3-Conmoción.
¿May? ¿De que hablas?—preguntó el rubio con sorpresa.
¡No te hagas el desentendido! ¡Quedó muy claro en ese video lo que piensas de mí!—gritó la chica del otro lado.
¿Vi-deo?—preguntó el melado titubeante, algo estaba oliendo mal en Delamarca, o donde diantres fuera, de pronto las murmuraciones y miradas cobraron un sentido nuevo.
Lo único que me mantiene en mis casillas es que pude vengarme poniendo esa parte de tu dudosa masculinidad presentándose como “La más hermosa” mostrándosela a todos los vecinos. ¡Jajajajajaja!—dijo ella.
Joseph se puso pálido al recordar lo que habló a solas mientras bailaba en el salón a solas. ¿Y si alguien había estado filmando todo desde lo que dijo de May?
Casi subrepticiamente miró en torno comprobando las risitas de sus colegas.
¡Tenía que encontrar al traidor que lo había puesto en tal aprieto!
¡May tú sabes…!—trató de apaciguar a su novia.
Tienes mucha suerte de tener una novia muy comprensiva—dijo con un tono diferente la susodicha. A Joey empezó a saltarle una ceja porque sabía a que se podía estar refiriendo May—Creo que el domingo saldré con mi novio a visitar cierto centro comercial. ¡Lala!—canturreó la ojilila.
Estaba yendo con un encargo del profesor a la secretaría cuando la vio. Una chica agradecía a una de las secretarias con una inclinación. Era una chica con clase y muy linda. Inmediatamente se le acercó pues le quedaba de camino.
¡Hola! ¿Viniste a ver a alguien?—preguntó él. La chica tenía el mirar dudoso de a quien le han dado una dirección e instrucciones pero no esta muy segura de poder llegar al lugar deseado.
Si, estoy buscando a alguien de tercero de preparatoria. Se llama Seto Kaiba tal vez lo conozcas—dijo la joven con un gran parecido a este pues sus ojos eran azules y su pelo castaño.
¡Caramba tener que encontrarse con un Kaiba!, pensó pero no lo dijo, en su lugar le sonrió a la chica--¡A veo! Son familia. ¿Acaso eres su prima?—dijo con una sonrisa cordial.
¡No! Soy su prometida—aseguró ella también risueña.
¿Pro-me-ti-da?—preguntó el ojos mieles--¡Pero ustedes son muy jóvenes para estar prometidos ya!—era cierto que el otro parecía salido de una familia de estirados por lo que la historia de estar comprometido a su edad no era tan difícil de creer. Era lo que esa clase de gente hacía.
¡Jeje! Es que el amor es así. ¿Conoces a Seto? ¿Puedes llevarme con él?—preguntó ella interesada.
¡Lo que le faltaba! ¡Que le gustara una chica y fuera la novia de ese bastardo y encima tener que guiarla con él!—Tengo que hacer una tarea que me pidió mi profesor—dijo a modo de disculpa, aunque era cierto, levantando la carpeta que con él tenía.
¡Oh es una pena!—dijo ella e inmediatamente otra voz se oyó de detrás de Joey.
¿Tea? ¿Qué haces aquí?—preguntó el antes mencionado prometido y cuando Joseph volteó agregó--¿Y con este tipo?—
¡Vine a traerte unas cosas que te manda papá! Dice que las vas a necesitar en tus lecciones después de clase y él no puede traértelas por lo que me lo pidió de favor—contó ella. Kaiba puso mirada de no creerle--¡Oh está bien! Estaba libre y quería conocer el instituto en el que has estado estudiando todos estos años. Nunca puedo venir a tu ceremonia de fin de año porque coincide con la mía y tenía mucha curiosidad—explicó ella mientras Wheeler la miraba. ¿Con que Kaiba tenía una novia así!
Muy bien, ya hiciste lo que viniste a hacer, la viste, ahora puedes irte—dijo el castaño para ofuscación del ojos mieles.
¡Oye bastardo! Tu novia te trae tus cosas toda interesada en conocer donde estudias… ¿Y es todo lo que dices?—preguntó el rubio combativo.
Seto lo miró e iba a preguntar algo cuando ella lo cortó.
¡Ah, no te preocupes!—dijo ella a Joey colgándose del brazo de Kaiba—¡Comprendo a Setín! ¡Debe estar nervioso porque su adorable novia ha venido a visitarlo!—Seto pocas veces lucía confundido como en esos momentos lo que causó algo de conmoción en el melado.
¿Se-tín?—preguntó Joseph repitiendo el mote.
¡Ajá! ¡Setín! ¿Qué? ¿No lo llaman así aquí?—preguntó la castaña fingiendo encantadoramente sorpresa. De pronto al ver la cara de Seto una escandalosa risa luchó por salir de la boca del melado pero con algo de esfuerzo logró evitarla. La sola idea de que el otro fuera llamado Setín parecía desproporcionadamente hilarante.
¡Tea!—le llamó la atención su novio.
¿No quieres que le cuente?—preguntó ella mirándolo de muy cerca primero con el ceño fruncido y luego con una sonrisa casi malévola cruzándole la cara aunque era más divertida que malévola.
¿Qué quieres?—preguntó el castaño.
¡Pues quería un tour privado con mi guía favorito!—dijo ella feliz.
¿Voy a buscarlo?—preguntó él mirándola a los ojos.
El pensamiento inmediato de Joey fue “¿Seto Kaiba acaba de decir un chiste?”
¡No, contigo es más que suficiente amor!—dijo ella agarrándose fuerte y rozando su mejilla contra el brazo de ojos azules.
¡La verdad no es divertido lo que haces! ¡Tendré mucha tarea aglomerada cuando vuelva a la clase!—dijo él mientras se agarraba la frente con una mano fingiendo claramente frustración. Ella lo miraba zorrunamente desde el lado de su brazo con una alegría casi infantil. El volvió su mirada a ella sin mover la cara y simplemente sonrió y añadió--¡Muy bien aquí vamos!—
Joseph se quedó parado ahí unos momentos mientras digería lo que acababa de ver. Nunca había visto sonreír al condenado con sinceridad. Si con malevolencia o sorna pero nunca había visto un Seto con un comportamiento normal y ¿alegre?
¿Por qué lo había sorprendido tanto esa expresión? Era seguro que el tipo no era un anormal. Aunque verlo contar un chiste aunque fuera tan obvio y sonreír como una persona simple cualquiera había conmovido de alguna manera sus sentidos.