—¿Están seguros de esto?
—Por supuesto.
—Akashi-kun nos va a....
—Cálmate Tetsu-chan— Kazunari le cubrió la boca a Tetsuya — Nos lo agradecerá.
—Bien...
—¿Y la ropa? Ninguno es de la talla de Kōki-san. Todo le quedaría corto.
—Todo resuelto— Kazunari mostró una bolsa de una marca de gran prestigio —En cuanto lo ví, supe que era para él.
—Manos a la obra...
Se miraron el uno al otro. No podían apartar la mirada.
Nunca se sintió un doncel atrevido o de tomar la iniciativa. Siempre había seguido pero nunca lo había comenzado. Ver esas mejillas sonrojadas, pupilas rojas dilatadas y los suaves jadeos que escapaban de los labios de Akashi Seijūrō hizo que, después de mucho tiempo, deseará ser tocado. Él solo sentir la mirada roja sobre su persona hacia que se sintiera más caliente.
Acarició la mejilla del pelirrojo. Odiaba tener su otro brazo con férula. No podía tocarlo a su gusto.
Cerró los ojos al sentir la mano de Kōki sobre su mejilla. El toque era suave y tembloroso. Cómo si estuviese dudando y a la vez lo anhelaba.
De forma tímida se acercó al pelirrojo y besó sus mejillas, frente.
Era como si Kōki lo estuviese "probando" pero no, el castaño estaba temblando, queriendo tomar seguridad en sus brazos. Lentamente acarició con sus pulgares la cadera del castaño, haciendo pequeños círculos, mientras Kōki le besaba tímidamente.
Se estremeció al notar los pulgares acariciando su cadera. Gimió bajito y se removió inquieto, sintiendo la erección del pelirrojo bajo de él —...
Sonrió al notar el gran rubor en las mejillas —Tú estás igual— el castaño brinco asustado —Creo que nos dieron algo en la comida.
Frunció el ceño. Ahora que lo pensaba era cierto. Justo después de haber comido había comenzado a sentirse así... Excitado.
—Quiero suponer que afrodisíaco— agrego Seijūrō mientras se removió. Haciendo que Kōki sintiera la erección.
—Yo...
— Será mejor que vayamos a casa y tomar un baño muy frío— se percató de la mirada confundida —Cuando te haga el amor será porqué tu lo desees y no por la ayuda de un afrodisíaco.
Kōki sintió su corazón acelerarse. Por su cabeza a pasaron situaciones qué le hicieron sentirse más excitado. Mordió su labio y no lo dudo...
Se sorprendió pero no se quejó, respondió al demandante beso. Comenzó a acariciar el torso atraves d ella camisa mientras se besaban.
—aghh...— gimió y arqueo su espalda.
—¿Quieres continuar?— al ver que el castaño no respondió, agrego :— Será mejor detenernos.
Negó y observó fijamente al pelirrojo —C-Continua... Lo necesito.
—Bien— como pudo se levantó y cargo al castaño.
—Seijūrō-san.
—Tranquilo. No quiero que te lastimes.
Kōki asintió y observó el perfil de su novio. Tenía los labios rojos e hinchados, las mejillas sonrojadas y pupilas dilatadas. Se miraba más hermoso que nunca. Gimió al sentir que se endureció.
Seijūrō camino lo más rápido que pudo hasta una habitación del mismo edificio de la terraza.
Al entrar a la habitación, Kōki entró en pánico. Se removió nervioso.
—Cuidado— dejo al castaño en el borde la cama —Un poco más y te me caes.
—L-lo siento.
Miro con ternura a Kōki. El castaño cubría su erección y temblaba con signos de temor —. Será mejor que entres al baño y te encargues de ello. Voy por ropa.
¿Lo iba a dejar allí?
No eso nunca. Sujeto la mano del pelirrojo —N-No te vayas...
—...
—T-Te necesito.