza para llorar cuando su tía le pegaba de una forma bruta e injustamente, en ese lugar había vivido buenos como malos momentos pero en especial ahí jugaba con su prima. ¡Oh! Su hermosa prima, ella y junto a Jarvis se convirtieron en su pilar, su familia como sus demás amigos, sin ellos tal vez se hubiera vuelto loco, cruzándose de brazos observo el hermoso horizonte, soñando en su nueva vida y despidiéndose de la que dejaba.
HORAS DESPUES
Jarvis, Tony y Peggy estaba atentos al sonido del reloj de la mansión, sintiendo los nervios a flor de piel, con cada ruido que hacia el viejo reloj, hasta que las campanas de la hora que estaban esperando se escucharon, rápidamente Carter se levanto de la cama para buscar su abrigo pero antes, con sumo cuidado saco una caja enorme debajo de su cama para encaminarse a la habitación de su primo.
— ¿Todos están listo? —pregunto Anthony, viendo entrar a su prima que le observo el vestido de gala de Tony. El cual por el tiempo estaba muy desgastado, con cariño acaricio la mejilla de su primo para regalarle una sonrisa.
—Se que por la prisas no te di una obsequio de bodas, pero más vale tarde que nunca verdad primito, ten lo hice especialmente para ti, sé que no es mucho ya sabes no soy muy buena para eso, Jarvis me ayudo a encontrarlo y repararlo para ti —hablo con un nudo en la garganta Peggy para entregarle la caja a Tony que sorprendido acepto esa muestra para abrirlo y ver con ojos emocionados y con deseos de llorar por el regalo de su prima y Jarvis que solo lo miraba en silencio, sus dedos temblorosos agarraron la prenda que era un hermoso vestido y no era cualquiera, era el vestido de novia de su madre, el único recuerdo que guardo de su madre en una de las maletas que trajo cuando llego a vivir en la mansión pero su tía Sara un día se lo encontró cuando intento repararlo al verlo la señora Carter le arrebato el vestido gritándole que por esa cosa no estaba cumpliendo con su trabajo, con lagrimas rogaba que se lo devolviera pero Sara solo le cerró la puerta en la cara para llevarse el vestido, dejándolo desecho pero ahora, ahora se sentía feliz de tener algo tan especial en sus manos, sin importarle las lagrimas se acerco abrazar a los dos, repitiendo muchas veces gracias.
—Ya, debemos de estar llorando, les recuerdo que no tenemos mucho tiempo, y pronto va amanecer, así que vámonos a la estación antes que alguien se dé cuenta —hablo preocupada Carter, viendo como los dos hombres asentían para que Tony con delicadeza guardaba nuevamente el vestido de su madre, para empezar a caminar para salir de esa mansión.
CONTINUARA…