Después de aquel trágico día, había querido regresar a la casa de sus padres pero ellos no lo recibieron... le echaron en cara que todo era su culpa.
Sí. Ellos tenían razón.
Había sido su culpa por no percatarse de lo que pasaba a su alrededor. Pero sus padres no se referían eso... sí no a la gran mensualidad que dejarían de recibir.
Durante unos días estuvo viviendo con los Kagami y luego, tras vender la casa en la que había vivido los últimos años, adquirió un bonito departamento, y cerca de su trabajo.
Los Kagami había sido parte fundamental para admitir que tenía problemas en su matrimonio pero él lo hizo muy tarde. Ahora, gracias a ellos estaba recibiendo ayuda del mejor psicólogo de Japón. Y no solo eran los Kagami, los Midorima, Aomine y Kise también formaban parte de su vida... siempre lo hicieron pero Kōki los había hecho un lado.
— Regresé... — aquello era costumbre, tenía que eliminarla. Colocó las compras en la barra de la cocina y se preparó para realizar su desayuno.
Después de haber desayunado, se dirigió a su habitación y se ducho. Estaba buscando ropa cuando de entre su ropa encontró el cuaderno — Cierto... Tengo qué escribir — se vistió y acostó en la cama dispuesto a escribir pero nada llegaba a su mente. Desvió la mirada aquel cuadro. Aquel cuadro que siempre tendría a su lado y que jamás olvidaría; la única evidencia de su hijo nonato — Mi bebé — Cerró los ojos y los recuerdos de ese día golpearon su mente: los gritos, las suplicas... Se le dificultó respirar. Trato de calmar su respiración.
—No recuerdes— se dijo a si mismo. Se giró y choco contra el libro —Tengo que escribir...
Mi nombre es Kōki Fu... Kōki Furihata. Tengo 27 años. Vivo solo en un lindo departamento que mis amigos me ayudaron a escoger. También me ayudaron a elegir los muebles y la decoración. Gracias a su apoyo estoy saliendo adelante, siempre estaré en deuda con ellos.
Ellos siempre me advirtieron. Fui testarudo y desconfiado y no les hice caso... Si tan solo les hubiese escuchado mi vida sería otra.
Una vida donde no hubiese recibido golpes, humillaciones, violaciones, maltratos ... y no se hubiese llevado al ser que más había amado en tan corto tiempo.
Sí los hubiese escuchado, jamás me hubiese casado con quien sería mi verdugo... la persona que yo creía que era el amor de mi vida, la persona que lo era todo para mi pero yo no era nada para él... Fukuda Hiroshi.
— No puedo continuar...— sus manos temblaban. Cerró el cuaderno y lo tiró contra la pared — ¡Te odio Fukuda!
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Después de "Te recordare" me gusto el villano siendo Fukuda.
No tenía planeado el fanfic ni nada, simplemente me paso por la mente y lo escribí rápido antes de olvidarlo, al final termine compartiéndolo. Aunque no tenía planes de hacerlo, estoy atascada con un SasuNaru y quiero terminarlo antes de seguir con esté. Pues siento que he dejado muy abandonado ese fanfic y no me gustaría dejarlo a la mitad. Sí como lectora no me gusta que abandonen los fanfic y jamás los vuelven a actualizar, yo me prometí jamás dejar uno a la mitad. Se lo que se siente TnT