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¡Estúpido aniki! por Mirabelle

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Notas del capitulo:

Naruto no me pertenece, si así fuera, hubiese terminado el manga en el capitulo 698 (¿Sello de reconciliación? ¡Ese charco de sangre formaba un jodido corazón!). Afortunada pero también tristemente, Naruto le pertenece a Kishimoto.  

Podría tolerar escuchar a los vecinos rumorear estupideces sin sentido, cuchichear entre ellos sin importarles que él se encontrara allí a unos pocos metros, metiéndose con su propia familia y tal vez con su misma persona. Lo que no iba a soportar era que hablaran de la razón de su miserable existencia, la luz de sus ojos, o como quieran llamarle. Su precioso neko era un ser inocente a sus ya 9 añitos y que nadie se atreviera a decir lo contrario.

 

No que sus ojos estuvieran puestos las 24 horas en su adorable ototo, únicamente que era su deber cuidarlo y su papel de hermano mayor debía ser cumplido más que perfectamente. Ni que tuviera una especie de enfermedad relacionada a un guardabosques, como muchas veces le había dicho Deidara. Ese estúpido no entendía nada.

 

Su preciado e ingenuo Sasuke no era consciente de las estupideces que se decían sobre él. Claro que no, él tampoco se encargaría de contárselas, que su ototo baka siguiera en la feliz ignorancia de su niñez sin saber absolutamente nada de lo que dijeran de su pequeña personita.

 

Y sobre el zorro rubio de sonrisa estúpida. Naruto, sí, ése. Todo era su culpa.

 

Itachi ya estaba harto, y lo peor de todo era que no podía remediarlo. Él no era un tipo que buscaba pelea por simples comentarios que hacían, pero ¡Ni que tuvieran pruebas de las barbaridades que esa gente ignorante que claramente inventaba! Su rabia ya era incontrolable, evidentemente.

 

Se encontraba volviendo del supermercado en dirección a su casa, sintiéndose totalmente indignado. Sorprendentes y hasta perversas menciones tales como «Sasuke-kun y aquel chico… ¿cómo se llamaba? Naruto. Itachi permite que se vean casi todos los días, ¿no? ¿En qué está pensando?» o, «Me pregunto si Itachi-san sabe lo que hace, los niños de hoy en día están descontrolados, más aún estando solos. Pero bueno, tan solo tiene 14 años, no se puede pedir mucho.» o también, «Imagina lo que serán esos niños de adultos, que atrocidad, pobre Uchiha-san.» y la peor de todas que causó que explotara, furioso: «Sasuke-kun es una vergüenza para la familia. Eso pasa por no educarlo correctamente. Los hombres y las mujeres nacieron para estar juntos… Hombres con hombres, por favor. Siento lástima por Itachi. Aunque bueno, no puede esperarse mucho de ellos si sus padres nunca están.”

 

Su sangre hervía y estaba a punto de estallar desde que habían comenzado a hablar, pero trataba de controlarse para no armar un innecesario escándalo, luego de eso último e importándole poco que se tratara de un lugar público y que estuviera en la fila con otras diez personas más que puedieron escuchar todo, les dijo unas cuantas cosas que pusieron en su lugar a esas mujeres de pensamientos patéticos. Seguro y no volvían a hablar tras sus espaldas.

 

Él no se encargaría de decirle nada a Sasuke, él solo seguiría con su trabajo de hermano mayor, siendo su defensor. Itachi no hacía lo que estaba a su alcance, sino que daba todo de él sin importarle los demás, incluso sin sus irresponsables padres alrededor. Tampoco quería afirmar ni negar la inclinación sexual de su hermano a tan corta edad de éste, suponía él que era heterosexual, ¿verdad? Lo cierto es que mucho no le importaba el tema, él amaría a su hermano aún si le gustara lamer globos y con ello encontraba placer. Una cosa era aceptar sus preferencias y respetarlas, otra muy diferente era permitir que los vecinos especularan y hablaran de temas que no les incumbía, sólo dejándose llevar por imágenes que quizás resultaban engañosas y, ¡Ni siquiera él sabía si era cierto lo que decían! ¿Por qué tenía que molestarse tanto con todo ese asunto?

 

Además de que Naruto seguía cayéndole mal.

 

Abrió la puerta de su hogar e ingresó a su casa, dejó las bolsas que contenían los productos en una pequeña mesa que se encontraba al lado y cerró la puerta con llave. Hacía un calor de mil demonios y necesitaba un vaso urgente de agua fría de la nevera, por lo que fue en dirección a la cocina rápidamente. No valía la pena darle tantas vueltas al tema, después de todo, su ototo era el que decidiría con el tiempo…

 

—¿Nii-san? —la voz de Sasuke había llamado toda su atención, interrumpiendo cualquier pensamiento. El pequeño se refregaba los ojos, abriéndolos luego apenas para acomodarse en el sofá de la sala y poder corroborar que se trataba de su hermano. Itachi centró su vista en él, un poco sorprendido. —Gomen, te asusté. ¿Trajiste el almuerzo? Tengo hambre y el dobe también. —se sentó correctamente y le picó la mejilla a su amigo que se situaba durmiendo a su lado, quien tras unos segundos abrió los ojos todavía adormilado. —Oe, usuraronkachi, despierta. Mi nii-san ya está aquí.

 

—Gñam, cállate teme, déjame dormir un poquito más. —aferrándose al brazo de Sasuke, el niño de características zorrunas volvió a cerrar sus párpados, cayendo en sueño por segunda vez.

 

Itachi observó todo atentamente, algo cabreado por la actitud del fastidioso rubio para con su ototo y bastante nervioso por el puchero y las mejillas rojas del morenito al sentir el abrazo del otro, no obstante trató de controlarse y respiró varias veces.

 

—No te preocupes, ototo baka, sigue durmiendo con el zorro. Yo haré el almuerzo. —dijo con una sonrisa tranquilizadora, llamando la atención de Sasuke por el apodo hacia su amigo, ya que su hermano nunca lo llamaba así. El pelinegro mayor se detuvo en sus pasos, quedándose en el umbral de la puerta que lo llevaba a la cocina. —Aunque luego me arrepentiré. —el menor emitió un pequeño «¿eh?», sin comprender. —¿No quieres venir conmigo y te enseño? Si te vas a casar con Naruto deberías aprender algo de cocina básica, ¿no te parece?

 

Lo último que escuchó fueron los berridos de su ototo, preguntándole por qué decía esas cosas tan extrañas si él no había dicho nada acerca de cocinar para el dobe, el cual despertó microsegundos después por los insoportables alaridos de su amigo. Sasuke gritaba y gritaba. E Itachi sonrió decepcionado. Su ototo baka no había negado el hecho casarse con el rubio.               

 

Notas finales:

Quizás haga una continuación con Sasuke y su gusto por lamer globos. Vamos, que de Sasuke nos podemos esperar cualquier cosa :D 

 

Gracias a los que leen, amaría sus reviews, demás está decirlo~ *.*


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