Cap. 8
Narra Naruto
Se despertó al escuchar la puerta de su casa abriéndose, rápidamente se levantó y fue a ver, al instante lo lamentó al ver una escena que no pretendía ver. Su hermano estaba en el sillón de su casa con un hombre arriba suyo besándose. Llevando su mano a la boca para tapársela gimió en silencio para no interrumpir y solo escucho:
-oye, estas demasiado ebrio. No deberías besarme si mañana ni te acordaras de lo que haces – dijo el hombre.
-no me importa ya que ahora tengo el valor que mañana no tendré, solo por hoy has como que no lo estoy.
-aish, eres un tonto, no hare nada que después no recuerdes, si quieres hacerlo conmigo tienes que estas sobrio – dijo mientras se levantaba – aparte estamos en la casa de tu hermano. ¿que pasara si nos escucha y llama a la policía pensando que somos ladrones?
- no lo hará, es tan tonto que vendrá a ver quiénes son antes de llamar a la policía – eso lo ofendió a Naruto ya que si no fuera por eso ya estaría llamando. - aparte tiene sueño pesado y no nos escuchara.
Se quedaron mirando el uno al otro por un rato, hasta que Deidara se sentó para estar a la misma altura que el hombre y lo intento besar, pero este se lo impidió separándolo con las manos.
-tienes que entender que no me gusta que hagas esto estando ebrio para luego olvidar, eso es jugar con mis sentimientos. Eso significa que solo te puedo tener cuando tomas y no quiero. Lo siento, pero no puedo hacerlo. - dicho esto se dirigió para la puerta y se fue.
El hombre se había ido dejando a un Deidara destrozado y llorando, cosa que a Naruto no le gusto. Acercándose a su hermano Naruto solo abrazo a Deidara, sabiendo lo que se sentía estar en esa misma situación.
- ¿porque siempre me rechaza? -susurro sollozando
- El en parte tiene razón dei – no tenía muchas palabras para decirle - mañana estarás mejor. Vamos te acostare en mi cama y dormiremos como cuando éramos chicos - Se fuero a acostar a la cama de Naruto y de durmieron.
La alarma lo despertó de un sobresalto, este miro a su ludo y allí yacía su hermano acurrucado contra la almohada que una vez Gaara le había dado, en todos estos años que habían pasado Naruto no había cambiado ni un poquito, levantándose de la cama se dirigió al baño, le dolía la cabeza y no entendía como había llegado a su casa, de golpe se le vino todo a la mente. recordando todo lo que habían hablado con los hermanos Uchiha. Cuando lo invadió un doloroso recuerdo del rechazo de Itachi, se tambaleo y se recostó contra la pared que estaba al costado de la puerta del baño, lloro por un rato hasta que escucho a Naruto moverse en la cama. Al instante de escucharlo inmediatamente entro en el baño y se ducho.
Naruto se despertó cuando sintió a su hermano levantarse de la cama, abriendo los ojos se quedó acostado escuchando los llantos de Deidara, recordando como tantas veces lloro por Gaara.
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-Gaara, ¿Por qué te vas?
-Porque quiero. - dijo dándole la espalda.
- ¿No me darás una explicación?
-No
- ¿No significo nada para ti? - pregunto el rubio llorando.
- No – Dijo girando la cabeza para un costado y mirándolo por arriba del hombro, sin dejar de darle la espalda.
- ¡Tan solo dame una! - grito Naruto derramando lágrimas, sin parar.
Sin darle importancia Gaara se fue y jamás miro atrás. Dejando a un Naruto destrozado. Este llorando se fue corriendo a un parque a unas cuadras del lugar de donde estaba y se sentó en un banco, esperando a que Gaara se arrepintiera y volviera. Pasaron horas, el cielo se nublo y la lluvia cayo enmascarando sus lágrimas, el no supo cuántas horas paso llorando. Solo sintió cuando este dejo de caer sobre él.
-Me das pena y asco – dijo una mujer. Mirando hacia donde provenía la voz y vio una joven de casi su misma edad de pelo rojo al igual que sus ojos, tenía un suéter rosa, esta llevaba las mangas recogidas hasta un poco más arriba de las rodillas, llevaba unos zapatos de tacón a juego. Está llevaba un paraguas en la mano izquierda mientras que con la derecha le tendía el otro que estaba abierto a Naruto, el cual acepto. Sin decir más la pelirroja abrió el paraguas que llevaba - si no puedes mantener a un hombre a tu lado, por lo menos mantén tu dignidad y tu salud a flote. Idiota... - siguió su camino sin mirarlo ni una sola vez a la cara.
Volviendo a su casa Naruto se derrumbó en el sillón y allí paso horas sin que nadie lo consolara, hasta que llego Deidara y lo abrazo.
- mañana estarás mejor. Vamos te acostare en mi cama.
Deidara estuvo allí sosteniendo a Naruto hasta que este estuvo tan cansado que Deidara tuvo que llevarlo a la cama.
-----------------Fin Flash Back-------------------------
Se movió en la cama para borrar el recuerdo que se le vino a la mente, miro al techo y escucho la puerta del baño cerrarse. Levantándose de la cama tomo una campera y se dirigió a la puerta, poniéndose sus zapatos y salió. Camino unas cuadras hasta un mercado. Agarro un carrito de mano y fue a donde estaban las verduras, tomo dos zanahorias, cebollas, ajo, jengibre pelado (estaba en una bandeja). Se dispuso a tomar los huevos, pero un susurro lo distrajo.
- te encontré...