Por la mañana, bueno no tan mañana, ya pasaban de las 11, me levante gracias a que Dante, mi perro, comenzó a rascar la puerta, eso y que el mocoso había empezado a gritar como loco que lo soltara, me levante y me dirigí hasta donde estaba, mi perro se paró frente al chiquillo y comenzaron a gruñir ambos, me acerque para separar a mi perro y ¡joder! El mocoso me mordió el brazo con muchísima fuerza, con la otra mano agarre a Dante, no quería que atacara el también y que se hicieran daño, pero por ¡¡¡¡¡dios!!!! Dolía horrible.
-¡¡¡¡Suéltame!!!!!-me veía enfurecido sin intenciones de aflojar su agarre, demonios, estaba acorralado, por un lado me mordía y por el otro sujetaba a mi perro, mi solución fue patearlo con fuerza, y aun así me costó trabajo, logre que me soltara me sangraba el brazo y obviamente tenía la marca de sus dientes, retrocedió y seguía a la defensiva, su movilidad era reducida ya que gracias al cielo no lo había desatado la noche anterior, luego note enfurecido que el maldito mocoso se había orinado, lleve a Dante a mi cuarto nuevamente y lo encerré, luego volví con el chico, joder quería golpearlo-¿Qué te pasa maldito mocoso? ¡Qué asco!-me miro mal
-¡Grite para que me soltaran y nadie me hiso caso, no aguantaba!
-Ah con que sabes hablar….ahora responde, ¿Por qué cojones me mordiste, crees que así voy a soltarte?-me gruño de nuevo mirándome enfurecido
-¿Quién demonios eres y porque estoy aquí?-se empezó a agitar con fuerza golpeando las cosas de alrededor.
-Yo te traje aquí niño, te salve de una camioneta donde te tenían enjaulado.
-¡Estúpido!-me grito y me escupió a los pies-¡yo gane la pelea, me iban a dar de comer! Vete al demonio-se arrincono sin dejar de verme mal
-Tch, ¿peleas?, ¿de qué peleas hablas?-era momento de empezar a sacarle información
-¡No tengo que hablar contigo!
-Me dio la espalda, ahora lo que tenía que hacer era limpiar, no iba a dejar a ese mocoso ahí sobre su propia mugre, pero no quería tocarlo, me iba a volver a atacar, aun me dolía la mordida, fui al baño para desinfectarla y cubrirme, luego agarre un paliacate de uno de mis cajones y las esposas, me acerque a el de nuevo y como pude logre amarrarle la boca con el paliacate hacia la nuca.
-Ggghhh!!!!!!-me miro molesto agitándose con violencia, le puse las esposas en las muñecas y posteriormente le desate las cuerdas de los brazos, fuck, hubiera hecho esto desde el principio, traía las muñecas estranguladas, le quite también las de los pies observando el mismo patrón, necesitaba saber todo acerca de este tema ¡ya!, me emocionaba demaciado, pero calma, tampoco es que yo fuera un maldito sádico, claro que me daba lastima el crio, ya hasta le había perdonado lo de la mordida, pero aun así el caso era de mi mayor interés, pero lo primero era ganarme la confianza del mocoso y me la iba a poner difícil al parecer además yo tampoco le tenía confianza, sabía que si intentaba soltarlo no dudaría en matarme y el primer indicio de esto era que en cuanto le solté las piernas comenzó a lanzarme patadas, lo agarre con fuerza y me lo lleve cargando hasta el baño.
-¡No me pongas esto difícil niño, yo solo quiero ayudarte!-le quite la camiseta, bueno hasta los brazos donde las esposas me impedían el paso, así que tuve que romperla aunque no se perdía nada de todas maneras estaba rota de la espalda y arañada, pude ver su cuerpo de frente, al igual que la espalda, la parte delantera de su cuerpo estaba jodida, toda arañada y cicatrizada, en el abdomen una horrenda cicatriz cerrada pero en proceso de recuperación y ambos pezones perforados, hice una mueca, como podían hacerle esto a un mocoso, suspire y me dispuse esta vez a quitarle los shorts que llevaba puestos, mire mal al crio, me pateo de nuevo.
-¡¿Crees que yo disfruto esto?! Estate quieto de una vez y acabemos con esto rápido-le baje los shorts, estaban pegados a su piel por lo mismo de que estaban mojados, además eran ajustados y costaba trabajo porque el material no ayudaba mucho, vinilo, mientras lo hacía me miro burlonamente empujando la cadera a frente, lo tenía sentado sobre el baño, lo mire amenazante lo que le causo más gracia, al igual que sus pezones también le habían perforado los genitales, extendí su pierna derecha y le saque el vendaje, tenía la pierna con una gran herida cubierta por gasas bajo la venda no tenía buen aspecto, la toque, me soltó otra patada el desgraciado e hiso una mueca de dolor, me imagine que el brazo lo tenía en las mismas condiciones, lave la herida lo mejor que pude y repetí el proceso con su brazo ya que si, hacerte, estaba igual de jodido, y luego por fin lo pude meter a la bañera, al levantarlo para poder empujarlo dentro de esta observe el último lugar que me faltaba mirar ósea, su culo y valla sorpresa de todas las marcas y cicatrices ahí estaba la más horrenda, en el lado izquierdo justo donde la espalda perdía su nombre y comenzaba su nalga, estaba marcado como ganado con el número 801, por fin se había quedado tranquilo aunque molesto, lo único que me restaba sacarle era el collar, lo hice con cuidado, tenía el cuello herido por la fricción de forcejeo contra el collar, pero bueno, las heridas ya no son novedad-mocoso quiero hablar contigo, pero tienes que cooperar conmigo, se volteo al otro lado ignorándome, bueno tampoco es como si pudiera hablar lo tenía amarrado-vale…ignorame-comence a lavarlo me lanzaba miradas de odio y de repente intentaba alejarse parecía un animal salvaje, que fastidio; una vez limpio lo seque y empecé a curarle las heridas de la mano y la pierna, de nuevo volteo la cabeza pretendiendo ignorarme, termine de vendarlo, y luego únicamente le puse unos boxers nuevos que tenía por ahí, quería ponerle alguna camiseta o algo pero yo ni loco me arriesgaba a quitarle las esposas, regresamos a la sala y volví a amarrarlo del barandal, no estaba bien pero por ahora no sabía que más, con cuidado y rapidez le quite el paliacate de la boca y me aleje de él, de inmediato me grito.
-¿¡Eres una especie de pervertido acaso!? ¡Suéltame!-me metí a la cocina para preparar el desayuno, ya pasaban de las 12 y moría de hambre-¡Joder! ¿Porque me trajiste aquí?-seguía forcejeando.
-Tú no vas a contestar mis preguntas, yo no tengo que responder las tuyas.
-¡Yo no sé nada!
-Ni yo tampoco, me ordenaron que te trajera, te traje-me acerque y le puse un plato en el suelo, lo empuje un poco con el pie hacia el-come, ¿tienes hambre no?-me desvío la mirada y le dio la espalda al plato-ni creas que te voy a rogar, como si me importara, son tus tripas no las mías-me senté en el comedor quedaba justo frente a él, un par de minutos después volteo e hiso lo que un perro aria, olfateo la comida antes de probarla, luego paso por completo de la cuchara y empezó a comerlo con las manos sin dirigirme la mirada ni una sola vez, termine y el también lo hiso, de nuevo me dio la espalda.
-¿Tienes un nombre?-me acerque a levantar el plato, no me respondió-tch, como sea, escucha con atención mocoso, no quiero que el chistecito de la mañana se repita-esta vez me miro mal.
-¡No fue mi culpa!-abrí la puerta junto a la escalera donde estaba atado el mocoso
-Esto es un baño
-¡No soy idiota!
-¡Por si acaso, si necesitas usarlo, lo haces ok!-me esquivo la mirada
-Entonces desátame las manos
-¿Crees que soy tonto?
-Entonces como quieres que lo haga, necesito mis manos
-Tch….vale-fui hasta mi cuarto y cogí un candado, como si no supiera que con las manos libres se soltaría de la cadena, asegure el collar de la parte de atrás.
-No intentes morderme maldito mocoso, te lo advierto-solo me gruño, luego como pidió le solté las manos, no hiso más, se sentó en el suelo y se sobo las muñecas, dios, ese niño me ponía nervioso.
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No hiso más ruido el mocoso, en cuanto a mi pobre perro lo seguía manteniendo en la habitación, suponía que era peligroso tenerlos a ambos en el mismo espacio, pero él no merecía esto.
Por ahí de las 4pm llamaron a la puerta, yo había estado observando al crio de lejos y haciendo trabajo de computadora, me levante, eran insistentes.
-¡¡¡¡Ya voy!!!! Con un demonio-abrí la puerta
-¿No debías presentarte a trabajar?
-Lo estoy haciendo ahora mismo
-¿Dónde está el dulce angelito?-me senté de nuevo frente a la computadora y señale donde estaba-¡Oye Issak, no te pases! Es un crio, ¿estás loco?
-Oh tu no entiendes-voltee a verlo, se estaba acercando con intenciones de agarrarlo, me levante lo más rápido que pude y lo jale de la cintura dando un salto hacia atrás-¡¡¡¡Jasper no!!!!!-como supuse el crio se había girado lanzándole una mordida, caímos al suelo hacia atrás.
-Wow, ¡¿qué demonios?!
-No te le acerques sin previo aviso-se nos quedó viendo con su característica mirada furiosa y luego se volteo regresando a su posición inicial-tch….vamos a hablar-lo jale a mi habitación, Dante le salto encima, Jasper lo recibió de inmediato aunque mi perro es pesado, no pude evitar sonreír.
-Ahora si ¿Qué fue lo que paso ahí?
-Ya lo has visto, nos estamos llevando de puta madre….no quiere hablar más que para gritarme, es como un animal, mira, extendí mi brazo tenía una gasa cubriéndolo, se acercó y la levanto un poco mirando la mordida del niño-por eso sabía que te atacaría.
-Oh, mírate y me has defendido, que adorable-se acercó a mí y me beso en los labios, joder, le correspondí, pero odiaba ese tipo de comentarios, mas viniendo de él.
-Vete al demonio bastardo, a todo esto que quieres aquí
-¿Siempre tienes que ser tan gruñón Issak?, no puedes recibirme con un *oh, me alegro que hayas venido, ¿Cómo estás?....te amo*
-Basta, me aras vomitar
-Que frio-de nuevo se acercó a besarme-solo vine a ver cómo te iba, te veías emocionado con el caso.
-Lo estoy…..pero es un caso totalmente diferente, jaja, es como si tuviera un perro que puede hablar, ¿cómo trato con un perro?, tengo que ir despacio
-No me digas que estas asustado, ¿tu? No lo creo
-Claro que no, pero-levante los dos brazos-quiero conservar ambos
-Lo comparas con un perro, si bien recuerdo Dante es un perro rescatado y cuando lo trajiste te tenía miedo ¿no?, intenta ser amable por una vez en tu vida, es un lugar nuevo, es obvio que está asustado.
-¡Crees que no lo sé! Pero independientemente de eso, es un asesino, por más confianza que le quiera dar no voy a dejarlo suelto por mi casa, podría intentar matarme, y aun quiero vivir-me abrazo.
-Cuídate Issak sabes que soy el primero en desear que no te pase nada, pero es solo un niño, intenta ser amable ¿si?-me beso nuevamente en los labios
-Vale, vale, pero suéltame, eres fastidioso cuando te pones así, no deberías estar trabajando o algo
-¡Eres lo peor¡-rio con fuerza-a veces no sé porque demonios estoy contigo
-Nadie te tiene aquí
-Tch…..ok me voy-rodé los ojos, el tonito en su voz era de chantaje, lo jale para que volteara y esta vez lo bese yo, sonrió ampliamente.
-Para que dejes de fastidiar
-Con eso me doy por servido…..jaja a veces le tengo envidia al perro
-Idiota-le sonreí-es obvio que a él lo quiero más, ahora largo-se fue, llevaba 2 años saliendo con Jasper, no era un secreto para los del trabajo, sin embargo manteníamos lo nuestro a raya por cuestiones profesionales, lo quería bastante y él lo sabía, pero me costaba demostrarlo, probablemente él es la única persona que aguantaría un carácter como el mío, así que por ahora estábamos muy bien así aunque pueda parecer que lo manipulo y me aprovecho de él es todo lo contrario.