Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Estúpido aniki! por Mirabelle

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Capítulo 8! Chan chan chan chaaaaan… Y el fic sobrepasó las 5000 leídas así que lo compensaré con un capítulo un poquito más largo :D

¡Al fic!

El ojiazul corría apresuradamente por las calles repletas de una inesperada multitud que le impedía el paso, se estaba desesperando y tenía que empujarlos si quería llegar a tiempo para la reunión que le aguardaba con su mejor amigo. Y no es que él respetara los horarios de llegada, pese a esto, en esa ocasión quería llegar cuanto antes por razones ya más que conocidas para él, pero que jamás admitiría en voz alta. 


Últimamente se sentía nervioso con todo el suceso ocurrido hacía unas semanas con Itachi en frente de Sasuke. No deseó que todo ocurriera de esa forma pero inevitablemente así había sido y no pudo hacer nada para evitarlo luego. Supo hacía sólo unos días que sus nervios nacieron a partir de su confesión y la reacción de Itachi ante ésta, porque rápidamente llegó a la conclusión de que el mayor no estaba admitiendo todo, no al menos en su presencia, ya que ciertamente no sabía que sucedía entre los hermanos si él no estaba.

Sin embargo, ¿un hermano mayor no debía actuar de forma diferente con su hermano menor, en este caso, Sasuke? No iba a entrometerse allí, no obstante, había comenzado a tener un ojo bien puesto sobre Itachi luego de todo lo sucedido. Algo le decía que no debía confiar del todo en él... y no sabía el por qué..

Cuando interrumpió sus propios pensamientos al derrapar con el camino empedrado que lo conducía a la entrada principal de los Uchiha se detuvo, viéndose por tan sólo unos segundos un tanto intimidado ante la presencia con la que menos quería toparse en esos momentos. Inmediatamente su mirada se volvió dura al encontrarse con los afilados ojos de Itachi que le transmitían un increíble desprecio a su persona. No iba a permitir que ganase terreno en su mirada, por lo que tras tomar un poco de aire, se adelantó un poco y caminó con lentitud como precaución, el mayor sin embargo le hizo un gesto con la mano de que Sasuke se encontraba en el interior de la casa, no sin antes advertirle dos puntos importantes, el primero: él debía salir para solucionar un asunto urgentemente, siendo así, no llegaría hasta tarde a la casa; no pudo evitar reparar en rostro de preocupación del mayor, lo cierto es que en ese aspecto era todo un misterio ya que jamás le explicaba a Sasuke hacia dónde iba cuando una situación así se presentaba, pero no le daría vueltas a aquello ya que no era algo que le concernía. Segundo punto: en palabras de Itachi: "si algo raro ocurre voy a enterarme, no te pases de listo, zorro." La sangre se le heló al oír el tono de voz intimidante, al tiempo que la imagen del azabache desaparecía tras la entrada. 

Sí, Itachi le generaba unos desagradables escalofríos cuando se trataba de proteger a su hermano.

Se adentró a la casa bajo aquella sensación de que aún estaba siendo observado, una vez adentro cerró la puerta y suspiró aliviado, recargándose en la misma. Era cansador ver cómo el mayor controlaba cada gesto suyo. Aterrador, más bien. 

Alzó la vista y notó que Sasuke no se encontraba en la sala principal, por lo que subió rápidamente las escaleras para correr directo hacia su habitación. Gruñó un poco al ver que el irresponsable de su amigo dormía con tan sólo una toalla alrededor de su cintura sobre la cama, ¡Y con la ventana abierta! Aparentemente había tomado una ducha, tenía el pelo húmedo y pegado en gran parte de la frente y cuello. 

Él había propuesto que se vieran y el muy baka se quedaba dormido. 

Aunque se ve muy lindo así-ttebayo... 

Se sonrojó furiosamente. Aún no se acostumbraba a pensar así de su mejor amigo. Ya no le resultaba extraño pero cuando aquellos pensamientos venían uno tras otro era casi imposible detenerlos. Lo bueno era que Sasuke no se percataba de nada y podía pensar lo que quisiese, porque si no hubiera sido por su beso o su confesión, estaba seguro de que aquel teme continuaría siendo un desentendido sobre sus sentimientos. Suspiró. 

Se aproximó lentamente hacia la ventana que se situaba al lado de la cama de Sasuke, la cerró sin hacer el menor ruido posible, aunque al parecer la suerte no estaba de su lado en esos momentos ya que su amigo había comenzado a removerse con intenciones de despertarse. A veces odiaba su sueño ligero. Éste apenas abrió los ojos cuando se encontró con los azules de Naruto, inconscientemente sonrió de una forma que el rubio consideró encantadora.



—Usuratonkachi.



El rubio sonrió nerviosamente. Eso era injusto...


—Teme, si vas a cambiarte de ropa creo que este es el momento adecuado. —carraspeó. —Además, Itachi me odiaría si atraparas un resfriado en pleno verano, ¿no?



Incorporándose un poco, se refregó los ojos con una mano. Su expresión fue de completo disgusto al oír las palaras del otro.



—Dobe, Itachi no se enojará por algo así-í... —un rápido y gracioso estornudo se le escapó de repente. —De acuerdo, tienes razón. Ah, lo siento, me quedé dormido luego de bañarme. —explicó mientras se levantaba para buscar las prendas necesarias en su armario. Naruto se acercó y se colocó a su lado, expectante. —¿Qué? —frunciendo el ceño.



—Me preguntaba qué haríamos hoy. 



—¿Y desde cuándo te lo preguntas? —desconcertado.



Naruto se golpeó mentalmente. Sus estúpidas pretensiones volvían a aparecer y Sasuke no lograba captarlas. Realmente era exasperante que esto pasara por que lo único que lograba conseguir era sentirse pésimo consigo mismo, más aún al ver a su amigo mirarlo de aquella forma que le hacía creer que era un imbécil.

Al parecer las cosas no habían cambiado mucho para Sasuke, incluso después de haberle dicho que lo quería. No pretendía que todo cambiase entre ellos, pero mínimamente una diferencia con... una muestra de afecto o lo que fuese no le haría mal a Naruto para remarcar la situación anterior con la actual. Seguía pretendiendo, quizás, demasiado. 

Dicho así, pareciera que estuviésemos hablando de un rubio insatisfecho con su relación con el azabache menor. Ciertamente eso no era así. Naruto adoraba a su despistado amigo, sí sería lindo una muestra de afecto para variar, ya que el rubio era un niño bastante demostrativo con absolutamente todo, más aún si se refería a sus sentimientos, sin embargo, Naruto quedaba más que complacido y conforme cuando se sentía capaz de ver aquellas expresiones en Sasuke que le generaban una sensación que aún no podía describir, como una especie de cosquilleo en su pecho que lo hacía sumamente feliz. Esas expresiones que podía contemplar únicamente al animarse unir sus labios con su amigo en un contacto suave, repentino y veloz. 

Y aquel era uno de esos momentos. En los que Sasuke, luego de recibir su beso desviaba la mirada avergonzado y con un leve tono carmín adornando sus mejillas. 


—Sabes lo curioso que soy-ttebayo. —dijo mostrando sus dientes en una gran sonrisa. —Lo que hagamos va a estar bien, teme.


—Mh. Dobe. 



Lo curioso era lo que venía luego de todo aquello. Sasuke se llevaba un dedo hacia los labios y los rozaba con el mismo, convirtiéndolo en una llamativa costumbre las pocas veces que el rubio lo besaba secretamente. Naruto no comprendía por qué lo hacía pero a fin de cuentas daba igual. 


—¿Tienes ganas de caminar? —la pregunta lo tomó por sorpresa. Sasuke terminaba de ponerse una camiseta de mangas cortas color negro, mientras dijo esto sus ojos se encontraron con algún punto o rincón de la habitación, evitando mirar a su amigo directamente.



—Ehm... si, ¿por qué no? 


—No quiero tener que dejarte a mitad de camino por si te cansas. —dijo con una sonrisa de medio lado. El ojiazul frunció el entrecejo y formó un puchero. También detestaba aquel cambio de actitud tan arrogante. 



—No me cansaré, teme. Ese serás tú.



Tras esa pequeña discusión ambos chicos  bajaron a desayunar lo que Itachi había preparado con anterioridad para ellos. 

Son estas cosas las que me confunden de Itachi-ttebayo. ¿Por qué siempre prepara algo para mí también? 



—¿Tú crees que tu hermano me odie? —soltó de repente, Sasuke empezó a toser atragantándose con el jugo que estaba bebiendo. El kitsune le dio un par de palmadas en la espalda.


—La verdad es algo que yo también me pregunto, es raro, ¿te molesta? —mirándolo fijamente, el semblante de Sasuke demostraba preocupación por lo que su rubio amigo pudiera llegar a sentir. Después de todo, lo que menos deseaba era que se sintiera incómodo.


—No, no me importa. Ya sabes, te quiero a ti.



Este teme se sonroja muy fácilmente. No me molesta pero... 



—Si ya terminaste vámonos. —dijo súbitamente el moreno poniéndose de pie. Claramente era un tema que lo alteraba, pensó Naruto.



Varios minutos después ambos chicos se encontraban recorriendo las calles ahora no tan atestadas de gente. En propuesta de Naruto, se encaminaban hacia el parque cercano del pueblo, de esta forma no estarían caminando sin rumbo aparente y así no se alejarían tanto de la casa del moreno. A Sasuke esto le era indiferente ya que si bien Itachi exageraba su preocupación por cuidar a su hermano, éste conocía las calles de memoria. Probablemente de no ser por el mayor, Sasuke lo ayudaría y no le dejaría tanta carga con las compras habituales cuando sus padres no habitaban la casa. 

Caminaban en un relativo silencio, relativo porque Sasuke tarareaba una canción en voz baja y por lo que Naruto pudo ver en la mirada brillosa de su amigo parecía bastante alegre. Cuando llegaron y se encontraron con los primeros gran árboles rodeando la manzana, Sasuke sin previo aviso se largó a correr hacia un punto que Naruto tuvo que adivinar y seguirlo, echándose a correr detrás.

Al ver que el ojinegro se detuvo frente a unos columpios y se los quedaba mirando como si esperara algo se preocupó un poco.


—¿Quieres subir? —preguntó, sobresaltándolo.  Se ganó una mirada de desconcierto por parte de su amigo. —¿Teme? 



—Aquí fue dónde te conocí. 



Quizás las palabras le habían llegado algo tarde, porque el abrazo que Sasuke le dio en esos momentos le quitó el aliento por completo. Estaba estático, sin saber cómo reaccionar, Sasuke lo envolvía con ambos brazos mientras recargaba la cabeza en su hombro izquierdo. 

¿Qué era lo que cruzaba exactamente por la mente del azabache? En los últimos días nunca lo sabía, tampoco se atrevía a preguntárselo.

Sus ojos azules chocaron con los negros de Sasuke. El rubio respiró hondo, tratando de adivinar qué demonios pensaba su amigo. ¿Lo observaba feliz, triste...? Su mirada era extrañamente deslumbrante, parecía querer decir algo pero simplemente no lo hacía, casi que lo estaba desesperando. Sus narices se rozaban, causándoles unas divertidas cosquillas a ambos. 

Y de pronto Sasuke se alejó, dejándolo confundido. Se sentó finalmente en el columpio, comenzando a balancearse de manera suave con la vista clavada en el suelo, como si aquello fuera lo más importante. 

Naruto no llegaba a entender que había sucedido pero en lugar de tratar de descifrarlo mágicamente, tomó asiento en el columpio que se situaba al lado del moreno, dispuesto a hablarle de una vez por todas.


—Teme, actúas raro. ¿Quieres...?



—No quiero hablar. —le interrumpió bruscamente. 



—Es que no entiendo que pasó hace un rato y...



—¡No quiero hablar, usuratonkachi! 



—¡Si no querías hablar no hubiéramos venido aquí-ttebayo! —su actitud tan reticente ya le estaba fastidiando.


—¿Quieres irte? —murmuró cabizbajo.



—Sabes que no quise decir eso. —su amigo podía ser sensible y frágil a primera vista pero la personalidad hostil y orgullosa que se cargaba era en ocasiones insoportable. —Sasuke teme... sólo quiero saber por qué me abrazaste hace un rato-ttebayo. —dijo en un leve susurro al tiempo que bajaba también la cabeza y jugaba con sus pies. Se sentía algo avergonzado.


—¿Tú piensas en el futuro?  



—¿Eh? -lo miró extrañado por lo inesperado de esa pregunta. —No, nunca. Bah, ¿a qué te refieres? Pienso en mi fiesta de cumpleaños y los regalos que papá me traerá-ttebayo. ¿Eso es pensar en el futuro?



A Sasuke se le escapó una risita, aliviando así la presión en el pecho de Naruto. Éste suspiró un poco más tranquilo.


—No me refiero a eso, dobe. Es que... —serio. —No lo sé, olvídalo.



—¡No, dime!



El moreno dudaba en decir lo que sea que tuviera ganas de decir, Naruto creyó que terminaría abalanzándose sobre su amigo para sacarle las palabras a golpes como en tantas oportunidades habían terminado. ¿Qué era eso tan grave que ni siquiera quería comentar?


—¿Tú no estás... enojado? 



—¿Ah? ¿Por qué habría de estar...?



Un sutil pero notable sonrojo apareció en el níveo rostro repentinamente. El ojiazul creyó que Sasuke se sonrojaba por cualquier motivo y aunque eso le parecía lindo, no era común en el otro mostrarse tan desprotegido. 


—Es que nunca digo que te quiero y eso te canse y... —si el parque no hubiese estado tan desolado como en esos momentos, quizás no hubiera oído aquellas tímidas palabras.



Así que por ahí venía el asunto.

Se inclinó un poco para acercarse al abochornado rostro de su amigo, quién se limitó a observarlo fija y atentamente, asiéndose con fuerza a las cadenas que sostenían el columpio a cada lado.



—Teme, no seas estúpido. —los ojos contrarios lo fulminaron. Naruto le sonrió. —No me importa eso porque sé que aunque no lo digas me quieres-ttebayo. —aseguró. —Yo seré tu mejor amigo para siempre, así que no hace falta que te preocupes o si piensas que me alejaré de ti. Eso no ocurrirá aunque Itachi me vuelva a echar. —Sasuke sonrió débilmente. Al parecer la mención de ese tema todavía le dolía. —Te quiero, nada va a separarme de ti. 


El moreno esquivó la mirada, Naruto se esperaba eso, pero lo que no se esperaba era que su amigo le respondiera en un susurro:


—Yo también… te quiero, dobe. 



Una gigantesca sonrisa afloró de los labios del kitsune, fue tanta la felicidad al escuchar por fin esas palabras que no pudo evitar arrojarse sobre el moreno sin importarle que cayeran al suelo y éste comenzara a quejarse con desesperantes alaridos. Por fortuna aquel parque estaba deshabitado a esas horas porque de lo contrario hubiesen montado un gracioso espectáculo. Naruto, por su parte, no obedecía a los berridos molestos de que se alejara de una vez o terminaría por usar la nueva técnica que Itachi le había enseñado. 

Ni siquiera mencionando al mismísimo Itachi lo alejarían de su teme. 

Se pasaron gran parte de la tarde en el parque jugando como hacía mucho sentían que no lo hacían a causa de los singulares sucesos y sentimientos a los que venían sobreviviendo. Para cuando se hicieron las seis de la tarde por decisión unánime se fueron de allí para recorrer las calles del pueblo. Naruto se sentía un rebelde desobedeciendo las órdenes explícitas de Itachi: "no salgan de la casa por nada del mundo." Pero ambos con Sasuke sabían de sobra que el mayor no llegaba hasta bastante tarde en la noche, y su mejor amigo se había acostumbrado a ello. Aunque al comienzo se veía reacio a no hacerle caso como solía hacer, con el tiempo sintió que no hacía nada realmente malo al salir ya que estaba siempre en guardia por si algo fuera de lo común llegaba a pasar. De algo tenían que servir esos entrenamientos, ¿no?

Y Naruto era feliz teniendo esa clase de secretos con Sasuke.

Un par de horas más tarde ambos niños volvían  a sus respectivas casas; como la de Naruto quedaba primera, Sasuke terminó por acompañarlo. Estaba anocheciendo lentamente, si bien al ser verano el sol caía más tarde, ninguno deseaba tentar a su suerte.



—Deberíamos caminar  más seguido. —soltó el rubio con una explosiva energía que contagiaría a cualquiera que se le cruzara. Exceptuando a un moreno, claro está, Sasuke se encontraba tan absorto en sus pensamientos que no había caído en cuenta del instante en que llegaron a la entrada del hogar del rubio y éste lo llamaba entre exclamaciones. 



—¡Teeeeeme! —lo llamó por última vez antes de que el ojinegro se girara para verlo. —Ya llegamos-ttebayo.



—Hm...



Naruto notaba nuevamente ese molesto semblante en su amigo, ¿acaso otra vez pensaba en cosas inútiles que le hacían mal?


—¡Oe, Sas--!



Que alguien le recordara a Naruto lo próximo que debía hacer, porque cuando sintió los labios de Sasuke hacer contacto con los suyos tan tímidamente, se olvidó de absolutamente todo a su alrededor. 


—Adiós, usuratonkachi.


Sólo tomó consciencia de sí mismo cuando los cálidos labios abandonaron los de él y su mejor amigo se daba media vuelta para echarse a correr apresuradamente. No supo por qué la imagen de un pequeño gatito negro escapando despavorido apareció en su mente al ver aquello.

Notas finales:

Ita-chan no tuvo participación en este capítulo…*se larga a llorar* El también será sensualmente recompensado o.ó *le regala un Sasu vestido de neko y con capa de Akatsuki* (?)

No sé, amé el final de este capítulo, no fue muuuuuy impactante pero tuvo lo suyo y me causó bastante gracia xD Sasu es una histérica.

Dejenme reviews o no actualizo nunca más >:v nah, mentira, ni aunque quisiera podría abandonar a mi hijo D: xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).