Un nuevo día comenzó y Kōki Furihata fue despertado por unos remolinos saltarines en su cama.
—Sensei/Furi-san. Despierte.
—Niños...— gimió mientras se sentaban.
—Es hora de desayunar.
—En 10 minutos los alcanzó.
—Si— gritaron y salieron corriendo de la habitación.
Miró la hora, las once de la mañana, ya era algo tarde. La noche anterior se había quedado con Kise Ryōta, Midorima Kazunari y Akashi Seijūrō (quien se quedó dormido) viendo una película de acción. En definitiva, no volviera a quedarse tan tarde.
Abandonó la comodidad de su cama para ir a buscar ropa... Un short corto en color negra y una playera sin mangas en color rojo. Con solo ver la ropa se hacía idea de quién la eligió, Midorima Kazunari. Era ropa de doncel, que dejaba poco a la imaginación, y casi toda consistía en shorts cortos.
—Buen día.
—Kōki-san. Buen día.
—Siento llegar tarde.
—No se preocupe. Nos enteramos que estuvieron viendo películas hasta altas horas de la noche.
—Sí— tomó asiento al lado de los niños y jaló un planto para comenzar a servirse el desayuno.
Minutos después llegó el pelirrojo —Días...
—Buen día.
Kōki se sonrojo al sentir los labios del pelirrojo sobre su mejilla.
—Buen día Kōki.
—B-buen día Seijūrō-san— se avergonzó aún más al sentir las miradas sobre ellos.
—¿Tío Akashi y sensei son novios?— cuestionó el pequeño Tora.
—Sí— respondió Seijūrō sonriendo al ver avergonzado a Kōki.
—¿Qué?— Yuu se levantó de su lugar —¡Sensei dijo que sería mi novio cuando fuese más grande. Tan grande como papá!
—Yu..
—¡Eso jamás!— gruñó el pelirrojo —Kōki es mío.
—Waaaa— Yuu sollozó y salió corriendo.
—¡Akashi!— exclamaron todos, incluso Kōki.
El castaño se levantó y salió detrás del pequeño.
Después de varios minutos lo encontró sollozando en la esquina de la alberca —Yuu-kun.
—Sensei me mintió.
Se sentó al lado del niño y le acarició el cabello —Yuu-kun. Tú eres un niño y yo un adulto. No podemos estar juntos.
—¿Entonces porqué dijo que sería mi novio?
—Era para no hacerte llorar. Verás. Alumno y maestro no podemos ser pareja. Siento haberte dado falsas esperanzas pero yo te aprecio y quiero mucho Yuu-kun.
—¿Tío Akashi?
—Es mi... Mi..— dudo pero vió la mirada de yuu —Es mi novio.
—¿Sensei lo quiere mucho?
—Sí. Lo quiero.
—¿Es feliz?
Recordó todos los bellos momentos que había vivido a lado del pelirrojo, apesar de no ser novios, el pelirrojo le había hecho disfrutar la vida en esos últimos(casi) dos años —Sí. Soy feliz, y quiero seguirlo siendo. Hace mucho que no me siento así de feliz.
—Sensei.
—¿Sí?— se hizo hacia abajo tras la seña —¿Qué...? ... Yuu— tocó sus labios.
—Sensei siempre será mi primer beso— Sonrió y salió corriendo.
—...— ¿Acababa de ser besado por un niño de 4 años?
—Kōki— el castaño saltó — Tus labios son sólo míos.
Se sonrojó y luego se tensó al sentir una mano tocar su cuello. Tímidamente respondió al beso. Se giró un poco para poder besar al pelirrojo, y ese fue su error... Ambos terminaron en la alberca.
Emergió del agua algo agitado y con la respiración entre cortada. Buscó al pelirrojo y lo miro, sus labios rojos y mejillas sonrojadas.
Tosió un poco de agua — Kōki, ¿estas...?— no pudo continuar. Los labios de Kōki le impidieron hablar... El castaño lo estaba besando de forma demandante. Gustoso se aferró a la cintura del castaño y respondió al beso.
———
—¿Seguros que necesitan ayuda?
—¡Por supuesto! Bien hecho campeón— Ryōta le acarició la cabeza a su sonriente hijo.