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Yin y yang: Entre la luz y la oscuridad. por S_D_Holmes

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— ¿Has estado preguntando por el?—pregunto sorprendido— Preguntando por ahí si alguien ha visto a Johannes Rideer, un mortífago que probablemente esté muerto o peor siga por ahí del lado de Voldemort trabajando juntos. ¿Es que te has vuelto loco Moony?

— Desesperado, no loco —aclaro Remus— Una diferencia, sutil pero diferencia al fin y al cabo. Necesito encontrar a mi hija y para ello necesito encontrarlo a él

Hace unos pocos minutos que Remus había regresado a Grimmauld Place y apenas arribar había llevado a Sirius a la biblioteca.

—Entiendo eso, pero Moony  ir preguntando de mortífago en mortífago, bueno no creo que ayude mucho —Sirius tomo asiento en su sillón predilecto—  Además ya hemos hablado de esto, si él pensaba regresar y no lo hizo fue por algo, quizás esta muerto.

—No lo digas—negó Remus—Mi hija, ella no puede…

—Yo no he dicho eso Moony—aclaro el animago— Solo digo que si él no esta será más difícil dar con ella, has dicho que tenía un amigo, ¿no es verdad?

—Sí, él le cuido algunas veces, yo no podía quedarme con ella todo el tiempo, no con mi trabajo en la orden —dijo con lamentación— Pero yo jamás lo conocí en persona y no se su nombre.

—Si Ridder murió, ella seguramente estará con el—decreto Sirius— De cualquier modo, yo tampoco he estado de ocioso, he conseguido la lista de las personas que tras la caída de Voldemort fueron interrogadas porque se pensó eran mortífagos, algunos están confirmados, otros dijeron ser víctimas del  Imperius y bueno otros pocos que eran inocentes.  El nombre de Rideer no aparece.

>>Han buscado en los diferentes registros el apellido, tu hija tiene que ir a la escuela, incluso han revisado los registros de los magos que emigraron desde la caída de Voldemort hasta su resurgimiento, y nada Moony, el apellido simplemente no aparece, no hay registro ni del nacimiento de Johannes Rideer.

—Eso no es posible—murmuro Remus sin entender nada

—Temo decir que si lo es, borrar su rastro debió de serle difícil y caro, porque no encontraron nada, si su intención era escapar de Voldemort, lo hizo bien—declaró el animago mientras servía una copa a su pálido amigo— Claro eso no significa que nos daremos por vencidos, planeaba pedir buscar solo el nombre de pila de tu hija, pero quizás le han cambiado el nombre

—He pensado también en ello,  pero te agradezco el esfuerzo Sirius— Remus miro por la ventana con la copa en la mano, hasta que se percató de lo obvio— ¿Cómo has conseguido todo eso?, esa información, las listas, no es algo a lo que se tenga fácil acceso

—Tú no te preocupes, además es mejor que no sepas nada—Sirius se levantó del sillón—Te ayudare tal cual prometí, ahora bajemos, sé que hoy vendrán nuevos miembros de la Orden y me gustaría estar en el comedor cuando ellos lleguen.

—Albus me dijo que planeas traer a Harry los últimos días de vacaciones—comento el lupino mientras bajaban las escaleras a la planta baja.

—Sí, ahora que soy libre el no debió regresar con los muggles, pero Dumbledore insiste que es más seguro, creo que lo menos que puede darme son algunos días con él antes de que regrese al colegio.

Al entrar al comedor notaron que los más jóvenes habitantes de la casa aún se encontraban ahí, prueba de que aún faltaban unos minutos para la reunión de la Orden.

Algunas personas ya habían arribado, el hijo mayor de los Weasley estaba acompañado de un par de magos uno de los cuales parecía tener la misma edad que ostentaba el pelirrojo, ambos jóvenes de cabello marrón y piel ligeramente tostada por el sol.

—Sirius, Remus— ambos magos fueron hacia el pelirrojo y los invitados—Él es Fabián, un buen amigo y ahora ex compañero de trabajo, y este es su hermano August está por iniciar sus estudios de medimagia  

—Mucho gusto—dijeron ambos iniciando con esa primera frase una conversación que consistió mayormente en anécdotas de Fabián y Bill en su trabajo.

—Y Fabián, August, ¿Quiénes son? —Pregunto Sirius con desconfianza después de un rato de amena conversación entre los invitados y Lupin— ¿De dónde vienen?

—¡Sirius! —Exclamo Remus alarmado— Disculpen su falta de tacto, no es que dudemos de ustedes, y mucho menos de Bill, pero…

—No importa señor Lupin, entendemos que tratándose de algo así hay quienes necesitan detalles e información, no siempre se puede confiar fácilmente, sin importar que ya hemos sido entrevistados por el señor Dumbledore— hablo el mayor con una sonrisa de comprensión—Empezare con nuestro padre, él se llama Vincent Robinson, él es un mago mestizo, desde muy pequeño vivió en Lituania, sus padres decidieron que era más cómodo para la familia que asistiera a Durmstrang, al terminar sus estudios viajo por el mundo muggle, fue aquí en Londres donde tres años después de iniciar su viaje conoció a una mujer muggle que no tuvo problema con la magia, a pesar de… sus experiencias. Ella fue  nuestra madre. Ella...

— Se trasladó a Lituania junto a mi padre, pero desafortunadamente murió al darme a luz— continuo el menor­—Por cuestiones de trabajo mi padre nos llevó al otro lado del mundo, a América donde estudiamos en Ilvernormy, mi hermano recibió una oferta de trabajo en Egipto al terminar sus estudios, algo que acepto, cuando yo concluí mis estudios mi padre me ofreció, tal cual había hecho con mi hermano, la posibilidad de viajar, algo que acepte y al estar en tierras Africanas  tuve una especie de epifanía, y decidí estudiar Medimagia, estando tan cerca visite Egipto para ver a mi hermano, y bueno él me aconsejo que me trasladara a vivir a Londres, avise a mi padre y presente los exámenes para el colegio, y entonces…

—Bill vio el interés que ambos teníamos en esta guerra, nos platicó de esto y vimos una posibilidad para vencer al mal que acecha al mundo, no lo pensamos, de inmediato dijimos si—intervino Fabián— Nuestro padre siempre ha preferido no implicarse, pero creo que August y yo debemos pelear por un futuro que traiga paz. Verán, esa experiencia de mi madre con la magia es porque mis abuelos maternos murieron durante un ataque de mortífagos en la primera guerra, así que decidimos pelear en su memoria, y en la de mi madre.

—Bien dicho—vitoreo Bill que se había acercado al ver algo descompuesto a su amigo tras hablar de su madre

—Creo que jamás he platicado con alguien que haya estado en Ilvermorny—hablo Remus para aligerar el ambiente—Es decir, sabemos de las diferentes Escuelas de Magia, pero nunca sabes realmente como es una escuela si no la vez por ti mismo.

—Es verdad señor Lupin— le apoyo August­—Cuando mi hermano me presento a su amigo, bueno Bill, le pedí que me platicara de Hogwarts, solo por ser educado y no querer ser excesivo no le pedí algunos de sus recuerdos para poder ver el interior del colegio.

—Yo estuve tentado a hacer lo mismo con Fabi—les dijo Bill— Es decir Ilvermorny es muy diferente a Hogwarts y todo parece paz entre sus casas, nada de tensión.

—Pero algo estrictos, ¿No lo creen? —Hablo Sirius por primera vez después de su pregunta inicial— América es demasiado estricta en cuanto a la magia.

—Si así es, son mucho más cuidadosos que en otros países, supongo que mi padre por esa razón eligió América cuando mi madre murió—contesto August— Siempre he pensado que ya no deseaba tener interacción con ningún muggle.

Ese comentario dejo un silencio que pareció ser incomodo, pronto Fabián comprendió el error ante las palabras de su hermano.

—No lo malinterpreten, por favor— casi rogo— No es que mi padre tenga algún tipo de desprecio hacia ellos,  tampoco es que antes le interesasen excesivamente, solo le son indiferentes, así es como él se refugió después de la muerte de mamá. —Tanto Black como Lupin aún tenían una mirada de incomprensión en el rostro— Cuando era pequeño mi padre solía decirle a mi madre que jamás se habría enamorado de otra persona que no fuera ella, pero mi madre opinaba que él se había enamorado de ella porque era muggle —les explicó— Mi padre en juventud fue hechizado por el mundo fuera de la magia, fue hechizado por mi madre quien le mostro las maravillas de aquel mundo, a su muerte, la de que él consideraba, era su alma gemela, pareció que el mundo muggle ya no valía la pena sin ella, fue más fácil vivir en un mundo del que ella jamás formo parte.

Todos guardaron silencio ante la tristeza palpable de los hermanos, silencio que fue interrumpido por el sonido de la puerta principal siendo cerrada, por la puerta de la cocina Bill vio aparecer a su hermano Charlie, y como este saludaba a los presentes, dirigiéndose a ellos al final.

—Dumbledore y Snape están retrasados— señalo a penas llegar al lado de su hermano— Y yo que pensé que estaría en problemas— giro ligeramente a su derecha y se percató de las caras nuevas— Oh cierto, ustedes deben ser Fabián y August, los amigos de Bill.

—Sí, mucho gusto— saludo alegremente August  ofreciéndole la mano para estrecharla, acción que Fabián repitió segundos después.

—Siempre es bueno tener nuevas caras—les dijo— Bueno, iré a ver a mi madre debo decirle algo, los veré luego. Bill, Remus, Sirius, ¿pueden venir un momento?

—Si claro­— le contesto el hombre lobo—Fue un placer chicos.

Dicho esto y tras una muda promesa de parte Bill de su pronto regreso, se retiraron. Fabián pareció murmurar algo que su hermano no comprendió, pero al sentir una chispa de magia, entendió lo que su hermano había hecho.

—Te he visto—le dijo Fabián a su hermano—Como mirabas al hermano de Bill, no te atrevas a nada, ya sabes que debemos acatar sus órdenes.

—Jamás me haría nada, soy uno de sus mejores amigos—señalo con orgullo y soberbia— Además, quien vino a hablar, porque me parece que te has salido mucho de sus planes últimamente, porque yo también te he visto mientras estas con él y sé que sabes de lo que hablo.

—Si realmente has observado sabrás que nada pasa, solo me he limitado a lo que debo hacer.

**********************

Las cortinas de la habitación se abrieron tal cual lo hacían cada mañana dejando a los rayos del sol entrar a la habitación, filtrándose por la apertura entre los doseles de aquella elegante cama, despertando así a su ocupante.

—¡Gili!

—Mi lady— un elfo apareció frente de ella con una reverencia dirigida a ella

— ¿El señor ha despertado ya?

—Si mi lady—contesto con alegría el elfo—Sin embargo el amo ha salido desde muy temprano y ha pedido que le fuera dicho que regresaría al medio día

—Gracias—dijo con amabilidad— Por favor pide que me suban el desayuno, en cuanto termine me daré un baño, así que por favor prepara la tina.

—Gili obedecerá inmediatamente —tras una reverencia el elfo desapareció

Después de su suntuoso desayuno y un relajante baño, Kalid había decidido dar un paseo por los terrenos de la mansión, siempre gustaba de dar una caminata al aire libre, y dejar que sus desarrollados sentidos fueran invadidos por la naturaleza, sentir el fuerte viento que chocaba contra el acantilado o correr kilómetros para poder adentrarse en el bosque y dejarse llevar por sus instintos, quizás podría cazar, conseguir algún ave para la cena o ir a por algo un poco más grande, después de todo el la carne roja era su favorita.

A Kalid le gustaba recordar los momentos en que había aprendido a cazar, en ese momento de su vida y a tan corta edad, con el sufrimiento que había pasado jamás hubiera soñado que cazaría por diversión y no por necesitad Aun así, tenía un gusto, que rayaba en la obsesión, por recordar esos momentos por malos que fueran, por traumáticos que hayan sido para una mente infantil como lo fue la suya, pensaba que siempre era bueno recordar de donde venía, le recordaba porque era que luchaba, y le ayudaba a dar las gracias a ese buen hombre que la acogió, al que llamo con orgullo su padre. El hombre que la adopto y la hizo ser quien ella era en esos momentos, el hombre que le dio felicidad a la persona que más quería en este mundo, a la persona que le había cuidado cuando sus padres no pudieron hacerlo, su tío.

Ella sabía quiénes eran sus “padre biológicos”  y les agradecía la vida, agradece todo lo demás que por ella hubieran hecho, aceptaba que mantenerla oculta fue la mejor decisión, eso y dejarla al cuidado de su amado tío, quien siempre hizo lo que pudo con lo que tuvo, y fue suficiente para mantenerla con vida, hasta que él encontró alguien a quien manipular, claro que ese alguien no era fácil de manipular.

Ragnor Isenbrandt, señor de la Orden de las Penumbras, era un hombre a cuyo nombre daba honor, definitivamente parecía ser el guerrero de los dioses, era fuerte y decidido de mente, era poderoso en toda la magnífica extensión de la palabra, un tanto desconfiado, pero una vez tenías su confianza  era amable, era un buen hombre, y fueron esas últimas dos cualidades fueron las que causaron su pronta muerte.

Al inicio Ragnor solo había visto en ellos una oportunidad, la pequeña niña huérfana, una cachorro de lobo que cazaba estupendamente, una niña que mostraba tendría grandes dotes mágicas, era algo insólito y maravillo a sus ojos, era algo que ayudaría a su causa. La trato como si fuera su padre y pensó que una vez se ganara la confianza de la niña asesinar al hombre a cargo de ella sería tan sencillo. Y su tío, el vio la oportunidad de tener lo que el hombre tenía, había tratado con grandes estrategas, con hombres peores que él mismo, asesinarlo, hacerse con el poder de Ragnor debía ser fácil, podría devolverle uno de sus padres a su sobrina, pero cosas así nunca salían como se deseaba.

Su tío, como era obvio se enamoró de Ragnor, y este en la soledad de su poder vio en ellos la familia que había deseado, así que después de confesarse sus oscuras intenciones el uno al otro, se casaron, Ragnor la adopto y la declaro su heredera, meses después tuvieron un hijo, su segundo hijo como solía decir Ragnor. Pero un error, una indiscreción, una traición y todo termino tal cual empezó, rápidamente, con Kalid y su tío solos y hundidos en la soledad, pero con un gran dolor de por medio.

Claro está que tenían lo que Ragnor les había dado y el poder. Kalid sabía que no descansarían hasta  ver logrado el sueño de su padre, al igual que la Orden de las Penumbras no renunciaría a su objetivo, la meta que su líderes antiguos y nuevos les dieron,  el objetivo que su rey les concedió y la victoria que su nueva reina les otorgaría. Por parte de Kalid también estaba el deseo de venganza que sobrepasaba todo, porque alguien le quito a su familia, a su padre, a su hermano, alguien la privo de tenerlo todo, y ese alguien pagaría.

Y ahora, después de varios años, de varios obstáculos por fin estaban a punto de lograr aquello que la haría conseguir ambas cosas, ver el sueño de su padre realizado y obtener venganza. Por fin estaría completa, se apoderaría de la luz, de la oscuridad, ya no viviría entre ambas, ahora gobernarían ambas y rezaba a los dioses porque nadie se atreviera a pensar que  podían derrocarla, porque estaba segura de que a nadie le agradaría ver el mundo ardería ante sus deseos más oscuros.

Así fue que embargada por su oscura felicidad, decidió quedarse cerca de casa y termino su paseo, con tan solo algunos conejos en mano, odiaba no ver ningún gran animal cerca de sus terrenos, quizás su tío tenía razón y les daba miedo.

Después de dejar los conejos en las cocinas, y de darse nuevamente un baño, decidió ir a la biblioteca, nada mejor que un libro para bajar aquella euforia que la cacería le provocaba. El mediodía estaba por llegar, cerró el libro en sus manos y con cuidado dejo los objetos que levitaba en su lugar.  Pronto seria hora del almuerzo y su tío llegaría a tiempo, se dirigió nuevamente a las cocinas.

Kalid sabía cocinar y lo hacía de maravilla, pero su tío no solía dejarla hacer dicha tarea con regularidad, no después de que la proclamaran heredera de Ragnor, y mucho menos a la muerte de este y de que la oscura orden la proclamara como su reina, después de todo siendo quien era no podía rebajarse a servir a alguien. Eso no le impedía revisar que era lo que los elfos les servirían, por alguna razón no toleraba los errores, y su tío y Ragnor no eran muy diferentes, aunque si le enseñaron a tratar a sus elfos y a los que estaban a su servicio tal y como merecían, así que si no había un error, ella seria amable y cortés.

Paso unos minutos junto a los elfos, mirando cómo era preparado su pollo favorito y como se hacían los arreglos para la cena, luego paso al comedor donde los lugares ya estaban puestos, quedo satisfecha con todo y subió a su habitación a refrescarse. Estaba a punto de bajar nuevamente a la espera de su tío, cuando la puerta de la habitación fue abierta de manera estrepitosa.

—Kalid, ¡lo tenemos!

Estaba emocionado, su tío había dejado su máscara de frialdad, algo que solo significaba que estaban a nada de cumplir su objetivo, la abrazo, algo que desde que había pasado el metro de altura pasaba pocas veces, pronto se separaron.

—Tío, ¿te das cuenta?, Ahora solo les necesitamos dos cosas, la poción y que él venga.

—Creo que sería mejor traerlos a los dos—opino el hombre—Después de todo, si nuestros informantes están en lo correcto Lupin ya busca a Johannes, y si nosotros lo sabemos, pronto Voldemort también se enterara.

—Tienes razón—le concedió Kalid— de los que tenemos dentro, ¿Quiénes podrían ayudar?, debemos formar un equipo inmediatamente.

—Me he adelantado—dijo satisfecho—Sabiendo que querrías actuar de inmediato ya he mandado llamar a algunos

—¿Quiénes?—pregunto con cierta emoción

—Bartram, Robinson y Summers, tu héroe enamorado no puede venir, hoy es un día importante para él,  le he mandado un mensaje sobre la puesta en marcha del plan, será él quien avise a nuestro otro elemento, serán ellos los que se encarguen de Lupin—ambos sonrieron ante lo dicho—Los convocados llegan después del almuerzo

—Excelente— Se quedó callada dejándose guiar fuera de la habitación—Por cierto te aclaro, él no es mi héroe enamorado, solo es mi amigo

—Si, como diga su majestad

Ella lo sabía, su tío solo insistía en eso del amor en busca de que desistiera de todos sus planes, pero el amor había iniciado todo lo que vivía, todo su dolor y el dolor de los que anteriormente la rodearon, todo fue a causa del amor y no cometería un error de esas proporciones. Ella era una buena persona, o por lo menos lo intentaba, pero sin importar nada ella debía estar completa y sus planes para el mundo eran necesarios, para evitar problemas mayores la oscuridad debía regresar a todo rincón mágico del mundo.

**********************

Lord Voldemort parecía recobrar el poder de manera rápida e incrementar el que ya tenía antaño, sus seguidores eran cada vez más, sus planes parecían ir a la perfección, exceptuando la captura de Harry Potter.

Su cuartel se encontraba resguardado del ministerio y aún  más importante Dumbledore y su Orden del Fénix. Diariamente recibía reportes de sus diferentes mortífagos. Su aspecto serpentino no hacía más que aterrar a sus seguidores e imponer aún más respeto.

—¿Johannes Rideer?— el salón donde los recibió era su propio estudio al ser una reunión tan pequeña

—Así es mi lord, paso hace un par de días  

—La Orden del Fénix le está buscando, ¿están seguros?

—No estamos seguros de que sea la Orden, solo uno de sus miembros ha preguntado por él, por lo que averiguamos es Remus Lupin, él ha estado intentando infiltrarse a las manadas de hombres lobo que tenemos, pero por el momento no ha averiguado nada más allá del hecho de que ya no ocupa su casa de Wisbech, aún es ignorante al hecho de la muerte de Ridder

—Es muy interesante— en su rostro se apreció una mueca parecida a una sonrisa—Manden un mensaje a Severus, necesito verlo y encárguense de seguir a Remus Lupin cuando regrese, no desistirá en la idea de encontrar a Rideer ni en su misión de infiltrarse a mis filas, así que ábranle las puertas que piense que lo logro—los hombres estaban por retirarse cuando el mago oscuro hablo de nuevo— No está de más recordarles que de esta reunión ni una palaba a nadie más.

Ya en soledad Lord Voldemort pudo reír con libertad, parecía ser que Johannes Ridder, aun en muerte, le sería de utilidad.

La puerta del estudio se abrió, dando paso a Nagini.

—¿Por qué tanta inusitada felicidad? — pregunto la serpiente en cuanto estuvo cerca al Lord

—Johannes Ridder, ¿lo recuerdas?.

—Está muerto, eso es lo que recuerdo, y sus hijas…—Si acaso pensara que era posible pensaría que la serpiente sonreía— La menor era todo ternura, risas y felicidad, era luz es su más magnifica expresión, su belleza seria dulce y traslucida, la primera niña ciertamente era un encanto, de adulta, en estándares humanos, hubiera sido una belleza, tendría a cualquiera comiendo de su mano, incluso a ti, y no pensemos en lo letal que hubiera sido de parecerse a su padre, su magia emanaba oscuridad ella era dulzura entretejida en astucia y …

—Sí, ellas ahora no son importantes—le dijo con enfado— Regresando a lo importante, Ridder aún nos puede ayudar en nuestro ascenso al poder, y sin duda te necesitare a ti vieja amiga, la Orden del Fénix no sabrá que la golpeo.

Notas finales:

Antes de que se vayan, tengo una consulta que hacerles, y para ello hare una aclaración. Solo creo que no lo he mencionado, aunque no lo creí necesario, la historia inicia en el verano del año de 1995, es decir que Harry y compañía cursaran el quinto año, dicho esto he agregare que el ataque de los dementores a Harry si ocurrirá, solo que lo hará un poco después de los estipulado en los libros.

 

Y mi pregunta es, ¿desean que Harry sepa sobre la hija de Remus?, o lo dejo en las sombras y que se entere con el tiempo, debo decir que el trio dorado en un inicio no tendrá mucha participación, no así el resto de los gryffindor.

 

Otra cosa, yo no tenía pensado más parejas para el fic, ¿quisieran ver alguna en especial?

Y eso es todo.

Atte. S.D.


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