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AL OTRO LADO DEL ESPEJO por LADY_YAGAMI

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Notas del capitulo: al pincipio se tornara muy comun pero el amor llegara de forma inesperada.

este fic es algo raro que surgió de mi cabeza espero les guste , por favor dejen comentarios. Se veran a iori un poco mas relajado y su familia no es como siempre se espera, Kyo tendtra una madre algo diferente y lo demás lo sabran en el fic. Aclaro, los personajes no me pertenecen y lo hago sin fines de lucro si no por simple diversión, los inventados si me pertanecen.

REFLEJOS OPUESTOS

 

Eran casi las 8:00 de la noche, un distraído pelirrojo caminaba entre la multitud dotado de las más grandes despreocupaciones, su padre hacia un buen reto que no lo llamaba para nada, y tenia un buen tiempo sin pelear con su odiado rival: Kyo Kusanagui, aunque no le era odio lo que le tenia, pero ese sentimiento tenia que callarse , el nunca le correspondería, en fin, le estaba dedicando más tiempo a su banda y a componer canciones, en ese momento estaba extrañamente tranquilo, y quizá por eso en ese instante tuvo un escalofríos, era demasiado bueno, demasiado pera ser verdad, y no se equivocó, pasaba precisamente frente a un lujoso hotel internacional donde había limosinas estacionadas lo cual decía que muchas personas importantes estaban reunidas en dicho lugar, eso no le habría importado en lo absoluto si no fuera porque de entre la multitud de gente elegantemente vestida había un joven castaño idéntico a Kyo, lo raro es que el no se veía precisamente como este solía verse, no, este tipo tenía estilo, elegancia, su vestimenta era un traje hecho a la medida de influencia europea su saco era largo, tanto que llegaba a los tobillos, su camisa blanca lucia sujeta por el cuello por una finísima corbata, Iori se acercó con mucha curiosidad cual un gato de forma silenciosa, al acortar las distancias admiro mejor el rostro del sujeto, su tez era de un tono blanquecino, no pálido enfermo sino uno hermoso, le resaltaban sus bellos ojos de color castaño casi miel, que desprendía un cierto brillo enigmático, su cabello estaba peinado hacia atrás y sujeto en  por un broche de tono plata con magníficas formas grabadas en el. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes de seda y su mano derecha sostenía un cetro de esos que suelen llevar los magnates, su base era un dragón tallado que parecía enroscarse al resto del cetro, y por ojos llevaba hermosos rubíes que en su conjunto eran exquisitos, la sola visión de esta criatura era algo sublime, el castaño era realmente bello, fácilmente competía con los ángeles pintados en famosas obras de arte.

 

<-¿Qué esto?, ¿acaso es realmente el perro Kusanagui?, ¡no puede ser! este es demasiado elegante, con clase y tiene el cabello largo, además no es de piel morena, esto no es posible…->

 

Cuando estaba concentrado en esto el joven castaño se acerco a paso lento, elegante, con mucha gracia, cual fuera un príncipe se detuvo frente al pelirrojo e hizo una reverencia propia de un caballero. Después de esto se dirigió hacia un parquecillo cercano invitando a Iori a seguirlo, cosa que hizo este sin dudar, al llegar al lugar que esos momentos estaba solitario Iori se detuvo, el chico se giro quedando frente al Yagami y se miraron fijamente, en ambas miradas se notaban una gran confusión, pero inesperadamente la del castaño se tornó severa y con mucho odio reflejado en sus bellas pupilas que brillaron en tono dorado con la luz de la luna.

 

-¿Qué rayos pretendes?, ¿Qué es todo este estúpido cambio, esperas confundirme idiota?- Iori bufo furioso, quería una explicación ¡y ya!, el otro se limitó a endurecer sus facciones, tornando su rostro serio e inexpresivo,¡que rudeza notaba su rostro! y sin más asestó un puñetazo a Yagami que por fortuna esquivó.

 

-¿A mí me preguntáis que pretendo y vos sois quien está tratando de confundirme?, si seréis maldito, imbésil ¿qué esperáis con cambiar vuestra apariencia? ¿Acaso pensabais evitarme?...

 

-¡Pero que…!-, era obvio que ambos estaban por demás ofuscados y en extremo extrañados uno de la actitud del otro.
Iori lo tomo de la solapa del saco y comenzó a sacudirlo, esto sorprendió sobremanera al otro pero en seguida se formó en su rostro una sonrisa satisfactoria que luego se convirtió en carcajadas muy parecidas  a las del mismo Yagami cuando participaba en los torneos de Kof. Desconcertado Iori lo soltó mirando fijo sin atinar a hablar.

 

-veo que lo que queréis es pelear, ¡perfecto!, hasta que por fin tendré le duelo que deseaba sin teneros que provocaros, conejito…-

 

<-¿Duelo?, ¿perfecto?... ¿qué quiso decir con eso?.. .¡un momento!¿conejito?...-> El pelirrojo oficialmente estaba más que confundido y furioso, y el tipo que estaba frente a él hacía exactamente todo lo contrario que haría Kyo Kusanagui, kusanagui trataría de evitar la batalla y haría gala de su arrogancia, pero quien tenia en frente aceptaba pelear con él y no se veía arrogante sino más bien ansioso.

 

- ¿Me dijiste conejito, idiota?-
- ¿acaso sois sordo?, ¿no conocéis a los conejos?-

 

Iori apretó la mandíbula pero siguió con el juego de palabras.- Si, pero no se que tiene que ver conmigo un maldito conejo-.

 

- Pues veréis,… ¿Cómo deciros? (fingiendo estar pensando), son cobardes, tienden a escapar, y además tienen ojos rojos como vos-.

 

Esta vez Yagami no se contuvo y se abalanzo contra el joven que no esperaba un ataque y recibió de lleno el impacto dejándolo de rodillas en el suelo. El ambiente era tenso, los ojos fieros de Iori  se fijaron en su rival que se tocaba el área del golpe, mas no mostraba rastros de dolor en su rostro pero si sorpresa, se levantó con facilidad, se sacudió como quien solo se ha empolvado y tomo inesperadamente a Iori por las muñecas aprisionándolo contra un árbol. La fuerza con la que era retenido en verdad sobrepasaba a la del pelirrojo pero no era solo eso sino el hecho que al encontrar su mirada con la del castaño, sus ojos tomaron un tinte violáceo hasta convertirse poco a poco en escarlata como los suyos y su cabello se oscurecía cobrando un tono azabache, tan espeso como la negrura de las noches sin luna, su piel tomó luminiscencia y sus labios rosados y sedosos, una imagen surrealista y espeluznante tomando en cuenta la fiereza de su mirada, pero no fue solo eso sino que ahora que lo meditaba su acento era diferente, su japonés era fluido casi perfecto pero se distinguía ciertos matices del lenguaje en algunas sílabas que lo delataban como europeo, tal vez ingles o ruso, pero no japonés nato. Sin pensar más utilizó sus piernas para zafarse y se alejó agitado con pensamientos que pasaban por su cabeza a mil por hora…

 

- ¿Kusanagui?-.dijo Yagami dudativo, Kyo era inconfundible, el lo distinguía de sus clones con facilidad pero este sujeto despedía una energía muy similar por no decir idéntica.

 

- ¿Qué está pasando?, ¿Quién sois vos?, por lo que veo no sois Lancreé…pero os aseguro que no soy Kusanagui.- La expresión del castaño era incrédula el también dudaba de que el pelirrojo que tenía en frente de él fuera quien conocía.

 

- Entonces, ¿Porqué te pareces tanto a él?.-.
- No lo sé, pero vos también sois idéntico a Lancreé.-
- No tengo ni idea de lo que sucede…-.
- ¿pero quién sois?-.
- Yo soy Iori Yagami, ahora dime ¿Cuál es tu nombre?
El chico hizo una reverencia y se presento:
- Esparda, Conde Andrew Esparda, soy un noble inglés.-
- ¿conde?, ¿eres un noble inglés? -.

 

Andrew iba a contestar pero se vio  interrumpido por la presencia de una mujer elegante de edad madura, pero bella ataviada con un vestido exquisito y un abrigo de piel que se presumía fino, pero al igual que Esparda de facciones endurecidas y mirada severa, clavó sus ojos en Iori y luego se volvió hacia el castaño.

 

- ¡Vámonos!- fue la orden sin más explicaciones.
­- ¡Pero madre!, yo solo…
- No hagáis que vaya a donde vos.

 

Resignado se dirigió hacia su madre pero le dio una tarjeta suya al pelirrojo y se alejó desapareciendo en la oscuridad como si fuese un fantasma…    

 

Iori se quedó viendo la nada sin reaccionar pero cuando al fin pudo hacerlo observó la tarjeta que tenia la dirección además el hotel, de una mansión que el conocía en Japón, la guardo y sonrió.

 

- Espero verte pronto Esparda, tenemos un combate pendiente…

 

Si, Yagami Iori se había conseguido otro rival digno que ya consideraba de la misma magnitud que la rivalidad que tenia  con Kyo y no era solo por su parecido con este, sino que además de que su presencia lo inquietaba, había algo en él que no sabía que era pero lo averiguaría, y volvió a su mente el cambio brusco en su apariencia que no era nada grotesca sino todo lo contrario, la increíble fuerza con que lo sujetó, hasta hoy nadie había podido someterlo de esa manera, por  lo que deseaba pelear con Andrew lo más pronto posible, indudablemente eso sería muy interesante.

 

CONTINUA....

 

 

dejen comentarios se los agardeceria.


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