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CUANDO NO ES UN EXTRAÑO por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo me gusta hacerlos sufrir 

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un nuevo fic que tiene de todo un poco, espero que les guste

Capítulo 1.- Inalcanzable

 

Era temprano en la mañana, los rayos del sol iluminaban las oficinas de uno de los holdings más importantes y prósperos de todo Japón, en el centro de la ciudad estaban los edificios de la matriz principal de la corporación Solo, los que constituían la sede del vasto imperio de la familia más rica e influyente de todo Japón

 

Un muchacho de rubios cabellos que trabajaba en la sección de cobranzas de la multinacional, pasó por la oficina del Gerente General y  no vio a su asistente en su puesto, eso era en verdad extraño porque el joven que ocupaba esa función era por demás puntual, así que sigilosamente entró y atravesó la salita de espera fuera de la mega oficina y sonrió al ver dentro a un joven de cabellos verdes que estaba afanado preparándolo todo para la llegada inminente de su jefe

- Hey… que haces?

- Hyoga, hola, al Sr. Solo le gusta el azúcar morena con su café y ya no habían sobrecitos en la azucarera, así que le conseguí estos terrones que me parecieron espectaculares, crees que le gusten? – el joven de cabellos verdes sonreía tontamente al decir esto

- No es saludable que estés enamorado de tu jefe, el señor Julián no es gay y es casado, mal mal mal Shun, debes poner tus ojos en alguien disponible y que batee para tu equipo – el rubio sonrió acercándose hasta la mesita del café y meneó la cabeza al ver la pequeña pirámide que su amigo había hecho con los terrones de azúcar

- Soy un tonto, verdad? – la sonrisa se le desvaneció al joven de cabellos verdes del rostro y suspiró mirando los terrones de azúcar perfectamente acomodados

- No… no eres ningún tonto, el problema es que en el corazón no se manda, pero ánimo amigo, por lo menos vamos a poder disfrutar de la súper fiesta que va a hacer tu jefe el próximo sábado, eso va a estar genial, solo recuerdo una fiesta así que hizo antes de que se casara, eso fue de lujo – Hyoga tomó uno de los terrones del platito y se lo comió, Shun hizo una mueca y sonrió ante esto al responder:

- Es generoso del Sr. Solo al invitarnos a todos nosotros a la fiesta de bautizo de su hijo, no creo que en ninguna otra empresa den los beneficios que tenemos aquí

- Esa familia está podrida en dinero, esto es solo un pelo del lobo – Hyoga se encogió de hombros al decir esto, pero tenía que reconocer que Shun tenía razón, sus planes de salud, dental y demás beneficios, eran en verdad buenísimos, sus sueldos también

- Si… pero no da el que tiene, da el que quiere, el Sr. Solo es siempre muy generoso

- Si, el Sr. Solo es perfecto, pero por todos los dioses deja de suspirar por él, eso solo te va a traer problemas y desilusiones – dijo Hyoga poniendo una mano en el hombro del joven de cabellos verdes que suspiró y bajó la cabeza asintiendo levemente, eso de estar enamorado del jefe en verdad que no era saludable

 

Shun suspiró una vez más pero recobró la compostura cuando escuchó a su jefe hablar por teléfono mientras se acercaba a la puerta, y sonrió todo solícito cuando el formidable hombre de cabellos azules y blanca piel entró por la puerta sin dejar de hablar por teléfono, Shun se acercó y tomó su maletín inmediatamente para ponerlo en una de las sillas de visita porque enseguida le estaba ayudando al recién llegado a quitarse su abrigo

- … no… eso no es lo que dije, eso no era parte del trato – decía el peliazul que estaba algo mal humorado en ese punto, Hyoga hizo una especie de saludo con la cabeza y discretamente se retiró de la oficina mientras Shun acomodaba los diarios en el escritorio de su jefe que seguía hablando por teléfono y cada vez que lo hacía, más molesto sonaba

- Café? – preguntó Shun haciendo señas a su jefe que asintió y caminó hasta el ventanal de su oficina y decía:

- … ese no es mi problema, tú debes hacer lo que debes hacer, así como yo debo hacer lo que debo hacer, no me gustan tus juegos Hades, estoy harto de tener que limpiar tus desastres, sabes la relación que tiene mi esposa con ese sujeto, no me compliques la vida hermano, te lo ruego – el hombre de cabellos azules suspiró al voltearse y tomar su taza de café de las manos de Shun que le sonrió e hizo una venia con la cabeza indicando que iba a salir de la oficina, pero su jefe meneó la cabeza y señaló la silla de visita delante de su escritorio, Shun asintió y se sentó al tiempo que su jefe decía: - Sabes qué?, haz lo que te dé la gana

- Problemas señor? – preguntó Shun al ver que su jefe colgaba el teléfono y lo lanzaba al escritorio sin la menor consideración

- Mi hermano me va a matar, pero eso no es nada nuevo, mejor cuéntame cómo están los preparativos para la fiesta del sábado que viene, siento mucho poner esto en tus hombros pero el planificador de la fiesta tuvo una discusión con mi esposa y lo despidió, a veces ella suele ser algo complicada, hablaste con ella sobre los preparativos? – Julián lucía algo preocupado, su esposa era una mujer muy dulce pero a veces podía ser algo quisquillosa

- Si señor, la señora Saori me dio ya la lista de invitados confirmada, el menú aprobado y me autorizó a contratar la banda que tocará en la recepción

- Y cómo está todo?

- Listo señor, ya lo tengo todo contratado, los adelantos a los proveedores ya fueron aprobados por su esposa y los cheques ya se extendieron, también tengo ya contratada la iluminación, la decoración, flores, meseros, mantelería y todo lo que se necesite

- Saori me dijo algo de payasos, dime que escuché mal por favor – el peliazul se recostó en su sillón y bebió otro sorbo de su café, pero hizo una mueca, así que Shun se levantó y le acercó el platito en donde estaban acomodados los terrones de azúcar, el peliazul arqueó una ceja y con la pequeña tenazita puso un terrón a su café y lo meció suavemente sin perder de vista a su asistente que respondió:

- Lastimosamente si escuchó bien señor, la señora Saori si quería payasos pero… conseguí un grupo de titiriteros que montará un show especial para los niños, eso me sonó mejor y su esposa estuvo de acuerdo cuando le envié la información

- Entonces… no payasos? – preguntó esperanzado el empresario

- No payasos – confirmó el joven de cabello verde

- No le digas a nadie Shun, pero los payasos me asustan

- En serio señor? – Shun no lo podía creer, es que era sumamente improbable que un hombre tan grande, tan fuerte, tan poderoso como Julián Solo le tuviera miedo a los payasos

- Claro que si, mamá contrató payasos para mi fiesta de cumpleaños y uno de ellos era en verdad espeluznante, recuerdo que tuviste pesadillas por meses, cuántos años teníamos Julián?, 8?, 9? – Shun se volteó  y se sorprendió de ver a un hombre de cabellos negros y ojos azules que tenía expresión divertida y sonreía desde el marco de la puerta en donde estaba apoyado, Shun se levantó instintivamente al darse cuenta de que aquel debía ser el hermano de su jefe, Hades, de él había escuchado mucho pero no lo conocía hasta hoy, aunque era obvio de quien se trataba porque el parecido que tenía con su hermana Pandora era impresionante, aunque Julián no se parecía mucho a ellos dos

- Tu tenías 9 y yo tenía 6 pero eso no tiene nada que ver, que haces aquí Hades? – Julián se mostró molesto al tener a su hermano en su oficina y en ese punto Shun no sabía que hacer

- Ya que me cuelgas el teléfono decidí venir a verte, me regalarías un café? – Hades entró a la oficina y se sentó en la otra silla delante del escritorio de su hermano y le había hecho el pedido de café a Shun directamente, el que simplemente se volteó y sirvió una nueva tasa para pasársela al pelinegro que le seguía sonriendo a su muy molesto hermano

- Gracias Shun, eso será todo – dijo Julián cuando el joven le entregó el café al recién llegado, Hades lo estaba mirando muy sugestivamente y eso lo ponía nervioso, así que cuando su jefe le dijo que podía irse, Shun sintió un alivio tremendo

- Con permiso – dijo el joven, Hades bebió un sorbo de su café y se volteó para mirar al muy apetitoso asistente de su hermano y le guiñó un ojo a lo que cerraba la puerta

- Hades… no… - dijo Julián muy serio, Hades se encogió de hombros y respondió:

- No te esponjes que solo lo estoy mirando, además… no es mi culpa que siempre tengas asistentes tan bellos, y hablando de asistentes bellos, que pasó con Greta? – preguntó el pelinegro frunciendo el ceño, Greta era la antigua asistente de Julián, era una muchacha hermosísima que siempre miró a Hades con deseo, pero… lastimosamente no había nada que se pudiera hacer al respecto, Hades era gay

- Fue transferida hace más de un año, ahora trabaja en ventas – contestó fríamente Julián cayendo en cuenta que era en verdad más de un año que Hades no había venido a las oficinas del Holding, vaya…

- Mi cuñada es de armas tomar, por eso me agrada – dijo Hades bebiendo su café y Julián arqueó una ceja al responder:

- No, Saori no es de armas tomar, ella no tuvo nada que ver en la transferencia de Greta o en que Shun sea ahora mi asistente, además a ti no te agrada mi esposa, pero no te preocupes que el sentimiento es mutuo, qué haces aquí Hades?

- Ya te lo dije, necesitamos hablar

- Ok., necesitamos hablar pero de eso no podemos hablar aquí, hemos establecido reglas para el manejo de los negocios que nos conviene seguir y mantener, si es tanta tu urgencia, podemos hablar esta noche o alguna de estas noches, hace tiempo que no lo hacemos, quieres ir a cenar o algo?

- O algo… pero hoy no puedo, tengo asuntos medio urgentes que atender, por eso adelanté mi viaje de regreso, y de eso también quiero hablar contigo pero tienes razón, las paredes tienen oídos, oye… no invitas a cenar a ese delicioso asistente?, está como le da la gana – Hades se volteó y miró a Shun que tenía su atención en la pantalla de su computador, Hades se fijó en su blanca y nívea piel, el muchacho no era lo que se pudiera decir alto, era más bien algo bajito, delgado, pero muy hermoso, tenía unos ojos verdes hechizantes

- No… es en serio, aléjate de él, ese muchacho me cae muy bien y te quiero lo más lejos de él en lo posible, está claro?

- Eres un aguafiestas – Hades se acabó de beber su café y se volteó para ver a su hermano que lo miraba con ojos de reproche y meneaba la cabeza

- No soy ningún aguafiestas, pero tú no eres libre, cómo está Seiya por cierto? – con esta pregunta, Julián borró efectivamente la sonrisa del rostro de su hermano, Hades cerró los ojos y suspiró al decir:

- No sé, ya no sé qué hacer con él, nada lo complace, nada le parece, ni siquiera sale del cuarto, no come, no duerme, está pálido… no me habla, según Lune así sigue, así es como lo dejé y así sigue, es en serio cuando te digo que no sé qué hacer con él

- Ve a casa y pasa un poco de tiempo con él, te fuiste de viaje por más de un mes y pueda que se sienta solo, cuándo llegaste por cierto?

- Vengo del aeropuerto, aún no llego oficialmente

- Pues llega oficialmente a tu casa y ocúpate de Seiya, hazte presente, no sé… él pasa mucho tiempo solo, las pocas veces que lo he visto ha estado triste, cuando Saori se pone así, yo no vengo a trabajar y paso el día con ella, a veces lo único que quiere es tiempo y cariño, has intentado eso con Seiya?

- Ya ya ya, si quisiera un consejero matrimonial iría a uno, pero tal vez tengas razón, voy a ver a Seiya, espero que se alegre de verme o que por lo menos se alegre con los regalos que le traje de Italia

- Yo creo que vas a tener mejor suerte con los regalos – dijo Julián con una sonrisa de burla, Hades se puso de pie y respondió:

- Eres un idiota Julián, pero te amo, eres mi hermano favorito

- Que Pandora no te escuche decir eso

- Ella lo sabe, entonces nos vemos una de estas noches?

- Si, nos vemos una de estas noches, yo te llamo a avisar, en verdad tenemos que hablar y necesitamos hacerlo pronto

- Lo sé…

 

La puerta de la oficina se abrió y Hades salió, iba a continuar con su camino pero se detuvo en el escritorio de Shun y se arrimó al counter al decir:

- Te veré el próximo sábado verdad?

- El próximo sábado? – Shun saltó en su asiento un poco asustado y se sacó los audífonos que había estado usando, el pelinegro lo había sorprendido al acercarse así

- Si, en la fiesta del bautizo de mi sobrino, es el sábado que viene en la propiedad de Julián, vas a ir, cierto?

- Ohhh si, el Sr. Solo tuvo la gentileza de invitarme, bueno… de invitarnos a todos nosotros – Shun se puso muy nervioso, había algo en la mirada del hermano de su jefe que lo descontrolaba, Hades era un hombre por demás atractivo, sus finas facciones eran muy atrayentes, sus ojos eran muy hermosos, su sonrisa era para morirse, era igual de apuesto que Julián pero en estilos diferentes, Hades en verdad se parecía mucho más a la bella Pandora, Shun si la conocía, ella iba por la oficina de Julián mucho más seguido que Hades

- Pero tu no solo eres un invitado más según lo que escuché, estás a cargo de varios de los preparativos y detalles, verdad?

- Ohhh si, eso si…

- Bueno, déjame decirte que se necesita mucho para complacer a mi cuñada, así que te deseo suerte, paciencia y muero por ver cómo queda la fiesta, fue genial el detalle de los titiriteros, porque si quieres que te sea sincero, no solo Julián tuvo pesadillas con esos payasos

- Cielos… esos payasos debieron haber sido horribles

- Si… tengo las fotografías que lo prueban, bueno… como tu jefe me está mirando con mala cara me voy, pero ansío verte el próximo sábado entonces, Shun… es un nombre muy bonito, no es muy común, no lo había escuchado antes – Hades miraba a Shun y el joven sentía que lo estaban desvistiendo con la mirada, eso le había pasado muy pocas veces en la vida, así que tartamudeó al responder:

- Mu-muchas gracias

- Adiós

 

Hades sonrió una vez más y salió de la oficina, caminó por los pasillos por los que tantas veces había caminado y frunció el ceño al ver como el sol se estaba ocultando y las nubes amenazaban tormenta, pronto llovería, diablos…

 

***

El aguacero caía con fuerza cuando el auto del pelinegro entraba al garaje cubierto de su mansión, Hades entraba a su casa y suspiró cuando vio todas las cortinas cerradas, el ambiente era bastante lúgubre, solitario y silencioso, solo los truenos que se escuchaban a lo lejos rompían el silencio.  A su llegada, las muchachas del servicio se pusieron en movimiento, el chofer estaba ocupado metiendo las maletas que su señor había traído de su viaje, pero a Hades le ofrecieron café, jugo, botanas, todas las muchachas se estaban dando botes para atender al pelinegro que solo tomó el jarro de café que una de las muchachas tenía en las manos y caminó por el pasillo hasta la terracita, la habitación más hermosa de la mansión entera era esta terracita, porque tenía los ventanales más grandes, una vista espectacular del jardín, habían muchas plantas y flores además de un inmenso piano en el medio de la habitación, cómodos sillones y un bar, y tal como lo pensó, allí encontró a un muchacho castaño que estaba sentado en una cómoda silla mecedora y veía ausentemente la lluvia caer, a su lado un inmenso perro negro estaba recostado en la alfombra, en la puerta estaba un hombre de cabellos lavandas casi cenizos que inmóvil miraba al castaño que no se estaba moviendo en lo más mínimo, parecía perdido en sus pensamientos, tenía sus cortos cabellos mojados, un aroma a frutillas y maderas del bosque llenaba la habitación, el joven había tomado un baño hacía no mucho porque vestía unas mullidas medias gruesas, pantalones flojos de pijama y una camiseta sencilla, varias tallas más grandes que la suya

 

Hades dejó el jarro de café encima del piano que estaba en medio de la estancia y caminó hasta el castaño, se acunclilló delante de él y tomó su mano para besarla, el castaño retiró su mano asustado y palideció al ver al pelinegro que lo miraba con total devoción

- Has comido algo hoy amor? – Hades acarició la mejilla del castaño que saltó asustado en su asiento y se hizo un poco hacia atrás, como queriendo huir y no dejarse tocar, Hades se incorporó un poco y sin decir nada más, tomó al castaño en sus brazos y lo cargó delicadamente, hizo una seña al guardián que asintió y salió de la habitación cerrando la puerta dejando a solas a la pareja

 

Hades caminó con el castaño en brazos y lo recostó en uno de los muebles de la estancia, se levantó y fue hasta el piano, tomó el jarro de café, se acercó hasta el joven y con mucho cuidado le dio a beber la caliente bebida para luego besar sus labios con suavidad, Seiya estaba sentado atravesado en el mueble, de modo que sus piernas estaban estiradas cómodamente a lo ancho del mueble, Hades estaba sentado de ladito a la altura de su cadera, de modo que se podían mirar frente a frente

- Me extrañaste Seiya? – Hades besaba la mejilla del muchacho y acariciaba su muslo delicadamente

- Cómo estuvo Italia? – preguntó de vuelta el joven cerrando los ojos con fuerza cuando sintió las cálidas manos de Hades colarse por dentro de su camiseta y recorrer su pecho

- Me sentí muy solo, me hubiera gustado llevarte conmigo pero era un viaje de negocios, pronto nos iremos amor mío, solos los dos, eso te gustaría, verdad?

- Si… eso sería lindo – respondió Seiya bajando la cabeza y hablándole a sus manos, Hades le levantó el mentón y besó sus labios una vez más, luego lo recostó en el sillón y reclamó su cuello, lamió su oreja y la mordió suavemente al decir:

- Mmmm… me encanta como hueles, me encanta la loción que usas, me encanta que tomes largos baños en la tina, tu piel es tan suave… tan tierna… me extrañaste Seiya?, yo si te extrañé mucho, me muero de ganas de hacerte el amor, tu no?

- Hades… me duele la cabeza… estoy mareado… no… no me siento bien… - Seiya puso la mano en el pecho de Hades como tratando de detenerlo pero el pelinegro tomó su mano y la retiró de allí, luego lo jaló recostándolo completamente en el sillón y sujetando sus dos manos por sobre su cabeza

- No te preocupes vida mía, yo te voy a dar lo que necesitas, eso es… eso es… abre las piernas… eso es…

- Hades… no… no…

 

Pero Hades no escuchó nada, se acomodó completamente sobre el muchacho y le sacó la ropa con prisas, se desnudó también y con el sonido de la lluvia de fondo, le hizo el amor a su castaño que se contorsionaba debajo de su cuerpo al sentir como el mayor se movía dentro de él, Hades se deleitó de la suave piel del menor, de sus tímidos movimientos, de sus gemidos, sus lágrimas, y lo hizo suyo hasta que el cansancio lo venció y acurrucado en el cálido cuerpo de su amante, se quedó dormido bajo el compás de la lluvia caer, pero Hades era el único que dormía, su joven amante miraba ausentemente la lluvia y deseaba con todas sus fuerzas poder correr bajo la tormenta, pero no… esos eran sueños imposibles… inalcanzables…

 

Notas finales:

Chan chan chan... las cosas son más complicadas de lo que parecen, espero que les guste esta nueva historia, nos vemos el viernes en el capítulo nuevo, saludos, bye


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