El palacio de los cerezos.
Yo solía gobernar el mundo. Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba
Ahora en la mañana yo barro solo, barro las calles que solía poseer.
[Viva la vida – Coldplay]
Todo buen reinado tiene un inicio y un final, es algo que el tiempo les ha enseñado a los humanos de buena y de mala manera. Las frases como “todo lo que sube, tiene que bajar” o una de las leyes de Newton “A toda una acción, una reacción” nos da prueba de ello.
El mundo va cambiando poco a poco, y pensando que en el siglo XX creíamos que como seres humanos mejoraríamos ha sido sólo eso, un pensamiento y nada más. Ha ya más de un siglo de la tercera guerra mundial la raza humana se encuentra relativamente bien. Un mundo lleno de mosaicos culturales ha florecido, donde la tradición y la tecnología han encontrado un perfecto balance, sentando las bases sobre un pasado hecho cenizas.
Durante inicios del siglo XXI, el cambio climático dejó numerosos muertos y un desabasto total del agua, cayendo en el abismo de la desesperación las naciones no pudieron contra sus necesidades y las relaciones diplomáticas se habían roto. Ciertamente era que una de las medidas que se ocuparon fue el exterminio de personas para que el rendimiento de recursos tan escasos como el agua, haciendo que naciones enteras se unieran contra otras y lucharan luego entre sí. Los paisajes habían cambiado en un santiamén y las noches iluminadas por la electricidad se hundieron en las tinieblas.
De repente una carrera en la biotecnología había llegado a su límite, había sido una luz al final del túnel, la población humana había dejado de tener hambre apenas 50 años iniciada la Gran Guerra, y para mala suerte pasaron otros 50 años para que la paz llegara.
La reconstrucción de las ciudades fue impresionante y se llegó a alcanzar un alto nivel de conciencia entre los nuevos y futuros pobladores, grandes rascacielos invadían las nubes, súper megalópolis habían por doquier, e incluso los desiertos más extremos ya no eran un impedimento para la vida humana ahí, el desarrollo sustentable era un hecho y la arquitectura de entonces había alcanzado una revolución total, parecía un mundo prometedor, casi nadie recordaba el pasado turbio de las tierras que pisaban ahora. Y como si fuera una profecía, el humano está condenado a repetir su historia.
Para el siglo XXII el mundo se encontraba dividido en solamente 6 reinos; Reino de América, ubicado y extendido por todo el continente americano; Reino Islámico Europeo, compuesto por la mayoría de los países europeos; Reino de Arabia, extendiéndose por medio oriente, norte de África, y partes del sureste; Reino Soviético, comprendido por la mayoría de los países que anteriormente formaban la U.R.S.S; Reino Británico Unido, integrado por Inglaterra y los países aledaños a ésta, partes de África y Oceanía en su totalidad, y el Reino Progresista Oriental, compuesto por los países asiáticos orientales.
La vida prospera de los reinos se vio interrumpida por la debilidad repentina del sol, haciendo que las cosechas se volvieran cada vez más difíciles de hacer y el descontrol en el clima volvían a sumergir a las personas en necesidad. Un nuevo recordatorio del pasado.
El científico pionero que había ayudado a exterminar el hambre había sido Bang Chan Joon, junto a su hermano gemelo Bang Chan Hyuk, dejando el espacio a su hijo Bang Suk Im, el cual había sido reclutado por la familia real a inicios del nuevo siglo. Los hermanos habían sido parte de los héroes salvadores del reino y del mundo.
La familia Park había sido una gran bendición para la península Coreana, encargándose de la reunificación de las Coreas y demás países aledaños, a mediados del siglo XXI, ganando el reino para poder enfrentarse a los demás reinos en la Tercera Gran Guerra por el agua. Los hermanos Bang había sido de gran ayuda en el proceso, gracias a sus nuevas armas y desarrollo de tecnología pudieron tomar parte del mundo, aparentemente.
La necesidad crecía entre la población y los gemelos Bang habían sugerido al Rey Park YooChun, experimentar con los niños huérfanos de la calle, aceptando el Proyecto se clasificó bajo “Los Cerezos del Palacio” Donde los niños eran encerrados dentro del Palacio real para sus experimentos, acabada la Gran Guerra y la reconstrucción parcial de las edificaciones, el Rey había enfermado, haciendo de todo para salvarlo, pero fue hasta al siguiente año que había muerto, subiendo al trono su único hijo varón; Park Kyung Wook quién al no poder dar al reino un heredero fue expulsado del mismo cuando su hermana menor Sandara Park tuvo a su primer hijo del General del ejército de elite, SeungHyung.
Muchos tomaron como este suceso como algo divino, ya que al momento de nacer los problemas del clima habían mejorado, siendo venerado como una deidad. El recién nacido se mantuvo en secreto, nadie lo veía más que la servidumbre y la familia real, para ese entonces todo parecía mejorar y se había dado por finalizado el proyecto “Los Cerezos del Palacio”, ¿Cuál había sido el objetivo? ¿Qué habían logrado?
El Reino había perdido a su rey nuevamente en un accidente automovilístico, cuatro años después Sandara se encontraba casada con Yoo Xuan Lee, miembro de la familia más adinerada de China, dando a luz un segundo hijo. Muriendo de una embolia cerebral aparente, la policía real abrió una investigación secreta al estarse presentando varios atentados contra la familia real.
El científico había iniciado nuevos proyectos secretos, pasados varios años los dio por parcialmente terminados como “Cerezo Oscuro” y “Monzón” iniciando uno nuevo, parecido a los anteriores pero a la vez desafiante para sí mismo, “Alas de ángel” al haber nacido el tercer hijo de la Reina.