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Mafia roja por BlackWidowHunger

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Notas del capitulo:

No desesperen por tanto drama porque soy asi pero prometo que mejorará (? 

Gracias por los reviews y por siempre estar siguiendo la hsitoria de cerca, son los mejores lectores que hay en toda la web <3 <3

Tambien agradesco a los que siguen Psycho, en un rato actualizo ahi tambien 

Los amoooo, Bye bye :3

Perdí la cuenta de los días que llevaba ahí, no salía de la habitación. Había días en los que me despertaba muy mareado, con la sensación de haber tenido sexo pero al querer comprobarlo estaba limpio y con ropa nueva. En general no comía, solo algunas veces me sentía tan mal que me obligaba a comer algo de lo que me dejaban. Veía rostros similares entrar en la habitación pero no podía reconocerlos bien, también había días que la pasaba completamente solo o durmiendo.  Pero lo que más hacía era pensar, no sabía si iba a salir vivo de allí entonces llevaba mi mente a los recuerdos de Vaal, las bromas con Nicola y hasta las charlas con Andre.

Los mejores momentos los tenía cuando me drogaban, en ese tiempo podía encontrarme con Vaal y envolverme con las alucinaciones de su rostro, su cuerpo, era como si estuviera realmente frente a mí.

Una noche estaba recostado deshilachando la manta con la que me cubría, sacaba uno a uno los tejidos, no tenía otra cosa para hacer y me interrumpió el ruido de la puerta pero no me moví, seguramente venían con una jeringa.

 

-¿Cómo estás?- Me gritó de mala manera la voz de Dante y me sorprendí al verlo luego de tanto tiempo. Lo miré y su expresión parecía algo perturbada pero lo ocultaba con enfado.-

 

No supe muy bien que responder, físicamente solo podía mirarme los brazos, el torso y las piernas, los cuales estaban llenos de moretones y rasguños. La cabeza me mataba de dolor cuando pasaba la totalidad del efecto de la droga, haciendo que extrañe estar bajo su dominio, también mi cuerpo me la pedía y odiaba esa sensación. Mentalmente me encontraba tan mal que la idea de clavar el tenedor de metal en mi garganta que me daban para el almuerzo se había cruzado en mi cabeza varias veces, guardaba uno bajo el colchón.

 

-Bien.-Respondí mintiendo, hacía mucho que no hablaba, se sentía extraño.-

 

-Ya torturamos bastante al idiota de Petrov, ahora te necesitamos para sacarlo de su nuevo lugar cualquiera que sea y matarlo.-Me explicó el italiano, yo no tenía idea porque me explicaba todo esto, me costaba enfocarme. Dante se acercó a mi lado y me levantó tirando de mi brazo derecho con violencia.- ¿Me estas escuchando?- Me gritó y yo solo asentí con la cabeza.-

 

El italiano me soltó sobre la cama y escuché nuevos pasos, levanté la vista y vi un rostro familiar, cabello negro largo, alguien de cuerpo fornido y muy alto.

 

-El.- Grité a todo pulmón señalándolo, Dante me miró enseguida y luego volteó, yo no podía creer que tuviera al asesino de Andre en la misma habitación.- Él mató a Andre, lo vi en la casa de Vaal.- Grité todo lo que pude, los presentes se quedaron congelados en su lugar y yo no daba crédito.- Me escondí bajo el armario de la entrada y lo escuché hablar por teléfono, tenía un arma y salió de la casa diciendo que había matado al incorrecto.-

 

El hombre se acercó hasta mí, tenía un aspecto intimidante, una cicatriz muy visible sobre su ceja y barba negra espesa. Me golpeó la cara muy fuerte y apreté los dientes para no soltar un grito de dolor.

 

-¿A qué se refiere el chico Dimitri?-La voz de Dante tembló y yo me estremecí ante la mención del nombre del individuo.-

 

Levanté la vista y el tal Dimitri le lanzó una sonrisa torcida al italiano, una sonrisa que no le llegaba a sus ojos. Con un movimiento rápido saco un arma de su cintura y disparó al estómago de Dante quién intentó moverse para protegerse. El moreno calló al suelo, la sangre chorreaba de su ropa.

 

-Maldito infeliz.- Soltó con voz ahogada Dante mientras caía de rodillas al piso.-

 

-Te agradezco mucho por tu ayuda querido amigo y en un minuto vengo por ti.- Le escupió las palabras al italiano y luego me señaló el enorme hombre saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de sí.-

 

Corrí hasta Dante y lo vi recostado en el suelo con una expresión realmente mala.

 

-No te muevas.- Le dije y fui a tomar las sabanas para presionarlas en su herida, me gané un golpe en el brazo por parte del moreno.- Tienes que frenar la sangre.-

 

-¿Por qué mierda estas ayudándome?- Intentó gritarme Dante pero su voz salió entrecortada, mientras me hizo caso presionando su herida con la tela que le di.-

 

-Porque Andre te quería mucho y yo lo quería a él, se lo debo.- Le expliqué mientras le daba un vistazo a la puerta por miedo a que Dimitri vuelva a entrar.- Él le disparó Dante, yo lo vi salir de la casa.- Las lágrimas me corrían por la cara mitad por el miedo y mitad por la injusta situación.-

 

Los ojos del italiano estaban rojos, empezaba a ponerse pálido pero aun así me pareció ver que algo en el cambiaba. Intentó reincorporarse pero no pudo, yo amagué a ayudarlo pero puso una mano entre nosotros para frenarme.

 

-Fui un infeliz, todos me decían que Andre iba a conseguir que me maten con su débil forma de ser pero él era el más inteligente de los dos y no pude alejarlo de todo esto.- Dante parecía resignado y no pude evitar que se me llenaran los ojos de lágrimas ante el recuerdo de mi amigo.- Andre te quería y no me importó, me alegra morir me lo merezco.-

 

-Andre quisiera que repares las cosas, vamos tenemos que salir de aquí.- Le dijé tirando de su brazo.-

 

-Toma.- Me respondió pasándome su arma.- Yo no voy a salir de aquí pero tú puedes lograrlo.-

 

Quería intentar salvar a Dante por Andre, quería hacerlo pero en eso escuché la puerta abrirse y escondí el arma dentro de mi pantalón bajo la camiseta amplia que vestía.

 

-Vamos dulzura.- Me gritó y me tomo fuerte del cabello para levantarme del suelo.- Te veo allá abajo.- Le dijo riendo Dimitri a Dante y apuntó su arma entre los ojos del italiano, volteé el rostro lo más rápido que pude y escuché un disparo. Las piernas me flaquearon y comencé a caer pero el hombre que me sostenía apretó su agarra en mi cabeza obligándome a caminar. Al salir escuché disparos y un gruñido por parte de Dimitri-

 

 

El de cabello largo cargó su arma mientras avanzábamos por los pasillos, muchos hombres pasaron a nuestro lado, pero no daban la impresión de querer atacar a mi secuestrador sino más bien parecían estar a su mando.

Nos metimos por una puerta que conducía a unas escaleras y el hombre me obligó a subirlas a pesar de que me estaba costando muchísimo seguirle el ritmo, no comía bien y estaba drogado la mayor parte del tiempo.

 

-Maldita sea.- Gruñó el hombre y me levantó en el aire subiendo más rápido las escaleras. En eso frenó la marcha y metió una mano en mi pantalón.- ¿Qué es esto amor mío acaso pretendes pasarte de listo?- Tiró el arma lejos y siguió su travesía yo maldecí al aire en silencio.-

 

Vislumbré un cuchillo metido en la cintura de su pantalón y me alivié pero no lo tomé, se me ocurrió la idea de usarlo contra él cuando estuviésemos fuera del edificio. Más hombres salieron de distintos cuartos y cubrieron a Dimitri hasta que salimos a la luz del día. No podía creer realmente estar fuera pero no tenía tiempo de distraerme, dos hombres flanqueaban a Dimitri pero se vieron ocupados en un tiroteo asique aproveché el momento para tomar el cuchillo y ensartarlo en la espalda del hijo de puta. Dimitri gritó y me dejó caer al suelo, me lastimé las rodillas pero aun así me paré, no sin antes tomar la pistola del suelo. Gatillé un tiro y acerté en el hombro del tipo, no me quedé a llenarlo de agujeros porque no tenía tiempo asique me dispuse a correr en dirección a un callejón.

Me sentía mareado y la garganta me ardía ante el esfuerzo físico pero aun así corrí todo lo que me dieron las piernas alejándome de ese lugar.  Parecía bastante desolado, no tenía idea de donde estaba pero aun así seguí corriendo hasta una autopista. Tiré el arma a un costado y me paré en medio de la carretera, un auto frenó justo en frente mío.

 

-Ayuda.- Le grité al conductor con lágrimas en los ojos, era una mujer que me miró espantada y me abrió las puertas del auto.-

 

Me dijo algo en el idioma natal de la ciudad pero no le entendía nada, yo solo lloraba, no podía más con esto. Los ojos me pesaban demasiado asique los cerré y me quede dormido.

 

Al abrir los ojos vislumbré una sala de hospital, estaba solo en una habitación, tenía una aguja con suero puesto en el antebrazo. La saqué rápidamente y salí de la cama, la ropa que estaba usando estaba a un costado, me la puse rápidamente y salí de la sala sin que nadie me viera. No podía quedarme ahí, seguro la mujer me había llevado al hospital más cercano y allí iban a buscarme primero Dimitri y sus hombres.

Caminé por los pasillos fingiendo que buscaba algo en mi bolsillo, bajé en los ascensores hasta el subsuelo, no me habían reconocido y agradecí infinitamente al cielo por ello. Me dirigí a la oficina de aparcamientos porque consideré que esas personas jamás podrían haberme visto dentro del hospital.

 

-Disculpe señor.- Le dijé al hombre del otro lado del mostrador.-

 

-Si.- Me dijo en un inglés algo deformado por el asentó del idioma, casi lloro de felicidad cuando descubrí que no hablaba ruso solamente.-

 

-Perdí mi teléfono y quería saber si era tan amable de dejarme usar el de aquí.- Le pedí con mi tono más amable.-

 

-Claro.- Me respondió el hombre sonriendo y pasándome el aparato.-

 

Lo tomé intentando no parecer desesperado y marqué el número de celular de Nicola, el único que me acordaba de memoria. Nadie respondía del otro lado y yo rezaba todo lo que sabía para que respondiera.

 

-¿Si?- Me llegó la voz tan conocida y no pude aguantar las lágrimas en los ojos.-

 

-Nicola soy Liam, estoy en el hospital clínico número  17.- Leí en la papelería de la vitrina.- Los espero en el primer subsuelo del estacionamiento, apúrense por favor.-

 

-Dios santo, vamos para allá.- Escuché la voz emocionada y desesperada de Nicola.-

 

Corté la llamada y agradecí al hombre, casi me pongo a llorar del gusto pero tenía que mantener apariencias. Las piernas me temblaban, bueno en realidad todo el cuerpo me temblaba asique me abrasé para intentar detener el gesto.

 

-¿Muchacho seguro estas bien?- Me llego la voz del hombre mayor y cuando lo miré vi que estaba dándole un vistazo a mis brazos, mierda. Rápidamente los oculte detrás de mi espalda, tenía varias lastimaduras y las venas bastante notorias en el antebrazo por los piquetes de aguja.-

 

-Sí, me acaban de dar el alta y esperaba que me pasaran a buscar para ir a casa.-Le dije intentando parecer convincente, en eso escuché chirridos de ruedas, frenos y puertas abrirse, me volteé.-

 

Era Dimitri


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