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Los idiotas se enamoran por LaylaRedfox

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Hinata solo puedo preguntarse por qué Kuroo estaba parado ahí. ¿Por qué los entrenadores estaban despidiéndose de Akaashi? ¿Por qué Kuroo se estaba presentando con todos? ¿Por qué de repente estaban todos ya dentro de la van con destino desconocido? Y lo más importante ¿Por qué Tsukishima parecía no tener problema alguno para hablar con Kuroo de manera normal?

—No, pero en serio — dijo Tsukishima después de bromear junto con Akaashi lo tirano que era Kuroo como capitán, recordando cuando a Lev lo dejaba casi muerto en los entrenamientos — ¿A dónde estamos yendo?  

—Es sorpresa — contesto Kuroo con la mirada en la pista y las manos en el volante —. Aunque me sorprende que Kenma no les haya dicho.

—Le dije que si podía preguntarle a Akaashi-san — dijo Hinata —, pero él pensó que no le diría.

Akaashi resopló.

—No sé porque siempre piensa así de mí — susurró.

—Lev, ¿Qué tanto dice Kenma sobre este respetable capitán de Fukurodani? — pregunta Kuroo dándole una ojeada divertida a Akaashi.

Lev miró por la ventana.

—Mis labios están sellados, Kuroo-san — dijo encogiéndose de hombros.

—¿Y qué hay de tu kouhai ahí atrás? — Kuroo miró a través del espejo retrovisor —. Tú pequeño… ¿Cuál era tu nombre?

—Hoshimoto — dijo el chico de primero de Nekoma, que estaba arrinconado junto con los otros chicos de primero en la parte de atrás de la van —. Ryohei Hoshimoto.

—Ah, el gemelo mayor — dijo Kuroo —. Kenma si me ha hablado de ustedes. Tú eres el que quiere quitarle el puesto de estrella a Lev ¿eh?

—Por supuesto que lo haré — afirmó el chico de Nekoma, ganándose una mirada hosca de parte de Lev.

—Eso es genial, Ryo — comentó el chico de primero de Fukurodani.

—Mmm~ ¿esa es la nueva estrella de los búhos? — dijo Kuroo con una media sonrisa.

—¡Sí!

—Todavía estas a prueba, Miyakita — dijo Akaashi antes de que el chico pelirrojo se emocionara —. Por eso vamos a dónde vamos.

—No me gusta ser el único que no sabe a dónde vamos — dijo Tsukishima —. Y siento la estúpida mirada de súplica de Hamasaki desde el asiento trasero.

—Yo no estoy suplicando nada — replicó Hamasaki —. Ese podría ser Toyo.

—Oe.

—Yo solo estoy esperando a que Tsuki-senpai o Chibi-senpai se las arreglen para saber a dónde nos llevan.

—Vuelve a decirme Chibi-senpai y te juro que…

—Hey, Chibi-chan, no recurras a la violencia en este momento. No en mi auto. Bueno, no es mi auto, pero aun así no te pongas violento con tus kouhai — le detuvo Kuroo, haciendo que la van vaya por un camino menos concurrido —. ¿Quién rayos eres? ¿Iwaizumi? Cielos.

A Tsukishima se le salió una diminuta risa de los labios, cosa por la cual Hinata lo miró expectante. Kei lo miró por encima del hombro y negó con la cabeza, como si le pidiera en silencio que ignorara aquello. Pero para Hinata no era algo que pudiera dejar pasar así y ya. Sin embargo, tenía mejores cosas en las que pensar, como por ejemplo, porque rayos la van estaba entrando a lo que parecía, sin lugar a dudas, un campus universitario.

—¡Ohh genial! — exclamaron ambos chicos de Fukurodani y Nekoma, mientras los demás chicos de segundo y primero miraban por las ventanas los jardines y edificios que pasaban.

Después de casi nada, la van se detuvo frente a un enorme edificio.

—Muy bien, bajen — dijo Kuroo soltándose el cinturón y abriendo la puerta.

Lev bajó primero deslizando la puerta de la van para que todos los que estaban dentro salieran. Los mayores caminaron hasta la recepción del edificio, seguidos por los demás. En eso, otro auto se detuvo muy cerca de donde estaban ellos, y de ahí salieron personas que los chicos de Karasuno hizo que se les erizara la piel.

—No es cierto… — dijo Hamasaki con el ceño fruncido.

Hinata y Tsukishima también pusieron gesto serio. De verdad ahora querían saber la maldita razón de porque estaban ahí. Y por qué rayos el capitán del Aoba Johsai y su estrella estaban parados ahí, junto con la futura estrella que iba en segundo, y un chico de primero que Hamasaki conocía muy bien.

—Buenas tardes — saludó Yahaba haciendo una reverencia a Kuroo. Los demás hicieron lo mismo, aunque Kyoutani lo hizo de mala gana al parecer.

Tsukishima frunció el ceño.

—Akaashi-san — llamó al capitán de Fukurodani, exigiendo una explicación.

Porque obviamente, ninguno de los del Karasuno quería ver alguno de esos sujetos. Yahaba y Kindaichi eran pasables, pero los otros dos no. Claro que no querían verlos. Esos malditos les habían ganado en el intercolegial por los pelos, por un descuido, y verlos solo les recordaba lo negligentes que se habían portado.

Akaashi estaba por explicar la cosa, pero alguien salió de las puertas de cristal del edificio, y habló por él.

—Vaya, este no es un encuentro para nada perfecto ¿verdad?

Primero Kuroo llegaba al campamento y los secuestraba. Luego resulta que se iban a encontrar con los del Seijo por una razón en particular. Y ahora, el gran rey salía del maldito edificio a donde iban a entrar.

Ni Hinata ni Tsukishima pudieron evitar dar un par de pasos atrás. Irónicamente, Kyoutani hizo lo mismo.

—¡¿Qué clase de reacción es esa?! — exclamó Oikawa, indignado —. Akaashi-kun, Kuro-chan, ¿no les explicaron la maldita situación? Y Yahaba ¿no le explicaste a Kyoken-chan que…?

—Sí le dije — le cortó el chico —, pero supongo que esto ya es cuestión de instinto y ya.

Kyoutani le gruñó.

Oikawa suspiró por lo bajo.

—Bueno, bueno — dijo haciendo un gesto con las manos restándole importancia —. Tanto da. Ustedes dos, cálmense. Veo que Tobio no está invitado.

Hinata arqueó una ceja. Tsukishima puso más presión en su mirada sobre Akaashi, porque seguían sin darle una explicación. Akaashi se rascó la nuca.

—Ya estamos aquí, es mejor si lo ven por ustedes mismos.

—Cierto — secundó Oikawa —. Vengan ya, y sigan a Akaashi-kun.

Y entraron al enorme edificio. Akaashi se desvió por un costado, y los demás lo siguieron sin chistar, a pesar de que los ex capitanes se iban por otro lado.

Hinata notó como Kuroo se despidió de Tsukishima con un sutil movimiento de la mano, y este solo ladeó la cabeza. Algo había pasado esa noche en lo que esos dos chateaban por el celular, y Hinata necesitaba saber con urgencia que era.

Se notaba a leguas que era el gimnasio de la universidad, y estaban yendo por el corredor en dirección a las tribunas. Lev y Kindaichi parecían emocionados e impacientes, Yahaba y Akaashi lucían calmados, y a Kyoken-chan parecía valerle madres todo, con su expresión molesta y los puños en los bolsillos. Miyakita y Hoshimoto tenían ganas de no aguantarse y querer gritar, y Toyogawa tenía que servir de barrera para que Hamasaki no le saltara encima al chico de primero del Seijo. Tsukishima y Hinata por su parte, se sentían perdidos en el espacio y tiempo.

—Oye, Kawakami, deja de joder — dijo Kyoutani de un momento a otro, harto del como provocaba con la mirada burlona a Hamasaki.

—Yo no estoy haciendo nada nada Kyoutani-san — dijo el aludido con fingida inocencia —. Es culpa de Haru-chan que malinterprete hasta las mínimas de mis acciones.

—Si serás… — Hamasaki de nuevo quería tirarse a ahorcarlo, pero Toyogawa lo sostenía de los brazos mientras caminaba, con expresión cansina.

—Ey, nada de peleas, ustedes — dijo Hinata, intentando imponer orden como el buen senpai que era.

—¿Ustedes se conocen? — preguntó Miyakita ladeando la cabeza y parpadeando.

—Ya quisiera yo decir que este tipo es un completo desconocido para mí — resopló Hamasaki.

—Pero me conoces, Haru-chan — dijo Kawakami con una sonrisa socarrona —, me conoces y ahora-

Sin embargo, ese chico remedo de Oikawa fue silenciado nada más llegar al exterior de las tribunas, por un golpe seco y certero contra el suelo, que calló a todos, que hizo que Hamasaki no solo agradeciera a la persona que lo ocasionó, sino que apareció una admiración enorme en su cara, o así lo vio Hinata. Porque a Hinata le sucedió casi lo mismo. A él le empezaron a brillar los ojos de emoción.

—¡Hey hey heeeeey! ¡¿Vieron eso?! ¡¿Lo escucharon?! ¡Y se quedaron callados, JA! ¡Admiren mis-!

—¡CIERRA LA BOCA MALDITO NOVATO!

Incluso después de que esa extraña persona, que parecía ir ya en su segundo año de universidad si lo pensaba bien, le haya lanzado dos pelotas directamente a la cabeza a Bokuto, Hinata no perdió el brillo de admiración en sus ojos.

Recordó datos leves que le había dado Kenma. Que Bokuto había sido reclutado por una universidad fuerte, que justamente era la misma a la que iba Oikawa. Y que Kuroo había terminado en la misma universidad con los dos tipos que ahora reían a otro lado de la cancha, bueno era una risa un tanto cansada, negando con la cabeza por el acto que acababan de presenciar. Eran Daichi e Iwaizumi con quienes Kuroo se reunía al otro extremo de la cancha, junto con los demás de su equipo universitario.

—Akaashi-san — dijo Tsukishima suplicante —, en serio, por favor dime…

—Es un partido de práctica — dijo Yahaba al cabo —. Como se iban a enfrentar Oikawa-san e Iwaizumi-san por primera vez desde que se graduaron, se les ocurrió la idea de invitarnos a ver.

—Claro que Bokuto-san no estuvo contento con eso — agregó Akaashi —. Lo supo, y quiso que varios kouhai más vinieran. Es decir nosotros — señaló a todos los que estaban ahí, restando a los de Seijo —. Además por el hecho de que iban a estar Daichi-san y Kuroo-san también.

—¿Pueden hacer eso? — preguntó Hamasaki.

—Usualmente no, pero por lo que tengo entendido esos dos se han esforzado bastante en lo que va del año — explicó Akaashi —. Así que les permitieron traer a unos cuantos de nosotros. Claro que hablamos con sus entrenadores antes.

—También agregaron el hecho de que podían traer gente que necesitara ‘experiencia’ — dijo Yahaba haciendo un gesto con las manos como si fueran comillas.

—¿Nosotros? — pregunto Miyakita con una mano en el pecho.

Akaashi sonrió.

—¿Qué acaban de escuchar ahora? — dijo Hinata de repente, después de un rato entero sin hablar —. ¡Ese fue un remate limpio y sin errores! ¡Fue grandioso ¿no lo crees?!

Miró a Hamasaki con insistencia, quien dio un pequeño respingo por su mirada.

—Sí… fue un poco genial — dijo mirando hacia la cancha.

—¿Un poco, dices? — dijo Akaashi cruzándose de brazos —. Los entrenadores accedieron a traerlos aquí por unas cuantas horas, en específico ustedes porque quieren que aprendan de sus senpais. Así que siéntense y observen.

Intimidados, los de primer año pasaron a tomar asiento, mientras los demás observaban a Akaashi con cierto asombro. Hinata recordaba que era alguien más calmado, menos impulsivo, pero ahora parecía más suelto y expresivo, y nunca había tenido miedo de decir lo que pensaba. Supuso que ahora que era capitán, no podía darse el lujo de ser callado y reservado. Debía emanar autoridad y confianza, así como los sujetos que estaban en la cancha.

—Pensé que en la universidad de Oikawa-san irían a haber más personas — comentó Tsukishima al ver que a Bokuto y a Oikawa los acompañaban justamente otros 6 chicos solamente.

—Por lo que me contó Bokuto-san aquí hacen partidos de práctica varias veces dentro de la temporada para determinar la titularidad — explicó Akaashi —. Pero como él y Oikawa-san acaban de empezar este año.

—Obviamente su universidad es fuerte, pero aunque hayan sido recomendados no quiere decir que empezarán a jugar desde ya — dijo Yahaba.

Hinata sopesó lo que acababa de escuchar. Si ni Oikawa ni Bokuto que eran prácticamente monstruos estaban a la altura de sus senpais universitarios, no quería imaginarse la clase de monstruos que debía haber en años superiores.

Mientras que en su equipo solo habían unos 8 chicos, en el equipo de Kuroo habían más de 14 personas, todos calentando en su lado del gimnasio.

—¿Alguno de ellos es titular? — le preguntó a Akaashi señalando al equipo de Kuroo, refiriéndose a alguno de sus senpais.

—Creo que Iwaizumi-san y Daichi-san están a nada de volverse titulares, o bueno, al menos para aparecer aunque sea un instante en algún partido oficial — dijo el capitán de Seijo en vez de Akaashi —. Sin embargo no sé mucho del ex capitán de Nekoma…

—Lo están probando — dijo Tsukishima, llamando la atención de los demás —. O al menos eso me ha dicho.

Hamasaki esbozó una media sonrisa.

—Oh, deben estar en contacto entonces ¿eh?

Hinata se le hubiera tirado encima, y le habría arrancado ese lindo flequillo que tenía en la frente, de no ser porque estaban en una universidad desconocida, y no quería meterse en problemas. En todo caso debería esperar a volver y masacrar a ese maldito kouhai como se debía. Sin embargo, contra todo pronóstico, Tsukishima mantuvo la calma.

—¿Recuerdas a ese senpai sobre el que te hablamos el otro día? — dijo mirando a Toyogawa.

El bloqueador de primer año era lento, pero no tanto, así que ató cabos rápidamente y miró emocionado la cancha.

—Kuroo-san es el mejor bloqueador central que tuvo nuestra escuela — dijo Lev cruzado de brazos con el mentón en alto —. Al menos de su generación. No tiene la mejor personalidad pero…

—Tiene una personalidad horrible — dijo Akaashi con neutralidad —. De seguro provocó a alguno de sus superiores como suele hacerlo con todo el mundo. No me sorprende que lo estén probando en todo caso.

Tsukishima soltó una pequeña risa, que nadie notó más que Hinata, quien estaba sentado a su lado. Shouyo pensó que Tsukishima podría saber algo sobre eso, y que el simple hecho de recordarlo le hacía reír.

—Mmm, debimos traer a Kouhei también — dijo Hoshimoto refiriéndose a su gemelo.

—Kenma-san pudo haber venido en todo caso — le dijo Lev —, pero no le pareció buena idea dejar a Yamamoto-senpai a cargo. Y a mí tampoco.

Hoshimoto asintió abrazando sus piernas.

—Tu hermano es bloqueador central ¿no? — preguntó Miyakita al chico de Nekoma genuinamente interesado.

—Sí — respondió el otro con una pequeña sonrisa.

—¡Cool! ¡Un día hay que juntarnos! Quiero practicar mis remates y quiero otro bloqueador además de mi compañero.

—Eso estaría bien. No creo que él se niegue.

—¡Cool, de nuevo! — dijo Miyakita con una enorme sonrisa en la cara, luego miró a Toyogawa —. Tú también eres bloqueador ¿no? ¡Únetenos también!

—¿Eh? ¿Estaría bien? — preguntó Toyogawa sin mucha confianza.

—¡Claro! ¡Por algo te lo digo! — le señaló el chico de Fukurodani —. Además, ¿qué clase de ace sería si no soy capaz de superar el bloqueo de 3 personas?

—Heh, eso suena interesante — comentó Hamasaki metiéndose a la conversación —. ¿Cómo vas con tus recepciones, sin embargo?

Eso hizo que Miyakita se calle de repente y sudará frio.

—¡Ja! ¡Lo suponía!

—¡Cierra la boca! — lloriqueó Miyakita.

—Meh, no es como si tus recepciones fueran muy buenas tampoco, Haru-chan — le dijo Kawakami de Seijo —. Aunque cierto, ni siquiera te he visto jugar en los partidos.

—Oh, ahora sí, voy a matarte — amenazó Hamasaki poniéndose de pie, pero Toyogawa lo retuvo por los brazos mientras el otro forcejeaba para hacerle cualquier cosa a Kawakami con tal de que quitara esa sonrisa fea de su cara.

—Oigan, cálmense, ya va a empezar — les avisó Yahaba —. No hagan tanto ruido.

—Kawakami, deja de joder.

—No estoy haciendo nada Kyoutani-senpaaaaai.

Yahaba los mandó a callar, justo cuando los que estaban alineado en la cancha se deseaban un buen partido. Le tocaba sacar al equipo de Oikawa y Bokuto.

—¡Yuki-senpai, buen servicio! — gritó Bokuto desde el frente.

—Cállate.

—¡¿Y yo que dije?!

El servicio de Yuki-senpai logró pasar la red a toda velocidad, pero fue interceptado por alguno de los superiores del otro equipo pasándoselo al armador.

—¡Iwaizumi-kun!

—Ah, miren eso — dijo Hinata captando la atención de los chicos de primero.

Iwaizumi tomó vuelo justo en el centro de la cancha, con dos bloqueadores al frente. Logró atravesar el bloqueo sin problemas aun así, clavando el balón contra el suelo de un golpe certero.

—¡Bien! — exclamó el equipo entero.

Los chicos de primero que jugaban en la misma posición de Iwaizumi se asombraron.

Tsukishima sacudió los brazos.

—Se ha hecho más fuerte — comentó con el ceño levemente fruncido.

—Guah, no quisiera enfrentarlo ahora — dijo Hinata medio tembloroso.

—Aunque el año pasado ganaron… — observó Hamasaki, ganándose una mirada hosca de los de tercero de Seijo.

—Sin embargo, a Iwaizumi-san le falta un poco para alcanzar al tipo que en verdad es aterrador — dijo Tsukishima cruzándose de brazos.

Después de que Daichi sirviera, el líbero del otro equipo lo recibió y se lo pasó a Oikawa, quien parecía querer pasárselo a su senpai.

—¡Un rápido! — avisó alguien del equipo contrario.

El senpai de Oikawa saltó junto con los demás bloqueadores, pero el balón nunca llegó. Oikawa había hecho una colocación hacia el lado contrario de la cancha.

—¡Maldita sea, Oikawa! — exclamó Iwaizumi corriendo junto con los demás.

Oikawa sonrió para sí mismo.

—¡Boku-chan!

No hubo los bloqueadores suficientes para cuando Bokuto golpeó el balón estampándolo contra el suelo, con una fuerza que hizo retroceder instintivamente a los que quisieron recibir ese balón.

Sonó el silbato que señaló un punto para el equipo de Bokuto y los demás.

—¡Bien! — exclamaron Oikawa y Bokuto chocando las palmas mientras su senpai que había hecho la finta pasaba ambas palmas por sus espaldas, felicitándolos.

Los chicos de primer año tragaron duro.

Cuando Yuki-senpai volvió a servir, le interceptaron y se la volvieron a pasar al armador, y algún senpai de Kuroo y los otros remató el balón contra el otro equipo, pero su libero logró recibirla.

—¡Oikawa!

—¡Sí!

Bokuto corrió a un lado.

—¡A mí!

—¡Por la derecha!

A pesar de lo preparados que estaban en el otro lado para bloquear a Bokuto, Oikawa le pasó el balón aun así.

Hinata observó cómo los ojos de Bokuto se centraron en el balón en el aire, y a pesar de la distancia, podría jurar que en medio de ese salto seguía buscando agujeros en el bloqueo. Al final, cuando tocó el balón fue un tiro recto, que cayó al extremo de la cancha.

—¡Bieeeeeen! — exclamó Bokuto junto con los demás al ver su segundo punto anotado.

Hamasaki silbó.

—Juraría que lo iban a bloquear — comentó.

—Ahora Bokuto-san puede hacer tanto tiros rectos como cruzados — dijo Akaashi —. Oikawa-san le hizo practicar ambos una y otra vez para que se acostumbrara.

—¿No había hecho eso ya el año pasado? — preguntó Lev curioso.

—Podía hacer ambos claro, pero cuando se acostumbraba demasiado a uno se olvidaba del otro.

—¿Eh? — murmuró Hamasaki.

—¿Eso es posible? — preguntó Toyogawa arqueando una ceja.

—Para Bokuto-san nada es imposible — contestó Tsukishima con una sonrisa divertida, mientras Akaashi suspiraba.

—Supongo que en este tiempo Oikawa-san tuvo que arreglárselas para educar a Bokuto-san mejor que cualquiera del equipo del año pasado podía hacer — dijo pensativo.

—Si alguien como Oikawa-san aprende a sacar más de los mejor de Bokuto-san… — dijo Tsukishima.

Akaashi resopló.

—Esos dos serán problemáticos para Kuroo-san y los demás — concluyó —. Creo que han unido su odio hacia Ushijima-san y así es como hace Oikawa-san para que Bokuto-san coopere.

—Uno de los mejores armadores de Miyagi y la cuarta mejor estrella de Japón del año pasado en un mismo equipo — observó Hamasaki —. A mí me daría miedo pelear contra ellos dos juntos.

—Ushiwaka y Kiryu fueron a universidades distintas, por lo que sé — dijo Yahaba —. Así que los que quedaron juntos fueron ellos dos a las finales.

—Ojala y le causen mucho problemas a Ushiwaka — dijo Hinata cruzándose de brazos.

—¡Se ve que son fuertes! — comentó Miyakita.

—Son fuertes, sí — dijo Tsukishima —. El control de Oikawa-san combinado con el poder de Bokuto-san será algo de temer… sin embargo, no son invencibles una vez los conoces.

Los de primero lo miraron extrañados, mientras Akaashi, Lev y Hinata sonreían un poco, ya que ellos sabían el significado tras esas palabras.

El partido ahí abajo continuó con el equipo de Bokuto con la delantera, hasta que la rotación llegó a un punto donde todos los del equipo de Iwaizumi se tuvieron que poner alerta, bajo un aviso de este mismo, que observaba como Oikawa hacia rebotar la pelota contra el suelo varias veces antes de servir.

—Oigan, chicos de primero — avisó Yahaba —. Miren eso.

En la cancha, Bokuto no pudo evitar reír.

—¡Ve, sacador asesino! — dijo eso, pero se cubrió la nuca aun así.

—¡¿Confías en mi o no, oe?! — exclamó Oikawa.

Sin embargo se recompuso en el momento, lanzó el balón al aire y empezó a correr, y luego saltó. Hinata desde donde estaba, también observó cómo Oikawa observaba el balón en el aire, preparado para golpearlo con todas sus fuerzas.

—Je, ahí está — murmuró Bokuto por el rabillo del ojo —. Un buen tiro.

Y justo cuando dijo eso el balón salió disparado hacia el otro lado de la cancha. Uno de los senpais que acompañaba a Daichi intento detenerlo, pero no pudo controlar el impacto que ejerció el saque en sus brazos, y el balón salió disparado nuevamente con dirección a las tribunas.

Tanto el equipo como los espectadores de las diferentes escuelas se quedaron mudos, mientras Oikawa sonreía con el mentón en alto.

—¿Me estás diciendo que ese tipo no es invencible? — preguntó Hamasaki a Tsukishima, un poco nervioso.

Tsukishima miró a Hinata, y luego ambos miraron a cierta persona del equipo de Iwaizumi. El más alto sonrió con conformidad y confianza mientras que Hinata esbozó una enorme sonrisa, dejando a Hamasaki con la duda.

Oikawa volvió a servir, y los de primer año se prepararon para que el balón quedara clavado en el suelo esta vez, sin embargo, esta vez fue Daichi quien se puso en el camino. Sus ojos visualizaron el balón, y lo detuvo con los brazos, elevándolo en el aire con un sonido seco.

Los de primero se alteraron mientras que sus superiores sonrieron, incluso los de Seijo tuvieron que admitir que la recepción de Daichi era grandiosa. Oikawa miró a Daichi con leve tic, pero se dio cuenta de que el balón voló hasta el otro lado de la cancha, y uno de sus senpais fue a recibirlo.

—¡Maldición, lo siento! — se disculpó Daichi.

—¡Oikawa, ahí va!

—¡Bien, Boku-chan!

—¡Déjamelo a mí!

Hamasaki rio.

—Aunque hayan parado su servicio aún pueden anotar — dijo con seguridad.

Tsukishima rio a la par con Lev.

—No estés tan seguro, chico de primero — le dijo el futuro ace de Nekoma.

Señaló el punto en la cancha donde frente a Bokuto se había levantado un muro impenetrable. Por lo que vieron hace rato, pudieron pensar que lograría pasarlo también, sin embargo, cuando estaba por hacer un tiro recto dos fuertes brazos bloquearon su camino y lanzaron el balón en sentido contrario, y ni el líbero del equipo de Bokuto pudo salvarlo.

Se escuchó una risa burlona.

—Heh~ los chicos reclutados se relajaron antes de tiempo — dijo Kuroo con la barbilla en alto, mirándolos con burla, al lado de Daichi quien se sobaba los brazos —. Recuerden a quien tienen al frente, chicos de elite.

—¡Argh! ¡Solo fue un maldito punto Kuroo! — le recriminó Bokuto mirándolo con rabia al lado de Oikawa quien le gruñía con molestia.

Hinata ladeó la cabeza a un lado.

—¡Pelea de capitanes! — exclamó a la par con Lev.

—Ex capitanes — corrigió Akaashi con paciencia, sin darse cuenta de que esos dos gritaron más alto de lo que debían.

De hecho gritaron tan alto que llamaron la atención de todos los jugadores universitarios en la cancha.

La rabia pareció desaparecer del rostro de Bokuto nada más verlos, pues levantó los brazos y los agitó.

—¡TSUKI! ¡CHIBI-CHAN! ¡AKAAAAAASHIIIII!

Recibió el golpe de un balón en la nuca, que lo tiró al suelo.

—¡No grites en medio del gimnasio, idiota! — exclamó Yuki-senpai.

—¿Qué estás haciendo tú entonces? — preguntó otro senpai secamente.

Daichi los saludó con la mano, mientras Hinata y Tsukishima asentían a su vez. Después de esa pequeña interrupción el partido continuó.

.

.

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—¿Quién quiere practicar con sus antiguos senpais? — preguntó Kuroo risueñamente.

Los menores, menos los capitanes, Kyoutani y Tsukishima claro, lo miraron con ojos brillosos.

—¿Todavía tienes energía? ¿Eres humano? — preguntó Iwaizumi cansadamente, debido a la fatiga de haber jugado seis sets completos, y también estaba irritado por solo haber ganado dos de ellos.

—Ellos están aquí por eso, hay que darles el gusto ¿no crees? — dijo Kuroo ensanchando su sonrisa.

Los menores salieron gritando a posicionarse en la canchan, haciendo que Iwaizumi resoplara.

—Iwa-chan, acompáñame a buscar más balones — le dijo Oikawa dirigiéndose al almacén. Iwaizumi lo siguió sin rechistar.

Daichi llegó por la puerta del gimnasio.

—¿Qué dijeron los demás? — preguntó Kuroo cuando lo vio llegar.

—No hay problema si nos quedamos los tres, con tal de que volvamos antes de las 7 al campus — explicó Daichi, refiriéndose a ellos y a Iwaizumi.

—Y a mí ya me dejaron la llaves del gimnasio — dijo Bokuto girando el manojo de llaves en su dedo índice.

—¡Perfecto! — dijo Kuroo dando unas palmadas — ¡Chichos de preparatoria, empecemos a calentar!

—Hey — lo interrumpió Bokuto —, esta es mi universidad. Yo debería estar dirigiendo.

Kuroo no se molestó en darle la contraria.

—Adelante — dijo levantando su mano hacia los muchachos.

—¡Chicos de preparatoria, a calentar! — exclamó el ex capitán de Fukurodani saltando en medio de los chicos de primero y de segundo, mientras ellos gritaban de emoción.

Kuroo apretó los labios, mientras recibía unas palmaditas por parte de Daichi, y sorprendentemente por parte de Akaashi también.

Bokuto hizo que comenzaran a rematar, pues quería ver cómo eran los chicos nuevos, tanto a los de su escuela como a los de Seijo porque Oikawa le había contado que eran chicos con mucho potencial. Eso hizo que tanto Kindaichi como Kyoutani destacaran más que los de primer año. Repitieron las jugadas durante varias rotaciones, lanzando balones por doquier. Kyoutani las mandaba a volar, y ya casi se acababan, y Oikawa no volvía con otra cesta de balones.

—¡Chibi-chan! ¡Lev! Vayan por esos balones — les indicó Kuroo señalando los que estaban más lejos.

Lev se encargó de los que no salían del límite de la primera cancha, mientras que Hinata se apresuró en ir a buscar a los que estaban mucho más lejos. Cargó todos los que sus brazos le permitían, y el ultimo estaba frente a la puerta del almacén. Se acercó rápidamente y se agachó a recogerla, pero cuando levantó la vista, vio algo que no debió haber visto.

El gimnasio de esa universidad era inmenso. El almacén donde estaban los trapeadores y las escobas y los demás balones y otras redes también lo era. Lo suficientemente grande como para que dos personas se revolcaran por ahí a su gusto. Como pasaba en ese preciso momento. Por alguna razón, Hinata no pudo despegar sus ojos de lo que estaba presenciando. No podía dejar de mirar como Oikawa e Iwaizumi estaban al fondo del almacen abrazados, y compartiendo saliva.

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CONTINUARÁ

Notas finales:

Como que me gusta mucho dejar los capitulos asi owo no sé xD gracias por leer! nos vemos en el siguiente!

Layla Redfox fuera!

:3


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