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Mafia roja por BlackWidowHunger

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Notas del capitulo:

Bueno les dejo una descripción del aspecto de los personajes principales a pedido de un lector. Muchas gracias por leer :)

 

Vaal Petrov – Cabello rubio casi blanco, lacio y largo, un ojo de color beige claro y el otro turquesa, pestañas largas, nariz fina y recta, el rostro alargado pero de proporciones muy equilibradas, labios finos pero de buena forma. Pasando al cuerpo de piel pálida, músculos marcados pero no de muchísimo volumen sino un cuerpo fornido promedio. Estatura alta, algunos lunares repartidos por su cuerpo, muchas cicatrices y tatuaje negro en su pecho.

Liam Miller- Ojos color ámbar, brillantes y grandes, nariz pequeña y perfectamente arqueada, labios prominentes pero no muy arqueados en la parte superior, rostro ovalado pero con rasgos suaves y aniñados. Cabello ondeado de color castaño brillante, cuerpo delgado pero fibroso, pero sin músculos trabajados, estatura promedio, tez algo bronceada.

Nicola Petrov- Ojos azul oscuro, nariz larga y recta iguala la de su hermano, boca pronunciada, tez nívea y un lunar bajo el ojo del lado izquierdo. Cabello negro con lacio pero con movimiento, más corto en los lados y largo en la parte de arriba de la cabeza, una sombra de barba en el rostro y cortos bigotes al estilo español. Estatura promedio, cuerpo esbelto pero con músculos producto de su trabajo. Cicatrices en el cuerpo y el mismo tatuaje que Vaal.

Marco Morozov-Cabello rubio ceniza, tirando al gris, también lacio que lleva peinado hacia atrás. Ojos de un celeste muy claro, nariz algo aguileña, labios finos, rasgos duros y arrugas en el entrecejo, rostro angular con la mandíbula marcada. Tez clara, cuerpo muy fornido musculoso y voluminoso, de gran estatura. Cicatrices pero en menor cantidad que los hermanos Petrov, tatuaje también en el pecho.

Cacia-. Cabello lacio pelirrojo  y largo, ojos verde oscuro y muchas pecas en el rostro anguloso, nariz respingada y angosta, labios finos. Figura esbelta y delgada, pechos y trasero protuberantes pero promedio, nada desmedido, tez blanca pero con muchas pecas. 

Me desperté y apenas pude abrir los ojos una luz potente me obligó a cerrarlos nuevamente. La cabeza me palpitaba de dolor y tenía el cuerpo entumecido de estar en una misma posición tanto tiempo. Intenté abrir los ojos nuevamente y al mirarme el regazo comprendí que estaba sentado en una silla de metal atado de pies y manos, forcejeé las ataduras pero no funcionó, solo hizo que me dolieran las muñecas. Miré hacía mi costado y vi a Cacia con la cabeza hacia abajo, seguía desmayada, más allá se encontraba Vaal quien sostenía el rostro en alto y miraba fijo hacía adelante. Seguí la dirección de su mirada pero no vi nada, las luces estaban sobre nosotros lo que dejaba el resto del lugar donde nos encontrábamos sumido en las sombras y el silencio.

 

-Vaal.- Lo llamé entre susurros y dirigió su vista hasta mí de inmediato, tenía la expresión algo más aliviada pero seguía alerta, vislumbró por un segundo a Cacia pero esta seguía dormida.-¿Estas bien?-

 

Escuchamos pasos a lo lejos y Vaal volvió a mirar al frente muy atento.

 

-No hables solo deja que yo resuelva esto, si no interrumpes no te notarán, voy a sacarlos de aquí.- Me susurro mirándome de reojo y asentí con la cabeza esperando poder ser útil.-

 

Escuché un ruido de puerta abrirse y cerrarse y varios pares de pasos hacer eco en la habitación.

 

-Vaal Petrov.- Pronunció una voz grave y rasposa con acento mexicano.- Amigo estas metido en un gran lio.- Pronunció y soltó una carcajada seca.-

 

La voz hizo presente su rostro bajo la luz, era un hombre de unos cuarenta años, de estatura baja, tez oscura, bigotes negros gruesos, ojos agudos y pequeños llenos de arrugas, cejas muy pobladas y cabello pétreo. Llevaba un cigarro en la boca y le sonreía al rubio mientras se acercaba a él le escupió el denso humo en la cara a Vaal y este ni se inmutaba.

 

-¿De verdad pensabas que ibas a comprarme con dinero? Que gracioso es que no conozcas a tu padre, el siempre duplicaría la cantidad del enemigo, eso me gusta de él.-Se burló el tipo y yo miré a Vaal al instante.-

 

-Ese infeliz no es mi padre.- Dijo el rubio con voz siseante y enfurecida, acto seguido escupió a los pies del tipo.-

 

El hombre se acercó con paso apurado y lo golpeó en la cara haciendo que Vaal volteará la cabeza en el ángulo del golpe y al voltear hacia adelante nuevamente vi su labio cortado y sangrando, apreté los puños en mi espalda de los nervios.

 

-Bueno, lo que sea.- Respondió tranquilo como si nada hubiera pasado el mexicano.- El hecho es que tu padre, pariente o lo que mierda sea estará encantado de verte.-

 

Vaal escupió sangre en el suelo a su izquierda y miró callado al tipo de tez oscura quién volvía a sonreír, intenté forzar nuevamente las ataduras pero estas no cedían y mis muñecas dolían bastante.

 

-Tus empleados están bien amarrados en habitaciones separadas.- Le informó.- Pero estos dos no parecen parte del plan, entonces vamos a averiguar quiénes son, podrían serme muy útiles.-

 

El hombre se volteó hacía mí y Cacia con una asquerosa sonrisa bajo sus despeinado bigote. El ambiente tenía un olor espantoso a puro y traté de mantener la calma cuando el espantoso tipo se me acercó. Estuvo justo frente a Cacia pero me miró de arriba abajo intentando descifrarme, luego me sonrió nuevamente miró a Cacia y le dio un golpe con la mano abierta tan fuerte que el ruido resonó en toda la sala.

Apreté los dientes para no decir una palabra, miré a la pelirroja y la vi moverse, se estaba despertando.

 

-Buenos días preciosa.- Le dijo y se volteó e hizo una seña al aire, apareció un hombre y le dejó una silla frente a nosotros en la cual tomó asiento.- Bien ahora que todos estamos juntos y despiertos tengamos una bonita conversación. ¿Quién de ustedes niños se coje al jefe? El que no lo haga tiene pase libre para irse de aquí, soy un hombre misericordioso.-

 

-Ninguno de ellos está conmigo, son pareja.- Respondió Vaal con voz pausada, estaba intentando refrenar la ira.-

 

El mexicano soltó una carcajada sonora, miró a Vaal con la sonrisa todavía en sus labios y le dió una calada honda a su cigarro.

 

-¿Crees que soy estúpido? No espera, ¿Crees que soy un maldito estúpido?- Le pregunto a Vaal sonriendo todavía, se paró de su silla y fue hasta él.-

 

El hombre miró a Vaal sonriendo en silencio unos minutos y de repente adelantó su brazo con fuerza y golpeó el rostro del rubio con mucha fuerza a puño cerrado. Sentí mis ojos arder de impotencia y trate de mirar a otro lado para recomponerme, la situación me desesperaba. Al voltear nuevamente vi que Vaal tenía una notoria marca en el pómulo y también le sangraba.

El tipo tiró el cigarro en un costado y sacó de su espalda un machete, con empuñadura de hueso, un lazo rojo y una hoja brillante filosa. Intenté no parecer sorprendido ni asustado pero me estaba costando trabajo porque sentía que él tipo no tenía humanidad dentro.

 

-Linda.- Le dijo y se sentó en su regazó tomándola de la cara mientras Cacia forcejeaba para que el tipo no la tocara.- Shh, tranquila.- Le susurro mientras la manoseaba y yo me removía en mi asiento sintiéndome horriblemente atorado.- Vamos a ver cuánto te quiere Vaal.-

 

El hombre le pasó el machete por la cara a Cacia haciendo que ella se quejara en voz alta, el tipo le abrió un tajo en la mejilla pero Vaal no se inmutó. Abrí los ojos en pánico y quise gritarle que parara pero recordé que Vaal me dijo que guardara silencio. El tipo se levantó y puso el gran artefacto contra el cuello de la pelirroja, miré paralizado la escena sintiendo que las gotas de sudoración fría me corrían por la espalda ante tantos nervios.

 

-Bien esta no.- Dijo y se retiró, exhalé visiblemente aliviado hasta que el tipo me sonrió y se puso en frente mío, no pude contenerme y empecé a temblar.- Veamos que tal tú.-

 

El mexicano rasgó mi camiseta con el filo del machete y luego lo paseó por todo mi hombro cortándome la piel, ardían como mil demonios y solté un grito ahogado. Intenté zafarme con todas mis fuerzas de las ataduras pero solo conseguí lastimarme, estaba al borde de un ataque de pánico. El tipo levantó el machete en el aire pero de repente se detuvo y yo lo miré con la vista nublada dirigirse hasta Vaal.

Pasó su horrible artefacto por la pierna abriéndole una herida desde la rodilla hasta donde nacía la pierna y me removí nervioso en la silla, el rubio apretó la mandíbula pero no se quejó. El tipo esperó unos segundos y repitió lo mismo con la otra pierna, tuve que morderme los labios para no gritar.

 

-Bueno parece que no voy a sacarte nada entonces le haré el favor a Dimitri y te mataré yo.- Acercó el machete a la garganta de Vaal y lo hizo retroceder en el aire listo para cortar la piel en dos.-

 

-Espera.- Escuché una voz y me di cuenta que era la mía, mi voz estaba ahogada y no la reconocía pero el pánico me oprimía el pecho.-

 

Vaal me miró desganado y cerró los ojos desvalido, no entendí que pasaba pero el tipo se acercaba a mí sonriendo.

 

-Gracias amigo, me ahorraste mucho tiempo.- El hombre hizo una seña en dirección a Cacia y dos tipos se la llevaron con silla y todo.- Eres libre linda.-

 

El hombre tomó las patas delanteras de mi silla y me arrastró en perpendicular a Vaal, más cerca de él.

 

-No te preocupes amigo.- Me dijo.- No puedo ponerle un dedo encima a Vaal o Dimitri me mataría, lamento haberte engañado, pero a ti puedo hacerte lo que quiera.- Su revelación me asustó mucho, miré el filo de su machete gotear sangre y mi respiración aumentó, tragué dificultosamente y desvié mi mirada al piso.- Ahora Vaal ¿Quieres decirme donde está tu querida central o voy a tener que lastimar a tu pequeño amigo?-


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