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CUANDO NO ES UN EXTRAÑO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo que viene, muchas cosas aún van a pasar en la historia, y hay alguien en especial que toma interés en la situación, espero que les guste lo que viene

Capítulo 15.- Sobreviviendo

 

Shun despertó una mañana, era una mañana como cualquier otra, despertó en los brazos de Hades, despertó en los brazos de su verdugo, en los brazos del ser que hacía su vida miserable, el ser que hacía que deseara morir todos los días

 

6 meses… 6 meses habían pasado desde que había salido del hospital, desde que estaba confinado a esa maldita casa, desde que casi no había salido ni a la puerta de su habitación, Hades le repetía que era por su protección, por su seguridad, porque no le agradaba cómo sus socios de negocios lo miraban con ojos de deseo, que no le gustaba cómo llamaba la atención entre los hombres y mujeres que frecuentaban su casa, que sus encantos eran solo para él no para nadie más, que no quería ponerse celoso lo que arriesgaría su salud nuevamente, que quería que se pusiera bien, como antes…

 

Como antes… vaya, Shun pensaba que las cosas en su vida nunca podrían ser como antes, solo si Hades desapareciera pero… soñar con eso no lo llevaría a nada, odiar con pasión a su verdugo tampoco, pero no había nada que pudiera hacer, salvo fingir placer cuando aquel lo violaba, fingir ternura cuando lo besaba, fingir interés cuando le hablaba, porque de muy mala manera había sufrido las consecuencias de dejar ver sus verdaderos sentimientos, su repulsión, su odio, principalmente su odio y sus deseos irrefrenables de huir

 

Por meses había pensado en una forma de escape, en una forma de salir de esa maldita habitación, de poder huir como lo hizo Ikky pero… no, no tenía escapatoria, todos los planes que se le habían ocurrido con el tiempo eran bastante flojos, la seguridad a su alrededor era extrema, si intentaba un escape frontal no llegaría ni al alambrado antes de que los guardias de la casa lo detuvieran a balazos o algo así, y todo eso había empeorado cuando Hades dejó de llevarlo con él a sus citas y cosas, ahora lo mantenía encerrado todo el tiempo y eso era peor en muchos aspectos, y de esos pensamientos fue sacado cuando lo que tenía que pasar pasó.

 

Hades se movió…

 

Shun cerró los ojos con fuerza cuando escuchó al pelinegro suspirar en su oreja, claramente se había despertado porque casi inmediatamente Shun sintió la cálida mano del pelinegro colarse por su camiseta para acariciar su pecho, el peliverde escondió el rostro en la almohada y con profundo asco sintió como el pelinegro le bajaba los boxers y se acomodaba de mejor manera pegando su pecho con su espalda

- Buen día pequeño… soñaste conmigo? – preguntó Hades besando el cuello de Shun que puso su mano sobre la mano del mayor que en ese punto le estaba peñiscando su pezón

- Siempre sueño contigo – respondió Shun volteándose en la cama hasta quedar recostado sobre su espalda, Hades se acomodó entre sus piernas y le sacó la camiseta al decir:

- Me encanta hacer el amor contigo en la mañana, es delicioso… eso es… abre las piernas amor… eso es… - Hades se desnudó también y flexionó las piernas de Shun para tantear su estrecha entrada de mejor manera, el peliverde sentía las manos de Hades como si estuvieran calentadas al rojo vivo y le estuvieran desgarrando la piel, no se diga cuando el pelinegro lo penetró, eso era tortura diaria a su criterio, Hades lo buscaba bajo el calor de las sábanas la mayoría de las mañanas, a veces cuando llegaba a la media  noche, a la media tarde, Hades no tenía necesariamente un horario pero lastimosamente su apetito sexual era considerable y Shun era su esclavo, su juguete sexual al que por lo menos desde la última paliza que lo mandó al hospital por casi dos meses, no había vuelto a golpear

 

Shun tenía el rostro escondido en el cuello del mayor que se movía con cadencia dentro de su cuerpo, el peliverde no lo pudo evitar y en un punto arañó los brazos de Hades que sonrió, salió del cuerpo de su amante, lo volteó en la cama, lo puso en 4 y lo volvió a penetrar, Shun tenía el rostro escondido en las almohadas y se sentía enfermo, Hades le estaba palmoteando el trasero mientras lo embestía, lo sujetaba de las caderas y estaba a punto de llegar al orgasmo porque aumentó el ritmo de sus embestidas, esto era muy placentero para el uno, y muy doloroso y humillante para el otro, Shun se quería morir todos los días, Shun quería morir cada vez que Hades lo tomaba, en especial cuando lo ataba o usaba sus juguetes favoritos en él, Shun odiaba cuando Hades usaba sus juguetes en él, pero eso al pelinegro le encantaba hacer, por eso Shun usualmente tenía marcas de ligadura en sus brazos y piernas, señas de quemaduras con cera en su espalda y trasero, marcas de latigazos por su piel, mordidas y chupones, su piel de porcelana había sido mancillada incontables veces por Hades que se excitaba solo de ver estas marcas, amaba dejar huellas en su piel, según él para que Shun no se olvide quien era su dueño pero… Shun nunca podría olvidarlo, cómo podría???

 

Con un hondo gemido de satisfacción Hades llegó a la cumbre de placer, Shun se desplomó en la cama y soportó el peso del mayor sobre su cuerpo, el pelinegro besó su cuello antes de levantarse y saltar a la ducha, Shun escuchó el ruido del agua caer y se movió lentamente en la cama, en ese punto se sentía sucio, usado, se sentía como un muñeco de trapo sin voluntad, y peor se sintió cuando Hades lo llamó para que se una a su ducha matinal

 

Shun suspiró al entrar a la ducha y con una muy falsa sonrisa se unió en un profundo beso con su captor, el agua caliente le cayó en la espalda, pero esto se hubiera sentido mejor si hubiera estado solo

- Te pasa algo cariño?, te noto… ausente… - Hades levantó el mentón de Shun y lo miró profundamente, Shun sonrió y meneó la cabeza al decir:

- No es nada, creo que me hace falta un poco de sol o algo, Hades… puedo salir al jardín?, no he visto a mi perro en mucho tiempo, no he salido de la habitación en meses, ya estoy completamente bien y puedo caminar y todo, podría desayunar contigo en la terracita?, te acuerdas que solíamos desayunar en la terracita? – Shun acarició la mejilla de Hades al decir esto, ya se lo había pedido antes pero por cualquier pretexto Hades nunca se lo había concedido, esa mañana estaba de buen humor y por eso Shun se lo había pedido, el pelinegro lo consideró un momento y dijo:

- Está bien, desayunarás conmigo en la terracita

- Gracias Hades, gracias… - Shun se colgó del cuello del mayor que lo estrechó contra su cuerpo y le acarició descaradamente el trasero

- Te has portado bien este tiempo, no me decepciones Shun, no me gusta tenerte encerrado pero… no puedo seguir perdiendo hombres por tu causa

- Te prometo que me portaré bien, yo no le agradaba a Minos, eso no fue mi culpa – dijo Shun en un susurro y bajando la cabeza

- Si es tu culpa, eres demasiado sexy, demasiado hermoso, no tolero que nadie te ponga los ojos encima, mucho menos una mano encima – Hades acarició la mejilla de Shun que ladeó la cabeza y tomó la mano de Hades para besarla al decir:

- Yo soy solo tuyo, de nadie más… nadie más…

- Eso espero, porque si te descubro algún día en algo Shun… te mataré – Hades cerró la mano en el cuello del muchacho que no se movió, simplemente esperó que Hades lo soltara y frotó su cuello al decir:

- No Hades, yo nunca te traicionaría, solo quiero salir de esta habitación, solo quiero ir a la biblioteca a leer un poco, a jugar con mi perro en el jardín, a las bancas junto a la piscina y al sol, eso es todo, eso es todo, no quiero nada más, te lo juro

- Radamantys te hará compañía, no quiero matarlo porque él ha sido mi guardia más fiel y al que más confianza le tengo, no me obligarás a matarlo, verdad?

- No tendrás que hacerlo, te lo prometo

- Muy bien… entonces vamos a desayunar – Hades sonrió y cerró las llaves de agua, salió de la ducha y le pasó una toalla a Shun, que la tomó para secarse, luego se vistieron para bajar juntos y de la mano a la terracita

 

Shun sonrió emocionado al sentir el aire en su piel, la mañana estaba soleada por lo que el ambiente era el ideal para un desayuno en la terraza, ahora que ya podía caminar nuevamente sin muletas, Shun se sentía un poco más libre dentro de su prisión, Hades había dado permiso para dejarlo salir de la habitación, eso era algo por lo menos a criterio del peliverde que en esos momentos estaba acariciando a su perro que le estaba lamiendo la cara contento de verlo

- Ven amor que se enfría – Hades fue hasta Shun y lo tomó suavemente del brazo, el peliverde se incorporó y caminó junto a Hades hasta la terracita, se sentó y suspiró al tomar un pancito dulce de frutas y darle un mordisco

- Mmmm… estos panes son los mejores panes jamás – dijo el peliverde dándole un pedacito a su perro que lo comió inmediatamente

- Me gusta verte comer, estás algo flaco y eso no me gusta

- No te preocupes, yo como muy bien, demasiado bien, por eso usualmente tenía que hacer ejercicio, Hades… puedo correr en las mañanas?

- No puedes salir de la propiedad Shun, y lo sabes

- Lo sé, pero puedo correr en el jardín?, es bastante extenso y correr en la mañana es algo que me gusta hacer, no saldría de la propiedad y haría algo de ejercicio, el médico dijo que eso me caería bien porque a veces siento mi pierna media… tiesa o algo – respondió Shun con una fresca sonrisa y poniendo su mano en la mano del pelinegro que no lucía muy convencido que digamos

- Supongo que si… si no sales de la propiedad no hay problema

- Gracias Hades, esto es genial – Shun tomó un pan blanco y le untó mantequilla, el peliverde estaba comiendo con entusiasmo, eso fue lo que convenció a Hades de hacerle todas estas concesiones, él no quería perder el control de su amante pero… tampoco quería que perdiera la razón como le pasó con Seiya, así que… concederle esto estaría bien, ya luego irían viendo, así que Hades dijo:

- Estoy confiando en ti Shun, no me decepciones

- No lo haré, no te preocupes por mi, soy tuyo

- Mío para siempre, y no lo olvides – Hades tomó suavemente el mentón de Shun y le besó los labios, el peliverde sintió como su desayuno se daba vueltas en su estómago pero trató de respirar para evitar vomitar, pero es que no lo podía evitar, Hades le causaba repulsión, aunque lo sabía fingir bastante bien

 

El resto del desayuno pasó en completa paz, Hades leía el periódico y Shun le daba de comer al perro, tomaron café y luego de un momento Hades se fue dejando a Shun de pie con la cara en sol en el jardín jugando con su perro, Shun sonreía como Hades no lo había visto sonreír en meses, eso le dolió en el alma, Shun tampoco era feliz por más intentos que él hacía, bueno… ya pensaría en algo para complacerlo

 

Radamantys estaba de pie en el borde del césped y miraba con tristeza al muchacho de cabellos verdes, cómo algo tan simple parecía hacerlo feliz, el estar en el césped sin zapatos y jugar con su perro era lo sublime, o por lo menos eso pensaba el hombre de rubios cabellos, este no era el primer jovencito que llegaba a esa mansión en contra de su voluntad, pero si había sido con el que Hades más se había ensañado, al que más había lastimado física y espiritualmente, a este reacio hombre le daba mucha pena el cruel destino que les esperaba a estos muchachos, ninguno había salido con vida de estas cuatro paredes… ninguno…

 

Shun jugó en el sol por unas dos horas, cuando se cansó entró a la casa y fue por todas las habitaciones de la planta baja, no estaba tocando nada, solo lo estaba mirando todo, fue por la cocina a medio día y comió una ensalada, el muchacho se había quedado en la cocina charlando con las muchachas de servicio, Shun les estaba contando una historia de cuando él era niño y como se había perdido en uno de los parques nacionales a los que había ido con sus padres, como el guardabosques lo había encontrado y se lo había devuelto a su angustiada madre, esta historia Shun la contó de la forma más graciosa posible y eso hizo que Radamantys mirara algo nuevo en este muchacho, era una de esas personas que veían lo bueno hasta en la peor de las situaciones, tenía una luz interna que Hades aún no había extinguido pero… cuánto duraría hasta que su señor despedace a este muchachito?, duraría más que los otros?, más que aquel al que tanto amó y nunca pudo ayudar?, más que aquel que tenía los ojos más hermosos cuya luz su jefe extinguió???

 

Luego de su almuerzo, Shun se fue por la biblioteca y ahí se paseó por varias horas mirando los libros que allí habían, ya había estado antes en ese lugar pero… ahora estaba mirando con detenimiento los libros y había escogido algunos para leer, o por lo menos eso le pareció a Radamantys que lo miraba conservando sus distancias

- Has leído este libro?, parece interesante – Shun se volteó y habló directamente con Radamantys que lució algo sorprendido, Shun no le había tomado mucha atención el día entero, o antes, nunca la verdad, era cierto que ellos no habían estado solos antes, esa tarea la tenía Minos pero… si fue algo nuevo el ver la forma como Shun le planteó conversación como si fuera lo más natural del mundo

- No joven, no lo he leído

- Sabes qué?, si vamos a pasar tanto tiempo juntos sería bueno que escogieras algún libro tú también, imagino que no debe ser nada divertido el solo verme leer – dijo Shun con una amable sonrisa lo que hizo sonreír a Radamantys

- No… supongo que no

- Radamantys verdad?, he pasado tanto tiempo aquí pero no he hablado con nadie en mucho tiempo, a veces me confundo con los nombres de todos

- Si, mi nombre es Radamantys, y no se preocupe, no hemos hablado antes

- Es verdad, tu no me preguntaste nada mientras Hades me torturaba en el sótano, las dos veces que lo hizo, wow… tu estuviste en ambos casos – Shun dijo esto haciendo memoria de aquello, Minos de había burlado de él, Aiacos le había preguntado cosas y le había ayudado a su señor a atarlo y a latiguearlo, pero Radamantys no… él no había hecho nada ni dicho nada, ahora lucía muy incómodo

- Joven…

- No te preocupes, mejor escoge un libro, así leemos juntos hasta que llegue Hades en la noche, Minos jugaba con su teléfono, no tienes idea de lo que eso me molestaba, pero bueno… - Shun suspiró y volvió su vista hacia las estanterías de los libros, tomó uno y se lo dio al rubio que lo miró y sonrió al decir:

- El conde de Monte Cristo?

- Es muy bueno, es justicia y venganza al más alto nivel, de un preso que fue encarcelado injustamente, es muy bueno y entretenido – dijo Shun con una alentadora sonrisa, Radamantys meneó la cabeza y asintió, el muchacho de ojos verdes tenía razón, ellos iban a pasar mucho tiempo juntos, lo mejor que podía hacer era leer también

 

Shun tomó un libro de poesía universal, era un tomo bastante grande pero eso pareció no importarle al muchacho que se acomodó en el sillón más grande y empezó a pasar las hojas, cerbero también había venido y se acostó junto a Shun que le estaba acariciando la cabeza mientras leía, Radamantys se sentó también en otro de los sillones y empezó a leer, más por aburrimiento que por cualquier otra cosa

 

Con el pasar de los días, Radamantys pudo darse cuenta que Shun había tenido razón, el libro si era bastante entretenido y lo tenía muy intrigado, la compañía de Shun era bastante agradable, al muchacho de ojos verdes le gustaba tomar café mientras leía y usualmente le hacía café a Radamantys también, no le gustaba que las chicas de servicio lo hicieran, Hades tenía una máquina de café espectacular y Shun solía decir que uno de los pocos placeres de la vida que tenía era el de hacer café, por lo que las chicas de la cocina no se lo impedían, esto era algo bastante raro en esa casa, en los casos anteriores, ninguno de los amantes de Hades había tenido una buena relación con nadie, Seiya odiaba y con pasión a Lune, así como Sorrento había odiado a Raimi, y Afrodita había odiado con pasión a Pharaoh, Radamantys no se acordaba de los nombres de los otros guardianes de los amantes de Hades, y ahí fue que Radamantys cayó en cuenta que todos ellos habían terminado muertos… dioses… ese seguramente era su destino si seguía de niñero de Shun…

 

Esa noche Shun estaba terminando su café cuando un azote de la puerta principal hizo temblar la casa entera, el peliverde dejó su libro en la mesita de la biblioteca y se puso de pie para ver que era lo que pasaba pero no tuvo que esperar mucho para descubrirlo, Hades venía hecho una furia, Shun no pudo decir nada porque apenas Hades estuvo en la habitación, llegó a él, lo tomó del brazo y lo arrojó al sillón, le rompió la ropa, con su cinturón le ató las manos en la espalda, le alzó la cadera haciendo que se apoye en sus rodillas y aplastó su rostro contra los cojines del mueble, se zafó el pantalón y sin mayor preparación lo penetró con fuerza

 

Shun gimió de dolor e impotencia, Hades estaba sacándose la bronca con él, desquitándose de algo que debía haberle pasado en sus negocios, o con Julián, o con lo que sea que le pase ahora, el pobre muchacho no podía ni moverse siquiera mucho menos defenderse, solo lloraba y se quejaba quedito, no podía hacerlo muy alto porque Hades lo golpearía en indignación y le iría peor, así que estoicamente aguantó esta nueva violación, aguantó el sentir como sus tejidos se desgarraban dando paso al miembro del furibundo pelinegro que lo violó varias veces en la noche, lo cacheteó varias veces, lo sostenía con crueldad marcando su piel, le había jalado el cabello, le había apretado el cuello tratando de ahorcarlo, lo había poseído en el piso, como si se tratara de un vulgar animal, y cuando finalmente estuvo satisfecho, Hades simplemente se levantó, se acomodó la ropa y se fue como un huracán, tal como llegó se fue, dejando solo dolor y destrucción a su paso

 

Desnudo, Shun en el suelo, se abrazó a sí mismo y lloró con amargura y sentimiento, había días en los que podía engañarse a sí mismo en pensar que esta vida era tolerable, que tenía todas las comodidades que podría desear, que no todo estaba tan mal, esos días le daban fuerza para los días como hoy en los que se sentía menos que un objeto sexual, menos que una persona, una cosa… solo una cosa que Hades tomaba y dejaba a placer… que maltrataba sin razón, que mancillaba sin razón o culpa

 

Shun lloraba sin tratar de moverse mucho, estaba lastimado y sangraba, estaba helado pero no le importaba, en esos momentos solo quería morirse, y aún no reaccionaba cuando sintió una cobija sobre su piel, al saltar asustado vio que era Radamantys el que lo estaba cobijando y lo miraba con compasión, Shun no se contuvo y abrazó con fuerza a su guardián y lloró con sentimiento aferrado a su pecho, Radamantys no supo lo que lo impulsó a hacerlo pero lo abrazó de vuelta y lo cargó para llevarlo a su habitación, el rubio sabía que no debía, sabía que lo mejor era no sentir nada por este muchacho, que eso solo le causaría problemas pero… no lo podía evitar, algo se había movido dentro de él y se fue acrecentando con el pasar de las semanas en las que lo había vigilado

 

Al llegar al segundo piso, lo llevó primero al cuarto de baño, llenó la bañera y lo ayudó a entrar en ella, Shun lloraba en silencio pero se dejaba atender, el mayor no le decía nada, qué podría decirle para consolarlo???, así que en silencio talló su espalda y lavó su cabello, luego lo ayudó a salir de la bañera, lo ayudó a vestirse y a acostarse, una vez dentro de las mantas, Shun tomó la mano de Radamantys y la apretó suavemente para decirle simplemente:

- Gracias

- De nada joven, quiere que le traiga la cena?

- No… no quiero comer nada – dijo Shun en un susurro

- Un té? – propuso Radamantys sin querer que Shun se durmiera sin tomar absolutamente nada, el peliverde sonrió muy ligeramente ante la preocupación del rubio así que contestó:

- Si… un té

 

Radamantys sacó su teléfono y pidió un té a las chicas de la cocina, cuando llegó la bebida, él mismo se la acercó a Shun que lentamente se la bebió, luego se acomodó de lado en la cama y suspiró, miraba por la ventana la luna, quería dejar de llorar pero no podía, así que lloró hasta que se quedó dormido, el rubio en cambio se quedó de pie en la habitación mirando dormir al indefenso muchacho, así dormido y acurrucado en sí mismo se veía tan pequeño, tan frágil… por primera vez en la vida el reacio guardaespaldas sentía genuina pena por uno de los amantes de su señor, este muchachito no se merecía la suerte tan triste que estaba padeciendo, a decir verdad ninguno de los muchachos anteriores se la había merecido pero Shun… era especial… por lo menos a sus ojos lo era…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora???, será que Shun lo va a poder seguir soportanto todo???

Cuál será el papel de Rada en esta situación???

No se pueden perder los capítulos que vienen, muchas gracias por leer, nos vemos el miércoles en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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