Soltó un suspiro. Estaba aburrido. Tenía que hacer un trabajo en equipo, y su compañero no llegaba. Lo había citado en la sala de juntas de Fu Corp.
—Furihata-sama. Mitsubishi-san está aquí.
—Hagalo pasar.
—De inmediato ¿Le traigo algo?
Observó la hora —Algo para beber. Y si no salimos de aquí, le pediré algo de comida.
—Entendido.
Unos minutos después entró un varón pelinegro de ojos color miel —Siento llegar tarde. Había mucho tráfico.
—No se preocupe— le ofreció una silla —. Siento citarlo aquí. Pero tengo unos problemas en ventas. Y apenas me desocupe.
—No se preocupe. Furihata-san.
—¿Por dónde empezamos?
—Por....
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Frunció el ceño al leer el mensaje ¿Quién demonios era ese compañero?
Oh no. Eso sí que no. No dejaría que nadie se acercará a Kōki.
Fue al registro de llamadas y marco a Kōki. Tras 4 tonos, el castaño respondió.
—Hola.
—¿Cómo estás? ¿Cómo sigues? —preguntó, habían pasado tres semanas desde que se enteraron del embarazo.
—Bien. Las náuseas igual.
—¿Tomaste el medicamento?
—Sí.
—Ya veo... Y, ¿qué haces?
—Estoy trabajando en un proyecto de las clases. De hecho estaba a punto de llamar.
—¿Necesitas ayuda?
—Asesoria. Es comercio internacional.
—Ya veo. Te veo en el departamento en 20 minutos.
—No. Estoy en Fu Corp. Estoy con un compañero del proyecto. En la sala de juntas.
—Ya veo. Nos vemos en unos minutos...
—Gracias.
—Kōki...
—¿Sí?
—Te amo— sonrió al escuchar los balbuceos y el te amo de su novio.
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Waaaaa ¿Cómo podía Seijūrō ser tan lindo?
Sus te amo lo hacían estremecerse.
—¿Lo ama, verdad?
—Mucho— sonrió encariñado —No tarda en llegar... Por cierto, ¿Cómo sigue su esposa?
—Mucho mejor. El doctor que nos recomendó es excelente. Ya está en casa descansando.
—Me alegra. Midorima-sensei, y Midorima-san son los mejores.
—Sí. Aunque un pelinegro se celo con mi esposa. La podré estaba tan apenada.
Sonrió divertido. Había sido testigo de los celos del pelinegro —Así es Kazunari-san. Siempre celoso.
Ambos rieron
—Permiso— entró a la oficina —. Buena tarde.
—Buena tarde— se levantó de su lugar —Él es Mitsubishi Rintarō. Compañero de clases.
—Mitsubishi-san. Él es Akashi Seijūrō.
—Su novio.
Sonrió divertido al ver los celos del pelirrojo —Lo sé. A cada rato aparece en las noticias. Un gusto conocer al novio de Furihata-san.
Seijūro explicó los temas a tratar. Y noto que Mitsubishi no miraba con otra intención a su novio. Eso le tranquilizó.
———
—Sei. Despierta— removió a su novio. El pelirrojo se había quedado dormido.
—Humm...
—Vamos a casa— dijo sonriendo al ver que bostezaba.
Despertó confundido y se dejó guiar por el castaño.
———
Sonrió mientras guiaba a su adormecido novio a su habitación. Hizo la sábana a un lado y acostó a su novio. Seijūro tenía que estar muy cansado para quedarse dormido, y peor aún, dejarse guiar a la cama.
Le quitó los zapatos, los calcetines, le desabrochó el cinturón y botón, y le despojo del pantalón. La camisa la abrió. Se levantó y le dió un casto beso —Dulces sueños.
Se levantó y dirigió a la su cajón por un bóxer; entro al baño y se ducho.
Al salir del baño se acostó y sacó su diario. Ya le quedaban pocos páginas.
"No le he dicho que me desmayé. Y desperté a las horas. Tengo miedo de caerme en algún otro lado más peligroso y estar solo.
Creo que aceptaré la oferta de Seijūro, me iré a vivir con él.
No sé dónde viviéramos. Pero sé que será la mejor opción para nuestro bebé"