- ¿Denomino?, ¿es un demonio?- preguntó incrédulo Kyo, entonces algo inquietó su mente, Iori tenía sangre maldita, de un dios: Orochi, y ahora este con sangre de demonio, si que esta vez tenía problemas, ¿que tal si se ganaba otro Yagami que quisiera matarlo?, suficiente tenía con el pelirrojo loco para ahora tener a el otro castaño tras de él. Pero Alex entonces que era para poder hacer frente a tan terrible enemigo.
-Alex, ¿pero entonces tú....?
-Yo, Kyo soy un cazador, a lo largo de la existencia de vuestras familias, cuando este acontecimiento sucedió, los espíritus buenos de la tierra compadecidos de la suerte de los humanos al tener entre ellos a estos hijos de las tinieblas buscaron la manera de tomar un cuerpo humano y así dejar criaturas con poder suficiente como para confrontarse con los nocturnos, ese nombre se les dio porque buscaban la oscuridad de la noche y no tardaron en controlarla, así como toda las fuerzas que poseían, a aquellos que podían contrarrestar a los nocturnos nos llamaron cazadores, y no solo de ellos sino de cualquier fuerza anormal que amenazara a los humanos, como podéis imaginaros nos hicimos enemigos e intentaron eliminarnos, esta contienda lleva dos milenios y aún ningún grupo a podido salir airoso...
- Es... es... es igual a...
- a nosotros- completó Iori a Kusanagui, aún no creía cuan parecidos eran y el chico castaño de cabellos largos parecía un reflejo suyo, un reflejo opuesto.
- Decidme por favor ¿cómo es posible que vos podáis sacar fuego de vuestras manos desnudas?- Alex cuestionó, estaba muy curioso, en todos sus años de entrenamiento jamás había oído hablar algo semejante.
- lo que sucede es...- y Kyo continuó hasta haber terminar el relato de su enemistad ancestral con Yagami, el porque de sus flamas y cuando hubiera concluido el chico de cabello largo tenía la boca abierta, tanto que iba a preguntar algo más pero de repente una explosión y ruidos de balazos le interrumpieron.
Athena había detenido muchos de los mercenarios de Nets, después de toparse con la seguridad del local comenzaron un gran alboroto, asesinaron algunos infortunados que se cruzaron en el momento equivocado, y ahora iban por su objetivo: Iori Yagami.
Alex y Kyo estaban protegiéndose uno al otro de los escombros, para ello una pieza de metal que sostenía unas luces les cayó encima atrapándolos aunque un movimiento reflejo de Alex evitó que los aplastara, quedaron sepultados entre las vigas que luchaban por apartar. Los mercenarios apuntaron a Yagami con sus armas de última tecnología, pero él encendió sus llamas y con rápido giro ascendente se envolvió de fuego púrpura acabando con los que se lanzaron en su contra:
-¡No sean estúpidos!, jamás le vencerán- Apareció de entre los tipos uno que resaltaba por su estatura y gran musculatura, se veía confiado, se retiró la chaqueta y dejó en uno de sus brazos estaba con las venas exaltadas y con una textura como si fuera de un reptil, destacaban un gran medallón con serpientes retorcidas y un tatuaje de líneas que formaban los ojos de la serpiente y símbolos celtas alrededor sobre su frente. Este sujeto desvió su mirada hacia un lado y ahí estaba el inconciente Andrew a quien como era de esperarse confundió con el Kyo que aún no podía salir de debajo de los escombros (donde estaba muy pegadito al cuerpo de Alex, el cual se sonrojó a más no poder, él y el castaño casi se besaban por la cercanía a la que les obligaba el reducido espacio donde se encontraban).
- ¡Que suerte tenemos!, miren a quien tenemos aquí, a nuestro “amigo” Kusanagui, ¿qué esperan? vallan por él.-
Sus subordinados obedecieron, pues estaba inconciente y así no era peligroso (si realmente supieran a lo que se enfrentaban mejor hubiesen guardado su distancia). El enorme sujeto se dispuso a atacar a Iori, pero este se movió rápido y le causó una herida en el pecho, sus manos eran igual de peligrosas que los más filosos cuchillos, este hombre se maldijo y enfurecido comenzó a maldecir al pelirrojo que reía divertido, y el otro se enfada aun más porque su supuesta victima dejaba ver lo inferior que le era como oponente (¿pero quién es capaz de enfrentar a Yagami sin sufrir daños?), el tatuaje de su frente se comenzó a mover hasta que las líneas que dibujaban los ojos de serpiente se acomodaron de tal forma que se abrieron dos verdaderos ojos en la piel, verdes con pupilas alargadas propios de esos animales y el medallón brilló, el brazo se transformó en una Serpiente negra que habría sus fauces en contra del pelirrojo, mientras tanto los otros mercenarios se acercaban peligrosamente a supuesto Kyo, uno lo tomó bruscamente pero para eso el peligroso Andrew Esparda ya había despertado, se había fingido dormido y presenció todo lo acontecido, sin siquiera darse cuenta el atrevido que osara tocarlo cayó muerto al instante sin su cabeza.
Desconcierto, eso era lo que causó, Kusanagui no había matado a nadie, y este personaje había asesinado sin remordimientos al desafortunado, sus manos sostenían unas dagas hermosas con mangos negros y, como el báculo que trajera al principio estaban talladas con un dragón y la cola de este terminaba formando las filosas hojas, los otros no atinaban a moverse pero eso fue su error, Andrew caminaba a paso lento y conforme avanzaba hacia los mercenarios caían en pedazos, ni siquiera veían a Esparda mover las dagas, apenas y se apreciaba que las giraba con habilidad y enseguida fluía la sangre, hasta que llegó al último de los subordinados, solo un destello y en las paredes se formaron unas burdas alas carmesí, producto del rojo líquido del pobre sujeto, al dar la vuelta quedó con este macabro dibujo a sus espaldas dando la expresión que formaban sus propias alas, alas de un ángel negro, o al menos eso le pareció a Iori, que no estaba herrado.
- ¡tontos!, quered tocarme sin que lo consienta fue su sentencia de muerte, no por nada mi familia me llaga “el ángel de la muerte”.- Y sonrió maquiavélicamente, su oscuro vestuario no tenía mancha alguna, sin lugar a dudas un muy experimentado y sádico asesino, ahora su atención estaba fijada en el tipo de brazo de serpiente, un escalofrío recorrió la espinal de aquel abominable hombre, algo en Andrew no le parecía normal y si era lo que se imaginaba ya se daba por muerto, mucho se lo había advertido su amo.”Jamás en tu asquerosa existencia se te ocurra enfrentar al señor de los nocturnos, es preferible morir por tu propia mano que por la de él”.
Continua...
kal_de_leo, te lo dejo: lady_yagami_00@yahoo.com.mx.
Tu me avisas y si tengo un capitulo te lo mando para que lo corrijas, además que lo leerás antes, y ya se que prometí lemmon pero se me a alargado un poco y no encuentro espacio donde ponerlo porque quiero que tenga coherencia, además se necesita dejar en claro muchos aspectos sobre Andrew y Alex. Un dato, el tipo que describo en el fic es un derivado de las quimeras, y de los Nahuales, que son cultura mexicana, estos pueden transformarse en animales o parte de su cuerpo. Lo adapté un poco, pero ya verán lo que haré en el siguiente capitulo, respecto al lemmon sigue en pie la promesa solo que tardará un poco.
Gracias. U.U. lamento mucho no hacerlo antes y miren que me muero d ganas por hacerlo.