No se exactamente lo que siento. Estoy confundido.
Aquellas orquídeas y mensajes que hacían latir mi corazón, los enviaba Akashi Seijūrō...
Ahora Akashi me evita y, aunque no lo hiciera, no sé qué decirle.
No siento nada por él...
—Maldición...— cerró el libro y lo aventó.
El rostro triste e impactado de Seijūrō-san venía a su mente cada segundo.. Por alguna razón se sentía muy triste y culpable. No sabía que eran esos sentimientos contra lo que luchaba.
—¿Qué hago?
Tenía un mes desde lo que había pasado en el restaurant. Desde ese entonces no había recibido mensajes o llamadas. Únicamente lo había visto en las sesiones, y en dichas sesiones lo había tratado de manera profesional. Cuando quizo hablar con él, literalmente, lo corrió. Le pido que se retirará ya que había terminado la sesión y tenía más pacientes. Esa actitud lo hizo sentir muy deprimido. Para el colmo, en las siguientes sesiones fue lo mismo.
Hoy sería la reunión de los domingos con sus amigos, y por la tarde tendrían la sesión.
No tenía ganas de asistir pero, tal vez, si asistía podrían hablar.
—————
—Siento la demora— se disculpó al llegar.
—No te preocupes, Furihatacchi. Acabamos de llegar.
—Cierto.
Asintió y se sentó en el lugar disponible, entre Tora y Yuu. Disimuladamente busco al pelirrojo y lo encontró platicado con Midorima y Murasakibara, al otro extremo de la mesa.
Pidió su almuerzo y espero a que lo llevarán.
—Nee Kōki-chan — el castaño lo miró — ¿Qué decía el mensaje está semana?
Kōki se tensó. Ellos lo sabían por Ryō Aomine y los niños —...
—¿Kōki-san?— Tetsuya miró al castaño. Se veía realmente nervioso.
—Sensei no ha recibido nada— dijo Atsuya.
—Oh...
Los donceles se miraron y miraron disimuladamente al pelirrojo, quien se encontraba entretenido mirando hacia la ventana. No eran tontos y sabían muy bien que era el pelirrojo, además... Quien atendía la florería era Izuki y él le había dicho quien era el de las flores a Kuroko. Algo había pasado...
Yukio vió la mirada de auxilio del castaño y cambio el tema —Esta semana tengo un caso contra Imayoshi.
—¿De verdad?— cuestionaron pues tenían que desviar el tema.
—Sí.
—La va atener difícil, Yukio-san. Souichi-san está feliz con este caso— comentó Kōki recordando la cara del pelinegro.
—¿Souichi?— cuestionaron casi todos, menos los niños y Akashi, quien frunció el ceño.
—Él me pidió que lo llamara así. Cómo últimamente Makoto-san se la pasa en su oficina, dice que los confundo llamando a ambos Imayoshi.
—Ah ya...
Cambiaron el tema y continuaron platicando de lo que habían hecho esa semana, y almorzando.
Después se dirigieron a la cancha.
—Así que dejaste de recibir flores.
—Sí...
—¿Así nada más?
—Si.
—Te ves deprimido. Tenía tiempo sin verte así— comentó Yukio.
No dijo nada y miró a los varones jugar.
—Creí que te habías enamorado de quien te enviaba las flores— Tatsuya miro al castaño y lo vió sonrojarse.
—N-no...
—Kōki...
—Me gustaban sus mensajes y el misterio. Pero ahora...
—¿Ahora?
—Hace un mes descubrí quien las enviaba— susurró mientras miraba al pelirrojo encestar.
—¿Qué?
—No lo descubrí de la mejor manera... Y siento que le hice daño. Me siento mal. Culpable. Triste, deprimido y a cada instante viene a mi mente su rostro. Lo peor es que me evita. No quiere hablar conmigo.
—Kōki-san.
El castaño estaba llorando. Finas lágrimas surcaban sus mejillas.
—No se que hacer. No entiendo porque paso esto.
—No llores.
Trató de limpiarse las lágrimas —Siento un gran vacío desde que eso sucedió. Ya no me llama ni envía mensajes. Quise hablar con él y me corrió. No se que hacer.
———
—¿Qué está pasando allí?
Todos se detuvieron y miraron en la misma dirección que Daiki.
—¿Pasa algo?— cuestionó Shintarō a Kazunari.
—Nada. Sigan jugando— dijo rápidamente y los varones reanudaron el juego.
Trataron de calmar al castaño.
—¿Estas seguro de que no estas enamorado de esa persona?
—No lo creo..— dudo.
—Kōki-san para mi que si. Lo siento— Ryō se disculpó.
—Yo...
—Kōki-san no estuviera así si de verdad no le interesará aquella persona.
—...
—Ustedes no entienden. No quiero tener que ver con otro varón y vuelva suceder lo mismo que con Hiroshi. Por eso no puedo estar con él.
—Furihata Kōki. No todos los varónes son iguales— Tatsuya frunció más el ceño —No puede decir que son iguales. Mi Atsushi no es así... Se que tienes miedo y no quieres depender de otro varón, y aunque tuviera una relación no quiere decir que ese varón tenga que decidir en la vida de Kōki, ambos tienen que tomar las decisiones por el bien de la relación que tengan. Kōki es quien debe decidir si acepta o no las propuestas de la otra persona. Eso es una relación y no dependencia.
—...
Era cierto.
Estaba triste y deprimido por todo lo que había pasado. Pero mas que sentirse culpable con Akashi por las flores, se sentía molestó por que Akashi Masaomi fue quien le hizo la propuesta y no el pelirrojo. Tenía que ser Seijūrō quien...
Observaron al castaño pasar del llanto a un gran sonrojó, el cual competía con el color del cabello de Kagami.
—No puede ser— chilló cubriéndose el rostro. Mientras que su corazóna latía rápidamente.