Pestañeo varias veces hasta que logro mantener sus ojos abiertos. Le dolía la cabeza. Sentía golpes constantes.
Bostezó y se estiró, al hacerlo se percató de que no estaba en su habitación. Asustado se sentó rápidamente.
—Al fin despiertas dormilón.
Siguió a la voz. A su lado derecho, a unos cuantos centímetros, se encontraba Akashi Seijūrō. El pelirrojo estaba sentado, apoyado de las almohadas, y leía unas hojas, las cuales fueron dejadas en el buró de al lado.
—¿Dónde estoy?
—En mi habitación— se aproximo a su novio y lo besó —¿Te duele la cabeza?
—Sí. Bastante— susurró avergonzado por el beso.
—Toma— sirvió un vaso de jugo y se lo entrego junto con una pastilla.
—Gracias... — Mientras bebía el jugo observó toda la habitación, era bastante grande y en tonos blancos y rojos —¿Cómo llegamos aquí?
—¿Eh?
Frunció el ceño —Recuerdo estar bailando con Kazunari-san y Kise-san. ¿Cuándo dejamos la fiesta?
—¿No recuerdas?— no podía ser cierto.
—N-No ¿Paso algo?
—¿Aparte de bailar sobre la mesa y querer desnudarte? No.
—¿Qué?— ¿Se había desnudado?
—Será mejor que tomes una ducha para bajarte la borrachera. La ropa está en la silla.
Kōki observó al pelirrojo, se veía molesto y tenía el ceño fruncido ¿Qué había hecho en la fiesta?
Se levantó y se percató de que estaba en ropa interior. Volvió a mirar la habitación y notó la claridad que entraba por la ventana —¿Qué -Qué hora es?
—La una de la tarde.
—Dios. Los niños. Yo...
—Ryō aviso a la escuela. No te preocupes. Anda. Ve a ducharte.
—S-Si.
Tomó su ropa de la silla y se dirigió al baño. Woohh. Era un gran y hermoso baño, bajo otra circunstancia le hubiese gustado tomar una ducha en aquella hermosa bañera.
—————
Escucho la puerta cerrarse y soltó un suspiro.
No podía ser cierto ¿Kōki era de esos borrachos que olvidaba todo?
Tenía que ser una broma... Pero tal vez era mejor, así, cuando el castaño se sintiese preparado para decirle que lo amaba, él sabría que fue de corazón y no por una gran borrachera.
Ahora no sabía cómo mirar a Kōki a la cara sin recordar lo lindo que veía diciéndole que lo amaba.
—Gracias por prestarme el baño— agradeció mientras secaba su cabello.
—De nada— se colocó la playera —El almuerzo será servido. Vamos.
Asintió y siguió a su novio. Se sonrojó cuando Akashi lo sujetó de la mano y entrelazó sus dedos.
Almorzaban y Kōki trataba de pasarse un café negro muy cargado para bajarse la borrachera. Su cabeza seguía doliendo.
—¿Tienes que hacer algo esta tarde?
—Tengo que ver a Reo-nee a las 8.
—Hummm
Se mordió el labio al ver la mirada pensativa del pelirrojo, se veía sumamente atractivo.
—¿Te parece dar una vuelta por el centro comercial, y luego te llevó a tu departamento?
—Si ¿Podemos pasar a la librería? Quiero una guía de juegos para los niños.
— Vamos entonces. Aquí tienes tu teléfono y llaves.
—Gracias— tomó el teléfono y comenzó a revisar las notificaciones. Un vídeo comenzó a reproducir...
Él estaba sobre la mesa bailando y luego llegaba Akashi, y él se lanzaba sobre Akashi y comenzaba a bailarle de una forma muy provocadora.
Sonrió al ver gran sonrojo de su novio. De seguro estaba viendo el vídeo —Un poco más y me asalta frente a todos.
—Lo siento.
—No te avergüences. A cualquiera le puede pasar— acarició el cabello a su novio.
—Aun así es vergonzoso— murmuró totalmente avergonzado. No volvería a tomar.
¿Cómo su novio podía ser tan tierno?