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Por la Guerra por Leynturles3380

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAA XDD

cAMBIO RADICAL, YA NO ES TWO SHOT 0.0, AHORA ES MINI FIC XD


fue un cambio para mi, pero no queria dejar muy larga la segunda parte :/

Soy mala hasta para decidir el largo de mis fics :(

BUENO, OTRA COSA: cambie la forma de flash back, ahora es solo cursiva al igual que los pensamientos.

 

AHORA LEAN

Mientras en la sala: Vegeta acompañado por Vegetto ponía la carta recibida a la luz de la lámpara, revisaba si no había algún mensaje oculto en el papel como los que le solía dejar su pareja…

 

__ ¿Qué hace, señor? __ interrogo el menor sentándose al frente

 

Vegeta lo vio momentáneamente redactando una amenaza visual hacia el más joven – Que Gogeta no se entere – frunció un poco el ceño y posteriormente volvió su vista hacia el papel – Goku siempre dejaba mensajes ocultos en las cartas, entre líneas escritos con agua. Para que Gogeta nunca sepa lo que realmente pasaba __explico.

 

__ creo que comprendo __ se mostro algo confuso.

__ Reviso si Bardock no utilizó la misma metodología de comunicación que su hijo – suspiro y entre cerro sus ojos para agudizar su vista – Podría haber algún mensaje aquí__

 

El reflejo de la luz finalmente le favoreció y fue capaz de notar escrituras entre las líneas de la misma nota, se sorprendió un poco con lo que informaba la misma y un ardor le nació en el vientre. Sentía angustia.

 

              Vegeta, El bando enemigo está a pasos del campo y arrasara con el pueblo de Nildok más pronto de lo que previmos. Los tanques cruzaran por donde mi nieto y tú se encuentran ahora. No me importa cuál sea tú opinión o la de Gogeta, pero enviare a alguien en busca de Ustedes.

Alístense para la madrugada del día jueves a las 300 horas.

 

Vegeta quedo perplejo y a la vez empalideció con la noticia. Si lo de la nota era verdad ya no le quedaba mucho tiempo. ¿Qué aria? O más bien ¿Qué debía hacer? Todas las personas que apreciaba se encontraban en el pueblo, y por alguna razón sentía que no podía simplemente abandonarlos y ya.

Las personas que su Gogeta amaba…todas perdidas…

Afligido, el ex soldado arrugo completamente el papel y lo arrojo a algún rincón de la habitación para posteriormente cubrirse el rostro con sus manos en mera señal de frustración. Pensó y pensó hasta que se le encendió la pequeña lámpara.

 

__ Es miércoles__ masculló volviendo a descubrir su rostro.

__ ¿Qué? __ pregunto algo distraído el joven de los aretes.

__ Aun podemos evacuar – continuo – aun queda tiempo__ rápido se levantó de su lugar y comenzó a revolver todo en el pequeño mueble que adornaba la cocina.

__ Señor vegeta __ llamó dudoso.

__ ¡Vegetto! – El aludido se enderezo en su asiento – Ve al pueblo, rápido – una vez hayo lo que buscaba, un papel y una pluma, escribió de forma veloz una carta – Dale esta carta a Bulma y Vuelve antes del anochecer__

__ Vegeta… - vio el papel – no entiendo…__ balbuceo.

__ ¡No hay tiempo! Las tropas enemigas ya están aquí. – Fue empujando al azabache hasta la puerta – date prisa__

 

Vegetto no entendía y por ello, harto de sentir mareos y confusión, se quito del empuje de vegeta y lo enfrento. Tenía preguntas y quería las respuestas.

Bastó con una simple mirada para el hombre mayor comprendiera cual era la situación y diera una rápida explicación.

 

__ Los tanques del escuadrón enemigo cruzaran por aquí y arrasaran con el pueblo – informo en un tono algo frio – no sé cuánto tiempo tengamos para evacuar. ¡AHORA VETE! __

 

Vegetto quedo petrificado unos momentos volviendo a sentir el empuje por parte de Vegeta.

Si había oído bien, eso significaba que todo lo que amaba sería completamente destruido, reducido a cenizas… Entonces otra idea paso por su mente. Morirán.

 

__No… __ quería poner otro pero, quería saber más.

__ ¡Vete ya por lo que más quieras! – Ya estaba perdiendo la paciencia – No podrás volver antes del anochecer y tendrás que quedarte con Bulma – explico – hay que darse prisa, no hay tiempo__ dejo al otro frente a la puerta y tomo dirección a las escaleras.

__ Señor Vegeta, ruego y me explique__ suplico más que angustiado a lo que vegeta bufo.

__ Bardock dejo un mensaje oculto en la carta. Informa que el enemigo arrasara toda esta zona. Él enviara a alguien por nosotros – sentía demasiada tensión sobre sí mismo – ahora vete, lárgate y date prisa. El resto te lo explico cuando regreses pero ¡Vete ya!__ sin más subió a prisa las escaleras.

 

Vegetto trato de procesar toda la información recibida segundo atrás y salió casi como alma llevada por el diablo, una vez montado en su moto.

Vegeta se quedo viéndole desde la ventana, observando como el novio de su hijo se perdía a lo lejos – Dale esa carta a Bulma y vuelve rápido, lo más rápido que puedas – despego su vista y se fue hacia una de las habitación de la casa.

__Volveré pronto señor __ pensó, volviendo momentáneamente su vista hacia la casa posteriormente acelerando y asi disminuir el tiempo de viaje.

 

[********]

 

Ya lo tenía todo preparado en una pequeña valija de viajes, solo faltaba que su hijo le diera acceso al cuarto para recoger unas pocas cosas más. Golpeo un par de veces y espero unos segundos antes de hablar.

 

__ ¿Gogeta? __

__ ¡Lárgate! __

__ Hijo, Vendrán a llevarnos con tu abuelo Bardock – informo – recoge todo lo que creas necesitar…__ simple y perturbador silencio.

 

Nuevamente las horas pasaban y Vegeta no dejaba de ver por la ventana, el sol daba su ultimo rayo de luz. El último rayo de esperanza se desvanecía.

Unas ganas tremendas de llorar le entraron al de cabellera en flama, trataba de enfocar su mente en su hijo pero simplemente no podía descartar los recuerdos que llegaban a su mente. ¡Cuánta Melancolía! Asquerosa y repugnante.

Por un momento prefirió dejarse llevar y recordar aquellos tiempos en que era un capitán, el capitán del primer escuadrón. ¿Cómo fue que un soldado cualquiera lo fue a enamorar? ¿En qué momento establecieron contacto? ¿Cómo alguien ajeno a su escuadrón se infiltro?

Tantas preguntas cruzaban por su mente, entonces vio que con la ida del último rayo de sol iba llegando Vegetto. Suspiro con desgano y volvió su vista al cielo que poco a poco cobraba un color oscuro.

Comenzó a maldecir en silencio a su esposo ¿Cómo se le ocurría desaparecer? Justamente ahora, teniendo un hijo de 14. Eso le molestaba un poco. Frunció el seño y cerró los ojos un segundo llegando a oír el motor de una motocicleta acercarse, profundizo su pensar y rememoro su primer beso con otro hombre: Aquel beso que recibió en el momento menos indicado; en campo de batalla y cubiertos de sangre…

 

__ Que adecuado __ pensó y se alejo de su lugar para ir hacia la sala, recibiría a Vegetto.

 

Una vez el menor ingreso a la casa y ambos sentados en el cómodo sofá una serie de preguntas invadieron al ex soldado.

 

__ Vegetto – llamó algo pensativo - ¿Cuál es tu edad? __ indago.

__ 18, señor __

 

Nuevamente silencio y medio millón de interrogantes usurparon la mente del azabache, por un momento sintió que la sangre se le enfriaba – Cuatro años de diferencia – en ese momento pareció tener cólicos nuevamente, pero supo reprimirlos.

Ciertamente la relación entre su hijo y el joven de los pendientes le recordaba a la suya y la de su esposo. Quizás con un cambio de roles nada más.

Vegetto permaneció en silencio pensativo al igual que él mayor, observo por la ventana de sala que la brisa nocturna soplaba como nunca y un ligero – Quizás – cruzo por su mente dirigiendo su vista nuevamente al hombre junto a él.

 

__ Por usted – dijo y capto la atención del distraído – yo antes era un joven que vivía simplemente de sueños, sueños que nunca se cumplirían por pobreza. Pobreza que me fue otorgada por la guerra – trago duro, podía oír su corazón latir acelerado – Ustedes me encontraron y me acogieron como a un hijo, a pesar de mi edad… – su voz se le corto un segundo – Me ayudaron… yo quería que Gogeta me viera como un hermano pero…__ callo.

__ Fue inevitable __ termino Vegeta.

__ Aun asi, no sé cómo podría verle la cara al señor Goku…__

 

Silencio, de nuevo silencio y el paso de las horas.

Vegeta preparo más que unos sándwiches para cenar y por fin consiguió que su hijo abandonase aquella habitación acompañado por una mochila en su hombro. Suspiro y se dedico a ver al par de jóvenes, quería rememorar un poco. Rememorar en lo que llegaban y se los llevaban hasta la base militar.

*

 

El clima era frio, casi helado. Brisa que golpeaba con sus empalidecidos rostros y secaba a sobremanera la piel calándose hasta los huesos.

Cubrió un poco más su rostro con la bufanda que llevaba y corrió tras una arbolada a resguardarse, estaba más que enfadado. Habían pasado unos pocos días desde que se habían lanzado a defender el flanco izquierdo de su campamento, y la estrategia había fallado. Miles de soldados caidos y todo lo que sabía de la situación: Era el último en pie.

Ya no podía con tanta presión. Moriría. Estaba más que seguro de aquello, por un segundo considero seriamente el suicidio pero eso significaría morir como un soldado cobarde y no quería eso. Se acabaron las opciones y estaba más que decidido a arrojarse y dar pelea por una última vez.

Pero…

Hay estaban, un grupo de soldados desconocido que comenzó a arrasar haciendo retroceder al enemigo. Quedo cautivo de la admiración por un momento a pocas de ser víctima de un disparo, salvado por un misterioso soldado quien se le había arrojado derribándolo tras unos árboles.

-¡¡ ¿QUÉ TE PASA IMBECIL?!! – pero lo único que recibió fue una mano cubriendo su boca.

- shh, no grites. Con mi escuadrón te sacaremos de aquí- pareció sonreír bajo todas esas telas que cubrían su rostro, cosa que igualmente no le importo y retiro la mano ajena.

- ¡¿Quién diablos eres?! ¡¿Y qué demonios haces aquí?! – estaba molesto, retiro las telas del rostro propio solo para que el contrario viera su expresión.

- Capitán Vegeta, soy Goku – Dijo sin más exponiendo su rostro de igual forma – integrante del tercer escuadrón, dirigido por Bardock y he venido a salvarle – sonrió, como si todo estuviera de lo mejor.

- ¿Qué? –

- No hay tiempo-

Y con ello se lo llevo casi volando de aquel lugar, evitando disparos y a la vez soportando regaños.

*

 

__ ¡VEGETA! __ Grito zarandeándole fuerte por los hombros.

 

Sus ojos se abrieron de inmediato, exaltado se puso de pie en un salto y lanzo su mejor golpe que con suerte fue esquivado por el contrario.

 

__ Wow ¡Relájate! Vaya - trato de calmarse a sí mismo - sabes también me alegra verte __ comento con sarcasmo y una ligera sonrisa ladina. Fue hasta entonces que el aludido se enfoco.

__ ¿Turles? __ dudo.

__ No – sarcasmo - soy tu madre ¡Que no lo vez! __ se burlo un poco

__ Grr… ¿no me digas que tú has venido por nosotros? __ miro hacia los lados y no viendo a nadie volvió su vista con una interrogante.

__ Si, ahora vamos al avión que tus hijos ya están hay__ informo tomando al más bajo por el brazo y jalándolo hacia la puerta.

__ ¿Qué? … ¿En qué?... __

__ Mientras tú dormías, ahora de prisa__ ordeno empujándole fuera de la residencia.

 

*

 

Los soldados tomaban su cena en el amplio comedor que ofrecía la base militar, se veía bastante desolado a decir verdad puesto gran parte de los soldados se encontraba en las tiendas medicas y otros… simplemente perdieron la batalla.

Vegeta se iba adentrando, sirviéndose de forma adecuada los alimentos pues debían racionar. Observaba a todos aquellos soldados comer de forma lenta y sin prisa. Una pequeña carcajada sonó por algún rincón del comedor captando su atención y ni bien reconoció aquel rostro tomo paso veloz hacia la mesa, golpeando su charola fuerte contra esta obteniendo la atención de todos los soldados que la completaban.

-¡Exijo hablar contigo!- lo extras empalidecieron y el aludido se mostro crédulo.

- am… Creo que ya estoy satisfecho, me voy a descansar- comento uno.

-¡sí! Yo recordé que no presente el informe- dijo otro y todos comenzaron a abandonar la mesa.

-¡Raditz! ¡Turles! ¡Krillin! ¡Lápiz! ¡Oigan no se vayan!- pidió el joven que quedaba siendo completamente ignorado por sus colegas.

- ¡Ya maldito! – Vegeta, molesto, se acerco hasta el soldado y lo tomo por el cuello de las ropas -¿Quién diablos eres? ¿Y qué carajos hacías en MI flanco?- interrogo.

-oye, jeje, claro te diré pero… -una sonrisita se le escapo- podrías… ¿darme mi espacio?-

 

No supo en qué momento exacto fue que se arrimo tanto al contrario pero sin dudas fue una razón para sentir algo de nerviosismo e incomodidad, se alejo abruptamente y se acomodo en el asiento libre junto al joven de alborotada cabellera.

 

-Ya te había dicho mi nombre, Goku, soy hijo del capitán del tercer escuadrón- informo aun sonriente mientras daba un buen mordisco a su pan.

- ¿Hijo de Bardock?- indago y fijándose bien en el muchacho lo noto, noto aquel parecido.

-Asi es, Talvés tu aun no me has visto y eso se debe que no ingrese hace mucho a los cuarteles- dio otra bocanada a su comida y el azabache lo imito.

- ¿Edad? –

- mmm… tengo 17 – volvió a sonreír. Vegeta estaba dispuesto ah hablar pero este le interrumpió- no me digas nada, yo ya sé todo de ti – comento dándole un escalofrió al otro.

-¿Qué cosas dices? – interrogo con el ceño fruncido, esa no se la iba creer tan fácil. Sin embargo, no podía evitar pensar en que era un muchacho muy joven para estar en los cuarteles.

-Tú eres vegeta, tienes 21 y tu padre es el general Vegeta, llevas ejerciendo desde los 14 ¿verdad? – izo a un lado su charola puesto había acabado sus alimentos.

-¿Cómo sabes eso?- se encontraba algo perplejo… pero todo lo que recibió en respuesta fue otra risilla,

 

Luego de aquello tuvieron una fluida charla o algo parecido, ya que era el menor quien más hablaba. De alguna forma y sin importar que tan cortante o grosero fuera, aquel chico no se alejaba de él un segundo. Hubo un punto en el que comenzó a ser vital para el su “molesta presencia”, unieron los escuadrones y luchaban codo a codo. Llegaron a compartir habitación…

Se estaban volviendo amigos, se estaban tomando cariño, se estaban volviendo algo vital en la vida del otro.

-¡oye! ¡Vegeta! ¿No extrañas tu vida antes de ingresar aquí?- levanto las manos haciendo referencia a todo el cuartel.

-No tuve vida fuera de los cuarteles- respondió simple y frio, no era fanático de las conversaciones.

- oh…-

- ¿y tú?- interrogo curioso pero casi al instante se abofeteo mentalmente.

- Bueno… extraño a mi madre… y amigos…- él solo fue quien finalizo la conversación de aquella noche tras decir aquello.

Al día siguiente deberían registrar otra zona y cerciorarse de que el enemigo aun no la haya tomado, evacuar… rescatar y en otro caso, hacer del lugar el campo de batalla.

 

*

 

__ Llegamos – anuncio sacando al cabellos flama de su pensar – Bien, los escoltare hasta las habitaciones y luego te llevare a ti con Bardock __ informo golpeando suavemente el pecho de Vegeta.

__ ¿A mí? __ aun estaba algo ido.

__ Si, bien, andando__

 

El transcurso desde el puerto aéreo hasta los extensos pasillos del cuartel llenaban de recuerdos a Vegeta, deslizo momentáneamente sus dedos por las paredes reviviendo aquel dolor de las guerras que ya no peleaba. Grande fue su sorpresa cuando Turles se detuvo justamente frente ah su vieja habitación, aquella que compartía con su esposo. Ingreso y sin pensar fue hacia la cama que le pertenecía a este, se sentó sobre la sedosa sabana verde que cubría la cama y deslizo sus manos con cariño volviendo a recordad…

Su rosto se torno rojo momentáneamente apenado por sus propios recuerdos, captando la atención de su hijo y obteniendo una risilla por parte del moreno.

 

__ Bien Vegeta, ven conmigo. Escoltaremos a este tercero a algún cuarto y de ahí vamos con Bardock__

__ Si no importa, quisiera quedarme con Gogeta mientras el señor Vegeta no esta__

__ Está bien, pero igual síguenos. Quiero ahorrarme el trabajo de volver hasta aquí solo para llevarte a tu cuarto. Luego vuelves y listo__ dijo con pereza, le daba flojera aquella idea.

 

Una vez más avanzaron por los pasillos, primero hasta una habitación algo alejada donde se quedaría Vegetto y luego hasta un poco más lejos. El centro de la base, una habitación donde se reunían los capitanes, sargentos y generales ah plantear estrategias vitales.

Vegeta ingreso a aquella sala sintiendo ese aroma de rememorar, fijo su vista al centro y observo a Bardock junto a la mesa redonda. Camino hacia él y saludo debidamente antes de ver el mapa que adornaba aquella mesa, todas estrategias fallidas.

 

__ Vegeta, esto es algo serio – inicio – y talvés te enfades por lo que diré – continuo – Pero quiero a Gogeta al servicio del tercer escuadrón__

__ ¡¿Qué?! ¡Eso ni lo sueñes! – Negó rotundamente – no voy a entregar mi hijo a la muerte. ¡No! __ volvió a negar y Bardock soltó un resoplido.

__ Escúchame Vegeta, ah este paso tenemos la guerra perdida. Si Gogeta ingresa ahora podría ser preparado adecuadamente, podría ser como tú, podría ser como Goku… entiéndelo__

__ ¡NO! - esta vez grito - ¿Preparado dices? ¡No hay forma de ser preparado para los horrores de la guerra! – Exclamó apuntando molesto a la cabeza del capitán - ¡¿Estás loco?! – Interrogo – ¡Tu hijo está muerto ahora! ¿acaso quieres lo mismo para tu nieto?__ un fuerte golpe en la mesa fue otorgado exaltándolo.

__ Vegeta ¡Es tu esposo de quien hablas! ¡Sé más respetuoso! – exigió con el ceño sumamente fruncido – Escucha eh Dicho, tengo fe en encontrar a mi hijo y si Gogeta es tan especial como ustedes quizás pueda ayudar, déjame integrarlo__ esta vez hablo con un tono más suave hacia su yerno.

__ Lo dejare… a cambio de algo__ propuso

__ Lo que quieras__

__ Me reintegraras al servicio__ su mirada mostraba seguridad en cada palabra, estaba más que decidido…

 

*

 

¡Sangre! ¡Sangre! ¡Sangre!

Si tan solo hubiera seguido la estrategia de su compañero de cuarto en lugar de la del tonto del cabo. ¡No estarían en este lio!

El sonido de las metrallas era ensordecedor al punto de generar un pitido agudo y molesto en sus oídos, de a ratos sentía que se le nublaban los sentidos y no lograba hallar a su mano derecha. Se sentía jodidamente mareado y el olor de toda esa sangre filtrándose por sus fosas nasales no ayudaba. Una vez más sentía que moriría.

Cruzo por entre los arboles disparando al enemigo quien luchaba con fervor por romper sus líneas, aun más de lo que ya se encontraban.

Otro mareo lo invadió y torpemente cayo a vista de todos, se dio por vencido viendo venir una granada en su dirección. ¡Al fin! Explotaría y quizás podría descansar de todo aquello de una buena vez, pero se equivoco…

Goku se lanzo desde su lugar atrapando a Vegeta y ambos rodaron por el suelo, segundo antes que explotara la granada. Sin consentimiento de ninguno rodaron cuesta abajo por un pequeño desnivel, para cuando se detuvieron el de alborotada cabellera se encontraba sobre el capitán del escuadrón primero.

Quizás fue por la emoción del momento, la adrenalina, el miedo quizás. Ninguno de los dos sabía. Pero en aquel momento y sin pensarlo siquiera una milésima de segundo, Goku unió sus labios a los de Vegeta en un beso profundo, quizás un beso que transmitía necesidad…

-Ah~ - se separo – Me alegra que no hayas muerto – sonrió y abrazo al contrario.

Ambos sabían que ese era el momento menos adecuado, pero asi pasó. La declaración verbal vino tiempo después y de forma más adecuada. Sin sangre ni colegas muriendo alrededor, sin armas y acompañada de un corto tiempo de paz…

 

*

 

__ Esto es una maldita locura__ aseguro Bardock cargando su arma y guardando municiones en los bolcillos de su uniforme.

__ Cállate y no te quejes, Gogeta dijo que funcionaria y tengo fe en mi hijo__ imitaba las acciones del mayor acomodando el chaleco.

__ Pues no me esperaba que ese… Vegetto le corrigiera las estrategias__ siguió y monto su pie al banquillo junto para atar los cordones de las botas.

__ Ya no importa, es hora.__ Vegeta abandono el cuarto en el que se encontraba topando con su hijo y su yerno fuera, ambos le sonrieron.

 

Extrañamente Gogeta se veía un poco más feliz que cuando había llegado, tal parecía le había emocionado la idea de ir en busca de su papá a la regio sur.

Los cuatro ya estaban más que listos para partir hacia esa zona, la zona con mayores desaparecidos. Junto a otros Dos soldados, Tooma y Turles, tomaron los rumbos.

 

[*****]

 

Todo se veía tan muerto, desolado, horrible y pútrido. El verano no favorecía al lugar puesto el fétido aroma de los cadáveres inundaba la zona. El pequeño grupo de hombres detuvo su caminar para chequear el pequeño mapa que llevaba Gogeta en manos.

 

__ Según tengo entendido perdieron contacto con mi padre en esta zona de aquí__ señalo un punto en el mapa

__ Y derribaron el helicóptero de Raditz aquí – señalo de igual forma un punto cercano – aunque según el último informe él se encontraba con Goku – continuo – pero el contacto con ambos fue perdido en una pequeña diferencia de tiempo__ explico.

__ Exactamente, mi padre dio su último informe tres minutos después de que el tío Raditz fuese de…rribado__ la voz le tembló un poco, no era del todo fácil controlar sus emociones.

__ Entiendo, Por ello ustedes dicen que quizás Goku se encuentre por aquí__ marco otro punto, centrado entre los dos anteriores.

__ Pues si el desgraciado no está resguardado - el moreno escupió a un lado - al menos de seguro un cadáver hayamos __

__ Turles __ reprocho el capitán a lo que el aludido solo evito su mirada.

 

Gogeta trago tratando de calmarse a si mismo puesto tanto aire a muerte lo ponía mal, junto a Vegetto siguieron planteando la evasión de soldados enemigos en la zona y como pasar por aquellos tres puntos sin ser descubiertos. No fue tarea fácil, había muchos enemigos rondando tanto por tierra como por aire.

Pronto llegaron al primer punto, donde Raditz había sido derribado.

Inspeccionando la zona pudieron llegar a ver el helicóptero, cual estaba hecho más que pedazos y ennegrecido por el fuego que lo habría consumado tras ser derribado. Bardock se acerco a chequearlo y dentro no quedaba absolutamente nada, de forma cuidadosa buscaron algún cuerpo por el área pero no hallaron ninguno conocido…

 

*

 

-A veces pienso que podría morirme solo, en batalla…- dijo de la nada con una expresión un tanto pensativa.

- ¿y ahora de que carajos hablas?- interrogo despegando un momento su vista del libro que leía.

-¿Nunca pensaste en como seria si te murieras solo?- interrogo aun sin bajar de su nube.

- No, realmente. Cuando ingresas a la Armada esa idea pasa a ser de menos- respondió volviendo su vista al libro – Si entras aquí es para morir solo – expreso con simpleza y el cabellos de palmera lo pensó un momento.

- Tienes razón, pero aun asi no puedo quitarme la idea…- parecía estar algo entristecido.

-¡Que no te deprima!- le arrojo una almohada a la cara – Mientras luchemos codo a codo, jamás morirás solo – dijo sin pensar.

 

De un momento a otro su libro le fue arrebatado de forma brusca, y pudo sentir como unos fuertes brazos lo rodeaban de forma algo posesiva y a la vez sumamente cariñosa. Se extraño e incomodo un poco por el contacto tan cercano del otro soldado.

 

-Si se me concede morir junto a ti, moriré feliz-

 

Por alguna razón aquellas palabras lograron mover algo en su ser, no supo qué, pero lo llevo a aferrarse con más fuerza al cuerpo del soldado frente a él y ocultar su rostro en el cuello de este. Por primera vez, se sentía feliz…

 

*

 

__y ah muerto solo… __ pensó reprimiendo un sentimiento, viendo fijo y atento al frente o eso creía.

__ ¡Vegeta! __ exclamo en un susurro y lo jalo junto a ellos tras unos matorrales.

__ No te distraigas, soldado__ Bardock lo sujeto y solo entonces vio que unos cuantos enemigos marchaban rumbo norte, cruzándose justo frente a ellos.

 

Vegeta observo detenidamente a todos esos hombres armados pasar, con expresión seria. No podía entender como aquellas personas eran culpables de semejante abominación, le daba coraje.

Contemplo un poco más viendo a dos soldados hablar, todos decidieron esperar un poco más y contemplar. Entonces, de dentro de una de las residencias abandonadas salió un pequeño niño, pálido y sumamente delgado; Los soldados del bando contrario le miraron y le dispararon a quema ropa…

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Continuara…

Notas finales:

Bueno, nos leemos luego

saiyo :3


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