Capítulo III
La curiosidad mató al gato.
Después de seguir la dirección, llego a un edificio de departamentos, tenía como unos aproximadamente 20 departamentos, un estilo familiar y de clase media-alta. Daba la sensación de calidez mezclada con elegancia. Sin demora se dirigió al recibidor, donde estaba una sala de estar, un panel donde estaban todos los timbres de los departamentos de aquel edificio. Cuando ubicó el que pertenecía al departamento de su hermano, lo presionó pero nadie respondió. Se iba a rendir después de 15 minutos, Misaki no quería ser tomado como sospechoso, debía pasar desapercibido.
Pero desde una distancia prudente alguien lo vigilaba tipo modo amateur, dado que era demasiado obvio, pero como Misaki estaba tan concentrado, no se dio cuenta que alguien lo miraba con recelo.
"Si me preguntarán ¿cómo sería el reencuentro con mi hermano? Mi respuesta seria no sé. Han pasado tantos años, que ahora ya no sé cómo debería hablarle y comportarme delante de él. ¿Al menos me reconocerá? ¿Lo podré reconocer? No le tengo odio, ni rencor pero..."
- ¿Quién eres? Y ¿Qué buscas aquí?
Ese tono de voz ¿brusco? no, Misaki sabía reconocer los distintos tonos de voz, desde un tono brusco, dominante y a la defensiva entre otros, debido a las personas que había conocido en su vida. Al parecer alguien lo había descubierto y se sentía atacada. Y tal como pensó si era una mujer de altura promedio, cabello y ojos castaños, que lo veía desconfiada, a la defensiva, sin contar que estaban sus ojos llorosos, su vestimenta un vestido blanco típico del verano con sus zapatillas.
- Disculpe la intromisión. Busco a Takahashi Takahiro, me mencionó que aquí vive en el departamento 808.
Su respuesta, no calmo a la susodicha mujer sino que se veía asustada, dolida y ¿celosa?
- Asi es. Ahora mismo no esta, pero puede que llegue pronto.- Mencionaba aparentemente amable esa mujer, debido a dos personas que salieron del elevador, y tenia que aguardar las apariencias. Después otra vez se quedaron solos en aquel recibidor, mencionó de forma arisca. -¿Qué quieres con mi esposo? Y ¿Quién eres?
“No soy quién para juzgar, pero al parecer aquí las personas de este complejo de departamentos están locos o hay gato encerrado". Fue lo que pensó Misaki al ver el comportamiento de esa mujer.
- No soy un completo extraño, existe un lazo más fuerte que el matrimonio, yo soy el…
“¿Un lazo más fuerte? Eso quiere decir que el es esa persona? “ Fue lo que pensó ella, dejándose llevar por sus sentimientos. En ese momento era como una olla exprés a punto de explotar, lo interrumpió reclamándole. - ¡¿Cómo tienes la osadía de venir a mi casa?! A buscar a mí marido.
Misaki, sorprendido por el comportamiento extraño de esa mujer, pensó que lo había mal entendido. Por que el no era su amante aunque vaya sorpresa, su hermano le gustaba la reversa y la delantera, seria interesante conocer más a fondo a su “familia”. La sujeto de los hombros al ser un poco más alto que ella, le hablo de forma tranquilisadora, para que bajara su guardia.
- Tranquila, respira, todo esta bien.- Ella asintió y lo miro, Misaki se dio cuenta que ella estaba mas tranquila, pero al borde de las lágrimas, por lo que continuó. – No soy quien tú crees, si dije lazo es porque soy su hermano menor de Takahiro, él sabía que llegaría hoy, pero disculpe ¿Cómo se llama usted?
- Gomen nasai, yo soy su esposa Mamani kajiwara, ¡Qué vergüenza! ¿Qué pensarás de mi? etto cual dijo ¿Qué era su nombre?
- Takahashi Misaki. Un gusto conocerla.
- Pero ven espéralo en el departamento.
En completo silencio subieron al elevador, Mamani no hablo porque se sentia avergonzada ¿Que imagen tendría de ella su cuñado? Todo el estrés de los acontecimientos de la semana la tenían paranoica. Misaki tenía en mente que su cuñada sabia que su hermano mayor tenia una aventura y que de seguro por la reacción, que tuvo también sabia que era un hombre y eso le hacia llegar a la conclusion que no era hetero ni gay, sino un bisexual o un bicurioso.
Una vez en el departamento, se sentia un silencio incomodo. Manami avergonzada por su reacción, trataba de evadir la mirada de Misaki por lo que se concentraba en el té que, había preparado para al menos tener una amenaza platica, cosa que no lograba. Por otra parte, Misaki se estaba cansando, solo le daría una hora en esperar a su hermano, queria ir de turista y comprar recuerdos para Ayase y Homare-san. Asi que decidió romper el silencio.
- Mamani-san, sí te incomoda lo de hace rato. Por que no hacemos borrón y cuenta nueva.
- Arigato Misaki kun, pero llamame nee-chan, es que han sido muchas sorpresas que no se que decirte. Y de verdad perdóname por mi comportamiento.
- Nee-chan seria bueno desahogarse de vez en cuando, asi que si un dia quieres hablar no dudes en confiar en mi. Después de todo para eso esta la familia.
Misaki sonreía tranquilo brindando una sonrisa amigable y de cómplice amigo, aun que en su mente trataba de analizar todo. “Normalmente no soy así, Solo por que me intriga saber que tanto ha cambiado Takahiro, o como dicen Las personas no cambian, solo muestran su verdadero ser”.
- Muchas gracias de verdad eres un gran nii-chan.
Apesar de que Mamani lo decía agradecida por tener en alguien en quien confiar. A Misaki no le gusto ser llamado asi por ella. Solo una persona tenia ese privilegio y era Ayase. Las circunstancias de la vida los llevo a conocerse y crear un lazo de hermanos. Se forzó a dar una sonrisa y no recordar un pasado que si bien tuvo momentos buenos e inolvidables tambien hubo momentos oscuros y que no se los daba ni a su peor enemigo.
“¡No! No es el momento de revivir estos recuerdos, te tienes que concentrar Misaki, para tener la mente fría. No me puedo dejarme llevar por mis impulsos”. Le había prometido a Ayase que no se dejaría llevar por el pasado, debía de ser bueno. Por lo que decidió que era el momento de despedirse
- Lamento haberte molestado, pero es tarde y regresaré otro día.- Se disponía a marcharse cuando sintió que Mamami lo sujetaba del brazo.
- No por favor él ya ha de estar por llegar, así que espéralo.- Manami no quería que se fuera no tan pronto, al menos si Takahiro no hubiera ido con esa persona, estaría en casa temprano.
- No realmente debo irme.
- Perdona, quizás vienes cansado del viaje y yo siendo egoísta.- soltó a Misaki y ambos dirigían al recibidor para acompañarlo al elevador, pero a unos pasos de llegar, la puerta principal fue abierta.
- Taidama.- Saludo Takahiro, bien quitado de la pena.- Sabes amor hoy tuve un día agotador, pero pase por la tienda que te gusta y tenían tu postre preferido y.- Al no oir ruido fue cuando se dio cuenta de los zapatos extras en el recibidor y del joven que lo observaba a la distancia, en compañía de su esposa.
- Okaeri nasai, Takahiro, teniamos visita, pero lastima que solo llegas a la despedida.- Decepcionada era poco lo que sentía, le molestaba en gran manera que siempre que veía a esa persona le llevará algún presente, solo para acallar su culpa.
Misaki observaba a Takahiro, alto, tez blanca, cabello azulado, cara amable, ojos azul marino que en este momento lo veia con desconfianza y curiosidad, a pesar de que se fuera unos días antes de su cumpleaños y debido a eso no recordaba bien, en realidad seguia igual y el único cambio era que usaba lentes.
“No se, que debería sentir ahora. ¿Alegría por verlo? ¿Llorar como niño pequeño desahogando todo lo malo que viví? No definitivamente no. ¿Sentir odio y rencor por haberme abandonado? No, sería estúpido sentir eso, estaba en su derecho de hacer lo que quiera de su vida. ¿Culparlo de la muerte de mis padres? Tampoco es una opción eso solo fue un “accidente”. ¿Decirle que lo quiero mucho? No estoy de seguro que aún sienta ese amor ciegos él. ¿Decirle que lo extraño? Quizás sí”.
Tenia tantas emociones que queria expresar, todo lo que vivió y sufrió y padeció. Estando solo, pero si era sincero, despues de que conociera a ciertas personas cambio para bien porque ahora tenia una vida si bien no normal pero si tranquila. Por lo que opto por ser formal delante de Takahiro.
- No, recuerdas ¿Quién soy yo? Takahiro-niisan
- ¿Qué? Pero ¿Tú eres mi pequeño Misaki?
Se notaba que estaba en shock, tanto habia cambiado. Ahora piel blanca ligeramente tostada y un cabello castaño no muy largo con flequillo. Tiene unos ojos color verde algo grandes y su complexión fina vestido con ropa casual que lo hacia ver como si fuera un adolescente, aunque sabia que era veinteañero, tendría que recordar más para recordar su edad exacta. Vaya que hacia verse diferente al misaki que el recordaba, aun que su mirada verde aun mantenia ese brillo de inocencia, su cuerpo esbelto y delicado, pero su manera de hablarle difería mucho de antes, si tenia en claro que era el único culpable, pero sentia frio y distante a Misaki. En ese momento es como si solo estuvieran los dos solos. Manami se retiro a la sala les daría privacidad.
- Así es nii-san, acepte la invitación del mensaje que enviaste, me da gusto que este bien Takahiro-nisan
- ¡Oh vamos! No seas tan frío conmigo Misaki. ¡Te extrañe mucho!
Sin previo aviso, Takahiro abrazó a Misaki, por fin tenía a su lindo hermanito cerca. Para Misaki primero se sintio como niño pequeño le correspondio el abrazo, también lo extrañaba. Pero debido a eso, Misaki se dio cuenta que apesar de su ropa formal, se notaba que no hace algunas horas, Takahiro se había bañado. Le parecio extraño, ¿Porqué una persona se bañaría antes de llegar a su casa? Era obvio que regresaba de ver a su amante. Eso fue ala conclusión que llegó, Misaki ahora entendía lo que sufría su cuñada pero no se delataría, de todos modos solo estaría unos días y luego dejarían de verse. Así que le sonrió a su hermano aparentando inocencia ante su hermano.
- También te extrañe niichan.- Hasta el propio Misaki se sorprendió al decirlo, pero era cierto.- Me alegra saber que estas bien.
- Eso tendría que decirlo yo.- Takahiro le sonrió y agrego.- ¿Te quedarás a cenar?
- No, como le decía a tu esposa, ya es hora de irme, regreso otro día, pero avisame no quisiera interferir con tu trabajo.
- No para nada interfieres, si yo mismo te invite.- Takahiro fue rápido a dejar en la mesa el postre y se disponía a acompañar a Misaki a su posada.- Te acompaño a tu posada o si ¿Quieres puedes quedarte aquí?
- Gracias pero ya conozco el camino y no hace falta que me acompañes, además que va a ser un adulto joven, con una pareja de recién casados.- Le sonrió a su hermano. Misaki no podía aceptar aquello porque no se sentía cómodo.
- Cuidate. Nos vemos entonces. Cualquier cosa me llamas.- decía Takahiro en modo sobreprotector con Misaki. A lo cual se sintió fuera de lugar que el mayor actuara así.
Se despidió de ambos Misaki, y salió con rumbo a su hotel, lo que quería era darse un baño y dormir un poco, porque de puro postre y té, lo había llenado su cuñada. Al salir del edificio se dio cuenta era ya de noche y al ver su reloj de mano vio que eran las 8:30 de la noche, al salir para tomar un taxi, Misaki sentía el fresco viento tocar tus mejillas como si el de una caricia se tratara. Pero ¿Quién tendría las manos frías? Fue lo que pensó Misaki ante esa idea.
Cuando por fin llego a la habitación de su hotel, tomo un relajante baño de espuma, y sin haberlo planeado se dio cuenta que Takahiro no iba a cualquier hotel si no que estuvo en el mismo hotel que él. Ya que al estar en contacto con el jabón era igual, Misaki sabia que la curiosidad mato al gato, y tenia un mal presentimiento de que las cosas no salieran del todo bien y que por ende sufriría. Al salir ya cambiado con su pijama vio que su celular estaba descargado, le conecto el cargador y se dio cuenta que tenia algunas notificaciones.
Algunas de Ayase y otros de su correo de trabajo. Solo prefirió responderle a su querido hermanito Ayase.
Para: Ayase
De: Misaki
Asunto: Re. saludos
Estoy bien no te preocupes por favor, espero regresar en unos días, no creo que algo haga cambiar mi opinión. No tienes porque preocuparte de la cafetería necesitas vacaciones. No vayas a salir sin seguridad, no sabría que hacer sin mi hermano.
Que descanses.
Pensó inocentemente que solo seria unos días. Sin embargo, una serie de acontecimientos fueron pasando que su hora de partida a casa se hacia más lejana.
El primer acontecimiento fue que su hermano, tomó unas vacaciones para pasarlos en familia, lo que con llevaba salir los tres juntos a comer y pasear. Misaki no podía negarlo, le empezaba a gustar que fueran como familia, aunque notaba a su hermano viendo el celular a cada rato. Luego el propio Takahiro después de unos días de salir como familia, le pidió ayuda a Misaki para preparar la fiesta sorpresa a su esposa. Solo acepto por que le gustaba mucho los cumpleaños, bueno si era sincero antes los odiaba pero gracias a Ayase que siempre le regañaba ante esa actitud, le hizo ver que eran especiales. Ahora solo contaba con 36 horas para hacer la fiesta. Por lo que ese día, aprovechando que Manami dijo que iría a visitar a su familia, ellos se fueron a preparar todo, mayormente comprar desde regalos y adornos y lo que se daría de comida, razón que fue un dolor de cabeza para Misaki ya que su hermano no podía concentrarse del todo por lo que fue que discutieron.
- Muestra un poco más de empeño a esto, si no te dejo solo.- Misaki enojado se disponía a marcharse de la casa porque el no tenia que hacer todo el trabajo.
- Perdona Misaki , no es que no me importe pero pensé que recibiría una llamada del trabajo.- Se disculpaba Takahiro, aunque no era precisamente una llamada de trabajo lo que esperaba, sino de alguien más.
“Se que le dije que no me buscará, pero mínimo un mensaje o algo. Hay que demonios estoy haciendo. Ni yo mismo me entiendo. Aunque tiene razón Misaki debo de concentrarme en algo. Fue lo que pensó Takahiro, mostrándole a su pequeño hermano que apagaba su celular y lo de baja en su cuarto”.
Ambos esa tarde terminaron de adornar y dejar casi todo hecho, solo faltaba que Takahiro acabara de forrar y guardar los regalos y mañana esperar el bufete que encargaron y el pastel.
El tercer acontecimiento que fue el que le gusto más, fue un encuentro con un hombre que al parecer era una celebridad. Aunque el se dio cuenta tarde.
Era el día de la fiesta sorpresa, pero la celebración seria a las 3:00 de la tarde. Por lo que Misaki, ese día decidió ir a una librería llamada Libros Marimo. Debía buscar los libros que le encargo Ayase por compensación de que su regresó tardara.
Cuando encontró los libros que buscaba, fue a la sección de literatura, no era fan de todos los géneros, pero le gustaba los libros de cierto escritor que solo conocía de nombre, porque sus protagonistas tenían un pasado oscuro igual que el, con la diferencia que en esas historias el protagonista tenia un final feliz.
Se dio cuenta que había un libro que no conocía que al parecer era la novedad del momento. Tomo dos libros, no importando que ambos fueran los mismos si era de ese autor, bien valía el precio porque te daba las alas para volar, te daba esa ilusión de que si serás recompensado en la vida.
Estaba leyendo la sinopsis cuando alguien le hablo.
- Te gusta mucho ese libro.- No era una pregunta sino afirmación de aquel extraño.
“¿Qué karma estoy pagando para que me hablen al tanteo y por la espalda? “ Fue lo que pensó Misaki al oír el tono de voz de aquel hombre, se sintió como nervioso, pero de forma extraña como excitante cuando lo vio, no podía creer que fuera así de guapo, esos ojos lilas que parecían hipnotizarte, cabello platinado, piel blanca, alto mejor dicho muy alto como entre 1.70 o más, su complexión fuerte pero elegante, vestido con aquel traje azul marino lo hacia parecer un modelo. Era como si su mundo se tambaleara pero no lo demostró, debía parecer normal además era un completo desconocido. Tampoco es que Misaki fuera del tipo que lo conquistan así de fácil, no señor al contrario al ser Pansexual, le enamoraba la forma de pensar y de ser.
- Si, son de los pocos escritores de este genero que muestran el lado humano y sensible sin exagerar, te invita a vivir, sentir sufrir y gozar lo que pasa en sus historias.- respondió sincero pues eso pensaba, además a el le gustaba lo que proyectaban esos libros era un amor platónico a aquel que escribía esos libros, a que aprovechando estar en Tokio compro varios libros que a el ya se le habían empezado a dañar con el paso del tiempo.
- Entonces vienes a la firma de autógrafos de ese libro ¿no?
- No, solo vine a comprar y ver que nuevos libros había. Además no tengo el gusto de conocer a Usami Akihiko, no soy de los privilegiados que tienen la suerte de conocer a su escritor favorito.- Misaki le respondió a aquel extraño guapo hombre que lo veía asombrado y luego rio por el comentario dicho.
“¡Maldición! que acaso aparte de ser guapo también tiene una encantadora sonrisa. Debería tener cuidado puede dejar enamorado a muchos”.
-Sí, quizás tengas razón.
Misaki, le iba a preguntar a ese hombre si también gustaba de aquellos libros pero una mujer pelirroja de ojos azules, blanca y vestida formalmente le hablo, aunque lo que si lo dejo sorprendido fue como le llamó.
- ¡Usami sensei no desaparezca! Esta por empezar la firma de libros, así que ni se atreva a huir.- Lego fijo su vista en Misaki y le menciono.- Lo siento pero si quieres que sensei firme tu libro deberás hacer fila.
Continuara…