Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mafia roja por BlackWidowHunger

[Reviews - 295]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno preparense porque se vienen capitulos muy dramaticos e intensos. No me odien prometo que las cosas se vana a solucionar.

 

Gracias por leer y dejar review :3 <3

 

Pasense si quieren por mi nuevo fic: Psycho

 

Bye bye, los quiero <3

No sabía con exactitud cuánto tiempo había estado en silencio en la habitación, pero el sol había caído ya y yo seguía recostado en silencio de cara a la ventana. No tenía lágrimas ya, había llorado tanto en el hospital y tanto después cuando el parte médico había determinado que en verdad estaba muerto. Muerto, no podía asimilar esa palabra, esperaba que en cualquier momento Andre entrara por la puerta a decirme que quería salir a tomar un café con una tarta de chocolate y con ese pensamiento el agujero en mi pecho se ensanchó.

 

-Liam por favor tienes que comer algo.- Escuché la voz de Vaal a mis espaldas y me sobresalté, su voz preocupada resonó en la oscuridad. Al parecer ya habían vuelto del entierro, que pesadilla.-

 

Se sentó a mi lado en la cama y me apretó el hombro.

 

-Estas temblando, ven aquí.- Entonces sin esfuerzo me levantó y me apretó contra su pecho, eso me desbarató nuevamente y me eché a llorar, Vaal suspiró.-

 

No podía olvidar los gritos de Dante en el hospital, me rompía el corazón el recuerdo. Echó una mirada iracunda hacía Vaal culpándolo de todo, era entendible, la ira y el desconsuelo estaban separadas por una fina línea. Me impactó mucho la escena porque el rubio se dejó golpear, resignado como nunca lo había visto, supe que se sentía algo responsable por ello, rápidamente los separaron y se llevaron al italiano quien no se calmaba. Mi descripción de la persona que lo mató no ayudó mucho a encontrar al culpable, pero yo me sentía más culpable que cualquiera, no sé a quién pretendía matar ese hombre o que quería pero yo debería haber estado solo allí esa tarde.

 

-Se lo que piensas Liam pero no lo es, no es tu culpa.- Me dijo mientras acariciaba mi espalda para calmarme, apreciaba el gesto pero el desconsuelo ganaba en mí. Respiré profundo dos o tres veces para cesar las lágrimas y Vaal me apretó más contra sí.-Mierda.- Lo oí decir con voz irritada.- Me mata verte así.-

 

Correspondí al abrazo de Vaal y metí mi cara en el hueco de su cuello mientras lo tomaba del hombro, realmente agradecía tenerlo conmigo. El de ojos dicromáticos abrió la cama aún más y se metió con ropa y todo dentro, nos recostamos mientras él me abrazaba por detrás y pasaba sus dedos por mi cabello, me sentía un niño.

 

-Si quieres dormimos un rato pero luego tienes que comer.- Me reprochó Vaal, quise reírme ante su comentario casi paterno pero no pude siquiera sonreír, solo asentí en la oscuridad y cerré los ojos entre sus brazos.-

 

Dormí un par de horas y cuando desperté me di cuenta que estaba sobre el pecho de Vaal y ese tenía un brazo a mí alrededor. Me levanté para ir al baño pero el agarre de una mano me devolvió a la cama.

 

-¿A dónde vas?- Me preguntó el rubio con voz ronca y los ojos entrecerrados de sueño.-

 

-Voy al baño y vuelvo para cenar como prometí.- Le conteste en voz baja y Vaal asintió y volvió a cerrar los ojos mientras se estiraba en la cama, seguro le dolía el brazo por sostenerme mientras dormía.- Te quiero y gracias.- Le dijé, él siempre estaba para mí cuando me hacía falta alguien.-

 

-Yo también, ahora ve que tienes que comer.-Me respondió imperativo como siempre y salí al pasillo.-

 

Llegar hasta el baño era una odisea porque no había un cuarto de baño normal sino uno enorme y comunitario en la planta baja de la central. Avancé por los pasillos y todo parecía en silencio y tranquilidad, supongo que era entendible que todo estuviese calmo esa noche, nadie parecía de ánimo. Entré y me lavé la cara, tenía un aspecto espantoso, ojeras oscuras y el cabello despeinado de dormir. Un estrepito espantoso sonó a mis espaldas sobresaltándome hacía un costado y cuando volteé vi que las rejas de metal que cubrían la ventana no estaban, acto seguido la venta se abrió y un hombre se dispuso entrar asique corrí hasta la puerta. Logré llegar hasta el pasillo y grité fuerte pero unos brazos difíciles de evadir me arrastraron al baño nuevamente, intenté gritar de nuevo pero sentí una tela sobre mi boca y mi nariz con un olor penetrante y espantoso.

 

Abrí los ojos  y todo me daba vueltas, sentía que la cabeza me palpitaba de dolor y mis músculos estaban entumecidos. Intenté moverme, estaba recostado en una cama pero tenía las manos esposadas a ella y ambos pies atados. Quise gritar pero no creí que fuese buena idea que alguien supiera que estaba despierto, miré a mí alrededor y solo vislumbré la silueta de una mesa de a lo lejos con dos sillas. Intenté calmarme pero la desesperación se apoderaba de mí, estaba solo y atado a una cama, no podía calmarme frente a esta situación, temía lo peor. Pasé incontables minutos en silencio intentando zafarme pero solo conseguía lastimarme las muñecas con las esposas. Luego de bastante tiempo de desesperación alguien abrió la puerta, el corazón me golpeaba el pecho con fuerza, solo podía imaginar a una sola persona capaz de secuestrarme y su nombre en mi cabeza me provocaba pavor, Dimitri.

Sentí pasos en la habitación y un rostro apreció bajo la luz de la única lámpara de techo que iluminaba poco.

 

-Dante.- Pronuncié aliviado, sentí que iba a morirme de gusto.- Por favor ayúdame a desatar esto, tiene que haber algo para poder…- Le susurré desesperado en voz baja pero me interrumpió.-

 

-Yo no voy a sacarte de aquí.- Me dijo en un tono mordaz y lleno de odio, me petrifiqué y lo miré con miedo.- Mis hombres te trajeron aquí.-

 

-¿Qué?- La pregunta salió ahogada de mis labios y el italiano dio dos pasos hacia mí, yo me moví contra el respaldo de la cama.-

 

-Mi hermano está muerto por culpa del imbécil de Vaal Petrov, ese hijo de puta me quitó la única familia que me quedaba.- Escupió las palabras acercándose más mientras el miedo me hacía sudar frio.- Por eso te tengo aquí, la puta del señor mafioso, el mejor trofeo.- Finalizó la oración con cinismo y me tomó del cuello apretando fuerte, me ardía la garganta y me dolía muchísimo pero no podía hacer más que retorcerme para zafarme de su agarre.-Te equivocaste de novio.-

 

Sentí que el aire escaseaba en mis pulmones y la vista se me nublaba de lágrimas ante el dolor, me retorcí todo lo que pude pero no servía de nada. De repente Dante me soltó y tomé todas las bocanadas de aire que pude antes de empezar a toser por el dolor.

 

-Vaal no mató a Andre.- Dije con voz ahogada intentando razonar con el furioso hombre.-

 

El italiano me golpeó el rostro de un momento a otro, sentí el dolor extenderse desde el pómulo hacía toda mi cara.

 

-Carajo, no pronuncies su nombre con tanta familiaridad, tú también llevas culpa de la muerte de mi hermano.- Me gritó furioso y yo no me moví.- Pero no te preocupes todos pagaran.-

 

Escuché sus pasos alejarse por la habitación y me alivió momentáneamente pero entonces me puse alerta cuando dos hombres entraron.

 

-Voy a enviarle un regalo a tu querido Vaal, uno que le va a encantar.- Escuché la voz de Dante a lo lejos mientras se iba. Un tercer hombre entró en la habitación y me abandoné al miedo, no tenía idea que iba a pasar conmigo.-Ustedes apúrense yo iré a hablar con Dimitri.-

 

Uno de los tres se acercó con una jeringa en la mano mientras otro me sostenía para que no me moviera. Escuché el nombre de Dimitri y no podía creer que Dante se aliara con él en contra de Vaal pero no tuve mucho tiempo para pensar en ello, el miedo me distraía.

 

-No por favor.- Pedí con la voz rasposa mientras intentaba alejarme de la aguja pero me estaban sosteniendo con fuerza y nadie parecía siquiera escucharme.-

 

La aguja entró por la piel de mi brazo, dolió un minuto y luego la retiraron. Pensé que iba a desmayarme pero en vez de eso comencé a sentirme muy extraño, me costaba enfocar la vista, sentía un gusto amargo al final de la garganta y mis latidos parecían acelerarse aunque mi cuerpo se movía increíblemente lento. La boca se me secó por completo y no podía tragar, respiraba muy agitado y tenía el cuerpo caliente, aún más que eso, me hervía la sangre.

 

-Enciende la cámara.- Escuché el eco de una voz, me costaba muchísimo concentrarme. Me estaban desatando y pensé en escapar pero no podía moverme con facilidad.- Rápido quítale la ropa.-

 

Sentí como me desnudaban por completo y paseaban manos extrañas sobre mí, quería sentir asco, repulsión, miedo o ira pero en vez de eso esperaba que me toquen aún más. Mi sexo me dolía, tenía una erección que me hacía perder los sentidos.

De repente vi el rostro de Vaal frente a mí y me calmé, sabía que no era real pero me alegró verlo aunque fuese en mis delirios. Vaal me tocaba el pecho descendiendo por mi estómago con sus manos cálidas y todo impactaba directo en mi miembro que palpitaba de dolor buscando una liberación. La persona que más quería ver estaba ahí para ayudarme a liberar todas estas sensaciones, sentí  como su piel desnuda rozaba la mía e intenté tocarlo pero mis brazos no respondían asique le pedí disculpas. Sabía que era un sueño pero  me aferré a la ilusión igualmente.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).