Esto ya me lo esperaba algún día. Que alguien nos pille en una situación así. Pero de todas las personas que pueden habernos visto nunca imaginé que ese fuera el vecino cumpleañero.
Rogaba convertirme en humo para esfumarme. Estaba tan nervioso igual que mi novio. Nuestras miradas preocupadas reflejaban desesperación al no saber que decir a un niño.
- Escucha. Nosotros estábamos buscando una linterna porque la luz se cortó. Justamente la encontré debajo de la cama, mira. - Sousuke levantó la linterna del suelo para mostrar al niño.
El pequeño quedo en un silencio intentando asimilar la situación y luego nos contestó.
- Si, en mi casa también se fue la luz. Supongo que ya se normalizó. Ahora bien, no creo que esten mintiendo, ni tampoco quiero opinar mucho pero solo voy a decirles que lo acabo de ver todo. - Respondió sin ninguna expresión particular en el rostro, con total naturalidad y se retiro repentinamente sin decir mas, dejando un susto en los dos.
Teníamos que hablar con él lo mas antes posible, no quería que nuestra relación fuera descubierta de una manera tan ordinaria, contada por un niño que tal vez no entendió mucho lo que vio, ni tampoco queriamos escuchar un sermón por parte de los padres del niño o alguna situación así, desagradable, que nos hagan sentir mas culpables. Aunque sea intentar engañarlo con una excusa tonta que cualquier pequeño pueda entender.
Sousuke por poco salvaba la situación con eso de la linterna, aún así no fue suficiente. Nos levantamos y cada uno se vistió. No seguimos con eso tan delicioso, tampoco quisimos hablar sobre ese momento, estabamos con una culpa en la garganta queriendo escapar. Necesitábamos buscarlo y hablar con él antes que sea tarde.
Antes de salir de casa, Sousuke me abrazó con dulzura susurrándome en el oído que todo iba a estar bien, que algo se nos iba a ocurrir para decir, que lo primero era averiguar lo visto por el niño, luego la excusa y ya.
Me relajé, y conteniendo a los nervios para que no salgan de vuelta, fuimos juntos hasta la casa para hablar sobre eso. "Que regalo de cumpleaños tan desagradable debe ser vernos para mi vecino" pensé un momento y volví en mi para no inquietar mis pensamientos.
Él estaba dentro del castillo inflable saltando con los otros niños como si nada interrumpiera su felicidad. Lo llamé para que se acerque a nosotros. Cuando vio quienes eramos, su rostro cambio de sonriente a serio.
- Ustedes de vuelta. ¿Vinieron a mi fiesta de cumpleaños? Que bueno, por poco cuento todo.
Con Sousuke nos miramos de reojo.
- Si, queriamos saludarte y además hablar contigo. ¿Nos permites robar un poco de tu tiempo para charlar? - Preguntó Makoto al niño con una sonrisa.
- Hmm.. No. Quiero terminar de festejar mi cumpleaños en paz, mas tarde hablamos cuando empiecen a irse todos. - Respondió negando nuestro tiempo y volvió al castillo para jugar con los demás.
Desde ese momento me di cuenta que algo no andaba bien, mi vecino estaba muy serio cuando se trataba de hablar con nosotros. Entonces si había visto todo ¿Qué haremos para remediar esto?
Mi madre nos encontró de casualidad y se acercó a preguntar que haciamos en el lugar tan repentinos. Le tuvimos que mentir, aunque odie hacerlo. Le dije que el niño fue hasta casa (hasta aquí era verdad) y que nos invitó a su casa.
Ella no me interrogó mucho, solo me preguntó si había cerrado bien las puertas de casa y cosas como esas que me daban un poco de vergüenza que Sousuke las escuche. Me hacía quedar como un total dependiente de mami, era realmente vergonzoso pero a él no pareció extrañarle que mi madre sea tan cuidadosa con todo, supongo comprende mas como es ella, estaba acostumbrándose a mi familia a medida que pasaba el tiempo viviendo en casa.
La pareja que llegó a mitad del cumpleaños, buscaron sillas y se sentaron a beber un poco lo que la madre del niño les ofrecía con amabilidad, agradecida de sus presencias en el día especial de su hijo.
Cuando la gente se empezó a ir, el pequeño nos llamo para que fueramos hasta donde se encontraba, detrás del castillo inflable.
- ¿De que querían hablar? - Preguntó yendo al grano.
- Bien, queríamos hablar sobre lo que viste hoy en mi cuarto.
- Ah si, vi a dos hombres besándose, uno encima del otro ¡Que asco! - Contestó con un gesto repulsivo refiriéndose a lo que sentía.
Cuando elevé la vista para ver a Sousuke, estaba colorado de furia. Se había puesto muy nervioso por la actitud del niño pero yo seguí hablando para ver si podía escapar de la tensión expuesta.
- Si... pero hacer eso para nosotros no es malo, para ti tampoco debería serlo. Solo queremos que te olvides de lo que viste, te lo pedimos de buen corazón. Sabes lo mucho que Ran, Ren y yo te apreciamos. No quisiera que cuentes a todos eso porque sería un golpe muy duro.
- ¿Seria un golpe muy duro solo porque son hombres verdad? - Preguntó con curiosidad.
- Exacto, por eso necesito que no digas nada. Pronto se lo diré a mi familia pero mientras tanto no cuentes esto a nadie ¿Si?
- Quisiera decirte si y listo. Pero para mi fue lo mas asqueroso que pude ver en mi vida y no es como si alguna vez no me haya cruzado con cosas como esas en la televisión. Es que entre dos hombres es tan raro y repulsivo que no puedo dejar pasarlo. Tu madre debe saberlo.
- ¡Claro que voy a contarlo! Es que se necesita un tiempo para hacerlo. No puedo ir de repente y decirle: Mamá el es mi novio.
- Si que puedes, el problema es que eres un idiota y no te salen las palabras.
- ¡Oye, no le faltes el respeto! - Se alteró Sousuke regañando al niño.
- ¿Y tú que? No te conozco y si quiero puedo hacerte quedar mal visto con todos los vecinos del barrio, así que no jodas. - Contestó enojado con un fuck you acompañado.
- Por favor, no digas nada. - Suplique poniéndome de rodillas frente al niño.
- Tsk... Esta bien, no diré nada pero con una condición.
- ¿Cuál? - Preguntaron los dos en unísono.
- Harán todo lo que yo les diga sin reclamos ¿Okey?
Con Sousuke nos miramos preocupados pero aceptamos su propuesta. Al fin y al cabo un niño a pesar de no ser tan ingenuo como pensábamos, sigue siendo un niño. No va a ir tan lejos con su extorsión ¿O si?