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Mafia roja por BlackWidowHunger

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Notas del capitulo:

Perdón por no subir capitulo de verdad :( pero estaba con falta de inspiracion y me había trabado con la historia porque también estoy escribiendo otra que quiero subir. Gracias por la paciencia y por leer :D

Nicola

Me levanté muy temprano a causa de molestias en mis costillas, la herida no me dejaba dormir cómodamente a pesar de que estaba mejor. Suspiré frustrado y al voltear en la cama me percaté de que Marco estaba a mi lado, era increíble el haberme levantado antes que él ya que por lo general el desaparecía en las mañanas seguramente por el hecho de compartir la cama. Me deshice de mi camiseta para dormir y la metí con estilo bajo la cama sin moverme prácticamente, luego me moví hasta donde estaba Marco y pegué mi espalda contra su pecho todo o que pude sin despertarlo. Me impresionó que siguiera durmiendo profundamente, aunque apenas el sol se estaba asomando por la ventana asique seguramente faltaban unas dos horas para que sonara su despertador.

Esperé unos segundos conteniendo mi propia risa y fingiendo que me movía dormido, esta mañana el rubio no iba a escaparse tan fácil. Me moví contra él pero su respiración seguía igual de regular lo que significaba que no se despertaba, entonces frustrado me di la vuelta y quede cara a cara con él.  

Tenía los ojos cerrados pacíficamente, su expresión tensa diurna estaba inevitablemente relajada ahora, sentía su aliento escapársele por los labios entreabiertos, a pesar de tener ese aspecto ruso de pómulos y barbilla duros tenía unos labios prominentes. Me tenté de acercarme más,  y enredé mis piernas con las suyas acercando mi pecho un poco más a su cuerpo, todo esto con los ojos cerrados para aparentar inocencia.

Marco se removió un poco entre las sabanas y pasó una de sus piernas por mi cadera y con su brazo libre me acercó hasta pegarnos. Me mordí el labio para no dejar escapar una risita, era una reacción involuntaria demasiado interesante como para frenar ahora, pasé mis dedos por su cabello y me sorprendí de lo suave que era. Seguí delineando su rostro y se ve que le provoqué cosquillas asique en respuesta me apretó más contra el seguramente para inmovilizarme, me entró la duda si Marco estaba acostumbrado a dormir con alguien como para reaccionar así y esa idea me hizo divagar bastante.

Al estar tan cerca de él me envolvió su olor a piel tan característico, que le pertenecía, me sumergió en el pasado, me hizo acordarme de su habitación de niño ya que era ese mismo aroma solo que adulto, más intenso. Me tentó el hecho de tener la piel de su cuello tan cerca asique la bese y eso lo hizo removerse sobre mí, noté que levantó su cabeza de la almohada ya despierto y me miró con los ojos entornados y sorprendidos frunciendo el entrecejo en confusión. Entonces comprendió la situación y se separó de mi todo lo que pudo hasta sentarse en el otro borde de la cama.

 

-¿Qué haces?- Me preguntó en voz irritada dándome la espalda mientras se refregaba la cara con las manos.-

 

-Tú fuiste el que me atrapó, yo solo te seguí la corriente.- Le respondí estirándome en la cama fingiendo inocencia.-

 

-Deja de hacer eso que haces Nicola, no sé qué quieres probar pero termina de una vez.- Me dijo elevando la voz mientras volteaba a lanzarme una mirada seria y solemne.-

 

-¡Ay por dios que dramático! ¿Cuál es el problema? No te dan ganas de coger de vez en cuando.- Le dije incorporándome irritado, que tipo tan difícil.- ¿Qué tiene de malo? Estamos solos y nadie tiene porque enterarse.-

 

-No.- Sentenció el rubio, delimitando claros límites, se paró y dio un portazo al entrar en el baño.-

 

Me dejé caer nuevamente en la cama mientras resoplaba de indignación, odiaba este Marco tan estricto y que me negaba cosas. Cuando éramos chicos el rubio me seguía donde fuera, me escuchaba siempre y hasta anticipaba lo que necesitaba, no entiendo que fue lo que lo hizo cambiar tanto.

Reflexioné varias veces las palabras que me había soltado Marco en el auto “me importas” eso me alegró por el hecho de que aún seguía ocupando mi puesto cercano a él pero el problema era que no sabía cuánto significaba eso ahora.

Me paré de la cama e intenté abrir la puerta del baño pero estaba con pasador asique golpeé fuerte un par de veces, como no obtuve respuesta me puse a gritarle a la madera blanca de la puerta mientras escuchaba el agua correr del otro lado.

 

-Si tú no quieres cojer conmigo entonces voy a buscar a alguien que si quiera.- Grité fuerte para hacer muy audible mi anuncio.-

 

Esperé que las palabras pronunciadas tuvieran algún efecto en el pero los minutos pasaban y yo solo me encontraba esperando tras la puerta sin obtener nada. Pateé la puerta con fuerza y me cambié en un segundo saliendo de la estúpida habitación.

 Me pasé todo el día en una taberna bebiendo cerveza con varios desconocidos que al pasar los vasos se hicieron prácticamente mis mejores amigos, luego de allí fuimos a un bar con un sótano de dudosa reputación donde resolví mis frustraciones con un tipo y un maravilloso trio con dos rubias.

 

No quería volver al hotel pero a la mañana temprano partíamos de vuelta a Bahamas asique a eso de las tres de la mañana salí a fumarme unos cigarrillos a la puerta del bar para despejarme y poder volver con el idiota de mi antiguo mejor amigo.

Intentaba con toda mi concentración prender el maldito tubo blanco cuando sentí un brazo que me jaló bruscamente, dificultosamente levanté la mirada y vislumbré a un tipo moreno que no tenía la menor idea quién era.

 

-Philip va a estar contento de vengarse de ti.- Pronunció y me maldecí por estar ebrio y no tener un arma al alcancé.-

 

Forcejeé todo lo que pude para salir corriendo pero sentí el caño de su arma apretar contra mi costado herido y no pude contener una mueca de dolor.

 

-Quieto maldito idiota.- Pronunció las palabras escupiéndolas en mi oído mientras pinchaba más mi costado lo que me hacía apretar la quijada para contener la incomodidad.-

 

En ese momento mataba por tener seis vasos menos de cerveza encima y un cuchillo aunque sea. El tipo me arrastró hasta un auto negro y cuando intentó abrir la puerta con la mano que no sostenía la pistola me liberé corriendo como pude por la calle. Escuché un disparo a pocos metros míos y cerré los ojos sabiendo que la bala de seguro me alcanzaría con mi ritmo torpe y lento.

 

-Nicola.- Escuché que me gritó una voz familiar y me volteé para observar cómo había un tipo con una herida grave de bala en el suelo y Marco corriendo hacia mí.-

 

Suspiré de alivio y esperé que el rubio me alcanzara, pasó su brazo derecho bajo mi cuerpo y recostó mi peso contra el para ayudarme a caminar.

 

-Eres un idiota.- Lo oí susurrar y me reí a carcajadas.-

 

Y así era siempre todo, Marco salvándome el culo, ayudándome cada vez que yo lo necesitaba y yo preocupado por cojer, pero el sexo era algo mucho más importante que unas estúpidas balas.

 

-Es tu culpa por no querer cojer conmigo.- Le solté riéndome todavía.-

 

 

Viajamos de vuelta hacía Bahamas y me alegré realmente de estar en territorio seguro dentro del hotel, saludé a mis compañeros al entrar y nos dirigimos con el equipaje directo al penthouse. Al entrar no encontré a Liam por ningún lado asique fui directo a la oficina de mi hermano mientras Marco guardaba las cosas.

Pasé y me llevé una desagradable sorpresa, la loca mejor amiga de Vaal quien estaba innegablemente enamorada en no tan secreto de mi pariente a pesar de no obtener esa respuesta.

 

-Cacia.- Pronuncié con desanimo.-

 

-A mí también me alegra verte Nic.- Me dijo esta y corrió a saludarme.-

 

Lo peor era que a la mujer yo le caía bien aunque me esforzaba por darle a entender que la aborrecía, era demasiado rara pero sus visitas siempre arrojaban luz al pasado de Vaal, algo que yo no conseguía. La tipa conocía a mi hermano desde hacía mucho.


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