Despertó cuando alguien tocaba la puerta. Se sentó y vió al pelirrojo dormido. Se levantó, se acercó a la puerta y la abrió —B-Buen día.
—Buen día, Furihata-san. El desayuno será servido en 15 minutos.
—Gracias...— miró con pena al pelinegro —. Siento lo de hace rato. Disculpe.
—No se preocupe. Lo esperamos en el desayuno.
—Gracias.
Cerró la puerta y, al ver que Seijūrō seguía dormido, se dirigió el baño. Necesitaba una ducha y pensar las cosas. Se desnudó y entró a la regadera. Abrió la llave del agua caliente y un poco el agua fría.
Dejó que el agua cubriera su cuerpo. Acarició su vientre. Estaba embarazado.
Tenía miedo.
Miedo de perderlo.
Miedo de no ser un buen padre.
—¿Kōki?— al despertar no estaba en la habitación.
—Baño— escuchó. Se levantó y se dirigió al baño. Vió que se estaba bañando, así que se desnudó y entró.
Se asustó al sentir los brazos rodeándolo y algo contra sus glúteos —Seijūrō-sanr03;...
—Me hubieses despertado.
Sintió los besos en el cuello y hombro —Estaba dormido. No quise despertarlo. Sirven el desayuno en 10 minutos.
—Bien.
Se ducharon rápido y vistieron. Al terminar se dirigieron a tomar el desayuno.
—Muchas gracias por todo. Y disculpen el haberles gritado— volvió a disculparse.
—No se preocupe.
—Hasta luego.
—Adiós. Tengan buen viaje.
—Gracias.
Abordaron el auto y salieron rumbo a casa.
Kōki soltó un suspiro y miró a través de la ventana.
—Vamos a pasar a la farmacia. Shintarō me dio la receta.
—Esta bien.
—¿Quieres hacer algo después?
—No.
—Bien.
Se dirigieron a la farmacia y surtieron la receta.
Al llegar al departamento, Seijūrō se despidió: —Quisiera quedarme pero tengo trabajo en la empresa.Cualquier cosa me avisas. Si te sientes mal llama a Shintarō.
Sonrió enternecido por la preocupación del pelirrojo —Estoy bien. Me se cuidar.
—Lo sé— lo besó y abandonó el departamento. No si antes tomar su regalo.
Kōki observó la puerta por unos segundos y luego se dirigió a la cocina por un vaso de agua. Comenzó a leer las instrucciones de ambas medicamentos y se tomó ambas.
Reviso la hora. Tenía tiempo de organizar la tarea de la semana y los informes de Fu Corp.
Tomó el teléfono y envío un mensaje.
———
Esperaba, leyendo, mientras que lo nombrarán.
—Furihata-san, pasé.
—Gracias— dejó la revista en su lugar y se dirigió a la puerta.
—Bienvenido. Se me hizo extraño que pidieras una consulta, Kō-chan.
Cerró la puerta —S-Si.
—Sientate, y dime qué fue lo que te hizo pedir una consulta.
Asintió y se sentó. Soltó un gran suspiro —E-Estoy embarazado.
——————
Observó la hora. Hmmm. —Satoshi-san.
Rápido entró su nueva secretaria. Era una mujer de cabello azul —¿Sí, Akashi-sama?
—¿Mi hijo?
—No atiende la línea directa. Está desviada con su secretaria. Según ella, pidió no ser molestado, no ha recibido a nadie desde la mañana.
—Maldición— se levantó, y se dirigió a la oficina de su hijo.
—Akashi-sama. No ha recibido a nadie. Se encerró desde que llegó. Trajo varias bolsas.
Frunció a un más el ceño ¿Qué demonios estaba haciendo su hijo?
Abrió la puerta y entró... Libros y revistas estaban regados por todos lados, Seijūrō leía entretenido. Se acercó a su hijo y vió lo estaba leyendo —¿Bebés?
—Papá— ¿Cuándo había llegado? —, Kōki está embarazado... ¡Papá!