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AL OTRO LADO DEL ESPEJO por LADY_YAGAMI

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Aquie esta el tercero, esto va dar pie a la explicaion de de los sucesos, el pasado de los padres de Iori y de Kyo son fundamentales, con ellos utilizo una relación hetero, y se darán cuenta de donde heredó Iori todo su encanto.

lean, gracias por su atención.

------En la Mansión Yagami----

 

- ¡Victoria!, te he extrañado mucho.
- Y yo a ti mi Koji.
  
Yagami-sama recibía a su esposa después de un largo tiempo sin verla, la amaba mucho y era junto a su prole su más preciado tesoro aunque esto solo lo sabían ellos y nadie más, pues el líder del clan no debía ser sentimental. La hermosa pelirroja acariciaba a su esposo un hombre maduro de cabellos negros sin cana alguna que tiñeran de blanco sus sedosas hebras que tocaban la parte frontal hasta la barbilla y la parte de atrás pasaba la nuca, sus ojos eran rubíes que tenían un inmenso fulgor igual a la sangre recién derramada, y eran también expresivos, un hombre apuesto en verdad y su edad madura solo acentuaba su belleza y ni hablar de su físico, un cuerpo bien cuidado, delineado  por el ejercicio y una que otra marca recuerdo de antiguas batallas.

 

Su bella esposa se acercó a sus labios besándolos de manera dulce, y este abrió la boca para recibirla transformando el beso tierno a fogoso-apasionado, continuando las caricias subiendo de tono hasta casi tornarse en un encuentro amoroso apasionado, pero en ese instante entró otro pelirrojo a la sala donde se encontraba la pareja, quedando impactado, no se esperaba lo que veía y decidió que lo más prudente sería darse media vuelta e irse.

 

- Mejor vuelvo más tarde…-
- Espera, no os valláis, Iori, quédate, que deseaba veros.
- Mamá, al que desebas ver era a mi papá, eso me quedó muy claro.- dijo muy sonriente haciendo un guiño a su padre provocando un sonrojo en la bella dama.
- Ejem, Iori no contradigas a tu madre…
- Lo sé papá, solo bromeaba…- esta vez fue Koji a quien se le tiñeron las mejillas de carmín pues se imaginó lo que su hijo vería si se tardaba un poco más.

 

Victoria abrazó a su hijo y le dio un beso en cada majilla, dejando a Iori con ganas de retroceder ante la forma afectiva de su progenitora, y su padre solo soltó una risa en forma burlona por lo que había pasado hace poco su hijo.

 

- Hace un buen tiempo que no te veía mamá, que te trae a Osaka, ¿No tenías muchos negocios que atender en Inglaterra?
- Si, pero tenía muchas ganas de veros mi bebito, os he extrañado…
- ¡Mamá!, no me digas bebé.
- No os dije bebé, sino bebito.

 

El pobre pelirrojo no sabía como defenderse de su adorable pero empalagosa madre, pero su padre fue en su ayuda y tomó de la cintura a su mujer robándole un beso que la distrajo y la arrastró hacia el comedor donde ya servían la cena. Su linda madre sabía vengarse de los comentarios muy bien pues Iori detestaba que le dieran mimos exagerados.

 

-----En el hotel ----

 

- Disculpe, ¿pero aquí se aloja alguien llamado Alexandro de Lancreé?
- Si señor, ¿desea que le llame a su habitación?, el señor Lancreé avisó que un joven vendría a buscarle…
- Si, llámele por favor. < (El sabía que vendría, seguramente tentó mi curiosidad).>

 

El castaño estaba esperando a que su nuevo amigo bajara, no se percató que había sido seguido por Athena que junto con sus demás amigos estaba preocupada.

 

Del ascensor emergió el pelirrojo, ahora traía unos pantalones rojos y una camisa blanca holgada que hizo al pobre Kyo recordar al verdadero Yagami, pero esta vez las hebras escarlata se movían al compás del ritmo que Alexandro marcaba al caminar pues lo llevaba suelto y en mechones al frente dejando su fleco que le cubría parcialmente  el rostro. Athena casi se va de bruces ante la visión del muchacho, era sublime, lucía muy atractivo y etéreo, irreal, y no solo ella si no  que todas las chicas que estaban alrededor se quedaron con la boca abierta, Kyo <- Se ve hermoso, realmente hermoso-> y el castaño se pateo mentalmente pues no era posible que el pensara así de otro hombre, pero es que cualquiera babearía con tal visión, era un ángel caído del cielo, se sacudió esos pensamientos y aun tembloroso se le acercó a guapo pelirrojo y le saludo, después Alexandro lo condujo hacia el estacionamiento y ahí se quedaron frente a un mercedes plateado de lujo…

 

- ¿Este es tu auto?
- Si, ¿Por qué?
- No, por nada, es que es un auto muy caro.
- Este me lo regaló mi mamá.- Y sonrió muy infantil, con esto acelerando el corazón de Kyo, era tan irreal, este chico era muy dulce contrastando claramente con el arrollador y muy pero muy malhumorado de Iori Yagami.
- Yo quisiera que mi mamá me regalara cosas así.- añadió con presteza para ocultar ese descoloco que le provocó con ese simple gesto.
- No creéis que me lo dio solo por ser vuestro hijo, tuve que aprobar el examen de ingreso para la universidad, y no sabéis que trabajo me costó.- y volvió a mostrar su bella sonrisa con algo de pesar, pues había recordado lo desagradable que fue oir el sermón de su adorada progenitora.
- Pero aún así tienes suerte, mi madre me amenazó de regalar mi motocicleta si no lograba siquiera pasar a este nivel.
- ¿Habéis repetido algún grado? 
- Dos veces…- dijo Kyo que bajó la cabeza avergonzado.
- No os preocupéis, yo igual…

 

Y ambos clavaron la mirada al suelo con una gran gota de sudor sobre la cabeza, después subieron al auto y Athena logró poner un aparato pequeño de rastreo en el auto arrojándola al interior.  

 

Alexandro pisó el acelerador y el auto avanzó muy rápido, dejando marcadas las llantas en el pavimento. En ese momento un auto convertible negro se estacionó. De el bajó una dama castaña muy hermosa y del asiento del piloto Kusanagui-sama, es decir Saisyu Kusanagui, y la mujer que lo acompañaba era nada menos que Shizu, su esposa, solo que ella lucía un vestido muy elegante, con un abrigo de piel finísimo, su porte era de facciones endurecidas y serias igual que su esposo, no el afable con que los recibía a Kyo y sus amigos cuando iban de visita a la mansión Kusanagui. Esta situación le pareció muy rara a Asamiya y les siguió dando a los que recibían la imagen con su cámara-arete  una perspectiva muy extraña del asunto. Llegaron al la recepción del hotel y ahí les esperaba un tipo que los saludó y los llevó al bar de este.

 

Athena prefirió verificar su pantalla donde mostraba donde se encontraba el auto donde Kyo se fuera, este aparato se lo habían prestado los integrantes del ikari team, con la condición que les informara sobre la extraña nueva amistad de Kusanagui, a Leona esto la tenía extrañada y le daba un presentimiento malo, pues la sangre Orochi que tenia la estaba inquietando, y solo significaba problemas.

 

La luz parpadeante se detuvo en la dirección de un club de moda, entonces ella subió  a su auto y se dirigió para ese sitio.

 

CONTINUA...


 Hasta aquí les dejo, estoy algo ocupada pero quiero terminar lo más pronto posible. Gracias por leer. ^u^, dentro de dos o tres capítulos se verá un lemmon, les pido me hagan llegar las criticas al respecto.

 

 


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