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from Y to Y por izaya4

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Notas del capitulo:

Por fin!

Les he traído el capítulo tres de esta historia, es algo largo pero pude terminarlo. Me encanto lo que sucedió y cambie algunas cosas, como lo del encuentro prusiano, así no iba a ser como se conocerían pero paso, espero les guste y digan que tal.

 

Ahora sin mas que decir a leer 

 

Esa mañana había llegado tan rápido como la noche había terminado, aquel joven de ojos azules había despertado por culpa de los rayos solares, que se colaban a través de la ventana de la habitación. Al restregar sus ojo un poco, observo aquella ventana frente a el, con todo el interés del mundo,aunque aun seguía en un estado de inconsciencia. Su mente estaba sin funcionar,hasta ver su exterior y parte del interior de la habitación, rápidamente recordó lo que paso el día anterior sobre su encuentro con ese chico, el baile y el beso que daño esa velada; se levanto de inmediato y se sentó en la orilla de la cama,observando las paredes color crema y la cortinas blancas,para luego llevar sus manos hacía sus cabellos rubios,alborotando los un poco, y negando con la cabeza gacha. Había cometido un pecado anoche, uno que tal vez debía remediar. Tras alzar la mirada, rápidamente se irguió y camino a la puerta, abriendo la con cuidado para ver si había alguien fuera o si se encontraba al otro rubio.
 
Al parecer su suerte estaba con el, ya que el pasillo estaba desierto. Cerro la puerta y solo suspiro, así que fue a ese armario de madera y saco las ropas que le habían quedado;tras colocarse la,volvió a abrir la puerta y decidió ir a la cocina para preparar algo al joven rubio, así hasta seria una buena forma de disculpa por haberlo hecho enojar y tal vez hasta le pediría el ir a una iglesia para pedir su perdón a dios, aunque al llegar a la habitación que era la cocina, se dio cuenta que el lugar no estaba solo y además estaba alguien dándole la espalda. Era el otro rubio el cual parecía estar cocinando un te preparado por el mismo.
Gilbert no pudo evitar el dejar salir un suspiro, el cual alerto al otro chico que momentos antes seguía con su mano revolviendo la cucharilla en el te.
 
- Good morning… al parecer dormiste bien- pronuncio el ojiverde ya cuando volteo a verlo.
 
- Danke…pero no tenia que preocuparse, oresama siempre duerme bien donde caiga kesesesese- el rubio solo negó con la cabeza ,para tomar un sorbo de su te ya frío.
 
Gilbert lo observaba desde lejos, al parecer sus sospechas  eran ciertas, no había comido nada y su desayuno se encontraba en el basurero. Ni corto ni perezoso, camino por toda la cocina en silencio hasta llegar a los estantes donde el mayor guardaba sus ingredientes. El prusiano tomo algunas cosas en silencio ,mientras iba a la nevera y sacaba otras. Minutos después ,ya estaba friendo unos tocinos y cocinando en la sartén unos waffles para que ambos comieran .
Gilbert le había entregado un plato lleno de waffles con tocino al ingles, mientras tomaba el suyo propio y se sentaba al frente del otro rubio en la mesa. Notando que apenas y se movió para ver lo que le había dejado, él rubio cenizo bajo la cabeza para comenzar a comer pero sabia que el contrario estaba aun molesto por lo de anoche.
 
- Gilbert …quiero que te prepares…saldremos a dar un paseo- los ojos rubíes del prusiano se abrieron y observaron de inmediato al rubio.
Arthur había cambiado su posición y no cruzaba nunca la mirada con el otro, comiendo lo que aquel teutón había preparado para ambos, una sonrisa en Gilbert había parecido, cosa que dio a entender que lo había perdonado.
 
…….
 
Es misma mañana ,un albino dormía plácidamente en su habitación, babeando la almohada ,hasta que cierto rubio y cierto castaño abrieron la puerta de golpe y se lanzaron como misiles encima de aquel pobre albino. Ese detalle provoco que el mismo chico gritara asustado y comenzara a patalear, cosa que a los otros dos intrusos solo les hizo reír.
- Idiotas! ¿Por qué me despiertan de esa forma? Oresama tuvo el mejor sueño de su vida y ustedes dos se lo arruinan!- habia mentido.
 
- Uy, alguien se levanto de malas pulgas esta mañana- mencionó un divertido moreno.
 
El prusiano de inmediato le mando una mirada fulminante a cada uno de sus amigos, mientras restregaba sus ojos un poco. 
 
- Ohhh vamos Gil, vinimos a despertarte a petición de tu hermano…le prometiste que lo acompañarías a el y a Italia chan a comprar cosas…asi que nosotros vinimos a que no te sientas tan solo con los enamorados- se burlo el francés.
 
 
- Muy bien Francia, tienes un punto- les regalo una sonrisa y salio rápido de la cama- oresama y el bad touch trio tendrá una buena aventura en el centro comercial de Berlín – y con esas palabras y su pose, salio corriendo al baño.
 
Al estar en el baño ,su semblante cambio a uno serio, se lavo la cara y llevo sus manos hacia su cabellos par echarlos hacia atrás. Algo le intrigaba, por un tiempo no sentía una corazonada como la que estaba sintiendo esa mañana, Gilbert beilschmidt tenia un mal presentimiento y no estaba equivocado.
 
………
 
- Tampoco? Shit! Porque eres tan corpulento!- era la hermosa voz de un ingles ,el cual estaba metido dentro de una tienda inglesa con cierto chico ,de también rubia cabellera.
 
Después del silencioso desayuno que habían tenido Arthur y el joven Gilbert, decidieron salir en busca de ropa apropiada para el muchacho, así que ¿por que no empezar por el país natal de Arthur? Y así fue. Ambos rubios comenzaron a recorrer toda Londres , cada tienda de ropa y artículos para hombre que encontraba. Lamentablemente solo poca ropa inglesa le había quedado, mientras que la mayoría de las que se probo solo le quedaban apretado. Arthur comenzó a pensar de sus hombres británicos eran tan flacuchos que lo deprimió por un momento, hasta que el cenizo vio su mala aura y trato de convencerlo de lo contrario.
 
- Te digo que esta bien… oresama solo es un poco mas grande Arthur- le daba palmaditas al ingles ,mientras caminaban por una sucursal, luego de salir de una tienda de trajes.
 
- Si tu lo dices…- fueron sus únicas palabras
 
 
Caminaron por varias calles y sucursales hasta que el pequeño pruso noto lo que era una cafetería. Le insistió e insistió para que entraran y por fin logro convencerlo. El cenizo estaba prácticamente emocionado por conocer algo mas de ese misterioso país. El ver los locales ,el clima y todo aquello que demuestra donde vive le da una oportunidad al teutón para que pudiera descubrir la nacionalidad del chico, costara lo que costara, descubriría quien era y lo buscaría en su época. 
 
Ya dentro del café ,el ingles se apresuro a buscar una mesa,dejando al pruso en la puerta,el cual admiraba todo por doquier. Al pasar de largo una de las mesas ,no se dio cuenta las personas que estaban ahí comiendo,aunque esos tres habían notado su presencia ,fue la sorpresa que se dieron cuando el mismo ingles grito un nombre que jamas escucharían de la boca de el.
 
- Hey! Gilbert, no te quedes parado como idiota y sígueme- dijo al medio voltear y del al cenizo.
 
- Upss, lo siento, es la primera vez que oresama ve un lugar como este keseseses…es lindo- troto hasta el chico y al estar cerca de el noto algo peculiar- Arthur ¿estas bien? Estas algo rojo- ladeó la cabeza confundido pero esto solo hizo que el rubio lo ignorará, deprimiendo un poco al prusiano- aun estará molesto por lo de ayer?- susurro para si ,siguiendo a su acompañante.
 
 
Fue esa conversación lo que hizo que la alarmas de los tres extraños que vieron la escena se encendieran.
 
- A…america san…vio lo mismo que yo?- asintió el aludido.
 
- E…ese no era Inglaterra y…- un rubio de lentes no había terminado su frase.
 
- Prussia… si era el- respondió el mismo que había hablado.
 
 
Tres países estaban comiendo en ese restaurante,  América,Japón y Canadá, habían ido temprano y se habían encontrado con esa escena. Solo Japón había reconocido al chico que había entrado con el ingles ,cosa que hizo que botara su bebida, aunque claro ellos sabían que prusia no había cambiado mucho desde su niñez.
 
- Hay que seguirlos- por fin hablo el ultimo en esa mesa.
 
- Pero América san y los…- pero fue callado.
 
- Hay que seguirlos, quiero saber que tontería hizo Iggy para que ese chico estuviera con el- comento sin quiera ver al japones. El cual también miraba a los otros dos hablando en una mesa.
 
En la otra mesa.
 
(A partir de aquí comienza  esta cancion.  https://youtu.be/k5Ii4n5VshU )

 

- ya se! Tengo una idea, iremos a tu casa, ven levantaré no tenemos tiempo- dijo un ingles,el cual llevaba una sonrisa de oreja a oreja.
 
Ambos habían levantado,pero el pruso duro unos minutos pensando. Tamborileó la mesa y salio detrás del rubio de ojos esmeralda. Los dos caminaron hasta el aeropuerto uno tras otro. Gilbert estaba algo distraído ya que en su mano llevaba una pequeña libreta, un diario de todos sus recuerdos hasta ahora. Mientras iban por la calles de Londres ,el seguía con la libreta haciendo cruces y trazos con el lápiz, gracias a su entrenamiento podía hacer dos cosas al mismo tiempo, observaba las facciones de aquel despistado rubio el cual caminaba frente suyo como si nada.
 
“¿me estaré enamorando?” llevo a su pecho una de sus manos, deteniéndose en ese instante, sus temores comenzaron a aflorar. Sentía miedo poco a poco su corazón se aceleraba y su mente se nublaba. ¿Acaso el estaba sintiendo cosas por un chico? Por un chico además?.
 
- Hey gilbert! Wake up…debemos irnos- la voz del ingles lo despertó.
 
Rápidamente subió su mirada hacia el rubio y ahí lo había notado. Su corazon no solo se aceleraba por miedo, sino por amor, un amor completamente nuevo. El lo sabia porque era lo mismo que sentía por Elizabetha cada ves que la veia. Trago saliva, observando cada facción del chico mejor. Sus ojos tan verdes como la esmeralda,pero apagados y sin brillo. Su piel arena que simplemente lo hacia verse angelical, esas cejas pobladas que a pesar de ser como son lo hacía ver tierno y ese cabello tan rubio que brillaba como el propio sol. Fue ahí cuando se sorprendió aun mas, ese chico lo había flechado y el había caído en sus redes, sino una prueba era ese beso de anoche. Con una sonrisa se acerco a el y lo abrazo ,dejando perplejo al ingles y a los que lo seguían.
 
- What the hell? Que estas haciendo?- pregunto alterado, cosa que hizo a reír al prusiano.
 
- Nada, solo quería abrazarte. Mejor abordemos ese avion- el chico solo le sonrió, haciendo sonrojar al mas bajo.
 
Gilbert no espero ninguna respuesta y tomo la mano del chico,para así salir corriendo. Sus manos eran frias y suave. En su interior el prusiano deseaba tanto en no soltar aquella mano que tomaba con fuerza,mientras corrían por todas las calles hasta el aeropuerto y del aeropuerto hasta la entrada del avión, en todo el recogido que hicieron, Arthur pudo notar esa boba sonrisa que conocía de memoria, una sonrisa de tonto enamorado, lo cual lo hizo sentir un cosquilleo en su interior, mas solo pensaba que a pesar de ello, el no podía corresponderle . no se sentía apto para aceptar sus sentimientos, cosa que el pruso no pensaba lo mismo. Por un momento los dos pensaron que ese seria el día mas largo para ambos.
 
Habían llegado por fin a su destino. Berlín, la ciudad alemana mas famosa del mundo. Gilbert una vez bajo de ese avión comenzó a impresionarse por todo lo que veia con cada paso que hacia. Estaba emocionado de conocer el lugar que era su hogar ahora en el futuro, parecía un niño pequeño ,emocionado por su nuevo juguete ,cosa que hizo reír al ingles cuando el mismo lo pensó. De inmediato aquel teutón, volteo a verlo, llevándose de la nada toda la atención hacia el ingles.
 
- Sabes…tu sonrisa es hermosa- una torpeza pensada en voz alta.
 
- No digas tonterías Gilbert!- el sonrojo en las mejilla del mas bajo, eran mas notorio cada vez.
 
 
Solo río divertido de la reacción del rubio y el ignorando al chico salio de ahí para comenzar su recorrido. Lo que ellos no sabían es que cierto americano había llamado refuerzos .
 
El día fue transcurriendo con lentitud ,cosa que para dos chicos no se había notado. Arthur y Gilbert caminaban agarrados de mano, desde que salieron del aeropuerto y ahora iban por la calles de berlin como turistas. Decidieron entrar a uno de los centro comerciales mas grandes de la capital y comenzaron a entrar en cada tienda que al prusiano le gustara.
 
Desde peluches hasta ropa fueron viendo, Gilbert se divertia demasiado y de vez en cuando gracia a sus torpezas ,el ingles le regalaba una pequeña sonrisa, un sonrojo o hasta su misma y natural risa. Cada vez que veia esos gestos lo hacían sentirse embobado, sintiendo que lo único que mas importaba era hacer feliz a ese gruñon rubio, del cual era su salvador y acompañante.
 
- Ohh vamos Alfred, angleterre no es un persona que vendría aquí a Alemania a comprar ropa- hablaba un rubio que cruzaba junto a sus dos amigos un pasillo de tiendas- de verdad debiste Habértelo imaginado .
 
Eso no era su imaginación y el americano lo sabia, Francia escuchaba los reclamos de el niño de Inglaterra,mas la palabras de el japones y el canadiense que lo acompañaba por teléfono. 
 
- Oigan chicos debo ir al baño- se apresuró a decir un urgido albino.
 
Lo único que recibió del resto fue un movimiento de manos. Rápidamente el albino decidió entrar a los baños que estaban mas adelante.
 
- Podrías decirme donde estas? Que mire al frente? Que pasa Antonio- fue lo ultimo que dijo antes de soltar el teléfono.
 
El español trataba de llamar la atención de los otros cuando vio hacia el frente, lo que se encontraron no podía ser verdad. Arthur kirkland,también conocido como Inglaterra estaba parado a un lado del baño de hombres al parecer esperando.
 
- Que hace el aquí?- habló de inmediato por teléfono.
 
- Te lo dije,pero tu no me crees- respondió el del teléfono.
 
- Como le vamos a creer?- respondió el español,ya que el teléfono estaba en alta voz.
 
- Bueno eso ahora no importa, ¿porque esta ahí?- codeo el francés.
 
- Anda esperando a un chico que entro….-esta vez fue el japones.
 
- Un chico? Por cierto ¿Dónde esta Gilbert?- al fin se había notado.
 
- Muy bruder entró el baño hace un momento- dijo el alemán tambien oculto con ellos.
 
- Que? Y porque no dijiste nada?- reclamo el francés – Antonio llamarlo ahora – fueron las palabras del otro.
 
 
De inmediato el español comenzó a llamar y el teléfono del prusiano comenzó a sonar. Gilbert estaba ocupado viéndose al espejo cuando la vibración de su teléfono lo alerto, sacándolo del bolsillo decidió contestar.
 
- Si al habla el gran oresama! Que pasa Antonio?- decía mientras se arreglaba el cabello.
 
- Estas en el baño?-
 
- EH? Pues si, se los dije hace un rato, vaya clase de amigos- dijo en un suspiro resignado
 
- Por lo que las quieras, tardare todo lo que puedas- le dijo Aquel español.
 
- Que? Porque? Pasa algo? Saben que el gran yo no se tarda tanto- respondió con suficiencia.
 
- No me interesa, tardare porque queremos que averigüéis quien espera un ostion el inglesito- grito el chico.
 
- Espera dices que el cejotas esta afuera? Y como no lo vi?- se sorprendió apoyándose de la barra.
 
- No lo se ahora has lo que os digo- volvio a gritar.
 
- Pero, es el cejotas…es Arthur…¿Qué hace aquí en berlin?- pero no escucho la respuestas de sus amigos, ya que un portazo hizo que se asustara.
 
- Dijiste Arthur?- esa voz, esa voz tan terriblemente familiar.
 
Lentamente gilbert fue subiendo la mirada al espejo y lo que se encontró lo aterro. Rápidamente volteo ,encontrándose con una imagen aterradora. Ahí frente a el estaba el mismo,solo que una época mas joven, tenia la misma expresión en su rostro.
 
- Hey gilbert, gilbert que sucede,oí – pero este no contesto.
 
- Chicos ,luego los llamo, espérenme callados afuera -el albino decidió colgar sin hacerlo solo para que los demás escucharan. Así que dejó el teléfono reposar en la mesa del baño. Necesitaba entenderlo – quien eres? – la voz de gilbert alerto a los otros para que hicieran silencio y no metieran la pata.
 
- Yo primero pregunte , ¿dijiste Arthur?- respondió el otro que estaba con Gilbert.
 
- Si…oresama conoce al cejotas- fue ahí donde los ojos de aquel rubio se abrieron.
 
- Ore…sama ¡tu! Tu eres mi gran yo del futuro ¿en serio me veo muy viejo? – ladeó su cabeza a un lado viéndolo, alzando una ceja.
 
Los otros al teléfono no salían de la impresión ,cosa que hizo que también no se rieran por el comentario del otro joven.
 
- Oye! No me interesa que haya hecho ese estúpido ingles, pero no dejare que un impostor este caminando así como así – le punto el pecho con el dedo, mientras el mas joven se molestaba.
 
- Yo no soy un impostor…mi nombre es Gilbert beilschmidt y soy el gran Prusia, el imperio teutónico? – aquel rubio se irguio con orgullo, cosa que hizo retroceder al albino
 
 
Gilbert no podía salir de su shock, en efecto era el, su versión joven estaba hablando con el,se apoyo de la mesa y llevo sus manos a sus cabellos. El mas joven noto que los ojos carmesí de aquel hombre brillaban con intensidad, como si fuera sangre liquida.
 
- Debo golpear al cejas – respondió tomando el teléfono y volteando se para salir.
 
- Que? Nein, no te dejare salir de aqui- hablo poniéndose frente a el.
 
- Apartare mmocosoes el cejas, oresama debo golpear a Inglaterra ahora mismo- pero no se aportó .
 
- No te dejare que le hagas daño…espera dijiste Inglaterra – el albino asintio, mientras el ma joven se sorprendía. – ese hermoso rubio es el hermano rebelde y menor de Francia? – Gilbert joven ya había sabido por fin quien era – rayos! He cabado mi propia tumba, no solo con Francia sino que también con Escocia. Me van a matar! – llevo sus manos hacia su cara tapándolo
 
 
Gilbert no entendía lo que pasaba, hasta se había olvidado de su objetivo solo para acercarse a su pasado. Lo observo un poco extrañado y se acerco para palmearle la espalda, debía ayudarlo.
 
- Hemmm oresama no sabe de lo que hablas, pero puedo ayudarte en algo- pero fue ignorado por el.otro.
 
El rubio se levanto y con determinación en sus ojos miro a su futuro, lo contemplo, notando que no se veia tan mal, se acerco y toco en varias partes al pruso mayor, luego se cruzo de brazos y sonrió.
 
- No estoy nada mal, no entiendo porque no estas con el…buen no importa eso lo cambiare , aunque muera en el intento, oresama conquistara al pequeño joven conejo – 
 
- Que.?- todos absolutamente todos gritaron – te volviste demente? Es el cejas – exclamo alterado el otro.
 
- Y que? Estoy enamorado de Arthur y se que es un pecado pero no me importa ya. Fui un torpe al no darme Cuenta de lo que sentía por el, oresama lo  embarro ayer. Es por eso que no me pienso acobardar, oresama no demostrara debilidad ante nadie y menos ante mi mismo -la confesión de su pasado hizo un dolor punzante en su pecho.
 
- No puedes, el no es de tu mundo…ademas no puedes enamorarte en un día de el, es el cejas! – estaba desesperado, jamas se había visto así de desquiciado como ahora – Y a todas estas que le viste?-
 
El joven prusiano no le contesto, mas bien se quedo pensativo y ahí fue donde gilbert lo vio, la misma sonrisa de tonto enamorado que siempre ponía cuando estaba con elizabetha .
 
- Sus ojos, son tan verdes que parecen dos bellas piedras cuando no están opacas. Su voz, aquella voz ronca pero a la vez tan dulce cuando es cortes… oresama no se la puede imaginar en otras situaciones – el contrario tosió por el doble sentido en esa palabra – sus gestos, cada uno de ellos, cuando esta molesto, melancólico, triste, feliz, su emocion cuando desea algo y ese lindo sonrojo que aparece en sus mejillas cuando esta avergonzado. Su pelo, tan rubio que brilla al simple toque del sol, es tan suave y hermoso y sus labios – sin darse cuenta el ma joven llevo sus dedos a sus propios labios, rápidamente gilbert abrió los ojos.
 
- Espera ¿ lo besaste?- grito alterado esperando que eso no fuera verdad. Pero esa sonrisa apenada se lo confirmo.
 
- Saben a fresas y manzanilla. Pero lo que mas adoro de Arthur es su sonrisa, una sonrisa real y no la falsa ,esa risa que tiene cuando algo lo divierte y esa sonrisa que lo hace ver como un ángel… oresama ha decidido que cuidaría de esa sonrisa, me prometí a mi mismo que haría que cada día ese brillo en sus ojos no se apagaran y esa sonrisa no se extinguiera, pues quiero conocer su puro corazón, deseo cuidar esa inocencia que tiene el en si – la determinación del chico cayo al otro.
 
 
El prusiano mayor estaba sorprendido y eso era algo que nadie había hecho, su corazón latía a mil y no entendía por que una vocecilla le decía que aceptara el reto y le arrebatara de los brazos de su joven yo al rubio. Solo para quedarse lo el .
 
- Y si tu piensas impedirme que haga mi cometido, entonces a partir de ahora seremos enemigos – como si hubiera leído sus pensamientos .
 
El albino estaba en shock y un silencio tan incomodo y tenso se formo en ese baño .
 
- Hey gilbert! Stupid pruso, porque tardas tanto? Tenemos las horas contadas y sabes que no me quiero quedar mucho tiempo en berlin!- era la voz ¿dulce? De Inglaterra.
 
Ahora si que estaba mal, Inglaterra estaba gritando desde afuera, pero el tono no era el mismo que usaba cuando gritaba. Era diferente era aterciopelada, el joven miro a su futuro por ultima vez antes de dirigirse sonde estaba Arthur.
 
Una vez afuera el ingles iba a entrar pero el pequeño rubio no lo dejo, mas bien de inmediato lo abrazo para luego robarle un beso suave al chico mas bajo, provocando un sonrojo en sus mejillas.
 
- PE…pero que estas haciendo? You bastard!- aquel pruso solo río divertido por lo pequeño que se puso y por como ocultaba su cara con sus manos.
 
Gilbert estaba contento de los suaves reclamos, sin esperar lo tomo de la cintura y lo pego hacia si, acercándose a su oído y dejándolo sorprendido por el abrazo
 
- No dejare que nadie te haga daño,solo deseo proteger esa sonrisa, y quiero tomar tus manos y jamas soltarlas. Deseo cuidar esa calidez y ese hermoso corazón, Arthur dejame entrar por primera vez a tu corazon- le susurro con una voz ronca.
 
Aquello fue un choque a su corazón, el ingles no había contestado nada y preocupado se alejo de el ,pero lo que vio fue lo que mas le sorprendió y no solo a el,sino también a los que lo espiaban. El rostro del rubio estaba tan rojo como los tomates de antonio y pequeñas lágrimas bajaban de su ojos verde agua, que brillaban aun mas, viéndose tan tierno a los ojos del pruso.
 
- Ba…baka! No digas cosas como esas!- le reclamó dándole leve golpes,cosa que lo hizo sonreír y casi reír.
 
- Kesesesese, el gran yo cumplirá su promesa y ahora debemos irnos!- tomo al rubio en brazos como una princesa.
 
 
- Ba…bajame ,no soy una chica!- pero este lo ignoro y siguió riéndose hasta que emprendieron marcha en esa misma posición alejándose aun mas.
 
Todos se quedaron perplejos ante esa actuación tan extraña del ingles, solo uno no estaba tan sorprendidos. Segundos después el albino salia con la cara de pocos amigos, acercándose al gran grupo que espiaba a esos dos.
 
- Gil…que sucedió ahí adentro.?- el español estaba preocupado.
 
- Así que…hiciste una promesa de la cual Rompiste y ni siquiera recuerdas?- la voz de Francia estaba cargada de rabia.
 
Todos miraban al chico,como si hubiera vuelto loco, gilbert no había dicho nada,cosa que molesto a Francia. Fue ese punto que le molesto, se acerco a el y sin ma le golpeó en la cara con fuerza.
 
- Francia!- gritaron todos deteniéndolo.
 
- La próxima vez que hagas una tontería como esa, no lo olvides! – grito por fin soltándose del español – y en cuanto a lo sucedido, nadie diga nada, es mejor que anglaterre nos lo confiese – y con esas palabras se fue a dirección contraria.
 
 
Antonio fue a la ayuda de su otro amigo que aun no decía nada ,todos estaban preocupados por gilbert, ya que la palabras de aquel que es su amigo pudo haberle hecho cierto daño.
 
- Creo que francis tiene razón. Es mejor que no digan nada…actuemos como antes de saber esto – aquellas palabras le dolieron pronunciarlas,pero no sabia por que.
 
El pruso se alejo del español y comenzó a caminar a la misma dirección que tomo el francés, todos habían quedados perplejos y no dirían nada mas, cumplirían la advertencia que habían hecho ambos hombres,costase lo que costase.
 

Notas finales:

Bueno espero lo disfruten! ( me dio flojera poner los arreglos de diálogos y eso)

 

Pronto el capitulo cuatro, si mi imaginación me deja arhe!

 

Comenten y opinen! <3


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