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AL OTRO LADO DEL ESPEJO por LADY_YAGAMI

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Notas del capitulo: este cap. es para relatar la verdadera personalidad de Andrew, ya verán quien es Suki y un celoso Iori.

Agrdesco sus comentarios y realmente lamento no contestaarlos por separados pues siempreestoy a las carreras. mi beta una gran chica, le pido perdón pero mi correo sigue muerto gracias a un hijo de la  ejem, ejem, bueno historia aparte, les dejo el cap. y dejen comentarios.

CAP.14. LA AMADA SUKI DE ANDREW

 

 

La reunión de los clanes fue un total caos, al ver llagar a Kyo y a los cuatro chicos juntos casi les da un infarto (de hecho le dio uno al tipo que molestó a Andrew). Se presentaron y como el mismísimo conde Esparda un noble con muy mal carácter y terribles reacciones, tiende a matar por solo mirarle mal, todo un caso y excelente representante de un Yagami (si lo fuera), Alexandro resultó ser alguien noble y tranquilo, más a fin con un Kusanagui, cuando se dio a conocer la situación de los gemelos de cada clan muchos protestaron ignorando los alegatos de las damas y no fue sino hasta que la tranquila Shizu (o sea Elena) dejara en calidad de vegetal a un impertinente le prestaron atención pues de ella el castaño de pelo largo heredó su mal carácter  y es que arriesgarse a morir no era una opción.

 

Luego de mucho discutir muchas dudas fueron aclaradas como el motivo de que en ambas familias tuvieran gemelos por herederos y es que a Saisyu y Koji se les ocurrió iniciar una pelea durante su juventud y el entonces encargado del clan Yata los separó usando el poder del espejo que protegía y es por todos sabido que dicho objeto tiene como consecuencia que todos los del clan yata tengan gemelos, ahora bien, ese efecto les dejó mella y el resultado: Iori y Alex como herederos de Lancreé- Yagami y Kyo y Andrew como  herederos de Esparda- Kusanagui.

 

Ya se suspendió el torneo hasta dos semanas después así que ahora volaban rumbo al castillo Esparda, en el avión privado de los Lancreé, Kyo e Iori estaban algo incómodos, enterarse que son además de líderes de poderosos clanes japoneses unos nobles ingleses, unos condes, bueno después de la sorpresa inicial como que ya lo habían digerido.

 

Un rato después...

 

Las ochos personas llagaban a un hermoso castillo que tenía como fondo un acantilado y una vista hacia un azul mar, un gran jardín y rosales en la entrada, realmente una vista sublime, Kyo tenía la boca hasta el suelo, no tenía idea que ser conde significaba vivir en un castillo, ya quería ver la cara de sus amigos cuando les contara lo sucedido, para recibirlos los empleados les esperaban a la entrada del majestuoso lugar, muchas sirvientas uniformadas y varios hombres con un elegante traje de servicio, hasta el cocinero; Iori vio que todos tenían gran solemnidad y se dirigían a Shizu y a Andrew como ama o amo según el caso, pero todo eso se rompió cuando unos cinco niños de nos más de seis años salieron de detrás de los adultos y corrieron a abrazar Andrew.

 

- ¡mi señor, mi señor que bueno que ha vuelto mi señor!- una de las niñas que salieron a saludarlo le hablaba muy cariñosamente mientras le daba un beso en la mejilla al castaño que se había inclinado a la altura de los pequeños. Un niño menor que todos los demás de unos tres años que no podía acceder al castaño ya que los demás no le dejaban comenzó a sollozar, pero el mayor le tomó en brazos.

 

- No lloréis mi pequeño caballero, y menos que os he traído un obsequio especial para vos- el niño esbozó una sonrisa que inspiraba ternura, entonces fue blanco de miradas curiosas de todos, ¿Cómo es que el sanguinario Andrew Esparda era capaz de mostrarse así de lindo con esos infantes?, bueno, todo tiene una explicación y es que el castaño adora a los niños y los animales.

 

- ¿Por qué ...?- fue la pregunta de Kyo cuando este se le acercó, y los niños ya no sabían cual era cual, miraban alternativamente a ambos con la boquita abierta y sus ojitos como platos.

 

- Kyo, te presento a mis niños, ellos viven aquí con sus madre, todas ellas trabajan en el castillo, el más pequeño en marcus, las damitas de allá son Mary y Perséfone, esta de mi lado es Daniela y ellos son carl y Anthony.- dijo hablando a Kyo, luego se giró hacia los niños- Niños él es mi hermanito Kyo, es menor que yo, y quiero que lo tratéis  bien, ¿entienden?, no os hagan travesuras por favor.-

 

el otro castaño estaba muy confundido, su gemelo era muy diferente cuando estaba en presencia de los niños, y le llamó hermanito, casi podía jurar que con cariño, después de pelearse por todo ahora su igual le trataba con aprecio, pero decidió fijar su atención en los pequeños que le sonreían, y él les respondió igual.

 

- Los pequeños son inocentes y los animales fieles muy diferentes a los hambres que abundad en la humanidad- ese fue el comentario final del mayor de los gemelos, porque resultó ser que tanto Alex como  Andrew eran los mayores (aunque solo por minutos).

 

El lugar era acogedor, los pelirrojos estaban maravillados, Alexandro confesó que creía que los nocturnos vivían en lugares lúgrubes, no se esperaba un lugar iluminado y tan lleno de vida; el castaño de pelo largo dio instrucciones de que el cocinero de no hacer trabajo alguno porque el prepararía la comida.

 

Dos horas más tarde...

 

Kyo, Iori y Alexandro veían trabajar con gran dominio en la cocina a Andrew, era verdad que era un chef  y uno muy bueno a juzgar por los exquisitos aromas y la apetecible cara que tenían los platillos que ahora servía, es decir, para los otros tres era algo anormal que una persona como el castaño le gustara la cocina.

 

El castaño de cabellos cortos veía como su gemelo sacaba del refrigerador una bandeja con coloridos bocadillos dulces; al chico le brillaron los ojos, se apresuró a tomar uno y a probarlo, sus papilas gustativas llegaron al cielo, eran dulces deliciosos, sin preguntar siguió ingiriendo los alimentos, Alex le imitó y pronto también Iori, cuando Andrew se dio cuenta de lo que pasaba, ya solo había uno de los bocadillos, miró a tres hombres con las bocas llenas prueba de que fueron ellos quienes se comieran los dulces.

 

- Si queréis más hay en la heladera- dijo sonriendo al pillarlos con las manos en la masa 8en este caso en los dulces)- pero dejéis algo a mis niños, a propósito, ¿podéis ayudarme a servir en la mesa?-
Los chicos asintieron categóricamente pues no podían esperar a probar esas deliciosas obras culinarias de su compañero, así que llevaron la comida al gran comedor cuando los mayores hacían acto de presencia; ningún sirviente ayudaba, eran ordenes de Andrew pues cuando sus padres estaban en casa acostumbraba servirles él mismo, era como una tradición y la presencia de la otra familia no cambió para nada la costumbre del castaño, cuando todo estuviera en orden pasaron a sentarse y se dispusieron a comer, cabe mencionar que Victoria halagaba mucho la sazón del chico y Koji estaba complacido con la comida, mientras Saisyu y Shizu ostentaban orgullo por su hijo.

 

Ya había pasado un rato y los chicos recorrían la casa, Andrew les enseñó el lugar donde se hospedarían y a Kyo su habitación pues como un Esparda ocupaba una de las principales. Mientras mostraba el lugar el chico de cabellos castaños cortos entró a la habitación de Andrew, era realmente grande, tenía un balcón cuya vista daba al inmenso mar y enormes ventanas cubiertas con cortinas de terciopelo negro, las paredes eran blancas y las columnas eran de mármol, la cama de tamaño jumbo y con donceles plateados, la cama a su vez tenía cortinas de tala traslúcida en color negro también, las colchas contrastaban por su juego blanco-negro, dentro del lugar había un estanque donde escurría agua de una mini-cascada artificial, formando una hermosa fuente ambientada con plantas y flores.

 

Después llegó al lugar los demás y por último el mismo Andrew.

 

- Creo que ya habéis conocido mis aposentos, y supongo que habéis visto a mi Suki...-
-¿suki?- los tres hombres preguntaron asombrados, al pelirrojo le pegó en el hígado pensar que una chica habitaba en el dormitorio del castaño, el tenía celos que alguien más tuviera al amor del apuesto chico, así que casi escupió la pregunta con mucho desprecio.
- ¿Quién es Suki?, porque no hay nadie aquí.- Ante la respuesta Esparda buscó en todo el lugar y descubrió horrorizado que efectivamente el espacio estaba vacío. Salió corriendo por los pasillos ordenando la búsqueda de su adorada Suki y los pelirrojos como su hermano lo siguieron, era algo impresionante la angustia que reflejaba su rostro, el generalmente frío semblante del joven estaba perturbado por preocupación, su madre y Saisyu llegaron donde ellos preguntando el porque de tanto alboroto.

 

- ¡Madre no encuentro a Suki!- la castaña parpadeó y comprendió en seguida la gravedad del asunto así que ella misma comenzó a buscar.

 

Al cabo de casi una hora de búsqueda Kyo no se aguantó la curiosidad y preguntó sobre la dichosa Suki por la que Andrew estaba dejando de cabeza el castillo.

 

- Mira Kyo, Suki es muy importante para tu hermano así que si le encuentras debéis avisar inmediatamente por que conociendo como conozco a mi hijo le va dar un ataque de nervios-

 

No solo Kyo escuchó la conversación sino un muy celoso pelirrojo que ya empezaba a tramar como matar a esa que le robaba a su chico, aunque en realidad no era su chico todavía y el incidente en el cementerio estaba pendiente aunque el castaño le dijo que eso no importaba ya que Iori no tenía control de sí, lo que pasó solo no fue el pelirrojo sino Orochi, y la explicación de Andrew lo dejó tranquilo pero la existencia de esa Suki... ¡huy!... que coraje le daba.
Mientras tanto caminaba sin ver hasta que tropezó con algo cuando inspeccionaba su habitación en la ala de huéspedes, algo parecido a una piedra salió debajo de la cama, esa piedra se movía y era color verde, cuando supo que era la tomó y salió del lugar a preguntar por eso que encontró, iban muy concentrado en el asunto de Andrew que no se percató cuando llegó al gran recibidor donde el castaño recibía la noticia de que la búsqueda no daba resultados, Kyo se le acercó lo mismo que Alexandro preguntando  que era lo que llevaba en brazos el pelirrojo, cuando iba a responder:

 

-¡SUKI!, ¿Dónde os habéis metido?- Andrew le arrebató la gran piedra que llevaba Iori, esta de más decir que tanto los pelirrojos como Kyo le miraban impactados, la susodicha Suki era nada menos y nada más que...

 

-¿ya habéis encontrado a vuestra tortuga, hijo?- Elena veía como su hijo mayor tomaba a una tortuga de aproximadamente 45 a 50 cm., de longitud y algo pesada, el reptil tenía una franja naranja como antifaz en los ojos y a esta el castaño le miraba con reproche.

 

- ¿esa es Suki?- los tres chicos que observaban la escena lo creían pues lo que tan afanosamente buscaba el castaño de cabello largo era su mascota que obviamente vivía en el estanque de la habitación de Andrew. Iori puso cara de circunstancias pues no era una chica a quien se refería, es decir, estaba celoso de una tortuga, Saisyu que también miraba divertido como los visitantes estaban incrédulos sobre la situación así  que decidió explicar.

 

- pues verán Suki...

 

Flash Back

 

Un Chibi-Andrew de un año de edad caminaba por la habitación con algo de dificultad pues recién aprendió a hacerlo, pronunciaba muy fluidamente varias palabras y comprendía muchas cosas que se le decían, estaba vestido con un trajecito de pantalón con pechera y sus piernitas un tanto regordetas con su carita redonda y mejillas sonrosadas, sus ojos cafés claros con un brillo inocente, su boquita sonrosada y pequeña y ya su lacio pelo le topaba los ojos, era toda una ternura como a esa edad también lo era su hermano, dio unos pasos y no pudo equilibrarse y cayó de sentaderos al suelo, sus padres le vigilaban pues querían ver su reacción, el pequeño Andrew  gruñó pero no lloró, se apoyó de un mueble y se levantó de nuevo, Saisyu mostraba orgullo pues era su cachorro( como el le decía) muy perseverante y orgulloso, no esperó y se acercó al pequeño, le habló y lo llevó hacia su madre cargándolo, ella sostenía una pecera con palmeritas de juguete y coloreada gravilla, en ese recipiente estaba una mini tortuguita no mayor en tamaño de una tapa de botella, el bebé le dio una mirada de curiosidad pues el extraño objeto se movía desesperado (lo que pasó es que la tortuguita estaba boca arriba y luchaba por volver a tener sus patitas abajo donde debería estar), chibi-Andrew tomó el animalito y lo volteó  de modo que la parte plana de su caparazón estuviera donde debería, como respuesta el reptil empezó a patalear en señal de aceptación y el bebé sonrió alegre.

 

- Mira Andrew, esta es tu nueva mascota, cuídala bien porque una vida es una responsabilidad, y ahora este animalito es tu responsabilidad- Le dijo mientras su madre le ayudaba al peque a darle de comer a la tortuguita.

 

-sshhhhhhuuuuukiiiii- chibi-Andrew pronunciaba algo rara, tal vez con ello se refería al animal, así  que Saisyu decidió llamar a la nueva mascota Suki Y desde entonces la tortuga estuvo al cuidado del castaño.

 

Fin de flash back 

 

Los que escuchaban comprendían a lo Kusanagui-sama se refería, por los años que tenía ese animal con el castaño mayor era casi de su misma edad y como esos animales son muy longevos era seguro que estaría con él hasta donde se pudiera.

 

-ah, es como Chatrán, el gato de Iori, ese minino tiene unos tres años con él  y es muy consentido, y pobre de aquel que lo maltrate porque  Iori lo acribilla.- Comentó dejando a un pelirrojo muy colorado porque eso era verdad.

 

Entonces  Andrew estuvo conciente que era el flanco de todas  las miradas, no se percató en que momento dejó ver sus sentimientos y su máscara de frialdad desapareció, solo atinó a reir al ver a Iori tan rojo como su cabello, tal vez era que por primera vez se sentía completo, se sentía con una familia, la calidez que su corazón albergó fue mucha, y más se sorprendió de que en ese momento confiara hasta en su acérrimo enemigo, de que por primera vez convivía sin rencores, tal vez si esto seguía así, Nenrom y Orochi se enfrentarían a una dura resistencia.

 

Estaba atardeciendo cuando Kyo examinaba a detalle una sala de música, había libros, un violín en su estuche y un gran piano negro, sin pensarlo se sentó en el banquillo y pulsó algunas teclas que pertenecían a notas de una conocida canción que su madre acostumbraba interpretar cuando le enseñó a tocar el piano, lentamente se dejó llevar y con ambas manos arrancaba bellas notas con movimientos suaves y los ojos cerrados, su sentimiento era de confusión, temor, temor, angustia, y luego euforia, esas sensaciones transmitían algo bello a través de la melodía. Andrew entró inducido por la música, no dudó y sacó su violín de su estuche y comenzó a interpretar con el instrumento, las cuerdas del violín tenían tanto sentimiento que aunado a las del piano era extremadamente hermoso, cuando ambos encontraron su mirada era mirar un espejo y descubrir que se comunicaban incluso sin hablar, una curva en sus labios mostraban el gran apego que en ese instante sintieron, de nuevo cerraron los ojos y se concentraron en la melodía que se tornó intensa y dulce, y la armonía de ambos instrumentos  podría ser difícilmente igualada, Alex  seguido por su gemelo se guiaron con tan bello sonido y encontraron una viste sublime, dos jóvenes físicamente iguales con sus rostros con signos de concentración, desmesuradamente bellos, a cada pelirrojo se les sembró la duda; al principio cada uno se enamoró de su enemigo, luego decidieron que era mejor intentar con el gemelo opuesto pues era más afín, pero ahora, ahora parecía que ambos eran una mezcla de rudeza y nobleza, Alex lo comprobó con Andrew, su amor platónico, su risa cuando esos niños se le acercaron, su rostro angustiado por Suki, era simplemente tan contradictorio y atractivo, Iori también se daba cuenta que Kyo tenía algo de arrollador que su gemelo pues interpretaba con pasión igual que su hermano, su amor estaba indeciso, estaba pasando algo terrible, los pelirrojos estaban enamorados de ambos castaños y cuando empezaron a conocerse aumentó la gran confusión de sentimientos, ¿Qué debían hacer?, era algo realmente agobiante, su corazón latía  a ritmo acelerado y cuando se reflejaron cada uno en las pupilas rojas del otro se encontraron con un sentimiento igual, amor, amor hacia esos chicos que terminaban esa música salida del alma, lo más importante era saber como proceder, era saber que seguía pues era una cuadro amoroso. 

 

Continúa...

espero no se enojen conmigo.... ^-^nos leemos.


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