Volvíamos en la Ferrari directo a la casa de Dante para que Andre tomara su ropa y fuéramos ambos hasta el penthouse. Estacionó el auto a la vuelta de la casa para que su hermano no notara que había hurtado su auto preferido, mientras yo lo espere sentado. Había hablado bastante con el italiano y me estaba convenciendo de que era una persona agradable a pesar de su mala fama.
Saque mi teléfono del bolsillo e intenté prenderlo para amortiguar mi sermón por parte de Vaal cuando llegara a la casa pero el aparato se había quedado sin batería, en parte me alivió, no tenía ganas de volver sinceramente. Me desabotoné un poco la camisa que llevaba y recliné un poco el asiento, moría de sueño.
-Por más que me tiente verte dormir tienes que despertarte Liam porque tenemos que enfrentar al diablo.- Escuché la voz de Andre y me refregué la cara con las manos para despertarme, abrí los ojos para mirar por la ventanilla y me di cuenta que estábamos en el estacionamiento del hotel.-
Asentí al italiano, me incorporé en el asiento y abrí la puerta saliendo del vehículo. Andre tomó una valija de la maletera del auto y activó la alarma conforme nos acercábamos a los ascensores. Subimos en silencio hasta el último piso, miré de reojo al italiano y parecía nervioso, me reí por lo bajo ya que yo no estaba nervioso porque mi mal humor tapaba todo un poco.
Cuando se abrieron las puertas del ascensor me encontré con un montón de personas de traje mirándonos, reconocí a Nicola entre ellos, suspiró exageradamente aliviado.
-Dios Liam ¿Dónde rayos estabas?- Me lanzó tomándome del hombro y metiéndome por la puerta, Andre nos seguía de cerca. Nicola le echo un vistazo y me miró con una ceja enarcada.- Asique estabas bien entretenido.-
Pasamos adentro y vi a Vaal acercarse a paso firme y rápido con expresión consternada, me miró primero a mí revisando que esté entero y luego miró a Andre. Vi cambiar su mirada a una severa, no pronunció palabra alguna pero sus ojos me atravesaban de lado a lado y me vi obligado a hablar, después de todo se había preocupado.
-Tomé de más, le pedí a Andre que me mostrara el baño, vomité y luego debí desmayarme asique el me llevo al hospital, pasamos a buscar su equipaje en la casa de Dante y volvimos, me quede sin batería en el teléfono, lo lamento.- Solté la mentira hablando muy rápido, Andre asintió a mis espaldas.-
Vaal me sostuvo la mirada impasible, me tomó del brazo y me arrastro con él en su oficina.
-Gracias por su servicio pueden retirarse, Nicola ubica a Andre, no quiero que me molesten.- Dijo imperativo como siempre y cerró la puerta con llave.-
No supe que hacer asique me quedé muy quieto en el centro de la habitación, Vaal todavía no se volteaba y esperé paciente a que la cosa no se pusiera muy fea, cuando cerró la puerta con llave me preocupé un poco.
-¿A qué hospital fuiste Liam?- Me dijo en tono calmo y volteó a mirarme, me congelé.-
-Al interamericano.- Le solté esperando que ese sea un hospital existente o que al menos Vaal no tuviera la lista de hospitales en la cabeza.-
-¿El que está en Clarence Town?- Me preguntó y me alivié que al parecer hubiera un hospital ahí, yo no conocía muy bien la isla. Asentí y se rió irónico, un escalofrío me corrió por la nuca.- No hay hospitales allí Liam, y tampoco ninguno que se llame Interamericano en Bahamas.- Las palabras le salieron siseantes y di un paso atrás-¿Dónde mierda estabas?- Esto último me lo gritó y me estremecí.-
-Yo solo le pedí a Andre que me acompañara a tomar aire porque me sentía mal, te mentí del hospital porque si era más grave quizá no te enojarías.- Le dije en voz casi inaudible esperando que no se enoje por la mentira.-
-¿Te pedí que no te acercaras a Dante y vas a pasear con su hermano?- Me dijo en tono mordaz.- ¿No ves que trato de que no te pase nada? ¿Si te sentías mal por qué no fuiste a decirme?-
No le contesté, me estaba empezando a enojar, estuvo todo el día paseándose con toda la puta fiesta menos conmigo y luego se enojaba porque yo había tomado aire con alguien sin pedirle permiso primero, me sentía como un estúpido adolescente. Evité su mirada y me crucé de brazos recargándome contra el escritorio, espere a que soltara su cólera un poco más hasta que esté satisfecho y yo pudiera marcharme en paz.
-Escúchame crío deja de poner esa cara de irreverente porque no tienes idea de con quién te metes, ¿No te parece un poco irracional jugar a los amiguitos con un miembro de la mafia italiana?- Me gritó exasperado y lo mire incrédulo.-
-¿Entonces por qué debería estar más seguro contigo?- Le solté irritado.-
-No seas ridículo Liam sabes a lo que me refiero, ya conociste la personalidad retorcida de Dante.- Me respondió enojado-¿Por qué rayos no viniste a decirme?-
-Porque estabas ocupado con todo el puto mundo en la fiesta, yo sé de primera mano que Dante es un maldito loco pero Andre no es así. Si no te dije fue porque no quería.- Le grité harto.- Estuve toda la tarde con Andre y pude tener una conversación normal, me contó cosas, confió en mí y yo en él y eso no lo tengo contigo asique deja de…-En dos grandes zancadas Vaal atravesó la habitación tomándome la cara bruscamente entre sus manos y besándome con ferocidad.-
Intenté separar nuestras bocas pero él tenía más fuerza que yo y debía admitir que luego de que introdujera su lengua entre mis labios había perdido la batalla. Puso ambas manos en mi trasero y me levanto en el aire, llevándome por la habitación hasta la pared donde me aprisionó, torturándome donde nuestros sexos se tocaban.
Me beso con fuerza y muy posesivo, no pude evitar jadear entre el beso mientras me tomaba de sus anchos brazos quienes estaban firmes al sostenerme con fuerza. Le pasé una mano por el cabello tirando de el en contrataque por apretarme contra la pared y el me mordió el labio inferior tirando y chupándolo lo que me estremecía completamente. Se separó de mi boca dejándome lugar a tomar una bocanada de aire mientras el dejaba un reguero de besos por mi mandíbula hasta mi cuello, por el hueco debajo de mi oreja hasta la clavícula donde mordió y dio un lengüetazo repentino, gemí.
-Si necesitas algo vienes conmigo ¿Entendiste?- Me dijo sobre la piel de mi cuello mientras yo me retorcía entre él y la pared, asentí varias veces porque las palabras no salían muy bien de mi boca, me distraía la presión de su miembro duro contra el mío.- Así me gusta.-
Me acomodó con facilidad más alto contra la pared y esta vez su sexo rozó mi entrada arrancándome un grito de sorpresa y abrí los ojos por completo y vi su mirada bicolor muy salvaje y turbia. Pasó la punta de su lengua por toda mi garganta hasta dar de nuevo con mis labios y besarme feroz y hambriento, sentía como mi parte baja se volvía líquido caliente y jadeé contra sus labios. Vaal comenzó a embestirme sobre la ropa y frustrado porque cuatro capas de tela se interponían a nuestras pieles desnudas me restregué contra él para aumentar la fricción.
-Mierda.- Lo oí gruñir y me bajo en el suelo, me dio la vuelta contra la pared y arrastro hacía abajo mis pantalones junto con mi ropa interior, sacándome todo de un tirón.- Sostente.- Me dijo acercándome a un archivero bajo y me aferré tal y como dijo.-
Escuché que se desabrochaba el pantalón y segundos después sentí su miembro en mi entrada y gemí de sorpresa, introdujo sus manos en mi ropa y me acarició la espalda desnuda, a lo que en respuesta me arqueé más. Me acercó más a él y pasó sus manos hasta mi sexo, masturbándome lentamente, me mordí la lengua para no gritar ante el contacto.
-No te preocupes no se escucha nada hacía afuera.- Me dijo en el oído mientras que sus dedos expertos subían y bajaban sobre mi miembro.- Quiero oírte.-
En ese momento se introdujo lentamente en mí y no pude evitar soltar un grito ahogado, las sensaciones siempre eran demasiado intensas para mí. Se hundió profundo llenándome por completo y no acopló el ritmo de sus embestidas con de sus caricias a mi miembro, me costaba mucho aferrarme al archivero ya que sentía mis músculos ceder ante el placer. Me arqueé más cada vez que arremetía contra mí para acercarme más a mi orgasmo, lo que lo hizo rugir y penetrarme con más fuerza.
-Carajo que bien.- Grito ahogado contra la piel de mi espalda, me tomó más fuerte de la cadera y unió aún más rápido y más fuerte nuestros cuerpos.-
La vista se me nublaba, obligándome a cerrar los ojos por estar tan cerca del clímax, mi mente se desconectó totalmente y el orgasmo me invadió todos los sentidos haciéndome gritar contra la pared. Vaal me seguía envistiendo con vehemencia y mi clímax parecía nunca terminar, sentía que mi cuerpo temblaba entero e iba a desmoronarme en cualquier momento. Me sostuvo con más fuerza mientras el también alcanzaba el olimpo en un gemido ronco. Se mantuvo dentro de mí unos minutos más hasta que salió y yo me enderecé.
-Ven vamos a bañarnos.- Me dijo tomando mis pantalones del piso y poniéndomelos nuevamente, le hice caso, tomé el resto de mi ropa y lo seguí por la estancia hasta su habitación, nunca había entrado allí.-
Me fijé en la habitación, era muy espaciosa, tenía piso de madera Arce clara y en el medio un gran tapete rojo oscuro en donde se encontraba una cama King size enorme. Las paredes estaban vestidas por cuadros famosos antiguos, como Terraza de café por la noche, Nighthawks, el grito, etc. Un espejo de cuerpo entero en una esquina y en lo que sobraba ventanales enormes y luminosos, los cuales estaban medio cubiertos por espesas cortinas de terciopelo crudo. Tenía un par de fotos sobre una cómoda que me moría por observar pero el rubio me condujo hasta su enorme baño de mármol beige en el cual había una inmensa tina de baño con patas plateadas. Abrió la canilla de agua caliente y sacó dos toallas de un mueble dejándolas sobre la mesada clara.
Vaal se puso detrás de mí y me desabotono la camisa con lentitud muy meticulosa, lo deje hacer, realmente estaba disfrutando tanta atención. Luego me quité los pantalones y me volteé para ayudarlo con su ropa, aprecié su torso desnudo a la luz clara y me tente de pasar mis manos por él bajo la mirada atenta del rubio.
-Ven.- Me dijo metiéndose en la tina, la cual estaba llena, me introduje de frente a él y disfruté del agua tibia, la cual se sentía genial.-
Miré muy bien a Vaal y no podía evitar sentirme hipnotizado, el hombre era de una belleza exótica sin duda obliga a la gente a ponerle atención, todavía no entendía bien que había hecho yo para tener sexo con él. Me detuve en el tatuaje de su pecho tentado de preguntarle qué significaba pero antes de darme cuenta me atrajo nuevamente hasta su boca y me besó.