Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mafia roja por BlackWidowHunger

[Reviews - 295]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdon perdon y más perdon por tardar en subir capitulo pero estoy con la universidad y me saca mucho tiempo. :/

Ya empecé a publicar mi nuevo fic que se llama Psycho, espero lo lean y me dejen su opinion :3 Gracias gracias

Resumen: Charlie Allen es un niño cuando conoce a Jack Bates, una persona que lo marcó en su difícil niñez y que luego vuelve a encontrar quince años más tarde. Charlie es muy introvertido y a veces se siente algo perdido en el mundo “adulto” donde el dinero, el matrimonio y el status social son todo lo que importa. Jack Bates por otra parte siempre fue una persona muy peculiar, distinta y algo inquietante para Charlie, quien no conoce la verdad de este hombre, el cual presenta rasgos de una personalidad psicópata y retorcida. La vida de estos dos parece ser paralela, pero van a cruzarse.

 

<3

Sentí que algo me tocaba en las costillas y un peso extra sobre mí, cuando me desperté me di cuenta que me encontraba en una de las habitaciones del lugar que usaban como central, en una cama con Vaal.

 

-Buenos días.- Escuché la voz ronca del rubio contra mi espalda, me encantaba despertar así.-

 

Las manos de Vaal se paseaban por ambos lados de mi cuerpo metiéndose bajo la cama la altura del estómago, no dejaba piel sin cubrir con sus manos cálidas y grandes. Sentía sus labios a la altura de mis omoplatos repartir besos mariposa, sonoros y lentos, yo solté un sonido de aprobación con los labios cerrados.

Las manos de Vaal bajaron hasta la altura de mi sexo, tomándolo y masturbándome, intenté ahogar mis gemidos crecientes en la almohada pero me sofocaba. Sentí su miembro endurecerse entre mis nalgas y no pude evitar arquearme bajo el peso de su cuerpo.

 

-Quiero meterme dentro de ti.- Me susurro a modo de pedido, recordé que ayer en la noche lo habíamos hecho muchas veces, supongo que quería tenerme en consideración pero yo nunca iba  a poder decirle que no.-

 

Solté un “sí” amortiguado por los gemidos y las almohadas, entonces se acomodó sobré mí y me  penetró elevando mis caderas un poco con su brazo. Las sensaciones con él no perdían intensidad ni placer, no podía contener más jadeos y gritos. Él mantenía un ritmo lento mientras mordía suavemente mi espalda, aun así entraba muy profundo en mí y salía completamente para volverse a meter, lo que hacía que mi miembro doliera ante la cercanía con el clímax. Sentía que estaba a punto del orgasmo y en ese momento Vaal  salió de mí y me tomó de las caderas para voltearme dejándome de espaldas a la cama. Miré su expresión de deseo y diversión mientras acercaba su boca a mi clavícula y besaba la zona chupando con fuerza hasta llegar a un pezón y entretenerse con él. No pude quejarme porque cuando quise que las palabras salieran conseguí tan solo quejidos ahogados. Me tomé de las sabanas con fuerza, la presión en la parte baja de mi estómago estaba acentuándose cada vez más, Vaal separó su boca de mi piel y ascendió para besarme con pasión.

 

-Continua.- Le pedí con dificultad entre el beso y él se rió, levantó mis piernas en el aire a ambos lados de su cadera y acercó su pene a mí, me retorcí.-

 

Me miró fijo mientras me penetraba, comenzó un ritmo tortuoso de embestidas y con eso los dos alcanzamos el orgasmo, entre gruñidos y piel sudorosa.

 

-El sexo en la mañana es igual de bueno que el sexo en cualquier momento contigo.- Me dijo mientras se recostaba a mi lado con la respiración agitada.- Tendré que probar si es lo mismo al atardecer.- Yo me reí ante el comentario y volteé para besarlo, no me iba a cansar nunca de él.-

 

-Te quiero.- Le solté nuevamente, últimamente no paraba de repetirlo y Vaal parecía muy contento al oírlo de mí.-

 

Una vez que la sesión romántica matutina con Vaal había terminado lamentablemente, me duché y me dirigí al comedor. Hoy debería ir hasta la residencia Petrov para rescatar algunas pertenencias de Vaal sanas y salvas antes de que comenzaran a arreglar la casa.

 

-Buenos días a los recién casados.- Nos soltó Nicola cuando Vaal y yo aparecimos, agradecí que solo estuviese Marco presente porque me moría de vergüenza si otro escuchaba, y me sentiría algo mal por Andre.-

 

Vaal robó el plato de Nicola y se lo puso a comer, cosa que causó que los hermanos comenzaran a discutir, yo veía la escena impactado, el rubio parecía otra persona muy lejana a la que había conocido tiempo atrás.

 

-Bueno Nicola, necesito que  tú y Marco vallan a revisar el cargamento y reagrupen el personal.- Dijo con voz imperativa volviendo a su yo cotidiano.- Tenemos que meternos a la compañía de Dimitri y barrer con todo antes de que él dé otro paso.- Me congelé al escucharlo pronunciar el nombre, Vaal todavía no sabía que yo estaba enterado de todo porque yo no sabía cómo abordar el tema, tampoco sabía si debía hablarlo con él.-

 

Nicola iba a replicar pero Andre entró en la cocina haciendo que Vaal se dirigiera hacía el.

 

-Andre necesito por favor que acompañes a Liam a la casa.- Le pidió y el italiano asintió en respuesta.-

 

-Puedo ir y volver, es solo un minuto y tengo quien me lleve.- Respondí, no quería importunar a Andre siempre, y la situación era algo rara.-

 

-No tengo nada que hacer, no hay problema Liam.- Me dijo el moreno sonriéndome, me sentí un poco culpable pero Vaal mandaba y todos obedecían.-

 

Fui a tomar varios bolsos vacíos a una habitación de despensa cuando sentí que alguien aparecía tras de mí.

 

-¿Paso algo que yo no sepa entre tú y Andre?- Me llegó la voz irritada de Vaal a mis espaldas.-

 

-¿Después de todo lo que pasó de verdad vas a desconfiar de él?- Le respondí mientras reunía los bolsos uno adentro del otro.-

 

-No desconfío de él a nivel profesional.- Respondió tajante mientras se me acercaba obligándome a mirarlo.- Parecen llevarse muy bien ahora.-

 

Quise reírme porque parecía una escena de celos pero sabía que si lo hacía eso enfadaría más a Vaal y solo alimentaría su impaciencia.

 

-Somos solo amigos o ¿no son suficientes las veces que te digo que te quiero?- Le respondí tomando los bolsos nuevamente y enfrentándolo.-

 

-Confío en ti pero no en él, asique ten cuidado.- Agrego con voz sería.- Eres mío.-

 

La frase me cortó el aliento, esa actitud posesiva estaba lejos de molestarme, lo besé y me reí entre dientes.

 

-Te quiero.- Le dije por tercera o cuarta vez en el día y el ablando algo su expresión pero aun así se mantuvo alerta.-

 

Me subí al auto con Andre y nos dirigimos a la gran mansión, observé que la terraza seguí abierta desde la vez que vine a buscar a Vaal y todo seguía igual de desastroso también.

 

-No podía dejarte solo entre esta porquería, podría salir cualquier clase de monstruo debajo de todo esto.- Se burló Andre y me reí con él.-

 

-Lamento que tengas que ser mi escolta para todo, nunca puedo devolverte el favor.-Le dije algo apenado.-

 

-Eres un muy buen amigo para mí y con eso me basta.-Me respondió mientras se dirigía a la cocina.- Voy al piso de arriba, Vaal me dijo que tenía una computadora en su cuarto que necesitaba.-

 

Asentí  y me puse a juntar ropa tirada que vi en la sala de estar, recordando todo lo que había pasado cuando volví a encontrarme con Vaal. Me di cuenta de lo mucho que había mejorado todo y no pude evitar sonreír.

Pasaron unos minutos cuando de repente escuché varios disparos en la zona de arriba, me congelé dejando caer un abrigo al suelo.

 

-Andre.- Grité intentando salir de mi estado de sorpresa.-

 

Escuché pasos moverse por el pasillo pero ninguna respuesta por parte del nombrado lo que me puso alerta. Corrí hasta la entrada y abrí la puerta de par en par, pero en vez de salir me metí entre las puertas de un mueble roto y me escondí. Sentí pasos acercarse y contuve la respiración todo lo que pude, el corazón me bombeaba con fuerza en el pecho y esperaba que fuera Andre y todo sea una confusión. Los pasos se acercaban con lentitud y yo esperaba que mi trampa funcionara desesperadamente.

 

-Mierda.- Escuché una voz a un metro de mí, me era extraña y tenía acento ruso.- Evacúa la zona, el hijo de puta no estaba aquí.-

 

Miré por la rendija de luz que tenía allí dentro y vislumbre una cabellera negra larga, era un hombre grande, alto y fornido. No vi muy bien su rostro porque salió por la puerta moviéndose rápido. Tenía un traje muy elegante y hablaba por teléfono.

 

Esperé a que pasara un tiempo prudencial hasta salir de mi escondite, parecía que no había nadie cerca asique subí las escaleras lo más rápido que pude. Busqué en todos los cuartos susurrando el nombre de Andre pero no lo encontraba, hasta que di con la habitación de Vaal. Cuando me metí dentro observé horrorizado como el cuerpo del italiano estaba recostado en el suelo con dos heridas de bala en el pecho, grité su nombre y lo sacudí varias veces mientras me sacaba mi abrigo para tapar la hemorragia, todo inútilmente. No podía ayudar en nada, esas heridas eran fatales y mi amigo no se movía en lo más mínimo. Estaba muerto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).