No podía levantarme de la cama, este entrenamiento con Nicola estaba matándome de verdad, era muy duro y el moreno estaba en demasiada buena forma en comparación conmigo. Vaal no había aparecido en toda la semana, solo salía y volvía tarde, no me dirigía la palabra algo que en realidad no era raro ya que no me hablaba mucho pero yo sentía que era porque se oponía a mi entrenamiento. Era sábado en la mañana y por suerte hoy Nicola me había dado un descanso, sobretodo porque el trio de la muerte debía hacer algo en el hotel, algo que obviamente me ocultaron. Estaba solo asique me puse a ordenar un poco porque después de las practicas con Nicola el departamento quedaba hecho un caos, después de sentirme más útil calenté el agua del jacuzzi y decidí meterme, estaba en un hotel de 5 estrellas y nunca en mi vida había gozado de ello.
Estuve un rato metido y otro tiempo buscando como encender el equipo de música de la terraza, cuando lo encontré pasé carpetas de música hasta reproducir una de canciones lentas y relajantes. Volví a meterme y quedé impactado con la vista del atardecer anaranjado y rosa que se veía desde ese lugar. Me pareció gracioso el hecho de que ese penthouse fuese súper lujoso, estuviera lleno de comodidades y su dueño solo usaba la oficina y el gimnasio, ni siquiera lo veía seguido entrar a su cuarto, no era mentira que Vaal no dormía.
En ese momento escuche pasos detrás de mí y volteé para ver al susodicho saliendo a la terraza.
-Yo lo siento, no quiero parecer abusar de confianza pero estaba cansado y creí que no había problema si yo…- Trate de explicarme pero me interrumpió.-
-Está bien.- Fue lo único que me dijo y comenzó a quitarse la corbata, los tiradores, el saco, los zapatos y así con toda, toda la ropa.-
Me quedé un poco sorprendido al verlo desnudarse por completo frente a mí, ¿era tan necesario meterse completamente desnudo? Solo eché una vista rápida a su sexo y volví la mirada al horizonte, no sé si era porque estaba completamente depilado pero parecía muy muy grande y me sentí algo avergonzado de mí mismo.
Al entrar se recostó al lado mío y presionó un botón que puso en funcionamiento el hidromasaje, yo pase horas tratando de entender cuál botón de todos era el que encendía la función asique termine por no apretar ninguno por miedo a romper algo. Vaal exhaló de gusto ante las burbujas y echo la cabeza hacía atrás con ambos brazos fuera de la piscina. Me removí incomodo teniéndolo cerca mío desnudo y pensando en si era muy maleducado de mi parte si me iba. Traté de concentrarme en el hecho de que el chorro de agua entre mis omoplatos estaba desatando una infinidad de nudos que me provocó todo el trabajo físico de la semana y no en que me costaba sacarle la vista de encima a los músculos de Vaal.
-Por tener nuevas responsabilidades dejaste otras sin atender.- Me soltó Vaal con los ojos cerrados, lo miré buscando saber a qué se refería y el rumbo de la conversación me hizo estremecer.-
Abrió un ojo para mirarme y se ve que mi expresión nerviosa le causó gracia porque levantó la comisura izquierda de la boca en media sonrisa y se incorporó sobre los codos.
-No te olvides que tu puesto aquí no va a ser guardaespaldas.- Se burló mientras pasaba una mano por mi nuca y me sostenía del cabello.-
Antes de que pudiera resistirme me besó, no quería admitir que me gustaba demasiado como besaba pero así era, su beso era tan intenso, húmedo y cálido que no podía evitar responder a él. Se inclinó sobre mí y pasó su mano libre sobre mi pecho de manera sugerente, exhalé sobre el beso y con eso conseguí inspirar una bocanada de aire antes de que Vaal fuera al ataque nuevamente besándome más profundo, mordiéndome el labio demandante. Sentí mi parte baja hacerse liquido caliente y apreté mi abdomen esperando poder retener así la excitación pero no sirvió. Siguió bajando con su mano y as caricias se metieron bajo el agua hasta palpar mi erección, lo sentí reírse un segundo y se separó unos centímetros de mí.
-Parece que la parte de responder ante mí está bien entrenada.- Dijo en voz baja cerca de mi boca y volvió a besarme pero pasó de suave y profundo a salvaje, tiro con fuerza de mi peló y me hizo jadear de dolor. Pero era curioso como el dolor en la excitación funciona como potenciador.-
Se alejó de mi boca y comenzó a descender en besos por mi garganta, mordisqueó mi clavícula y sentí mi respiración acelerada. Me sentía un idiota respondiendo de manera tan primitiva cuando él estaba perfectamente imperturbable.
-Ponte encima mío.- Me ordenó mientras se reclinaba para sentarse mejor en su lugar.-
Dudé un momento, odiaba que me pidiera que haga las cosas porque una cosa era que me forzara y otra distinta era que me pidiera y yo le hiciera caso, sobretodo porque quería hacerle caso. Se cansó de esperar que yo le obedeciera asique me tomó de la cintura y me manipulo con facilidad hasta que yo quedé a ahorcadas encima de él.
-¿Y si alguien entra?- Le pregunté nervioso mientras él me tomaba de las caderas y me presionaba mi sexo contra el suyo, yo no podía evitar perder la concentración y dejaba de importarme si tenía público o no.-
-Marco y Nicola están lejos de la ciudad.- Me respondió mientras besaba mi pecho lento y a un ritmo creciente.-
Me mordí el labio inferior tratando de canalizar los espasmos que me producía estar en contacto con la piel de Vaal, tomó un pezón mío en su boca y le clavé los dedos fuerte en la piel de la espalda. Chupó fuerte y mordió levemente la zona haciéndome soltar un grito incontenible, mi mente para este momento estaba en blanco y dispuesta a acceder a todo. Me bajó la ropa interior y me la sacó con cuidado, cuando restregó su sexo duro contra el mío sin barrera de por medio abrí los ojos sorprendido ante tal sensación violentamente excitante y el me besó para que me dejará llevar por ella. Sin darme cuenta movía mis caderas contra el para que la fricción me ayude con la libración y el gruñó ante tales movimientos, saber que tenía respuesta de su parte me hizo sentirme poderoso y la sensación fue muy placentera.
Bajo ambas manos hasta mi entrada y me tensé, hasta ahora no había sentido ni un atisbo de pánico pero el lugar al que se aproximaba a tocar me daba terror a causa del dolor.
-Relájate Liam, sabes que no duele y sabes lo bien que se sintió la otra vez.- Me dijo al oído mientras pasaba su nariz por mi cuello y luego de la frase me besaba la zona.-
Sus manos llegaron al lugar prohibido y comenzó tocándome en movimientos circulares, nada invasivo. Mi respiración se aceleraba irrefrenablemente y no podía evitar aferrarme más fuerte a él. Las caricias sumadas a la fricción de nuestros miembros hacía que el mundo girara alrededor mío, cerré los ojos de puro gusto y el comenzó a introducir dos dedos dentro. La sensación era muy fuerte y me costaba demasiado reprimir los gemidos, lo besé y él sonrió en el medio ante mi iniciativa, me respondió al beso de manera hambrienta y aumentando el ritmo de sus expertas manos. Sus dedos accedieron a ese punto que había tocado la otra vez, ese punto que me lanzó al abismo y me nubló la vista ante tan fuerte orgasmo. Pasó una mano hacia adelante y me tomó del miembro haciendo caricias circulares con el pulgar en la cabeza de mi pene lo que me hizo temblar de excitación y pareció accionar un segundo orgasmo en cadena que me recorrió el cuerpo. Todo era demasiado fervoroso, apoyé mi cabeza en su pecho con el corazón desbocado y la respiración incontrolablemente rápida, pasaron varios minutos hasta que pude ubicarme en espacio y tiempo, realmente me sacaba de contexto cada encuentro con Vaal, todo era simplemente nuevo y fervoroso.