Eran las 7 am cuando SeHun fue despertado por su madre para ir a la secundaria, era su anteúltimo año. La noche anterior había cumplido 16 años, y la mamá, le había dado de regalo una camisa, jeans y zapatillas nuevas, de una marca de ropa cara (solo hubo regalo, sin torta) Él provenía de una familia convencional, e iba a una escuela privada. Él era popular por su rebeldía y por su belleza impenetrable: siempre lucía bien, hasta cuando iba a los boliches, y despertaba a la mañana con olor a alcohol, con la camisa toda arrugada y con la mirada perdida, lucía super guapo.
Cuando se terminó de prepararse, se fue al colegio con Tao, su mejor amigo (de regalo de cumpleaños le invitó y le pagó por un bubble tea, una entrada al cine y una cena, en un restaurant caro). Tao era ese tipo de personas tímidas, pero por dentro tenía un cálido corazón, y era una de las personas más confiables del mundo. Él siempre apoya y acompaña a SeHun en todo. Ellos y dos chicos más eran los más populares. Esa mañana se sentía extraño: sentía como una repulsión a respirar intensamente y rápido. Al entrar al aula, las chicas se le acercaron a coquetearle, pero las rechazó. Ellas seguían insistiendo. Bufó porque se irritó y algo inesperado pasó: todos los papeles se volaron, los bancos y las sillas se cayeron y todos sus compañeros se desplomaron en el suelo. Todos miraron a SeHun. Él estaba estupefacto. Tao le miró y le dijo carente de palabras:
“¿Qué carajo…? SeHun, esto es un sueño no? Osea, ehmmm... ¿Qué mierda acaba de suceder?”.
Sehun estaba muy impactado. Acomodaron entre todos todo y hubo un silencio ahogador, y todos se sentaron en silencio- Ni una palabra se hablaba de lo sucedido, hasta que el director entró:
“Sehun necesitaria hablar con usted, por favor agarra tus cosas ve a mi oficina” Dijo el director bastante preocupado.
“Mierda” susurró Sehun. Seguramente alguien le había acusado.
Acompañó al director a su oficina y se sentó en una de las sillas giratoria con la cual empezó a girar hasta que entró el director. El lugar era bastante ordenado: había un escritorio en el que estaba lleno de papeles que eran todas cuentas bancarias del colegio y papeleos. En las paredes había fotos de los equipos deportivos y en unos estantes los trofeos. También estaba la foto del fundador del colegio.
“SeHun, de verdad…” se detuvo un momento pensando cuidadosamente qué decir sin gritar, tranquilamente “¿Tú tiraste todo? ¿Tú eres el causante de esto? Sé que eres rebelde, que es tu manera de ser, lo entiendo, todos los adolescentes , yo solía ser así…” empezó a contar su aburrida historia de su adolescencia, ya había perdido la cuenta de cuántas veces la había contado.
SeHun interrumpió al director “ ¡Yo no hice nada solo suspiré y todo se voló!” gritó SeHun exaltado.
“ ¡¡¡¡No me hables así, jovencito, estás expulsado, por mentiroso, por tu irrespetuosidad y por tus demás actos que dejé pasar!!!! Kai, el estudiante estrella, me contó lo que sucedió, así que no creo que me haya mentido, él es perfecto y está preocupado por tus acciones, que pueden influenciar en otros. No te creo nada” es verdad que SeHun había cometido varios “delitos” que el director había dejado pasar, pero esa vez, SeHun era inocente.
Estaba muy enojado con Kai, e iba a planear su venganza. Decidió escaparse y vivir una vida de fiestas, harto de su desastrosa y penosa vida. Su padre los abandonó a los 10 años, y su madre trabajaba de prostituta, y andaba de fiesta en fiesta así que por eso no andaba en casa muy seguido (tampoco le importaba mucho su hijo, hasta antes del abandono de su padre) No sabía cómo decirle a Tao que ya no lo volvería ver, de que escaparía de la sociedad a la vida de fiestas, alcohol y drogas… Sabía que aunque su amigo lo apoyaba en todo, él le regañaría por esa decisión estúpida que espacap no cambiaría nada… Por esa razón decidió escribirselo por mensaje de texto. No le importaba que su madre lo supiera, ya que le daría igual.
Ese día, al salir de la oficina del director, se fue directo a su casa, en una mochila puso algunas cosas (como fotos y regalos de Tao, ropa y dinero) se vistió y a la noche se dirigió a una fiesta.
El sitio era bien colorido por las luces de colores, pero era bastante oscuro y no se podía reconocer a nadie. La atmósfera era medio tensa, hacia calor y había demasiada gente bailando en la pista de baile. Se fue al bar, tomó un trago, dos, tres… Al quinto el alcohol ya estaba en sus venas. Estaba bailando locamente, y rechazaba a cualquier persona que se le acercaba, ya que la única (por ahora) persona que le gustaba y disfrutaba pasar tiempo era Tao, con las demás personas era indiferente. También era medio vergonzoso a gente que acaba de conocer.
Ya exaltado, se fue a sentar en un sillón. En su frente caían algunas gotas de transpiración. En el gentío, apreció un chico, más bajo que SeHun, y con buena contextura física. Se le acercó. No podía ver bien su rostro.Vestía unos pantalones negros un poco (bastante) ajustados, que le hacían ver todas las curvas de sus piernas y trasero, una camisa que estaba arremangada hasta los codos, el cuello estaba desabrochado y unos zapatos negros. Su pelo castaño brillaba en media oscuridad. Su corazón empezó a palpitar rápido… ¿Qué le estaba sucediendo? Nunca lo había visto en la vida ¿Por qué estaba pasando eso? Se aproximó y le preguntó:
“¿Tú eres Oh Sehun?”
“S-sí” Tartamudeó inquieto.
“Okey… SeHunnie… no temas, no te haré daño, solo sígueme…” Dijo con una mirada sensual a la que nadie se resistiría. Sin esperar respuesta, lo agarró de la muñeca, se lo llevó fuera del boliche. Al salir, pudo ver bien bien el rostro de aquel chico. Tenía muy lindos rasgos, y era muy atractivo. Vió que había un auto negro y el chico le dijo que se metiera ahí dentro. SeHun dudó un momento. Luego se dijo a sí mismo, con doble sentido “no tengo otro lugar al que ir, así que supongo que no estaría mal acompañarlo...”
Se subieron al auto. SeHun con un tono nervioso le preguntó:
“¿C-cómo te llamas? “
“Baekhyun, pero puedes llamarme Baekhyun el super duper sexy, o Baekhyunnie, el apodo que más te guste” dijo Baekhyun con un tono juguetón, y con una sonrisa seductora.