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Mafia roja por BlackWidowHunger

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus reviews y las lindas opiniones que obtuve, espero les guste de verdad. gracias por leer :)

Nicola

La jodida cortada del hombro había tardado muchísimo en curarse y era muy molesto estar como un inválido, aunque lo divertido había sido tener a Marco a mi servicio todo el tiempo. Desde que entró a trabajar con Vaal había sido así, en general me ignoraba, no seguía mis bromas  y se ocupaba mucho del trabajo y no hablábamos pero cuando me pasaba algo era el primero en encargarse. Comportarse como mi hermano mayor debería ser muy tedioso para él y yo odiaba la pena ajena asique trataba de no aprovecharme, tanto digamos.

Fui al gimnasio del magnificente penthouse de mi hermano a recuperar forma para poder empezar con las clases de defensa con el problemático Liam, pobre criatura estaba condenado bajo las garras de un ser humano incapaz de sentir piedad. Entré en el gran salón repleto de máquinas último modelo, dos paredes de espejos y dos de vitrales inmensos, en el fondo un jacuzzi y la puerta a las duchas. Entré emocionado de poder volver a la rutina, amaba hacer ejercicio y más en ese lugar todo para mí solo. Dejé mi botella de agua al costado de una máquina para ejercitar bíceps, me puse los auriculares conectados al iPod y estaba por darle a play pero escuché un ruido de golpe seco. Al voltearme vi que Marco estaba en el fondo  haciendo pesas, en general el hacía ejercicio a la noche y yo usaba el espacio a la mañana, apenas me miró cuando me percaté de su presencia, no quise molestarlo asique volví a lo mío.  Puse play a mi lista de reproducción para ejercicio, que era muy potente y sonaba fuertísimo en mis oídos, ejercicio sin música no es ejercicio. Me trepé a la máquina y comencé la rutina, me entretuve observando a Marco y me sorprendió verlo levantar tanto peso, llevaba puesto una playera sin mangas y hasta de lejos se podía ver que tenía bastantes músculos. Yo no me quejaba de mí mismo porque hacía una hora por día de gimnasio incluyendo los domingos y estaba orgulloso de mí pero Marco me llevaba más altura y más masa corporal.

Luego de un rato de ir completando mi rutina fui hasta la bicicleta fija que quedaba exactamente al lado de donde Marco se disponía a hacer abdominales.

 

-Lo lamento Marco vengo a hacer ejercicio al lado tuyo porque tu cuerpo sexy musculoso me atrae demasiado.- Me reí en voz alta mientras me subía a la máquina y la ponía a funcionar. El solo resopló y siguió con la rutina, que aburrido era hacerle bromas a él, gracias que vino Liam al grupo y caía en todas.-

 

Hacía bastante calor ya que entraba el sol de lleno en esa zona del gimnasio asique me saqué una sudadera quedando en camiseta. Marco por su parte estaba sudando bastante asique él se quitó su única prenda, nunca había visto su físico de cerca y con tan buena visibilidad. Se puso a hacer abdominales codo a la rodilla por lo que podía apreciar todos sus músculos trabajando. Marco tenía  absolutamente todo bien marcado, abdominales oblicuos, rectos, transversos, también pectorales definidos, dorsales sobresalientes, esternón tirante y ambas piramidales que se metían en sus pantalones. Okey me estaba poniendo en modo demasiado apreciativo por el cuerpo de Marco y eso era raro, yo amaba a los hombres y a las mujeres, apreciaba cuerpos y sexo, amaba el sexo pero no sé si Marco entraba en esa categoría.

Me distraje tanto con el hilo de mis pensamientos que Marco ya había desaparecido, me reí entre dientes con la idea de que el rubio me ignoraba tanto que  pasaba desapercibido.

Completé diez minutos restantes de bicicleta, me bajé y tome mi bolso para ir directo a las duchas, sonaba  una canción muy pegadiza en mis auriculares asique todavía no me los sacaba, contando el hecho de que el mundo es teatralmente más divertido con auriculares. Entré en el baño y comencé a deshacerme de la ropa, tomé una toalla y tire mi iPod en mi bolso.

Al darme vuelta me percaté de que el agua corría y que Marco ocupaba una ducha justo de espaldas a mí, paréntesis, tenía un culo espectacular de verdad. Me hice el desinteresado y me metí en un cubículo, no pude evitar echar miradas a donde se duchaba Marco sobretodo porque la escena piel desnuda y agua era un poco difícil de ignorar.

Tenía un par de cicatrices en la espalda y en el pecho el mismo símbolo que yo tenía tatuado, bueno Vaal, Marco y yo lo teníamos, bueno no solo nosotros tres pero eso no venía al caso. Al darse vuelta para tomar el shampoo aprecié su delantera, su pene era enorme, muy enorme, mierda Marco estaba bueno. Volví la atención a mi cubículo, nunca lo había visto tan desnudo y nunca me había dado cuenta de su impresionante cuerpo, ¿cómo se debería sentir su enorme cosa? Traté de espantar dichos pensamientos porque iban por un rumbo peligroso para estar desnudo frente a él, nunca me había puesto a pensar en Marco de una manera sexual y se debía a que nunca lo había visto con alguien, con una pareja, besando una pared, nada de nada. El sexo al mi amigo de la infancia jamás le había llamado la atención.

Y es obvio decir que encontré un entretenimiento nuevo de lo más divertido, justo para mí, alguien al que se le puede adjudicar el título de adicto al sexo. Me entretuve ideando un macabro plan y como llevarlo a cabo, escuché a Marco salir de la ducha y sonreí hacía la pared, mañana a la noche me iba a divertir.

Terminé de usar la sala y me fui directo a buscar a Liam para enseñarle algunas cosas básicas, luego cenamos y me fui a dormir.  No puse la alarma temprano porque era obvio que iba a empezar a usar el gimnasio de noche, asique me levante mucho más tarde de lo normal y fui directo a repetir mi rutina con Liam. Pasó el día y tuvimos algunos pedidos de Vaal de ir a vigilar al ruso preso en el sótano del hotel, no habíamos podido sacarle nada de información.

Cuando llegó la noche me dispuse a ir al gimnasio y al llegar vi que efectivamente estaba Marco preparando la máquina de oblicuos, yo me apegué a mi rutina pero levemente cambiada. Hice mis ejercicios desordenados para coincidir usando las máquinas que estuvieran más cerca del rubio, lo molesté con algunos chistes pero no obtuve nada a cambio. Esperé a que se vaya a duchar y puse en marcha el plan, llegué para cuando él se estaba metiendo a bañar entonces me puse en su campo de visión a sacarme la ropa de a poco, me miro sacarme la camiseta y los pantalones pero cuando llegué a la ropa interior se había volteado. Inconforme fui hasta su cubículo.

 

-No tienes crema de enjuague, porque perdí la mía.- Le dije mientras me acercaba mucho a él descaradamente desnudo en mi totalidad.-

 

Me pasó el producto sin mirarme y me frustró, que tipo tan difícil era mi amiguito. Hice que me enjuagaba con lo que le había pedido y fui a devolvérselo, obviamente.

 

-No hace falta que me lo des ahora Nicola.- Me dijo de costado para no enfrentarme directamente.-

 

-Sí, solo lo dejo acá.- Le respondí conteniendo la risa mientras me estiraba sobre el para alcanzar la estantería del baño.-

 

Al acercarme a él tanto conseguí que me mirara y lo atrape bajando la mirada hasta ahí asique sonreí entre dientes.

 

-¿Qué hay algo que te guste?- Le respondí y me voltee para volver a mi cubículo con su mirada sobre mi cuerpo, bueno al menos había conseguido algo por ahora.-

 

Quise realizar otra maniobra pero en menos de un minuto Marco ya estaba con la toalla sobre la cintura y se disponía a salir apurado.

Iba a divertirme mucho con mi nuevo descubrimiento, tanto cuerpo no podía no tener uso, me merecía probar de que estaba hecho el rubio.


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