Pasaron 3 días en los que Drac seguía sin dar señales de vida para este momento Brick ya estaba reconociendo el hecho de que le extrañaba y comenzaba a arrepentirse de haberlo echado, aunque en realidad lo que había dicho en aquel momento había sido en un momento de ira así que Drac no debió tomárselo tan enserio.
Era miércoles las clases habían terminado y después de un rato de hablar con Ángela se dirigió a su casa y ya que esta quedaba a 15 minutos tenía bastante tiempo para pensar, pensar en cosas sin importancia como reprocharse por haberle gritado a Drac aquel día, además de maldecirlo por no regresar, aunque sabía que eso no era su culpa, pensar en si estaba bien y si realmente regreso a su dimensión y cosas por el estilo que para Brick no eran importantes, pero no dejaban de dar vueltas por su cabeza al grado de estar más que preocupado por aquel pelinegro. Aquellas cosas que no le importaban llegaron al punto de no dejarlo dormir durante la noche.
Llegadas las 3 de la madrugada, mientras Brick rodaba de un extremo a otro de la cama escucho un ruido que venia del patio y este, sin pensarlo dos veces, corrió a ver que provocaba aquel ruido pensando con entusiasmo que era su amigo, pero cuando abrió la puerta solo logro ver a un gato café con manchas negras.
—Maldito gato. –Bufo enojado y decepcionado, regreso a su habitación dando pequeñas patadas al aire.
—No puedo creer que tanto me extrañaste –Dijo Drac quien estaba sentado en la orilla de la cama con una enorme sonrisa –De haber sabido que me esperabas hubiera vuelto antes.
—Nadie aquí te extraño. –Dijo Brick algo avergonzado por ser descubierto.
—Vamos que saliste de tu cuarto todo entusiasmado, admítelo me extrañaste.
—No es nada de eso. –Dijo con desinterés fingido –Más importante ¿Cómo entraste?
—Entre abriendo el portal en el momento en que corriste al patio –Se puso de pie y comenzó a acercarse a Brick tratando de abrazarlo.
—Ni se te ocurra –Dijo al ver las intenciones del ojiverde.
— ¿Por qué? Solo quiero abrazarte –Y así lo hizo, el contrario se removió incomodo pues no estaba acostumbrado a aquellas muestras de cariño. –Yo si te extrañe. –agrego Drac. –Por alguna razón cuando estoy contigo me siento muy cómodo y es agradable…
—Ahora dirás algo como que soy tu primer amigo y estas feliz por ello por eso me extrañaste…
— ¿Qué? Claro que no. –alejo un poco a Brick aun manteniendo sus manos en sus hombros. –tengo muchos amigos y ya pase la etapa de tener ese primer amigo que no me buscaba por el dinero. –soltó una risita. –Al final muchos son chicos también en altos puestos y en realidad no hay mucha gente malintencionada, creo que eso es una diferencia muy marcada entre nuestros mundos.
—Genial, yo que comenzaba a sentirme como en una historia romántica. –desviaba la mirada. –Es bueno que no haya sido así. –sonrió. –Bueno, la verdad si te extrañe un poco, me había acostumbrado a tu manera de despertarme. –Drac ante eso volvió a abrazarlo con más fuerza.
—Qué lindo Brick, no pensé que realmente me habías extrañado.
—Sí, si así que para que no vuelva a pasar… no te vayas de nuevo.
—No me iré. –contesto Drac con una sonrisa.
Al día siguiente como si nada hubiese sido dicho Brick volvió a su forma fría.
—Quítate de encima –Le dijo Brick a Drac después de despertarlo como de costumbre.
—No quiero –Sonrió el pelinegro –Te ves lindo cuando te enojas así como ahora.
— ¡Hijo de...!-se detuvo mientras en su menta trataba de tranquilizarse – ¡Quítate! –Grito y lo empujo.
— ¡Ay! Que cruel eres. –Se quejó.
Después de la típica mañana, esos dos se dirigieron a la preparatoria. El día pasaba con tranquilidad entre clase y clase “poniendo atención” y durante el receso dirigirse a la parte trasera de la escuela donde nadie viera a Drac cuando se hiciera visible ya que este chico no llevaba uniforme. Las cosas estaban bien, pero el mayor se notaba un poco preocupado, algo que Brick noto pero decidió no preguntar.
Cuando las clases terminaron y estuvieron de nuevo en casa fue cuando Brick se decidió a hablar con Drac acerca de los tres días que estuvo en su “dimensión” quería saber si aquello era lo que molestaba al contrario y si podía ayudar de alguna forma.
—Bien Drac, ¿cómo te la pasaste estos 3 días? –preguntó con algo de cautela.
—Pues como se supone los pasara, mal, estuve en mi casa y mi padre lo único que hacía era fastidiarme con el tema de volverme Rey, le dije y trate de razonar con él sobre el hecho de que realmente no lo deseaba, pero es imposible llegar a algo con mi padre –Dio un gran suspiro.
—Así que ¿Eso es lo que te molesta? –continuo preguntando.
— ¿Disculpa?
—Es que te he notado raro, como preocupado por algo ¿es eso?
—A eso, no es nada no debes de preocuparte –Se sentó en la cama y abrazo a Brick por la cintura colocando su cabeza en el estómago de este.
— ¿Q-que crees que haces? –Trato de alejarse de Ryou, pero este solo lo abrazaba más fuerte.
—No es nada, solo déjame estar así un segundo. –Sen lo observo y noto que en la mirada verde del pelinegro había más que preocupación así que decidió dejar de forcejar y acaricio los cabellos de este.
—Solo un momento. –dijo Brick
—Está bien –Escondió su cabeza y apretó el abrazo.
— ¿Drac realmente estas bien? –Pregunto pasados unos minutos –Si te preocupa algo puedes decírmelo –El pelinegro aún seguía con su rostro escondido.
—No, no es nada, creo que solo tengo algo de miedo, mi padre no tardara en encontrarme e intentar llevarme de regreso para que tome mi lugar, cumplo los 20 en un mes que es la edad indicada para que tome el trono, así que no tarda en venir por mí y yo, yo realmente no quiero eso –Se aferró a Brick aun sin levantar la mirada.
—No tienes por qué preocuparte estaré contigo y tratare de ayudarte cuando tu padre venga, nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres, confía en mi –El pelinegro miro a Brick quien le regalo una tierna sonrisa mientras este se levantaba y lo abrazaba más fuerte
–Te quiero Rick, te quiero mucho. –dijo y Brick pudo notar en su mirada que era algo real, que quizá había algo más en esas palabras, pero en ese momento no quiso pensar en ello.
—Ya, ya tranquilo –decía tratando de él también tranquilizarse pues el contrario había logrado ponerlo nervioso.
Esa noche ninguno de los dos pudo estar tranquilo. Brick estaba hundido en un mar de pensamientos que no entendía, pensamientos acerca de Drac y de cómo este lo había mirado, lo que él creía que significaba y lo que él sentía, nada era claro y estaba confundido, por su parte Drac aunque no estaba seguro de lo que sentía lo admitía y estaba dispuesto a arriesgarse, pero estaba preocupado por su padre y lo que pasaría cuando este lo encontrara.
Al día siguiente de regreso a casa después de la escuela Drac se quejaba de tener hambre y querer comer unas hamburguesas mientras Brick le decía que no se podía pues no tenían los ingredientes o el dinero para comprarlas y eso solo provocaba que el contrario se quejara aún más, era la primera vez que quería algo y se lo negaban, claro pues era un príncipe acostumbrado a que cumplan sus deseos.
—Entiende no se puede, no tienes dinero –Le decía mientras cerraba la puerta de la casa.
—Pero yo quiero unas ha… -Dejo de hablar al entrar a la habitación de Brick y toparse con alguien inesperado.
— ¿Qué sucede? Dejaste de hablar, bueno no es como si yo quisiera escucharte, pero… -Observo a la persona en su habitación, era un señor, aunque no se veía muy viejo, llevaba una barba cerrada y delineada, su cabello era igual que el de Drac negro y sus ojos eran color miel, era alguien muy guapo y con mucha presencia – ¿Quién es us…? –no termino de formular la pregunto cuando Drac grito quien era aquel hombre.
— ¿¡Padre!? –exclamó Drac sorprendido por encontrarlo ahí.
— ¿Él es tu padre? –pregunto Brick, pero fue ignorado por ambos.
—Así que este es el lugar donde te escondes. –hablo el hombre, su voz grave e imponente mientras recorría el lugar con la mirada. –Ya basta de esconderse Drac, nos vamos. –sentencio su padre. –En menos de un mes cumples la edad adecuada para remplazarme y aun necesitas aprender muchas cosas.
— ¡No iré a ningún lado! –gritó Drac a lo que su padre frunció el ceño. Brick los veía con algo de miedo ante el padre de Drac.
—No me importa lo que digas vienes conmigo –Dijo subiendo un poco la voz que ya era fuerte.
—No, no iré contigo ya te lo había dicho no quiero ser rey.
—Y yo te dije que no me importaba lo que quisieras es tu deber como el hijo mayor.
— ¡No me importa no quiero ir!
—Si saben que están en mi casa ¿no? –hizo un comentario que nuevamente fue ignorado.
—Vienes conmigo así te tenga que llevar a la fuerza
— ¡Inténtalo! –desafió a su padre.
— ¡¡Basta!! ¡Dejen de discutir! –Se hizo un profundo silencio y ambos voltearon a ver a Brick –Esta es mi casa y no dejare que nadie se ponga a gritar, además de mí. –aun con la voz alzada y mirando a ambos con el ceo fruncido. –Drac ya deja de actuar como un niño, y usted señor, o lo que sea, debe de escuchar a su hijo no solo imponer su voluntad.
— ¿Quién es él? –pregunto el padre de Drac a su hijo, claramente había ignorado lo dicho por el menor.
—Es mi amigo Brick –contestó ya más calmado.
—Entonces ¿esta es la verdadera razón por la que no quieres volver? –cuestiono.
—Claro que no, no quiero volver porque no quiero ser rey ya lo dije. –aclaro Drac un poco fastidiado de repetir lo mismo.
—Pero hijo es tu deber como heredero. –trataba de hablar de una forma menos autoritaria, quería que su hijo comprendiera y cedería sin tener que obligarlo.
—No me importa además no soy tu único hijo, no por ser el mayor debe ser así.
—Claro que sí, el hijo mayor del rey debe tomar el trono y lo sabes.
—Pero no estoy hecho para ello, mi hermano es mejor para el puesto, además el si lo desea.
—No me importa cuando naciste se decidió que tu fueras el heredero y así va a ser. –Dijo tomando la decisión de llevarse a su hijo y hablar con él más tarde. Su deber como Rey era cumplir las leyes que habían sido impuestas por sus antepasados y una de ellas era que el primer hijo fuera el rey y así seria.
El padre de Drac dijo una serie de palabras, entonces este quedo inmóvil y su padre abrió un portal por donde empujo a su hijo y Brick en un acto de impulso se lanzó junto a ellos.