Era de noche, Bakura había dormido mucho y ya era tarde. Al despertarse miró alrededor y encontró a Marik sentado a su lado
-Buenos días... o noches-
Lo saludó sonriendo cuando vio que había despertado
-Sí-
Contestó el peliblanco sin mucho interés
-¿Te encuentras bien?-
-Sí... Algo-
Marik estaba un poco desconcertado. Después de lo que habían hecho le extrañaba su indiferencia
-Creí que...-
Comenzó a decir Marik, pero fue callado por un corto beso que le dio Bakura
-Voy a salir a caminar. Regreso más tarde-
Dijo, y sin más, se levantó y se fue, dejando a Marik aún más confundido que las veces anteriores. Tendría que tomar algo para el dolor de cabeza, porque tanta confusión le provocaría jaqueca.
En las arenas del desierto egipcio se podía sentir una gran calma. Bakura había caminado un largo tiempo y se había alejado mucho de la ciudad
-Ahhh, ¿Qué voy a hacer?-
Dijo con un suspiro
-Esto ya no es divertido. "Jugar" con Marik está dejando de ser un juego-
Bakura trataba de calmar sus pensamientos. Ya no sentía deseos de divertirse solamente, había algo más... y temía descubrir qué era.
En casa de Marik había un chico igual o más confundido todavía. Las cosas no estaban resultando bien, todo se había vuelto problemático desde la llegada de Bakura.
-¿Te ocurre algo, hermano?-
Le preguntó Ishizu notando su expresión preocupada
-N-no, no es nada-
Respondió
-¿Es por Bakura?-
La pregunta de su hermana había dado justo en el clavo. La simple existencia de Bakura ya era, de por sí, demasiado confusa. Y ahora, todas las cosas que hacía; lo besaba, se burlaba de él, lo volvía a besar, se alejaba. Nada tenía sentido.
-¿Por qué... crees que tiene algo que ver con Bakura? No estoy pensando en él ni nada-
Trató de negar Marik, pero como todo el mundo sabía, no era bueno mintiendo
-¿Qué ocurrió? Hace un momento vi que se fue sin decir nada ¿Pelearon?-
Continuó preguntando
-No, y no lo digas de esa manera, haces que parezca como si estuvieramos saliendo juntos-
-¿Y no lo están?-
-¡No!-
Negó rápidamente, su rostro enrojeció, tal vez de furia o tal vez de vergüenza
-¿P-por qué crees que estamos...?-
-¿Juntos?-
-S-sí-
-Bueno, siempre, desde que se conocieron en aquel torneo de Ciudad Batallas, noté que no se veían de una manera "exactamente" amistosa-
-Quizas era odio-
-No lo creo. Además, la forma en que los encontré esta mañana...-
Marik se sonrojó al recordarlo
-E-eso fue...-
-¿Un impulso?-
-Algo así. Estaba feliz por volverlo a ver, es mi amigo después de todo-
-Normalmente no harías eso cuando te reencuentras con un viejo amigo-
-N-no, pero...-
-Estas enamorado de él-
Marik se quedó sin palabras, sus ojos no podían estar más abiertos
-Y-y-yo no...-
-Lo estás. Solía ser adivina, y aún soy buena en ello-
Marik ya no sabía que decir, así que no le quedó más remedio que agachar la cabeza y asentir. Aún cuando seguía sin estar seguro de ello.
Sin embargo, nadie se percató de una presencia que los escuchaba desde la puerta. Bakura había vuelto hace un par de minutos, justo a tiempo para escuchar la conversación entre los hermanos, esa reveladora conversación
-¿Enamorado?-
Pensó, pero no dijo nada y espero unos momentos hasta que fuera oportuno entrar.
-Bakura! ¿A dónde fuiste? Tardaste demasiado-
Lo interrogó Marik cuando lo vio
-No es asunto tuyo-
Marik no dijo nada más y agachó la cabeza pensativo, había regresado el Bakura frío... ¿Sería siempre así? ¿Habría algo de constancia en su comportamiento? Pensó que tal vez nunca sería capaz de entenderlo.
El tiempo transcurrió lento al día siguiente. Durante la noche habían tenido que dormir juntos, pero apenas y se hablaron. En la mañana había sido igual, estaban incluso más distantes que antes.
Ambos seguían pensando en sus recientes descubrimientos, sobre todo Bakura. …l tendría que escoger entre seguir su plan y sólo jugar con Marik para molestarlo y divertirse u olvidarse de su orgullo y decirle lo que sentía. Pero una cosa sí era segura: quería estar con él, de cualquier forma.
Por la tarde, por fin, había tomado una decisión. Ishizu y Odion habían salido y probablemente tardarían algunas horas; la oportunidad era más que perfecta. Estaría solo con Marik y debía, al menos, hablar con él.
-Marik-
Lo llamó Bakura. Pero Marik estaba nervioso, pensó que debió haber ido con sus hermanos, continuaba pensando y pensando, en tantas cosas que no se dio cuenta que Bakura lo llamaba
-¡Marik!-
Llamó nuevamente, está vez más fuerte
-¡¿Qué?! ¿Q-qué pasa?-
Preguntó Marik una vez salió de sus pensamientos
-Tenemos que hablar. Vamos a tú habitación-
Ordenó Bakura, y Marik accedió sin entender muy bien por qué. Ambas oraciones lo desconcertaban mucho, pero de diferente manera, sin embargo no dijo nada y lo siguió
-¿Qué será lo que quiere? No había querido decirme nada desde ayer-
Pensó el moreno.
Ya ahí, se sentaron en la cama y se miraron en silencio, aunque no duró mucho, pues Bakura se apresuró a decir lo que quería
-¿Cómo fue que te enamoraste de mí?-
Le preguntó sin rodeos, dejando sin palabras a Marik
-¿Qué? N-no sé de qué estas hablando-
Respondió nervioso
-No finjas, escuché lo que dijo tu hermana anoche-
Marik recordó esa conversación que había tenido con Ishizu y que, efectivamente, había dicho que estaba enamorado de Bakura
-¿Cómo escuchaste eso? Se suponía que no estabas en casa en ese momento-
-Eso no importa. Responde-
Bakura era muy insistente y estaba claro que hablaba en serio, así que, después de pensarlo durante unos segundos, respondió
-Pues yo...-
Marik se sonrojó, incluso sentía deseos de llorar al pensar en lo que estaba a punto de decirle a Bakura. Ya sabía muy bien lo que sentía, sólo le tomó un poco darse cuenta de ello, pero no había considerado decirselo a Bakura, él sin duda se burlaría, no quería que lo hiciera, pero aún así iba a hacerlo, iba a confesarle lo que sentía.
-Fue cuando... nos conocimos-
-¿Qué? ¿Fue "amor a primera vista"?-
Preguntó Bakura sorprendido, eso no se lo esperaba
-S-sí... cuando me detuviste en aquél callejón, sentí "algo", pero en ese momento no sabía que era, creí que era sólo curiosidad. Con el tiempo me fui, en cierta forma, encariñando contigo, sentía que podía llamarte amigo. Tiempo después te enfrentaste al Faraón, él te derrotó y... desapareciste. Fue entonces cuando pensé que lo mejor era olvidarme de ti, y sin embargo, como sabrás, no pude hacerlo-
Cuando Marik terminó de hablar su voz se quebraba un poco y sus ojos estaban al borde de las lágrimas. Miró a Bakura expectante, pero él no dijo nada, aún seguía procesando lo que acababa de escuchar. Unos instantes después, por fin habló, pero su respuesta no fue lo que hubiera esperado
-En ese caso, yo también debería estar enamorado de ti, porque tampoco pude olvidarte-
Tras decir eso se apresuró a secar las lágrimas de Marik, que, por la sorpresa, caían sin cesar por sus mejillas
-¿Q-qué fue lo qué...?-
-Eres un idiota ¿Acaso tengo que repetirlo para que lo entiendas? Dije que estoy enamorado de ti-
Sólo Bakura sabía como molestarlo y hacerlo sonreír al mismo tiempo
-Imbécil-
Le dijo, y al mismo tiempo lo abrazó fuertemente. Sabía que terminaría llorando si le decía a Bakura lo que sentía por él, pero ya no sabía si sus lágrimas eran de tristeza, frustración o felicidad.
Bakura sonrió, esperó a que se calmara, y lo alejó un poco para poder besarlo. Esta vez Marik aceptó el beso y lo correspondió.
Ese beso fue profundizándose más y más; la lengua de Bakura encontró a la de Marik en una húmeda caricia, mientras, que con sus brazos, lo pegaba más a su cuerpo. Con sus manos recorría cada parte de aquella morena piel. Sus besos no se detenían, hasta que, debido a la cercanía, Bakura notó algo duro presionando contra su pierna.
Un Deja Vu, estaba pasando lo mismo de la vez anterior. Marik tenía los ojos cerrados, no quería mirarlo, estaba avergonzado. Bakura volvió a besarlo, esta vez fue algo rápido, sólo para llamar su atención y que lo mirara
-Yo...-
Intentó decir Marik, pero Bakura le sonrió dulcemente, algo raro en él
-No te preocupes, te dije que yo me encargaría, recuerdas?-
-Pero...-
Bakura silenció sus quejas con otro beso y bajó sus manos hasta su entrepierna; comenzando a masajearlo lentamente
-B-Ba-Baku-ra-
Dijo Marik con voz temblorosa
-¿Qué ocurre? ¿No te gusta de esta forma?-
-N-no, no es eso-
-¿Entonces?-
Marik cerró los ojos nuevamente, era muy vergonsozo lo que iba a decir como para poder mirarlo a los ojos
-Sólo quería decir tu nombre-
Bakura sonrió y besó la mejilla de Marik, lamiendo unas gotas de sudor que empezaban a aparecer en su piel
-B-basta, no hagas eso-
El rostro de Marik parecía un tomate, estaba completamente enrojecido, esto le causó mucha gracia Bakura.
-Calma, no es la primera vez que lo hacemos ¿recuerdas?-
Le dijo, manteniendo su sonrisa burlona, pero esta vez a Marik ya no le molestó, en lugar de eso sólo asintió y cerró los ojos. Ante esto, Bakura prosiguió.
Una vez terminó aquél proceso, no se detuvo como Marik hubiera esperado, en lugar de eso...
-¿Q-qué estás haciendo?-
Le preguntó nervioso, viendo como Bakura comenzaba a sacarle la ropa con esmero
-¡B-Bakura!-
-Shhh... Sólo relajate, todo estará bien-
En estos momentos Marik ya no sabía en qué pensar. Había algo tranqulizador en la voz de Bakura, pero también era algo inquietante.
…l quería hacerlo, por más que tratara de negarlo, sabía que lo quería. Pero no podía evitar sentirse asustado, sentía temor, por lo que su cuerpo comenzó a temblar.
Bakura lo notó preocupado, podría ser frío y cruel, pero no quería lastimarlo. Así que lo abrazó, tratando de calmarlo
-Todo estará bien, todo estará bien-
Continuó repitiendo eso hasta que Marik dejó de temblar y se calmó.
-G-gracias-
Le dijo, para luego mirarlo a los ojos y besarlo fugazmente
-¿Aún tienes miedo?-
Le preguntó el peliblanco, a lo que Marik le sonrió
-No... puedes continuar-
Bakura reanudó su labor, besando y sintiendo cada centímetro de esa intoxicante piel que le fascinaba.
Marik no hizo mucho, simplemente se mantenía quieto, dejando a Bakura hacer lo que quisiera. Sólo se movía para cambiar la posición de sus manos; ya fuera sobre su cabeza, en el cabello de Bakura o alrededor de su cuello.
Bakura le acariciaba los muslos, después subió sus manos lentamente e introdujo uno de sus dedos en el interior de Marik. Este estuvo a punto de empujarlo o golpearlo por la sorpresa, pero se tranquilizó al sentir un dulce beso sobre su frente
-Ya te lo dije: todo estará bien-
Marik cerró los ojos, confiando en las palabras de Bakura. Aquella tarea continuó, hasta que esa incómoda sensación se transformó en algo más... placentero, por extraño que le resultará al moreno
-¿Estás listo?-
Preguntó Bakura, viéndose más serio de lo normal
-"Al parecer él también puede sentirse nervioso algunas veces"-
Pensó Marik
-S-sí, eso creo-
Respondió al fin.
Bakura asintió, luego le levantó las piernas a la altura de la cabeza... y comenzó. Marik apretó los ojos con fuerza al sentirlo.
-Todo está bien, todo está bien-
Se decía una y otra vez. Tratando de ser fuerte, pero unas cuantas lágrimas ya empezaban a humedecer sus pestañas.
Sin embargo no pudo resistir por mucho tiempo, pues algunos leves gemidos escapaban de su boca al sentir los embates. Cosa que no pasó desapercibida para Bakura, quien sonrió satisfecho.
Una vez terminaron, permanecieron tendidos en la cama, estaban exhaustos y no dijeron una sola palabra por unos minutos
-Marik-
Dijo, por fin, Bakura rompiendo el silencio
-¿Sí?-
Preguntó Marik, volteándolo a ver
-Te amo-
Le confesó nuevamente, eso lo sorprendió, pero luego le sonrió y asintió
-Y yo a ti, Bakura-
Bueno, ya estaba hecho. Bakura se había enamorado de aquél chico al que consideraba una simple diversión. No le tomó mucho tiempo sentirlo, pero sí darse cuenta de ello. Quería jugar con él, pero las cosas habían cambiado. Si lo pensaba, a veces aún le costaba aceptarlo, pues desde el principio... el amor no estaba en sus planes.
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