Regresó a la sala de juntas y los demás lo miraron.
—¿Qué dijo?
—En media hora está aquí con su equipo.
Mientras esperaban, les sirvieron un desayuno ligero.
—¿Quién es?
—Es...— su teléfono lo interrumpió —Disculpen...— se excusó y tomó la llamada mientras abandonaba la sala de juntas —Tetsuya-san... Aun no, esto va para largas horas. Lo siento.
Continuó la llamada por varios minutos tratando de explicarle la situación. Al colgar se dirigió a la recepcionista, ella ya sabía quién era —Disculpe, cuando vengan los invitados hágalos pasar inmediatamente a la sala de juntas.
—Sí, Fu-sama.
—¿El sanitario?
— Tercera puerta a la derecha.
—Gracias.
———
—No puede ser— Se tuvo que quitar el saco y la corbata, sin querer se había mojado. Iba viendo el estado del saco y no se percató por donde caminaba hasta que chocó contra alguien —Lo siento.
—Furihata-san.
— sensei. Gracias por asistir.
—No es nada. Será un placer, Furihata-san.
—Gracias.
—Creo que los recuerda. Chihiro Mayuzumi y Sa...
—Furimin— la pelirrosa abrazo al castaño —Tenía tiempo sin verlo.
—Momoi-san. No respiro— trato de decir.
—Momoi, suelte a Furihata-san.
—Lo siento.
—No hay problema— dijo tratando de respirar —Por cierto, los de la junta no saben que ahora soy Furihata, creen que sigo siendo Fukuda, sólo llámenme Fu o Kōki. Cómo se sientan cómodos.
Los tres asintieron.
—Hummm — Satsuki miró atentamente al castaño —Kō-chan.
—Satsuki. Furihata-san es doncel no una mujer— reprendió Seijūrō.
—¡Me gusta! Lo llamaré Kō-chan.
—Yo me quedó con el Fu— dijo Mayuzumi.
—¿Y Akashimin?
Observó al castaño, quien le regresó la mirada —Kōki-san.
El castaño sintió un latido irregular. Era la primera vez que un varón, aparté de Fukuda, lo llamaba por su nombre de pila. No pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada.
Satsuki miró entre ambos y sonrió —¿Dónde comenzamos?
—La junta les dirá. La verdad yo no sé nada de esto— dijo apenado —Síganme.
—Es la primera vez que lo veo así— susurró Satsuki al oído del pelirrojo —Se ve muy lindo y adorable. Ese traje hace que su culo se vea grande.
—¡Satsuki!— Joder. Había notado la retaguardia del castaño, ella lo sabía y ahora no iba dejar de molestarlo— Es normal que un hombre mire ¿No?
—Sí pero....
—¿Pasa algo?— Kōki se detuvo y giró a verlos interrumpiéndolos.
—Nada. Nada ¿Por qué trae su traje así?
—Fui al baño y sin querer rompí la llave. termine mojando mi saco— fue cuando notaron que la camisa blanca húmeda estaba pegada a su cuerpo mostrando su cintura definida. Rápido continuaron y el castaño le informó la situación a la secretaría.
—Ahora mismo llamó a mantenimiento.
—Gracias... Por aquí— indicó dirigiéndose a la sala de juntas —Pasen.
Todos se quedaron de piedra al ver al pelirrojo ¿Quién no conocía a Akashi Seijūrō?
—Buenos días.
—Souichimin. Kōsukemin— Satsuki se lanzó a los brazos de ambos.
—Momoi— saludaron ambos —¿Qué haces aquí?
—Nosotros nos encargamos de la auditoría— dijo feliz mientras frotaba su mejilla a Souichi.
—¿Ustedes se conocen?— cuestionó el vicepresidente.
—Sí— respondió Kōsuke —Momoi, Imayoshi y yo íbamos en Tōō. Akashi-san y Mayuzumi-san en Rakuzan y, Fu-sama en Seirin. Nos conocemos desde hace años, pero no habíamos tenido oportunidad de saludarnos.
—Así es — afirmó Seijūrō —Fu-san me llamó por ayuda. Nosotros nos encargaremos. Sólo expliquen la situación.