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Los idiotas se enamoran por LaylaRedfox

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Extras


1. Tsukishima necesita paciencia

.

Intentar concentrarse en su almuerzo no sirve de nada.

Yamaguchi acaba de preguntarle a Yachi si le invitaba una papa frita de su plato. Yachi no dijo ni que sí ni que no, solo tomó la papa con el tenedor y se la pasó a Tadashi. Directo a la boca. Yamaguchi tragó contento, agradecido.

No bastaron ni 5 segundos para que se dieran cuenta de lo que acababa de pasar. Tsukishima los miró con ojos cansados mientras esos dos se sonrojaban hasta los pelos.

—¡L-Lo siento, Yachi! ¡Yo… yo…!

—¡Nonono! ¡Fui yo la que…! ¡Ah, lo siento!

—¡No te disculpes tú! ¡No fue malo!

—¡¿N-No lo fue…?!

—¡No! ¡Más bien…! Más bien iba a preguntarte…

'Aliméntame' le iba a decir. Lo hubiera dicho porque a Yamaguchi se le iba la vergüenza de la nada y hablaba todo lo que pensaba, para luego avergonzarse al momento.

Pero esta vez no lo dijo porque Tsukishima estaba cansado. No le molestaba para nada que esos dos pudieran exhibir su relación a cada persona en el planeta. Lo que le molestaba las cursilerías.

Claro, él también era cursi, pero esas reglas aplicaban a todos menos a él. Porque él era genial.

Así que Kei interrumpió a su amigo solo para soltar: —¿Por qué no se besan de una vez?

Yachi casi se infarta y Yamaguchi casi vomita el almuerzo.

—¡Tsukishima-kun!

—¡TSUKI!

Que alguien le diera un respiro a Tsukishima. Y eso que no tenía a la pareja de raros que faltaba. Cuando volvieran, Kei seguramente terminaría muerto.


2. Kuroo habla a deshoras

.

Eran como las tres de la madrugada cuando Iwaizumi abrió los ojos por la luz frente a él. Solo se trataba de Kuroo, quien tenía el celular en las manos, pasando el dedo por la pantalla.

—¿Kuroo? — cuestionó Hajime — ¿por qué estas despierto aún?

—¿Oh? Perdón Iwaizumi, ¿te desperté? — dijo Kuroo mirándolo apenas —. Estoy hablando con Tsukki.

Hajime ni se sorprendió.

—Bájale el brillo a esa cosa... — dijo Iwaizumi dándose la vuelta sobre la cama, Daichi dormía plácidamente en la lintera de arriba —. Y duérmete de una vez, sabes cómo eres en la mañana.

—Tranquilo, Iwaizumi — dijo Kuroo con los ojos bien abiertos —. En la mañana estaré fresco como lechuga.

Sin embargo, a la mañana siguiente, cuando faltaban como 10 minutos para que empezara la primera clase de Kuroo, este se hallaba roncando en la cama, con su habitual forma de dormir. Y Daichi y Hajime lo veían desde el borde de la cama con ojos cansados.

Se miraron un momento, y asintieron a la vez. Hajime sacó una botella de agua de su mochila y la abrió.

—¿Quieres el honor? — le preguntó a Daichi.

—Hazlo tú, sé que adoras hacerlo — respondió Sawamura cruzándose brazos con una sonrisa divertida.

Iwaizumi asintió, luego jaló el cuello de la camiseta debajo de la nuca, y le echó toda el agua encima. Kuroo gritó levantándose automáticamente.

—¡¿QUE RAYOS LES PASA?!

Daichi e Iwaizumi parpadearon.

—¿Hoy no tenías un examen de cálculo, Kuroo? — preguntó Daichi arqueando una ceja.

Kuroo se le quedó viendo, mientras su cerebro procesaba la información y algo adentro hacia clic.

Después de eso salió disparado por toda la habitación buscando ropa decente y sus cuadernos y un bolgrafo, bajo la cansada mirada de sus amigos.

Era la quinta vez en el mes que pasaba, y Daichi e Iwaizumi solo podían preguntarse como Tsukishima podía soportar hablar hasta deshoras con ese gato loco.


3. Los chicos de tercero

.

—Es decir, no me molesta — dijo Tanaka —, para nada ¡Para nada!

Sus amigos musitaron un 'sí' al unísono, sin mirar a Tanaka, mientras se vestían para el entrenamiento.

—Claro, seguramente a esos tres le irá bien — continuó —, pero seguramente les iría tres veces mejor si ¡yo estuviera con ellos!

—Tienes toda la razón — dijo Kinnoshita.

—Es cierto — concordó Narita.

—No saben de lo que se perdieron — agregó Ennoshita.

Todos sin mirarlo. Porque Tanaka se había puesto a pensar en las razones de por qué carajos no fue invitado al campamento de entrenamiento nacional, y en su mente de estrella, eran muchísimas. De verdad.

—¡Claro que no lo saben! Es decir, se perdieron todo esto — hizo una pose como si de un fisiculturista se tratara — ¡entonces están ciegos! ¡Definitivamente!

—Tienes razón.

—Es cierto.

—Están ciegos.

Y Ryuu rio encerrado en su burbuja, engañándose a sí mismo.

Sus amigos lo dejaron así porque Tanaka deprimido era un equipo deprimido. La estrella debía brillar y sonreír, y ser letal y potente, y con el partido de práctica contra Jozhenji a dos pasos y las Nacionales a la vuelta de la esquina, no podían permitirse a un Tanaka con los ánimos por el suelo.

Pero a Ennoshita no le gustaba mentirle, y en ese momento lo invadieron unas repentinas ganas de querer subirle el ánimo. Por lo que después de suspirar con cansancio, se acercó a Tanaka y le puso una mano en el hombro.

—Cierto, esos tipos de la Sub-19 tal vez te despreciaron, pero nosotros sabemos lo que vales.

El silencio llenó los vestuarios y todos miraban al capitán expectantes.

—Así que brilla y grita para nosotros, estrella — finalizó Chikara, con una sonrisa calmada.

Tanaka se le quedó viendo, y parpadeó antes de estallar.

—¡GAHH! — literal, de su cuerpo salían llamas — ¡DÉJENMELO A MÍ!

—Contamos contigo.

—Tú puedes.

—Eres genial.

Porque Tanaka era un simplón idiota, pero era la Estrella que más podían apreciar.


4. Boku-chan es maltratado

.

—¡Hey hey hey!

Después de que el balón golpeara el suelo con un golpe que sonó por toda la cancha, Bokuto gritó emocionado, al igual que Oikawa.

Entonces decidieron chocar las palmas de ambas manos como siempre lo hacían. De verdad que lo iban a hacer, pero entonces una pelota que parecía ser una imitación de algún pequeño proyectil impactó contra la cabeza de Bokuto, y lo derribó contra el suelo.

Oikawa se quedó a cuadros, con las manos en el aire, luego sudó frio.

—¡Ni que hey hey ni que nada! — exclamó Yuki-senpai y su metro setenta de altura, echando humo por las orejas, literal — ¡¿Como llegaste al Top 4 con esa pose de porquería?!

Bokuto soltó un grito de indignación desde el suelo.

—¡Es la pose más cool que se haya visto nunca! — exclamó poniéndose de pie de un tiro — ¡Pareciera que vuelo!

—¿Qué carajos hablas?

Bokuto hizo un mohín.

—Yuki-senpai, ¿Por qué es tan malo conmigo?

—No soy malo.

—Claro que lo eres — opinó otro senpai más alto que Oikawa y que era amigo de Yuki-senpai.

—¡Soy exigente, que es diferente!

Oikawa quería opinar, pero ya había recibido mucha exigencia violenta durante la preparatoria, así que mejor se quedó callado.

Bokuto ladeó la cabeza.

—¿Pero qué estoy haciendo mal?

Yuki-senpai lo miró, y luego lo señaló.

—Tu cabello.

Bokuto se quedó a cuadros. —¿Eh?

—¡ESE MALDITO CABELLO NO ES NORMAL!

—¡Que su cabello sea grasiento y descuidado no es mi culpa! — y ese era el Bokuto no pensante hablando.

En la frente de Yuki-senpai se resaltó una gruesa vena, el otro senpai rio. Después se escucharon los gritos de dolor de Bokuto por todo el gimnasio, y todos los demás presentes hacían como si nada.

Y Oikawa solo pensaba, de que si Boku-chan ya era idiota, por tantos golpes que recibía a diario, más idiota iba a quedar.


5. Hinata no sabe lo que siente, de nuevo

.

Hinata siente algo pesado en el estómago al empezar el entrenamiento libre de la práctica. La idea era jugar con Kageyama, pero surgieron imprevistos.

—¡Kageyama! ¡Aprovecha que estoy aquí y coloca para mí!

—Nah, Kageyama-kun, quiero jugar contigo. A ver cuánto ha mejorado ese remate tuyo.

—Ehh…

—¡No es justo! ¡Yo lo pedí primero!

—Sigue intentando, Chibi-kun.

Atsumu y Hoshiomi acapararon a Kageyama completamente, y Tobio ni cohibido se sentía, solo confundido porque no sabía cómo responderle a cada quien.

Y eso a Hinata, le provocaba un sentimiento nuevo.

—Noya-san…

—¿Shouyo? — dijo su senpai mirándolo de repente.

—Me siento raro… pero esta vez no sé por qué… — dijo Shouyo con el ceño fruncido.

Noya parpadeó. Miró a Hinata y luego a Kageyama, y así un par de veces hasta que ató cabos.

—Ahhh, ¡Shouyo! — exclamó el más bajo —, no me digas que estas…

—¡No, Noya-san! — le cortó Hinata —. No sé lo que pasa, ¡pero esta vez quiero resolverlo por mi cuenta!

Noya parpadeó de nuevo.

—¿Eh?

—Es como el año pasado cuando invitaron a Kageyama y a Tsukishima a sus campamentos y yo me sentí… — se rascó la cabeza —. Pero supongo que ahora es diferente porque Kageyama y yo somos… — miró el suelo, sonrojado, luego sacudió la cabeza — ¡Pero esta vez me daré cuenta por mí mismo!

Noya lo miró en silencio, pensando que Shouyo era adorablemente idiota, y que no podía distinguir los celos que sentía. Definitivamente Hinata se iba a demorar resolviendo eso.

También pensaba, que Hoshiomi y Miya eran malvados, que tal vez no se daban cuenta, pero lo eran.


6. Los chicos de primero

.

—Himura, ¿cómo soportas tú a esta cosa? — preguntó Toyogawa señalando a Hamasaki.

—¡Hey!

Himura lo miró con un helado en la boca, y se dio cuenta de que sus demás compañeros lo miraban de forma interrogante, con Shitazawa incluida.

—Hablo con Haru desde que usamos pañales — explicó con una sonrisa tranquila —. Con los años uno se acostumbra a sus idioteces y carácter retorcido.

Lo que Himura dijo hizo a todos reír.

—¡Mizu! ¡Yo no tengo carácter retorcido!

—Una vez cuando teníamos 10 años... — comenzó a decir Himura.

—¡No te atrevas a contar esa anécdota! — exclamó Hamasaki señalandolo amenazante.

—...Había una señorita en el parque y...

—¡Dios, detente!

Shitazawa rio en medio de eso.

—Cualquiera que no los conociera y los viera seguro pensaría que Himura-kun es el de carácter retorcido — comentó.

Mizuki la miró arqueando una ceja.

—¿Eh?

—¿Verdad? ¡¿Verdad?! — lloriqueó Hamasaki.

—Pero, como los conocemos sabemos que el señor macabro es Hamasaki-kun — dijo Shitazawa encogiéndose de hombros.

—¡Oye!

—No hay discusión — acotó Toyogawa.

—No la hay — dijo Mizushima mientras Shiraiwa asentía en silencio.

Haru solo miró a todos rápidamente.

—Ustedes son malos...

Mizuki sonrió.

—Lo que le pidió a la señorita ese día fue...

—¡CÁLLATE!


7. Esos capitanes dan miedo

.

Nekoma le ha ganado a Fukurodani en las semifinales. Los búhos han aceptado que a su estrella de primer año le falta crecer, pero que definitivamente le ganaran a su próximo contrincante e irán a las nacionales.

Pero era lo de menos. El problema eran sus capitanes, quienes al momento de saludar solo se quedaron mirando sin expresión en las caras.

—Tora-san, esto me da miedo... — le comentó uno de los gemelos del Nekoma a la Estrella del equipo.

—Lo sé Hoshimoto, lo sé...

Al final, ambos capitanes se dieron un fuerte apretón de manos, y se notaba, incluso en el rango de dos metros que los separaba de los demás, la tensión que rodeaba a Kenma y a Akaashi.

—Je, felicidades Kozume — dijo Akaashi con una sonrisa torcida.

—Hmm, gracias Akaashi — respondió Kenma de la misma manera.

—Pero es una ganada y una vencida — agregó Akaashi —, no estén tan confiados.

—¿Cómo dices? Claro que no... Ahora espero verlos en las nacionales.

Akaashi volvió a reír.

—Claro que sí, esta vez no perderemos.

—Nosotros tampoco vamos a perder.

Esas risas huecas, casi maliciosas, y el aura oscura que los rodeaba, solo causaban miedo en los demás jugadores, pensando que sus capitanes tenían una relación demasiado extraña.

Al único que le parecía genial la situación era a Miyakita, quien solo decía: —¡Los capitanes dan miedo pero son geniales!


8. Kageyama tampoco sabe lo que siente, de nuevo

.

Ahora que Kageyama sí que se siente confundido. Nunca ha experimentado ese sentimiento antes.

—¡Hinata! ¡Juega contra mí!

—¿La coloco para ti, Hinata-kun?

—¡Eh! ¿Eh?

—¡Hey! ¡No acapares a Hinata también!

—Tú eres el que se interesa en lo mismo que yo. No hagas eso, es tedioso.

—¡déjame en paz!

—Ehh…

Kageyama solo podía ver como Hoshiomi y Atsumu lo ignoraban para abordar a Hinata esta vez. Algo extraño se apoderó de su estómago.

—Noya-san… me siento extraño…

—¿Extraño cómo? — preguntó Noya, teniendo la esperanza de que Kageyama se diera cuenta, por piedad.

—Es raro… ¿será algo que habré comido en la mañana?

Noya se quedó mirándolo.

En serio, que esos dos eran tal para cual. Idiotas adorables en potencia. Lo peor era que Noya no podía enojarse con sus kouhai.

Con quien podía, y quería enojarse, era con esos dos chicos de la Sub-19. Entonces Noya se prometió que en las nacionales les patearía el trasero, porque nadie confundía a sus adorables e idiotas kouhais y vivía para contarlo.


9. Tsukishima necesita muchísima paciencia

.

Que lo iba a matar. Definitivamente, cuando tuviera la oportunidad, lo iba a matar.

—¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?

—¿Cómo llegó tan rápido, de todas maneras? — se cuestionaba Yamaguchi al lado de Yachi, mirando por la ventana del edificio.

Pasaba que Ukai les había dado la tarde libre, justo cuando Tanaka parecía motivado. Eso a los de segundo no les importó un comino y cuando estaban dispuestos a irse junto con los demás estudiantes que estaban saliendo de la escuela, Tsukishima divisó, al otro lado de la calle, una van roja.

Entonces se escondió tras un muro, y sus amigos lo miraron confundidos, hasta que divisaron al tipo al lado de la van.

El cabello de escoba era inconfundible.

Tsukishima maldecía en voz baja, mientras la pareja a su lado solo observaba a Kuroo con su pose de intento de estrella de cine apoyado a un lado de la camioneta.

—Agh, debe ser una jodida broma…— susurró con el ceño fruncido, despeinándose los cabellos rubios.

Yamaguchi le estaba por decir que todo iba a estar bien, pero entonces Yachi lo jaló por un lado del abrigo. Tadashi miró a su novia (se infartaba cada vez que lo pensaba siquiera) y Yachi señalaba el estacionamiento. Yamaguchi miró también, y su corazón casi sale de su boca.

—Ehh, Tsuki… — dijo apenas, señalando la calle.

Pasaba que los de tercer año del club de vóley ya habían salido, y Tanaka vio a Kuroo. Tsuki tambien lo vio, y su cabeza casi explota.

Los pocos presentes se cayeron de espaldas al ver a Tsukishima salir corriendo a la calle, para detener a su senpai del inminente y posible asesinato hacia su novio (sí, Kei tampoco asimilaba la palabra).

Definitivamente, si Tsukishima tenía amigos que tenían relaciones tan cursis, y un novio que cometía cada desfachatez posible, seguramente, se iba a terminar muriendo.


10. Los chicos de la Sub-19

.

—¿Cómo es posible que no recuerdes el camino de regreso, Bakageyama?

—Dejame en paz, boke ¡No es mi culpa que Tokyo sea tan enorme!

—Muchachos, muchachos, tranquilos, tranquilos.

Noya y el dúo dinámico se ha perdido, y el mayor intenta controlar al par de idiotas que posiblemente se arrancaran los pelos en cualquier momento solo por descubrir quién tiene la razón, porque Hinata no ha parado de echarle la culpa, y eso para Kageyama, en lo más profundo de su corazón, le duele.

La estación de trenes es inmensa, y ninguno de los tres sabe a dónde ir.

Pero, el destino es bueno, y les ha mandado a dos tipos que, casualmente, también iban con dirección a Miyagi, y Hinata al verlos, casi se infarta.

Se han encontrado con Oikawa e Iwaizumi, que van demasiado juntos para el gusto de Noya pero no dice nada. Oikawa, al verlos, solo quiere salir corriendo, pero su compañero lo toma del brazo y lo retiene.

Ambos mayores deciden ayudar a los chicos del Karasuno a volver a casa, o más bien, Iwaizumi lo decide, porque le vale un comino lo que piense Oikawa.

Fue la hora de viaje más aburrida e incómoda que haya experimentado Hinata en su vida, solo podía mantenerse contra la ventana, escuchando el parloteo de Nishinoya y lo poco que hablaba Iwaizumi con él. Oikawa y Kageyama por mientras, sentados uno frente al otro, solo se miran en silencio. Uno sin ningún pensamiento en particular, y el otro como si quisiera ahorcarlo.

Al llegar a casa, se despiden, y solo Hinata nota como los dos ex chicos del Seijo se toman la mano mientras camina.

Se le ocurre una idea, y tal vez lo terminen golpeando, pero no le importa, así que le toma la mano a Kageyama en silencio. Y Hinata, en lo más profundo de su corazón, se alegra de que Kageyama allá hecho más fuerte el apretón.


11. Los chicos de segundo

.

La nieve cae sobre el templo y los muchachos de segundo, mientras abren los boletos que les dirán su fortuna.

—Tendré 'buena suerte' — dijo Hinata sonriendo —. Supongo que es bueno.

Los lentes de Tsukishima brillaron.

—¿Qué es 'buena suerte' comparado con 'muy buena suerte'? — interrogó el más alto mostrándole su boleto a Hinata.

—¡Ahh! ¡Tsukishima, maldito!

Kageyama y Yacchan están conformes con su 'suerte' pero a su lado, Yamaguchi suda frio.

—'Mala suerte' — leyó Tsukishima, al ver es estado apático de Yamaguchi.

Yachi intentó consolarlo, mientras Tsukishima solo le decía que verdaderamente no importaba, a pesar de que el mismo Kei había estado presumiendo su 'muy buena suerte' hace nada.

El dúo dinámico, a medio metro de ahí, pareció pensar lo mismo.

—Esa cosa esta mal — dijo uno.

—Definitivamente — secundó el otro.

El trio de genios, como los había bautizado el par de idiotas, los miraron sin entender. En un abrir y cerrar de ojos Hinata y Kageyama ya estaban a ambos lados de Yachi, tomándola por los hombros.

—Yacchan es nuestro amuleto de buena suerte — decretó Hinata, mientras Kageyama asentía —. Y le pertenece a Yamaguchi ahora, así que tendrá buena suerte por el resto de su vida.

Tsukishima suspiró al ver como Yamaguchi y Yacchan se sonrojaban hasta las orejas.

—¡No hablen como de una propiedad se tratase, idiotas!

—Técnicamente, Yachi es propiedad del equipo entero, entonces — analizó Tsukishima.

—¡¿Tsuki?!

—Pero 'novia' le gana a 'manager', sin lugar a duda — opinó Kageyama.

—¡Es un amuleto que vale el doble!

—No valen lo mismo, no puede ser el doble, Boke.

—Es una forma de decirlo, Bakageyama, cielos.

—Definitivamente no lo están analizando bien.

—¿Alguien puede dejar de decir que es una posesión por favor?

Y entonces lo chicos de segundo comenzaron a discutir sobre el amuleto de la suerte del equipo, que los miraba un poco cohibida a un metro de distancia.

Sin embargo, Yachi rio al final, atrayendo la atención de los demás.

Reía porque esos chicos la hacían feliz. Reía porque la mejor fortuna era tener a esos cuatro como amigos, y a uno como algo más. Y los quería bastante. Sin importar lo idiotas que pudieran llegar a ser.

Notas finales:

Como acordamos! ya es 20 y tocaba subir estos extras :3 con eso termina todo

Un extra por cada capítulo del fic, el prólogo no cuenta ah e.e xD

Ahora sí, con eso me despido ¡Nos leemos en otra ocasión! ¡Cuídense!

¡Layla Redfox fuera!

:3


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