1 semana después
— ¡Brick! –gritaba al tiempo que saltaba sobre el chico que dormía en aquella habitación.
—Demonios, busca una forma distinta de despertarme, deja de subirte encima de mí todos los días ¿Qué hora es? –Empujo al chico que aún estaba sobre él.
—Son as 6 en punto –Sonrió de forma tierna sentándose en el suelo –Hoy ¿a dónde vas? –preguntaba con curiosidad.
—A la prepa ya lo sabes. –contesto entornando los ojos con fastidio.
—Vas todos los días. –comento cruzándose de brazos.
—Sí, es el único deber que tengo –Dijo mientras tomaba su uniforme y comenzaba a cambiarse de ropa. –Asistir regularmente a mis clases.
—-¿Puedo ir contigo? Es aburrido quedarme aquí solo esperándote.
—No, causarías muchos problemas. –seguía cambiándose al tiempo que pensaba en que Drac no desistiría en su idea de acompañarlo.
—Que cruel eres. Por favor llévame contigo ¿Puedo? ¿Puedo? ¿Puedo? –rogaba de manera insistente. Brick suspiro.
—Está bien, solo cállate de una vez. –Drac sonrió satisfecho.
Durante todo el camino de la casa de Brick a la escuela Drac estuvo haciendo un montón de preguntas sobre cómo era la preparatoria, demás está decir que con la poca paciencia del castaño, ya estaba fastidiado. Llegaron a su destino y Brick explicó todo lo que tenía que hacer si quería quedarse con él durante todo el día, cosas como mantenerse invisible y no molestarlo durante las clases, Drac asintió ante todo y entonces entraron. Tan pronto entraron Brick diviso a dos chicas una de ellas era Ángela y la otra era Cristi.
— ¡Hola Rick! –Saludo la chica de cabello castaño claro.
—Ho-hola Ánge ¿Cómo estás? –Dijo Brick con una sonrisa boba dibujada en sus labios mientras Ryou reía para sus adentros.
—Muy bien ¿y tú? –La chica con una amable sonrisa.
—Bi-bien.
—Nos vemos luego, tengo que entrar a clases –Dijo cuándo la chica a su lado le señalo que el profesor ya estaba entrando a su salón.
—No-nos vemos. –Contesto Brick mientras retomaba su seriedad y escuchaba una risita burlona.
—Esa chica te gusta ¿cierto Rick? –Dijo Ryou en tono burlón.
— ¿Qué? Claro que no. –contesto en voz baja y tajante volviendo a su expresión común.
—Eres malo fingiendo Rick… además de demasiado obvio. –continuo molestándolo.
—Cállate y no digas olvida todo eso. –camino de forma rápida dejando atrás a su compañero.
Las clases siguieron normalmente, Drac de vez en vez se aburría y molestaba a Brick en clases haciendo que este quedara en ridículo pues hablaba aparentemente solo.
Después de ese día Drac comenzó a acompañarlo a la preparatoria y Brick no podía hacer más que suspirar y aceptar la compañía de este. Se había resignado desde la primera vez que lo dejo dormir en su casa.
Así pasaron los meses y a pesar de que en un principio Brick creía que nunca podría llevarse bien con aquel azabache ahora podía decir que Drac era una persona que se hacía querer y él no había escapado ante los encantos de este.
Algo desordenado y con demasiada energía, muy curioso y observador, alguien que se preocupa por los demás aunque realmente no los conozca. Aquello eran cosas que Brick había notado de Drac y por las que comenzaba a tenerle cariño. Drac por su parte había notado que Brick era alguien que no se abría fácil con las personas, le era difícil expresar sus sentimientos, de mecha corta y sobretodo alguien amable pese a todo.
A pesar de que Drac la pasaba bien con Brick y se estaba acostumbrando, quizá demasiado, a su vida con este no dejaba de pensar en su padre y lo que pasaría si este lo encontraba, que no debería tardar en suceder.
Ese día saliendo de clases –como de costumbre– Drac molestaba a Brick y esta vez con un tema que al último no le gustaba que tocaran.
—Rick vamos yo sé que Ángela te gusta, dime ¿qué te cuesta decírselo? –insistía Drac.
— ¡Cállate! Te lo he dicho un millón de veces deja ese tema por la paz. –contestaba con el ceño fruncido y un tono serio que al parecer Drac pasaba por alto.
—No seas tan mezquino, solo te digo que no veo la razón de que no se lo digas. –Brick suspiro levemente ante las palabras del ojiverde.
—No es tan sencillo ¿acaso a ti nunca te ha gustado alguien? –detuvo su paso y miro de frente al contrario. “Quizá tengo que explicarle con peras y manzanas” pensó Brick.
—No, mi vida hasta ahora siempre ha sido estudiar, acatar las reglas, mantener mi perfil como príncipe ya que soy un ejemplo para la sociedad, además ¿de qué me serviría el enamorarme o el qué me guste alguien si ya estoy comprometido? –hablo con simpleza, como si lo que estaba diciendo fuera de lo más natural y en realidad, así era para él.
— ¿Hablas enserio? Eso es muy cruel creo que entiendo por qué escapaste. –Esa realidad no era natural para Brick.
—Bueno, pero al final no importa que haya escapado ya que mi padre me va a encontrar –Su voz se notaba triste al decir aquello. Mientras Brick lo veía con seriedad Drac soltó un suspiro y lo volteo a ver con una sonrisa.
—Y… Sobre tu compromiso ¿no puedes hacer nada? –preguntó.
—En realidad solo hay una manera de romper el compromiso y es que ella este de acuerdo y luego hablemos con nuestros padres lo difícil es eso último tanto mis padres, o debo decir mi padre, como los suyos son demasiado estrictos y dudo mucho que comprendan que no queremos casarnos de esa manera. –había vuelto a apartar la mirada y parecía fijarle en ninguna parte. –Además realmente eso no me importa, no me importa casarme o no con ella.
—Ya veo –Brick también aparto su mirada del contrario. Lo último dicho por este le pareció extraño, pero no quería preguntar nada más por el momento. Continuaron caminando en un silencio extraño.
Al llegar a su casa nadie dijo nada. Brick no sabía que podía decir y Drac simplemente no tenía ánimos para hablar. De esa forma cayó la noche y ambos se fueron a dormir aun sin decir nada.
Al día siguiente todo comenzó de manera normal, Drac lo despertó de la misma manera que todos los días, el contrario lo empujo de la cama haciendo que este se golpeara en la cabeza, claro no muy fuerte, entonces el azabache se quejó de manera infantil alegando que Brick era una persona muy fría y cruel con él.
Después durante el receso en la preparatoria Brick se encontró con Ángela quien le menciono que lo había visto con un chico los últimos días al salir del plantel.
— ¿Ese chico es tu amigo? –preguntó ella con cierto brillo en sus ojos.
—Ah, no. Él es mi primo que vino de visita –Dijo sin un tono de vos particular.
—Ya veo… Él es muy lindo –Drac abrió un poco los ojos sorprendido por el comentario – ¿Me lo presentarías?
—Yo bueno, claro –Contesto algo nervioso y molesto.
—Que bien, entonces nos vemos a la salida –Dijo la chica con una sonrisa mientras se dirigía a su salón. Brick apretó los puños e hizo un sonido de molestia.
—Brick ¿estás bien? ¿Realmente me la vas a presentar? –Preguntó mirándolo con cierta tristeza, pero este no lo volteo a ver solo camino hasta su salón sin decir palabra alguna y al final del día se fue lo más rápido posible aun sin dirigirle la palabra a su amigo. Drac comprendía que Brick de cierta manera se había sentido herido, pero no entendía por qué se molestaba con él.
—Rick ¿Estas molesto aún? –Preguntó el azabache una vez que llegaron a casa y estuvieron en la habitación de Brick.
— ¿Molesto? ¿Por qué lo estaría? –preguntaba con sarcasmo.
—Por lo de Ángela. –contestó pasando por alto el tono de voz de Brick.
— ¿Por eso? –Soltó una risita – ¿Por qué debería?
—Brick por favor, dime que sucede porque en verdad que no entiendo.
— ¡¿Qué quieres?! –Grito –Ya déjame, ¿no te das cuenta de que eres una molestia?
— ¿Una molestia? –sonaba un tanto herido y molesto al mismo tiempo. –No entiendo porque lo dices, por lo menos explícame exactamente porque estas molesto y la razón de porque soy una molestia.
—Por qué dices, es claro que por muchas razones, no me dejas en paz, siempre estas siguiéndome, me molestas con bromas y esas cosas, además ahora le gustas a Ángela. –contestó sin parar a pensar en sus palabras, todo salía con facilidad, realmente estaba molesto.
—Pero esa no es mi culpa. –aclaró Drac. –No es mi culpa que ella se haya fijado en mí, ni siquiera he hablado con ella una sola vez.
— ¡Cállate! ¡Vete! No quiero verte más, lárgate –Le dijo mientras se sentaba en el borde de su cama y llevaba sus manos a la cara.
—Está bien –Drac abrió un pequeño portal y entro en él.