—Akashichi/Kō-chan te ve en una hora en la terraza de zona sur. Y que vistas bien.
—Gracias Kise-san/ entiendo.
—¿Qué querrá?
Fue lo que pensaron doncel y varón. Kōki dejó de jugar con los niños, y Seijūrō dejo de jugar shōgi, para dirigirse a su habitación.
Kōki se miro al espejo una vez más. No le gustaba como se le veía ese pantalón pero se lo pondría ya que fue un regalo de Akashi. En cuanto llego a su habitación, se encontró una caja con todo y moño, y dentro un pantalón negro y una playera para donceles algo reveladora.
— ¿De verdad me miró bien?
Sacudió la cabeza y se acomodó una vez más la camisa. Una vez listo, se dirigió a la zona sur de la casa.
Mientras caminaba pensaba en lo que había hecho en la mañana... Nada más de recordarlo su rostro competía con el color del cabello de Akashi.
Devoraba los labios rojos de su novio. Fue él quien invadió la cavidad bucal de Seijūrō. Sintió como el pelirrojo lo sujetaba de la cintura y lo pegaba a él. No pudo evitar gemir antes de volver a responder el beso —Ahhh~
—Koghhh.
Con la mano temblorosa se sujetó del mojado cabello de su novio y se aferró a él.
Sin darse cuenta de la intensidad del beso comenzó a fortarse contra el cuerpo del pelirrojo y fue cuando lo sintió, avergonzado se separó —Lo siento.
—Kōki...
Rápido salió de la alberca y corrió a su habitación, cerró la puerta con seguro y se encerró en el baño... Tuvo que atender su erección. Su primera erección en un par de años.
—Dios...
—Kōki.
Se asustó y giró, allí estaba Akashi Seijūrō, su novio, vestido de forma casual. Un pantalón blanco y una camisa color morado.
—Seijūrō-san. Siento llegar tarde.
—Justo a tiempo— comentó mientras observaba la hora.
—Y...
—¿Entramos?— no estaba seguro de lo que quería Kōki.
—Sí
No apartó la mirada de esas curvas que se contoneaban frente a él. Ese pantalón que había elegido Kōki dejaba poco a la imaginación, y le estaba ocasionando problemas entre sus pantalones, junto con aquella playera gris con semitransparencias.
Al entrar a la terraza pelirrojo y castaño se quedaron sorprendidos. Seijūrō sujeto la mano del castaño y le dió un apretón.
—Hermoso ¿verdad?
—Sí— Seijūrō estabas sorprendido, Kōki le había organizado una cena romántica.
La terraza estaba arreglada con flores y veladoras, y en el centro había una mesa lista para dos personas.
¡Akashi había organizado una cena romántica!
Se acercó, se paró de puntitas mientras se sostenía de la cintura del pelirrojo y besó su mejilla.
Se separaron y se dirigieron a la mesa. Cada quien tomó su lugar. A los segundos, el chef entró con los platillos
Comieron tranquilamente sin palabras de por medio; observándose ocasionalmente.
———
Cuando terminaron la cena se dirigieron al borde de la terraza, donde un sillón para dos personas los esperaba.
Kōki se sentó algo incómodo. Se estaba sintiendo raro desde hacía un par de minutos.
Se sentó al lado del castaño y se cruzó de piernas. Su situación no le estaba gustando para nada.
—Gracias— dijeron al unísono y se miraron.
—Gracias por la cena— repitió Kōki antes de que el pelirrojo lo interrumpiera.
Frunció el ceño —¿Gracias? ¿Por qué? Tú la organizaste.
—Yo no lo hice— respondió confundido.
Se miraron unos segundos.
—Kise/Kazunari.
Luego rieron y se tomaron de la mano.
—Al parecer a nuestros amigos les dió por organizarnos una cena romántica.
—Sí— Kōki rió suavemente. Y segundos después sintió los labios del sobre su cuello. No pudo evitar jadear —Sei...
Giró al castaño y lo besó.
—No Seijūrō-san— se apartó avergonzado pero sin soltar el torso del pelirrojo.
—¿Qué sucede? ¿Te lastimé el brazo?— preguntó algo preocupado.
—N-No es eso— gimió muy bajito.
—¿Entonces?
—Nada— le dió la espalda al pelirrojo.
—¿Hice algo mal?
—¡No! yo... — se removió —Aghh...
¿Eso había sido un gemido? —Kōki...
—Lo siento— se levantó y salió corriendo...
O eso pretendía.
Seijūrō detuvo a Kōki de la muñeca y por la fuerza aplicada, el castaño termino sobre él... Sobre su regazo... sobre su erección.
—Kōki.
—Sei...