Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mafia roja por BlackWidowHunger

[Reviews - 295]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, necesito pedirles un favor. Si quieren y pueden las personas que dejaron reviews en el capitulo anterior ¿podrian porfis volverlo a poner?

Porque se me borraron y quería leerlos :(

Gracias <3

La tensión estaba matándome, eran las seis pm del otro día y nadie venía a notificarme nada acerca de mi error. Y lo peor era que no había manera de que el sistema deje pasar una imperfección, cuando sucedía un percance el empleado culpable era notificado, a veces se le descontaba de la paga, en otros casos se le agregaba horas de trabajo y en el peor era despedido. Pero que no pasara nada era insólito, noté en mis compañeros miradas hacía mi indisimulables, la ansiedad me consumía.

 

Se hicieron las nueve de la noche y mi turno estaba próximo a terminar, había atendido correctamente a un par de clientes y recibido dos llamados de reservación pero nada de la administración, de algún jefe, o el famoso dueño del hotel.

Estaba llenando papeles cuando de repente un hombre de impecable traje negro, camisa negra y corbata rojo carmesí se presentó en la recepción. Debía tener unos treinta largos pero era muy atractivo para su avanzada edad, tenía el cabello de un castaño ceniza todo perfectamente peinado hacía atrás, ojos azules y la tez pálida. Me miró con cara inexpresiva un segundo, vi que luego leyó mi nombre del uniforme y nuevamente me miró a la cara. De repente se me cruzó por la cabeza que podría ser alguien de un cargo superior, ya que no parecía que fuese a registrarse en el hotel sin equipaje, enmudecí y no pude preguntarle que necesitaba, habló primero.

 

-Liam Miller, acompáñame por favor.- Me dijo y se movió hacía los ascensores pasada la recepción y la sala de entrada.-

 

Salí de atrás del mostrador enorme de madera oscura y lo seguí, empezaba a notar como los nervios se me hacían imposibles de ocultar. El hombre atravesó los pasillos de ascensores y llegó frente a uno al fondo de la pared perpendicular, era un ascensor con clave que nunca había usado e ignoraba para que era, nadie me había explicado. Introdujo los números y se hizo a un lado para que yo pasara con él. Subimos en total 51 pisos, yo tenía entendido que el piso 51 de la torre central era todo un penthouse y no había acceso del personal ahí, ni siquiera al de limpieza o mantenimiento. De repente caí en cuenta de la gravedad de mi percance, si me estaban llevando al piso 51, del que nadie sabía mucho era algo realmente especial, especialmente grave. Salimos del ascensor y avanzamos por un recibidor blanco, con suelo de madera oscura y sillones tapizados de colores crema. Pero lo que más me llamó la atención fueron cuadros de fotografías enormes con cuerpos desnudos, las luces y las sombras jugaban de manera tal que no se notaran rostros, solo desnudos artísticos, eran impactantes.

Las manos empezaban a temblarme cuando mi escolta abrió la puerta principal y atravesó una espaciosa habitación central, era de grande como toda mi casa y eso que esto solo era la sala principal, tenía dos pisos de alto, ventanales inmensos a la derecha con vista a toda la isla y a la izquierda más ventanales con vista a una piscina privada en la terraza. Me espantaba tanto lujo, no podía evitar calcular mentalmente cuantos años de trabajo me costaría poder alquilar un día en ese lugar siquiera. Seguimos avanzando y vi una mesa larguísima con sillas blancas haciendo juego, un bar con taburetes, más al costado un sillón semicircular que apuntaba a una pantalla de proyección, un piano de cola perfectamente pulcro, figuras enormes talladas en madera de animales y por ultimo más cuadros de fotografías,.

Finalmente nos detuvimos en la pared del fondo donde había una enorme puerta doble con manijas plateadas verticales, mi acompañante toco dos veces con los nudillos y pasó, yo lo seguí tratando de evitar que los nervios me consumieran.  Se me señaló el sillón del medio frente a un escritorio extenso de madera oscura y le hice caso sentándome, había entrado a la sala sin levantar la vista para expresar respeto aunque en realidad estaba muerto de miedo, escuché que mi escolta se sentó unos metros más atrás.

 

-Muchas gracias Marco.- Habló una voz clara frente a mí, tenía acento raro, no distinguía muy bien de qué región porque no era tan perceptible. Mi escolta se llamaba Marco, era lo único que había averiguado.-

 

La sala estuvo unos segundos en perfecto silencio que solo interrumpía el ronroneo del aire acondicionado, no aguanté la presión y levante lentamente la mirada. Me encontré con la persona más llamativa e impactante que había visto en mi vida, tenía la vista puesta en unos papeles los cuales examinaba, estaba vestido con camisa blanca, tiradores negros y corbata roja. Era un hombre alto y fornido, a pesar de que estuviese sentado era muy visible, tenía la tez clara, el cabello totalmente rubio, tan rubio que era casi blanco, lo llevaba atado en un rodete bajo y suelto sobre la nuca. Pasé a su rostro, tenía la nariz recta y angosta, la boca fina pero con forma definida sobretodo en el arco de cupido, pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, uno turquesa clarísimo y el otro beige claro. Este hombre tenía la presencia de ser Vaal Petrov, levantó la mirada de repente y me removí en mi asiento. Tenía expresión impenetrable, me era imposible adivinar si iban a perdonarme o a cortarme la yugular en menos de un minuto.

 

-Liam Miller.- Pronunció y me estremecí de escucharlo pronunciar mi nombre, sobretodo me inquietó su profunda mirada.- ¿Tienes idea de quién soy, o en estos once días nadie te informó?-

 

Sabía los días que llevaba trabajando aquí, mi esperanza de que pasaran por alto el incidente de ayer fue descartada en un segundo.

 

-Vaal Petrov.- Pronuncié de la manera más clara que me dejó el nudo que tenía en la garganta.-

 

-Muy bien, menos para explicar, lo que me lleva a dar por seguro que sabes por qué te he llamado.-  Continuó.-

 

-Por la confusión de ayer con los señores Morgan.- Le respondí eligiendo cuidadosamente las palabras.- Yo de verdad lo siento mucho.-

 

-Me imagino que sí, creo que no tienes idea cuanto.- Agregó en voz serena y empezaba a darme escalofríos.- Sientes cerca de cincuenta millones de dólares.- Soltó y yo casi me caigo de la silla al escuchar la suma ridículamente alta.-

 

-Yo no tenía idea.- Intenté explicar.-

 

-No, está claro. Eres demasiado nuevo como para entender ciertas circunstancias. Las cuales voy a pasar a explicarte.- Pauso y continuó con voz clara.- Los clientes Vips que atiendes no son solo clientes que se hospedan en habitaciones más caras que el resto, son clientes que vienen a hacer negocios, múltiples negocios que no hace falta que te explique. Por lo tanto son los clientes más importantes que tenemos, sé que dado tu poco tiempo trabajando todavía no pasabas tu periodo de prueba para la capacitación completa. Pero lamento decirte que a mí eso no me importa en lo más mínimo, asique estoy interesado en saber de qué manera planeas pagar tu deuda para conmigo.- Finalizó con un golpe de gracia.-

 

Me vi preso del pánico, le di un vistazo rápido a la puerta del fondo y calculé si podía salir corriendo directo al límite del país para no volver jamás. No podría juntar esa suma de dinero en todo una vida, era imposible. Escuché como el tal Marco se removía en su silla a modo de advertencia para que yo no hiciera algo estúpido. El dichoso Vaal suspiró y le dediqué nuevamente mi atención.

 

-Corrígeme si me equivoco pero sospecho que no tienes tal suma ¿No es así?- Soltó mientras se aflojaba el nudo de la corbata y entrecruzaba los brazos encima de la meza.-

 

Negué con la cabeza porque fue lo único que me salió.

 

-Muy bien, entonces tendrás que pagar con servicios. Ya pensaré cuales y que uso debo darte.- Me informó y yo no podía creer lo que escuchaba.- Eso es todo por hoy, quiero que vallas hasta tu residencia y traigas tus pertenencias al hotel esta misma noche, vas a vivir aquí hasta que sepa que hacer contigo.- Dijo mientras tomaba nuevamente los papeles y regresaba a su lectura anterior como si diera por terminado el asunto, yo aún no había dicho si estaba de acuerdo con ser propiedad de otro.- Y no te molestes en huir porque no llegaras muy lejos, lamento decirte.-

 

Hizo un gesto para que me retirara y me levanté de mi asiento. Marco se levantó de su asiento también y estábamos a punto de cruzar el umbral de la puerta.

 

-Marco, necesito que me acompañes hoy asique envía a Nicola para que guie al chico.- Escuchamos detrás nuestro la voz de Vaal. ¿Quién era Nicola? Para este momento yo ya temblaba como nunca.-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).